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sábado, 31 de octubre de 2009

El Bien y El Mal, Las Creencias Personales y Colectivas, y Sus Efectos Sobre Tu Experiencia Privada y Social 2

El tercer diagrama puede cruzar los otros sistemas de creencias, por supuesto. En los primeros dos grupos hay muchos márgenes. Puedes tener una, dos o tres características preferidas que se correlacionan con tus ideas, por ejemplo, pero tus conceptos acerca de la edad no te dejan tal libertad; ya que en uno u otro tiempo, “si tienes suerte” en tus términos, te acercarás a la vejez.
Muchos creen que es un tiempo de deterioro espiritual y físico, una era en la que todos aquellos atributos de madurez difíciles de ganar se desvanecen, y las facultades de razonamiento desaparecen como granos de arena sostenidos por mucho tiempo por las manos pensantes de la mente.
Si la vida es vista como buena en este sistema de creencias, la juventud es visualizada como la gloria coronada, desde cuya cúspide no hay ningún otro camino excepto el descenso. Al viejo no se le conceden características de sabiduría, sino las temidas como el mal, lo malo, lo indeseable y lo atemorizante. Para estas personas la senilidad parece un final de la vida natural e inevitable.
Como lo mencionamos antes, muchos de quienes siguen tales creencias tratan de ocultarlas de ellos mismos, intentando desesperadamente ser jóvenes. La juventud y la vejez tienen ambas su lugar, y dentro de la estructura de tu raza cada una juega papeles importantes.
Estás acostumbrado a pensar en términos de herencia. En términos físicos y de una manera diferente a la que imaginas, esto es importante. Ciertas experiencias terrenales sin embargo dependen de la duración en el tiempo, y resultan como una consecuencia de la mente desempeñando su experiencia a través de largas estaciones terrenales.
Hay funciones especificas puestas en operación muy naturalmente, que escasamente son percibidas por tus científicos, y son mucho menos comprendidas. A medida que la mente dentro del cuerpo ve claramente que su tiempo terrenal está llegando a su fin, se presentan aceleraciones mentales y psíquicas. Estas son en muchas formas como experiencias de adolescente en su gran explosión de actividad creativa, con la consiguiente formación de preguntas y la preparación para un tipo completamente nuevo de crecimiento y realización de la personalidad.
Esto seria muy evidente si no fuera por tu sistema de creencias corriente a través del cual el viejo es obligado a interpretar su experiencia. Muchos ejemplos de expansión de la conciencia y de crecimiento mental y psíquico, son interpretados como senilidad. No se han hecho importantes correlaciones entre las experiencias subjetivas del viejo, particularmente en condiciones “seniles”, con aquellas de otras edades involucradas en la expansión de la conciencia, inducidas de manera natural o por las drogas.
Cualquiera de tales sensaciones es reprimida inmediatamente por el viejo por temor a que esa “senilidad” será el diagnóstico. Las experiencias, sin embargo, afectan el hemisferio derecho del cerebro y de tal manera las habilidades son liberadas más o menos de la misma manera como las de los adolescentes.
El individuo, cuando es el tiempo, empieza a ver más allá de la vida temporal, empieza a abrir dimensiones de conocimiento que, en tus términos, no podría permitirse mientras está involucrado en el intenso enfoque físico de la vida adulta normal. Infortunadamente la personalidad no tiene un sistema de creencias para apoyar tal expansión. Las terapias naturales, tanto físicas como mentales, le son negadas. Con frecuencia se utilizan drogas como calmantes, nublando la claridad de lo que parece ser una visión distorsionada. Este es uno de los aspectos más creativos y valiosos de tus vidas. En cambio, al viejo se le ha hecho sentir inútil en tu sociedad. Con frecuencia por supuesto ellos mismos comparten este juicio de valor y sus experiencias dentro de tus comunidades en forma alguna los ha preparado para enfrentar la experiencia subjetiva.
No hay maestros para guiarlos. La vejez es una parte de la vida altamente creativa. Las conexiones entre ella y la niñez con frecuencia se hacen de manera despectiva, pero la personalidad está en un estado creativo igual. Estoy expresándome de manera general ahora, por supuesto, ya que tus condiciones de vida distorsionan así la situación natural.
Incluso los cambios químicos y hormonales que ocurren son aquellos que conducen al crecimiento espiritual y psíquico en ese tiempo. La afirmación jubilosa posible le es negada al viejo por tu sistema de creencias.
En ciertos términos, la “experiencia psicodélica” no puede explicarse dentro de tu limitada estructura de referencia – no porque tales iluminaciones estén mas allá de explicación, sino porque tu actual sistema de creencias es demasiado limitante.
Así a cualquier edad, un episodio revelador es difícil de relacionar con otros. En la vejez, sin embargo, nadie está interesado, y sin embargo es aquí, como en la adolescencia, que puede surgir la mayor creatividad, pero sigue sin reconocerse. Esta época puede ser más ventajosa para el individuo y para la raza que cualquier otro periodo, si ella fuera reconocida por lo que es y fuera comprendida.
Los peculiares cambios químicos que ocurren con frecuencia son precisamente aquellos que conducen a las mayores concepciones y experiencia, pero éstas están libres de ser lo que concibes como una aplicación practica. Hay un activador que se pone en marcha, un impulso en el que la personalidad trata de liberarse a sí misma de la orientación espacio-tiempo liberada de la necesidad usual de participar en términos “adultos”.
La personalidad mira la naturaleza de la experiencia en los términos más puros. En algunas civilizaciones previas esto se hizo dentro de una estructura natural, en la que al viejo se le cuidaba físicamente mientras sus palabras se escuchaban muy cuidadosamente.
Las ideas del “viejo hombre sabio” y leyendas similares aplican aquí, así como los conceptos místicos de la poderosa mujer vieja. En su progresión natural, y si se le deja solo, el viejo comprende sus propias “visiones” bastante bien. El cuerpo y la mente operan hermosamente juntos.

