A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: El campamento de Getsemaní
C. MOMENTO: Ese jueves por la mañana se dio una charla a un grupo elegido de judíos y gentiles. Fue realmente su alocución de despedida a la compañía combinada de apóstoles y discípulos principales. Los doce estaban presentes, excepto Judas. Habló durante casi dos horas a este grupo de cincuenta creyentes y respondió a una veintena de preguntas. Este registro es un resumen de esta conversación.
D. REFERENCIAS: (1929.2) 178:1.1
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Los reinos de este mundo pueden emplear la fuerza para mantener el orden. El reino celestial de la hermandad espiritual puede promoverse únicamente por el poder del espíritu.2. Esto no anula el derecho de los creyentes a mantener el orden ante miembros díscolos.3. No hay nada incompatible entre la filiación en el reino espiritual y la ciudadanía en el gobierno secular. Es deber del creyente dar cuentas al César de lo que es del César, y a Dios de lo que es de Dios.4. No puede haber desavenencia alguna entre esos dos requisitos, siendo uno material y otro espiritual, a menos que un César presumiese usurpar las prerrogativas de Dios.5. No prestaréis adoración espiritual a los gobernantes terrenales; tampoco debéis emplear la fuerza física de gobiernos terrestres para avanzar la misión del reino espiritual.6. La filiación debería volveros ciudadanos ideales—amor por vuestros semejantes y ausencia de odio.7. Pero los de mente materialista nunca conocerán vuestra luz y verdad a no ser que os acerquéis a ellos en servicio social desinteresado.8. Os enfrentáis a una responsabilidad triple—servicio a Dios y a los hombres—y una entrega especial a la hermandad de creyentes.9. Los frutos del espíritu—servicio amoroso-son la poderosa palanca social que eleva las razas de las tinieblas. El Espíritu de la Verdad será vuestro fulcro multiplicador de poder.10. Manifestad sabiduría y exhibid sagacidad en vuestro trato con los gobernantes civiles. Por discreción, mostraos expertos en solucionar desacuerdos menores.11. Tratad de vivir en paz con todos los hombres. Sed siempre sabios como serpientes pero inocuos como palomas.12. La filiación debería haceros mejores ciudadanos y dirigentes del gobierno secular. La sinceridad en una esfera de la vida debería favorecer la respuesta al deber en otra esfera.13. Si los dirigentes civiles se convierten en dictadores religiosos, sufriréis persecución. Pero la manera en la que sufrís y morís acabará iluminando al mundo.14. Este evangelio ocasionará un divorcio de la política y la religión—libertad intelectual y libertad religiosa.15. Bajo las persecuciones, el reino prosperará, pero vosotros estaréis en grave peligro en los tiempos siguientes, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros, cuando los hombres de altas posiciones acepten nominalmente el evangelio.16. Aprended a ser fieles incluso en tiempos de paz y prosperidad. No deberíais necesitar problemas para salvar vuestra alma de la deriva fácil.17. Estáis comisionados para predicar el evangelio—que nada desvíe vuestra devoción de este deber único. Que la humanidad toda se beneficie de vuestro ministerio espiritual amante, vuestra comunión intelectual esclareciente, vuestro servicio social edificante.18. Pero estas labores humanitarias no han de tomar el lugar del evangelio. Estas ministraciones poderosas son los efectos sociales secundarios de las ministraciones aún más poderosas que el Espíritu ha hecho en el corazón de los hijos del reino por la fe.19. No empleéis el poder civil para promover la religión. Persuadid a los hombres, pero no les obliguéis nunca. Aquello que os gustaría que os hicieran los hombres, hacédselo a ellos.20. Cuando los creyentes sirven al gobierno civil, su servicio debería ensalzarse con la iluminación espiritual de su religión. Si el creyente no es un servidor civil superior, en comparación con el no creyente, algo falla en su vida espiritual.21. La conciencia de la filiación de Dios debe estimular la entera vida de servicio de todo hombre, mujer y niño que posea tan poderoso estímulo para todos los poderes inherentes de una personalidad humana.22. No debéis ser místicos pasivos ni ascetas insulsos; no debéis llegar a ser soñadores ni vagabundos, que confían supinamente en una Providencia ficticia para que provea aun sus necesidades vitales.23. Sed tiernos en vuestro trato con los mortales que yerran, pacientes en vuestras relaciones con los ignorantes, serenos cuando se os provoque; pero también sed valientes en la defensa de la rectitud, poderosos en la promulgación de la verdad y enérgicos en la predicación del evangelio.24. Este evangelio de la verdad viva es como levadura en la masa, como el grano de la semilla de mostaza, es también como la semilla del ser vivo que se extiende de generación en generación.25. Os he hecho una revelación viva, y debería rendir frutos espirituales en generaciones sucesivas de creyentes.26. De generación en generación este evangelio debe mostrar una vitalidad en aumento y exhibir mayor profundidad de poder espiritual. No debe permitirse que se vuelva meramente un recuerdo sagrado, un mero relato tradicional sobre mí y los tiempos en los que vivimos ahora.27. No hemos atacado en forma directa ni las personas ni la autoridad de los que se sientan en el trono de Moisés; tan sólo les ofrecimos la nueva luz, que ellos tan vigorosamente rechazaron.28. Tan sólo hemos denunciado su deslealtad espiritual a las mismas verdades que profesan enseñar y salvaguardar. Tan solo entramos en conflicto con ellos cuando se opusieron a la prédica del evangelio.29. Aun ahora, nosotros no los atacamos, sino que buscan nuestra destrucción. Váis a salir a predicar sólo la buena nueva. No debéis atacar las viejas costumbres.30. Dejad que el Espíritu de la Verdad realice su obra. Dejad que haya controversia sólo cuando os fuercen a ello. Pero no titubeéis en defender vigorosamente la verdad que os ha santificado.31. A lo largo de las vicisitudes de la vida, recordad siempre que debéis amaros unos a los otros. No luchéis con los hombres, ni siquiera con los incrédulos. Mostrad misericordia a los que os insultan.32. Mostrad que sois ciudadanos leales, artesanos nobles, vecinos dignos de encomio, parientes devotos, padres comprensivos y creyentes sinceros en la hermandad del reino.33. Y mi espíritu estará sobre vosotros, aun hasta el fin del mundo.
https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#62_DISCOURSE_ON_SONSHIP_AND_CITIZENSHIP
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