A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Una posada de Jericó
C. MOMENTO: Jesus iba de camino a Jerusalén con Natanael y Tomás. Los tres se detuvieron en Jericó para pasar la noche. Al anochecer, un grupo estaba conversando sobre muchas cosas cuando un abogado, que buscaba enredar a Jesús, le preguntó: Instructor, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?
D. REFERENCIAS: (1809.3) 164:1.1 (Lucas 10:25-37)
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. En respuesta a la pregunta del abogado, Jesús dijo: “¿Qué es lo que está escrito en la ley y los profetas; cómo lees tú las Escrituras?”2. El abogado respondió astutamente:Amar al Señor Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno mismo. Dijo Jesús: Has contestado bien.3. Pero el abogado siguió intentando poner a Jesús en una situación embarazosa. Dijo: Pero, Instructor, ¿quién es precisamente mi prójimo?4. El abogado esperaba poner una trampa a Jesús para que entrara en contradicción con la ley judía, que definía al prójimo como “los hijos del pueblo de uno”. Jesús discernió la motivación del abogado y procedió a contarle una historia que sería apreciada por cualquier público de Jericó.5. La historia del buen samaritano. (Vean (1810.1) 164:1.3)
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén—en el templo
C. MOMENTO: Durante la asistencia de Jesús a la fiesta de la consagración. Ese sábado había curado a Josías, el hombre ciego. Los dirigentes estaban celebrando una sesión del Sanedrín y, durante esta reunión, Jesús estuvo hablando a la multitud en el porche de Salomón.
D. REFERENCIAS: (1815.2) 164:5.1 (Juan 10:22-42)
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. No hay muchos registros de estas dos horas de enseñanza. Alguien preguntó: “¿Por cuánto tiempo nos dejarás en la incertidumbre? ¿Si tú eres el Mesías, por qué no nos lo dices claramente?”2. Dijo Jesús: Muchas veces os he hablado de mí y de mi Padre, pero no queréis creerme. Las obras que hago en nombre de mi Padre atestiguan por mí.3. Pero no pertenecéis a mi redil, y por lo tanto no creéis. La verdad atrae solo a los que tienen hambre de verdad y sed de rectitud.4. Mis ovejas oyen mi voz y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; jamás perecerán.5. Mi Padre me ha dado a estos hijos y es más grande que todos. Nadie los puede arrebatar de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno.(Algunos intentaron apedrearlo, pero los creyentes los detuvieron)6. Entonces Jesús continuó: Muchas obras amantes os he mostrado de mi Padre—¿por cuál de ésas queréis apedrearme?7. Respondió uno de los fariseos: Por buena obra no queremos apedrearte sino por la blasfemia, porque tú, siendo un hombre, te atreves a considerarte igual a Dios.8. Os negáis a creer que he sido enviado por Dios. Si hago las obras de Dios, aunque no creas en mí, por lo menos deberías creer en las obras.9. Pero yo os digo que el Padre está en mí y yo en el Padre. Así como el Padre está en mí, así moraré yo en cada uno de los que creen este evangelio.10. Y una vez más buscaron apedrearlo, pero él se alejó para unirse a Natanael y Tomás
https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#46_STORY_OF_THE_GOOD_SAMARITAN
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