jueves, 29 de octubre de 2009

El Bien y El Mal, Las Creencias Personales y Colectivas, y Sus Efectos Sobre Tu Experiencia Privada y Social 1

Un Estado de Gracia
Salud
Riqueza
Blanco
Cristiano

Fuera de Gracia
Enfermedad
Pobreza
Negro
No Cristiano

Un Estado de Gracia
Indio u Oriental
Orgullosa Pobreza
Piel Morena
Gran Comprensión Mística
Comprensión Cósmica

Fuera de Gracia
Americano
Riqueza Embarazosa
Piel Blanca
Insensibilidad
Pobreza Espiritual y Desintegracion

Estado de Gracia
Juventud
Comprension Intuitiva
Belleza
Capacidad Intelectual
Vigor Fisico
Futuro sin Desplegar

Fuera de Gracia
Vejez
Rigidez, Ignorancia Mental y Espiritual
Fealdad
Desintegracion de la Capacidad Intelectual
Perdida de Vigor
Cierre de Todas las Puertas de Actividad

Los simples diagramas solamente representan algunos sistemas generales de creencias desde el punto de vista de los “valores morales”. Tus ideas del bien y el mal afectan no solamente tu comportamiento con otros, sino tu actividad en una comunidad y en el mundo en general.
Muchos creen – utilizando el primer diagrama - que está “bien” y es moralmente superior ser Cristiano, blanco, rico y con excelente salud. Ahora bien, aunque esto no aparece en el diagrama, la palabra “masculino” también se puede agregar a la lista de atributos preferidos.
La realidad es entonces vista a través de este sistema de creencias. Si las tienes, sentirás que esas características son dadas por Dios. De acuerdo con el fervor con el que acaricias estas ideas, encontrarás que ellas te encierran, ya que de una manera muy limitada definen tu concepto del bien. Las personas que tienen tales creencias a menudo son muy religiosas, en términos convencionales. Los países que hacen énfasis en creencias parecidas, envían misioneros a “convertir” a aquellos que son paganos, y por lo tanto inferiores.
Los sentimientos individuales de esta manera serán muy inconfortables cuando se mezclan con otros de una raza, credo, o color diferente y, a pesar de ellos mismos, pueden ser vengativamente conservadores al tratar, por ejemplo, con los problemas de naturaleza comunitaria. Ellos consideraran la pobreza como un signo del disgusto de Dios, y de esta manera estarán inclinados a dejar la totalidad del asunto en sus “manos”. Pueden hablar con aparente compasión acerca del apuro de otros, y sin embargo todo el tiempo consideran la dificultad como el simple resultado de la inferioridad, de la desigualdad.
Estas personas pueden ser de cualquier edad. Pueden provenir de cualquier entorno económico. Ahora bien, si sucede que eres Protestante, hombre, blanco, americano, rico, y saludable, al menos dentro de esa estructura de tus creencias te puedes mirar a ti mismo con ojos “claros”. Tu fundamento es inestable en realidad, pero al menos encajas dentro de él por el momento. Notarás que agregué “Protestante” a nuestro sistema de valores, al igual que “Americano”. Sin embargo, si sostienes este grupo de creencias y te quedas corto – esto es, si de alguna manera no encajas dentro de él – entonces incluso dentro de ese sistema estás en problemas.
Algunos de los componentes están más cargados que otros. Un Católico o un Judío que posea estas creencias, obviamente está fuera de paso hasta cierto grado, y se sentirá culpable a medida que él mismo se mida contra ellas. Un hombre negro que acepta el mismo sistema, de hecho está en dificultades. Si sucede que es un hombre negro pobre, está en doble peligro.
En ese mapa de creencias, la enfermedad, la pobreza, la feminidad hasta cierto grado, los conceptos no Cristianos, la herencia racial no Caucásica, todos son considerados equivocados en uno u otro grado.
Ahora bien, cualquier intrusión de otras creencias aquí será considerada como amenazante. Tanto los problemas raciales como la disensión religiosa serán racionalizados desde el punto de vista de estas creencias. Algunas personas se pueden considerar a sí mismas como muy iluminadas, creyendo por ejemplo en la reencarnación como una serie de vidas consecutivas. Sin embargo, pueden entonces utilizar el concepto para justificar su creencia en la inferioridad de otras razas. Pueden decir que como un individuo escogió sus problemas en esta vida – decidiendo por ejemplo nacer negro, pobre, o ambos – ese karma está siendo resuelto; por consiguiente tales temas no se deberían ajustar con un cambio de la ley o de la costumbre.
En el lado izquierdo, mirando el segundo diagrama, encontrarás personas en este caso de un marco de mente más “liberal”. Pero no los encontrarás tan liberales si comprendes que son tan prejuiciados en una dirección como el primer grupo lo es en otra.
Aquí tenemos un sistema de creencias en el que es incorrecto ser blanco, Americano, o rico, o incluso estar muy bien en términos financieros. Todas las distorsiones del Cristianismo son evidentes, en donde el primer grupo es ciego a ellas, por supuesto. Aquí, sin embargo, la riqueza y la piel blanca no solo son malas, sino síntomas obvios de deterioro moral. Si el primer sistema de creencias ve el dinero y los bienes como un signo de la bendición de Dios, el segundo grupo ve las posesiones materiales como evidencia del deterioro espiritual.
Aquí lo exótico es romantizado, lo externo es ensalzado y lo pintoresco es visto como real. La piel negra, o la piel morena, se convierte en criterio de perfección espiritual, y la pobreza una medalla de honor para ser usada no solo orgullosamente, sino con frecuencia para ser utilizada como herramienta agresiva. Las personas que siguen estos sistemas de creencias piensan que están en lo correcto. Su estilo de vida, sus afiliaciones comunitarias e inclinaciones políticas estarán en oposición directa a la ética “blanca y rica”.
Ahora bien, si sucede que eres negro o moreno, pobre, y crees en este sistema, al menos te sentirás seguro dentro de él. Si en cambio eres blanco y rico y sostienes tales creencias, pensarás que eres inferior en realidad, y harás todo lo que está en tu poder para demostrar cuan pintoresco, liberal y de mente abierta, y que tan negro o moreno puedes ser, mientras sigues siendo blanco, bastante acomodado, y quizás secretamente adicto a tu Cristianismo.
Tendrás indudablemente Budas de buen gusto exhibidos, y rosarios Indios.





