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jueves, 21 de junio de 2007

Fantasmas y Apariciones

Vamos a tocar el tema de los fantasmas y las apariciones, fenómeno que a veces encontramos en el transcurso de la vida. Necesitamos recordar que nosotros mismos podemos presentarnos como una aparición a otras personas, particularmente cuando enviamos formas-pensamiento de nosotros mismos en el estado de sueño, o cuando de manera inconsciente viajamos en una proyección fuera del cuerpo.
Existen tantos tipos de fantasmas y apariciones como tipos de gente. Pueden darse cuenta o no de su situación, como nos pasa a nosotros. No están totalmente enfocados en la realidad física y esta es la principal característica que los distingue. Algunas apariciones son formas-pensamiento enviadas por personalidades que atraviesan por un estado de profunda ansiedad. Tienen el mismo comportamiento compulsivo que podemos observar en muchos casos de nuestra experiencia normal.
El mismo comportamiento compulsivo que hace que una persona se lave repetidamente las manos, es el que causa que una aparición regrese repetidamente a un mismo lugar.
Por distintas razones, tales personalidades no han aprendido a asimilar su propia experiencia. Las características de estas apariciones son las mismas de una personalidad perturbada, aunque hay excepciones. La conciencia de esa aparición no está presente. La personalidad debe estar en medio de una pesadilla, o de una serie de sueños recurrentes, en los cuales regresa al entorno físico. La personalidad está tratando de resolver problemas y en el proceso se producen descargas de energía. Estas apariciones son inofensivas. Solo la interpretación que hacemos de sus acciones puede causar dificultades. En medio de la vida, nosotros también aparecemos como fantasmas en otros niveles de la realidad, en donde son causa de comentarios y mitos, sin que nos demos cuenta de ello. En líneas generales, los fantasmas y apariciones tampoco se dan cuenta de los efectos que producen.
La combinación de pensamientos, emociones y deseos crean las formas y están hechos de energía. Las formas-pensamiento que enviamos de nosotros mismos, sin que nos demos cuenta, son muy distintos de la forma astral o proyección astral, que es un asunto mucho más complicado.
Podemos aparecer en forma astral en realidades que son comparativamente más avanzadas que la nuestra. Allí nos reconocen por nuestra desorientación. No sabemos como manipular en esa realidad. No conocemos las costumbres. Tengamos o no una forma física, si tenemos emociones y sentimientos, estos tomarán una forma y tendrán una realidad. Si pensamos con fuerte intensidad en un objeto, este aparecerá en alguna parte. Si con fuerte intensidad pensamos en un lugar determinado, una pseudo imagen nuestra se proyectará hacia ese lugar, bien sea que sea percibida o no y seamos conscientes o no en ella. Este fenómeno se aplica a quienes están en el sistema físico y a quienes lo han dejado.
Todas estas formas se llaman Construcciones Secundarias, porque la conciencia de la personalidad no está en ellas. Son proyecciones automáticas. Se llaman Construcciones Primarias, cuando la conciencia adopta una forma y conscientemente la proyecta hacia otro nivel de realidad. Este es un procedimiento bastante complicado y rara vez se usa con el propósito de una comunicación.
Algunos parientes y amigos que han muerto, nos visitan proyectando su forma desde su realidad hacia la nuestra, pero generalmente no los percibimos. Ellos no son más fantasmas cuando nos visitan que nosotros cuando los visitamos, normalmente durante el sueño. La conclusión que podemos sacar de estos temas es que ya estamos familiarizados con las condiciones que encontraremos después de la muerte. Lo que falta es que ese conocimiento sea consciente.

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