martes, 14 de mayo de 2019
Heavenletters Un Dios, Parte II
Heavenletters
Un Dios, Parte II
Heavenletter # 67
Publicado en: 7 de enero de 2001
Dios dijo:
Lo que estoy tratando de decir es que el crédito se otorga al Dador de la bendición, no al que entrega la bendición. Al igual que cuando le llega un gran cheque por correo, puede agradecer al cartero por dejar el cheque, pero es el autor del cheque el que realmente agradece.
Da crédito a tus maestros por compartir el conocimiento contigo, pero agradéceme por el conocimiento.
Lo haces bien para dar crédito donde pertenece por muchas razones. Pero la razón principal es que al hacerlo recuerdas la Verdad. Porque la verdad es que yo soy el Dador.
Ponga su gratitud en el lugar correcto para que el camino entre nosotros sea puro y claro. Nadie necesita estar en el medio de nuestro amor. No hay un lugar de parada para tu amor por Mí. Dame tu amor directamente a Mí. No lo diluyas.
Cuando veneras a otro ser humano, estás tratando de encontrar el favor de ellos. Quieres que te noten y te miren a los ojos, pero son Mis ojos los que ya te favorecen. Lo que buscas son mis ojos, y mis ojos te llenarán. Los ojos del hombre no pueden.
Tú tienes un Padre, y yo soy El.
Tengo un hijo, y ese eres tú.
Nuestro amor es una flecha recta.
Perfora nuestros corazones.
Ese piercing es una abertura que permite la aceptación.
Nuestro amor es un rayo de luz que fluye de Mí hacia ti y regresa. Los rayos de nuestro amor son rectos.
Los rayos son los radios del eje de la rueda que irradian hacia adelante y hacia atrás.
Los rayos de tu amor individual pueden llegar a otros rayos, pero cada uno de ellos es su propia luz. La línea del amor va de Mí a ti, y tú a Mí. Es corriente continua, nuestro ser del amor.
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