martes, 27 de octubre de 2009

La Gracia, la Conciencia, y tu Experiencia Diaria 6

En cualquier tiempo dado habrá varios climas de creencias difundiéndose por el mundo. Algunos estarán agrupados en ciertas áreas, por ejemplo, como sistemas de baja presión. Algunos serán generalmente locales, y otros barrerán a través de los continentes como las grandes tormentas periódicas.
Recuerda que las ideas son tan naturales como el clima. Ellas siguen patrones y obedecen ciertas leyes, incluso como lo hacen los fenómenos más estrictamente físicos. Desafortunadamente, nadie examina la naturaleza de la realidad mental desde tal punto de vista. Tú nacerás en medio de ciertas creencias colectivas, y éstas pueden variar de acuerdo con tu país de nacimiento.
Así como entras en tu cuerpo con todos sus alrededores físicos, así mismo al nacer surges dentro de un rico entorno psicológico natural en el que las creencias e ideas son así de reales.
A medida que te vuelves más experto en la utilización de tu mente consciente, por supuesto que examinas las creencias que te rodean, incluso cuando las cuestionas y te mueves afuera de tu entorno natural. Puedes emigrar a un clima en el cual las ideas prevalecientes se ajusten mejor a ti, así como el clima.
A pesar de todo, hay ciertas tendencias, ciertas posturas, que tomarás acerca de ti mismo, de tu cuerpo y de tu vida, en uno u otro grado. Muchas de éstas estarán directa o indirectamente conectadas con viejos mitos y creencias de tus antepasados. Tus ideas del bien y el mal aplicadas a la salud y a la enfermedad son sumamente importantes, por ejemplo. Pocos pueden escaparse de poner juicios de valor en tales áreas. Si consideras la enfermedad como un tipo de estigma moral, simplemente le agregarás una cualidad innecesaria a una condición de mala salud.
Tales juicios son muy simplistas, e ignoran el gran rango de la motivación y la experiencia humanas. Si estás limitado y condicionado a que “DIOS” crea solamente “el bien”, entonces cualquier deficiencia física, enfermedad o deformidad se convierte en una afronta a tus creencias, las amenaza, y te hace sentir enojado y resentido. Si te llegas a enfermar, te odiarás a ti mismo por no ser lo que piensas que debes ser – una imagen física perfecta hecha a semejanza de un Dios perfecto.
Si por otra parte llevas la idea mucho más lejos – que la enfermedad puede ser también un proceso de aprendizaje – puedes entonces caer en el otro extremo, glorificando la enfermedad o dolencia como una necesaria experiencia ennoblecedora en la que el cuerpo es purificado de manera tal que el alma se pueda salvar.
Siguiendo tal creencia, confundirás el sufrimiento con la santidad, la desolación con la pureza, y verás la negación del cuerpo como espiritualidad e insignia de santidad. Bajo tales condiciones puedes incluso buscar la enfermedad para probarte a ti mismo la fortaleza de tu propia espiritualidad – y para hacer una buena impresión en otros. El mismo tipo de juicio de valor moral se puede poner en casi cualquier área de la actividad humana, y tendrá por supuesto repercusiones sociales. Esas reacciones se sumarán a las creencias prevalecientes y a su turno afectarán las creencias individuales.
Puedes creer que la riqueza es el resultado de una virtud moral y que proviene de la directa benevolencia de “Dios”. Como resultado de esto, la pobreza se convierte en la evidencia de la falta de moralidad. “Dios” hizo a tanta gente pobre que obviamente ningún hombre se atrevería a tratar de cambiar la situación – racionalización que con frecuencia es utilizada. Los pobres, entonces, siguiendo estas creencias, son menospreciados, como lo son los enfermos.
¿Qué pecado cometió la persona pobre o la persona enferma? Esa pregunta, a menudo hecha inconscientemente – si no conscientemente – te trae de regreso a las creencias en el castigo, que no tienen nada que ver con el concepto de culpa natural, sino con aquellas distorsiones que se han puesto sobre ella. También hay conexión con una mala interpretación de la Biblia. Cristo, tal como lo concibes, estaba diciendo simplemente que tú formas tu propia realidad. Él trató de pasar por encima de los sistemas de ideas de aquellos tiempos, y sin embargo tuvo que utilizarlos, y así la connotación de pecado y castigo distorsionó el mensaje dado.
Algunas personas tendrán la creencia contradictoria de que la pobreza es virtuosa, que la riqueza es un vicio y que representa evidencia de la falta de espiritualidad. Esta creencia en tu sociedad también se remonta a la Biblia y a la asociación de Cristo con los pobres, más que con los ricos.
En todos estos casos, sin embargo, se han aplicado juicios morales generales que involucran sentimientos de culpa en los que la experiencia individual es olvidada.
Tales evaluaciones críticas se ponen igualmente sobre los colores. Con frecuencia el blanco es considerado puro, el negro impuro, el blanco bueno y el negro malo. Esto por supuesto involucra consideraciones de raza, y debes darte cuenta que tu raza actual es una en la que naciste, en tus términos, en este lugar y este tiempo. Cada persona ha sido miembro de razas diferentes, y cada uno ha compartido las ventajas e ignominias vinculadas, en términos históricos, a tales condiciones de nacimiento.
Este no es el lugar para entrar en una larga discusión relacionada con el significado de las razas, y sin embargo cada una es altamente significativa y representa un aspecto diferente de la humanidad como un todo. Por consiguiente, cada raza tiene un significado simbólico para la psique de la humanidad. La experiencia externa y la estructura de cualquier experiencia de una determinada raza puede cambiar, pero el simbolismo interior todavía permanecerá, y será abordado creativamente.
Tu experiencia diaria estará afectada por tu raza, por tus creencias acerca de ella, por tus creencias acerca de otras razas, y por el clima de opinión en general. En términos bastante simples, si consideras a Dios en términos humanos, lo proyectarás como perteneciendo a tu propia raza. Si perteneces a una minoría, o si eres negro, puedes entonces estar atrapado en un conflicto de creencias.
Es imposible separar tu experiencia diaria, en cualquiera de sus aspectos, de tus creencias y de aquellos juicios que pones sobre ellas. Las creencias se reducen a tus ideas de correcto e incorrecto, y ellas involucran todas tus actitudes concernientes a la enfermedad y la salud, la riqueza y la pobreza, las relaciones de las razas, los conflictos religiosos, y más importante, tu íntima realidad psicológica del día a día.

lunes, 26 de octubre de 2009

La Gracia, la Conciencia, y tu Experiencia Diaria 5

El hombre tiene una mucho mayor libertad de acción. El forma su realidad de acuerdo con sus creencias conscientes, aun mientras sus bases yacen en la profunda naturaleza inconsciente de la tierra en términos corporales. El “Yo soy” del hombre, aparentemente separado de la naturaleza – una característica necesaria para el desarrollo de su propio tipo de conciencia – lo condujo a juicios de valor, y también necesitó romper con las profundas certidumbres internas de otras especies.
La enfermedad por lo tanto fue experimentada como “mala”. Toda una tribu podía ser puesta en peligro por un solo miembro enfermo. Al mismo tiempo, a medida que la mente se desarrolló, la astucia y la memoria se convirtieron en herramientas de supervivencia altamente efectivas. En algunas sociedades o tribus, al viejo o al enfermizo lo mataban para que su cuidado no tomara demasiada atención de los capacitados de cuerpo, poniendo en peligro el grupo.
En otras sociedades y tribus, sin embargo, los viejos eran honrados por la sabiduría que habían acumulado con los años, y esto se volvió muy práctico en las tribus en donde muchos no sobrevivieron. La historia dependía de los viejos, con su memoria de eventos pasados, y la sensación de continuidad del grupo también estaba en las manos de sus miembros mas viejos, quienes trasmitían sus recuerdos a los otros.
Un individuo que había sobrevivido él mismo a muchas enfermedades era considerado un sabio. Tales personas con frecuencia vigilaban a los animales y observaban las propias terapias y tratamientos de la naturaleza.
En ciertas épocas, las líneas entre las especies no estaban completamente trazadas, y había largos periodos en donde los hombres y los animales se mezclaban y aprendían mutuamente. La imaginación del hombre lo hizo un gran hacedor de mitos. Los mitos, tal como los conoces, representan puentes de la actividad psicológica, y señalan muy claramente los patrones de percepción y comportamiento a través de los cuales, en tus términos, la raza pasaba a medida que viajaba hacia su estado actual. La mitología cierra la brecha entre el conocimiento instintivo y la individualización de una idea.
Cuando un animal está enfermo, inmediatamente empieza a remediar la situación, e inconscientemente sabe como hacerlo. No se preocupa pensando en tus términos de bien y mal. No se pregunta que fue lo que hizo para llegar a tal situación. No piensa de él mismo como inferior. Inmediatamente inicia su propia terapia.
Un ser humano, sin embargo, tiene otra dimensión para enfrentar, una nueva área de creatividad, una mezcla diversa de creencias. Sus ideas acerca del ser deben ser examinadas, ya que están siendo materializadas en la carne. De nuevo aquí la situación tiene una gran complejidad, ya que la condición es todavía un intento saludable por parte del cuerpo para mantener el equilibrio. En general está también la situación del mundo para tenerse en consideración – el status de la especie en el planeta, en el que, digamos, el problema de la superpoblación producirá la muerte para asegurar nuevo crecimiento.
Los individuos vivos en ese tiempo también tendrán participación en tal decisión, sin embargo. Una vez más, por lo que eres un ser consciente, tus creencias regulan tu realidad. Un animal sabe inconscientemente que es único y que tiene un lugar en el esquema del ser. Su sentimiento de gracia está incorporado. Tu libre albedrío permite la libertad para cualquier creencia, incluyendo una que dice que eres indigno, sin derecho a tu existencia.
Si malinterpretas los mitos, puedes entonces creer que el hombre ha caído de la gracia y que su misma calidad de criatura está maldita, caso en el cual no confiarás en tu cuerpo, o no le permitirás su patrón “natural” de autoterapia.
Para que la conciencia se desarrolle, en tus términos, debe haber libertad para la exploración de todas las ideas, individualmente y colectivamente. Eres una entidad viviente, creciendo hacia su propio desarrollo. Cada una de tus creencias, por consiguiente, tiene su propio origen único y sus propios patrones de sentimiento, así que debes por ti mismo viajar de regreso a través de tus creencias y tus propios sentimientos hasta que intelectualmente y emocionalmente te des cuenta de tu rectitud y de tu existencia completamente original en el tiempo y el espacio tal como la conoces.
Este saber te dará el conocimiento consciente que es una contraparte de la comprensión inconsciente de los animales.
Un animal no tiene necesidad de conciencia, en cualquiera que sean los términos.
Por la gran flexibilidad de tu naturaleza, sin embargo, la humanidad necesita una estructura en la que puedan ser consideradas las ramificaciones a las que me he referido como saludable culpa normal.
Lo que consideras la conciencia es a menudo una forma aplicada sin el sentido de correcto o incorrecto que te han inculcado en tu juventud. Como norma, estas ideas representan las concepciones de tus padres de la culpa natural, distorsionadas por sus propias creencias. Aceptaste esas ideas por una razón, individualmente y en masa, ya que la humanidad en cualquier “tiempo” dado tiene una fuerte idea del tipo de experiencia del mundo que creará.
Por lo que tienes libre albedrío, tú tienes la responsabilidad, el don y la necesidad de funcionar con tus creencias escogiendo tu realidad personal según tu deseo. Te dije anteriormente que tú no puedes caer del estado de gracia. Sin embargo, debes aceptarla intelectualmente y emocionalmente.
Mientras esto puede parecer la más pura Pollyanna, no obstante no hay mal en términos básicos. Esto no significa que no te encuentres con efectos que parecen malos, sino que a medida que te mueves individualmente a través de las dimensiones de tu propia conciencia, comprenderás que todos los aparentes opuestos son otras facetas de un impulso supremo hacia la creatividad.

sábado, 24 de octubre de 2009

La Gracia, la Conciencia, y tu Experiencia Diaria 4

Hay demasiados aspectos de lo que concibes como salud y enfermedad para discutir, aun en un libro que está dirigido a la realidad personal, en el que el cuerpo juega un papel tan importante.
La salud y la enfermedad son ambas evidencias de la intención del cuerpo de mantener la estabilidad. Hay una diferencia en los patrones generales de salud de los hombres y los animales por la muy diversa naturaleza de su experiencia física. Más adelante diremos más acerca de este asunto en particular. En los animales las enfermedades juegan un papel vital, guardando el equilibrio dentro de una especie, y entre ellas, y asegurando por lo tanto la existencia futura de todos los involucrados.
En sus propias maneras, los animales están bastante enterados de este hecho. Algunos de ellos incluso se llevan ellos mismos a su propia destrucción por medio de los que llamarías suicidio, y en masa. A ese nivel, los animales comprenden y siempre están en contacto con profundas conexiones biológicas en las que ellos saben de su propia continuidad dentro de la cadena de la naturaleza.
El hombre le garantiza una rica actividad psicológica a su propia especie, pero se las niega a otras. Hay tantos exuberantes y diversos tipos de movimientos psicológicos como hay especies, sin embargo. Los ciclos de salud y enfermedad se sienten como ritmos del cuerpo por la gran variedad de animales, e incluso con ellos la enfermedad o la dolencia tiene cualidades preservadoras de la vida en otro nivel.
El instinto es bastante preciso, por ejemplo, guiando las bestias hacia aquellos territorios en los que se pueden encontrar condiciones apropiadas; y aun para ellos el bienestar del cuerpo representa la evidencia física de su “estar en el lugar apropiado en el momento apropiado”. Él refuerza la sensación de gracia de los animales, en términos mencionados antes.
Los animales comprenden la cualidad de enseñanza benéfica de la enfermedad, y siguen sus propias maneras instintivas de tratarla. En una situación natural, esto puede involucrar una migración masiva de un territorio a otro. En tales casos la enfermedad de solo unos pocos animales podría enviar la totalidad de la manada a su seguridad, y a una nueva provisión de alimento.
El hombre es tan sumamente verbal que encuentra difícil comprender que otras especies funcionan con complejos de ideas de un tipo diferente, en los que por supuesto el pensamiento, tal como lo consideras, no está involucrado. Pero existe un equivalente; utilizando una analogía, es como si las ideas se construyeran no por una estructura de frases reforzadas por imágenes visuales internas, sino por patrones “mentales” semejantes estructurados por medio del tacto y el olor – en otras palabras, pensar, pero dentro de una estructura totalmente diferente y extraña para ti.
Tal “pensar” existe, utilizando la analogía, dentro de la estructura del instinto, en donde tus propios pensamientos verbalizados también pueden imponerse por fuera de esa estructura. Una de las principales diferencias entre el hombre y los animales, y uno de los más importantes significados en términos de libre albedrío, está involucrado aquí.
Los animales comprenden entonces los elementos de dirección benéficos de la enfermedad. Ellos también comprenden la naturaleza del estrés como un estimulante necesario para la actividad física. Aun observando una mascota, notarás su maravillosa y total relajación, y su inmediata y total respuesta al estímulo. De esta manera los animales en cautiverio lucharán por proporcionarse ellos mismos los factores de estrés necesarios para la salud.
Los animales entonces no piensan de la enfermedad en términos de buena o mala. La enfermedad misma, en ese nivel, es parte del proceso de supervivencia vital y es un sistema de controles y equilibrios. Con el surgimiento del tipo de conciencia del hombre en particular, se involucraron otros asuntos. La humanidad siente su mortalidad aun más de lo que lo hacen las bestias.
Con el surgimiento de esta particular variedad de conciencia del ser, vino la exteriorización, la magnificación y la intensificación de elementos definidos que yacen latentes en otros animales, y la individualización de una fuerte actividad emocional hasta un nuevo grado, por ejemplo. El surgimiento de la “pausa de reflexión” mencionada anteriormente y el florecimiento de la memoria al tiempo con la intensificación emocional, condujo a una situación en la que los miembros de una especie recordaban, en el presente, la muerte y las enfermedades que los mataron. Ellos se volvieron temerosos de la enfermedad, particularmente en el caso de las plagas.
El hombre olvidó los elementos de enseñanza y curación, y en cambio se concentró en las experiencias desagradables mismas. Hasta cierto punto, esto fue bastante natural, ya que la nueva especie se desarrolló con el fin de cambiar la naturaleza de su conciencia, para seguir una realidad en la que el instinto ya no era seguido “ciegamente”, y para individualizar con un fuerte enfoque personal la experiencia que previamente había tomado un diferente patrón.

viernes, 23 de octubre de 2009

La Gracia, la Conciencia, y tu Experiencia Diaria 3

Puedes ser muy capaz de ver a través de las distorsiones del Cristianismo convencional. Puedes haber cambiado tus ideas hasta tal punto que puedes ver poca similitud entre tus ideas corrientes y aquellas del pasado. Ahora puedes creer en las teorías del Budismo, por ejemplo, o en las de otra filosofía oriental.
Las diferencias entre cualquiera de esos sistemas de pensamiento y el Cristianismo pueden ser tan evidentes que las similitudes se te escapan. Puedes seguir una de las escuelas del Budismo en la que se pone gran énfasis en la negación del cuerpo, en la disciplina de la carne y en evitar el deseo. Estos elementos son también muy característicos del Cristianismo, por supuesto, pero pueden parecer más sabrosos, exóticos, o razonables, viniendo de una fuente extraña a tu educación de la niñez. Así que puedes saltar del uno al otro, gritando emancipación y sintiéndote tú mismo bastante libre de las viejas ideas limitantes.
Las filosofías que enseñan la negación de la carne deben terminar últimamente predicando la negación del ser y construyendo desprecio por él, porque aunque el alma está acunada en músculo y hueso, está destinada a experimentar la realidad, no ha negarla.
Todos esos dogmas utilizan la culpa artificial, y la culpa natural es distorsionada para servir esos fines. En cualesquiera que sean los términos, al devoto se le dice que hay algo malo en la experiencia terrenal. Por consiguiente, tú eres considerado malo como un ser en la carne en virtud de tu misma existencia.
Esto por sí solo te causará una experiencia adversa, haciéndote rechazar las mismas bases de tu propia estructura de experiencia. Considerarás el cuerpo como una cosa, como un buen vehículo, pero no en sí mismo como la expresión natural de tu ser en forma material. Muchas de tales escuelas Orientales también enfatizan – como lo hacen muchas escuelas espiritualistas – la importancia de los “niveles inconscientes del ser”, y te enseñan a desconfiar de la mente consciente.
El concepto de nirvana y la idea del cielo son dos versiones del mismo cuadro, siendo el primero uno en el cual se pierde la individualidad en la beatitud de una conciencia indiferenciada, y el último, uno en el cual individuos todavía conscientes llevan a cabo una adoración sin sentido. Ninguna de las dos teorías contiene una comprensión de las funciones de la mente consciente, o de la evolución de la conciencia – o, para el caso, de ciertos aspectos de la física mayor. La energía nunca se pierde. La teoría del mundo en expansión aplica a la mente, lo mismo que al universo.
Sin embargo, estas filosofías te pueden conducir a una profunda desconfianza, tanto de tu cuerpo como de tu mente. Se te ha dicho que el espíritu es perfecto, y de esta manera puedes tratar de vivir a la altura de normas de perfección imposibles de lograr. El fracaso se suma al sentimiento de culpa.
Intentas entonces ahuyentar más aun las características de placer de tu propia calidad de criatura, negando la vigorosa espiritualidad de tu carne y las poderosas inclinaciones corporales actuales de tu alma. Tu mismo tratarás de deshacerte de emociones muy naturales, y así ser engañado sin su gran movimiento espiritual y físico. Por otra parte, los lideres pueden considerar muy poco tales asuntos, pero aun pueden estar profundamente convencidos de la miseria de la condición humana, enfocándose sobre los elementos “más oscuros”, viendo la destrucción del mundo cada vez mas cerca, sin examinar realmente las creencias que despiertan tales sentimientos permanentes.
Ellos pueden encontrar fácil cloquear sus lenguas ante los obvios fanáticos que claman por la venganza de Dios, y hablar del fin del mundo en azufre y cenizas. Pueden estar igualmente convencidos, sin embargo, de la falta de merito básica del hombre, y así mismo por supuesto de la propia. En la vida diaria, tales personas se concentrarán en los eventos negativos, los almacenan, y desafortunadamente causan una experiencia personal que parecerá reforzar las ideas básicas.
Aquí en un contexto diferente está la misma negación del valor y la integridad de la experiencia terrenal. En algunos de tales casos, todos los atributos humanos deseables son magnificados y proyectados al exterior en un dios o en una superconciencia, mientras todos las características menos admirables se dejan a la raza y al individuo.
El individuo por consiguiente se priva él mismo de la utilización de muchas de sus habilidades. No las considera propias, y se asombra cuando otros de su raza exhiben tales cualidades superiores.
Hasta cierto punto, tales creencias siguen ciertos ritmos en las civilizaciones y en el tiempo.
La mente es un sistema de controles y equilibrios, incluso como en el cuerpo, y con frecuencia un grupo de creencias que se pueden ver como altamente negativas, con frecuencia servirán fines benéficos contradiciendo otras creencias. Por algún tiempo la civilización Occidental hizo énfasis en una versión distorsionada del razonamiento intelectual, por ejemplo, y de esta manera el énfasis corriente acerca de otras partes del ser sirve un propósito.
Las personas vivas dentro del mundo llegan a él con sus propios problemas y desafíos, y esto tendrá mucho que ver con el tipo de creencias nacionales y mundiales que se generan y que dominan. Las creencias, por supuesto, son estructuras en las que se ponen a prueba varios tipos de experiencia. Esto también aplica a las religiones y a las situaciones políticas y sociales. Siempre hay concesiones mutuas entre el individuo y el sistema colectivo de creencias en el que él ha escogido su entorno.
Hay una creencia en la enfermedad como moralmente incorrecta, y una creencia contraria como ennoblecedora, edificante y espiritualmente buena. Estos juicios de valor son extremadamente importantes, ya que ellos se reflejarán en tu propia experiencia con cualquier enfermedad o dolencia.

lunes, 19 de octubre de 2009

La Gracia, la Conciencia, y tu Experiencia Diaria 2

El bien y el mal simplemente representaron el nacimiento de opciones, inicialmente en términos de supervivencia, en donde el solo instinto primitivo proporcionaba todo lo que era necesario. En términos más profundos, todavía hay otro significado que refleja todas aquellas divisiones aparentes que ocurren a medida que Todo Lo Que Existe separa partes de sí mismo de sí mismo, esparciendo su omnipotencia dentro de nuevos patrones del ser que, en tus términos, recuerdan su fuente y miran atrás con nostalgia, mientras aun se glorifican en la individualidad única que les es propia.
El relato de la caída, de los ángeles rebeldes y del líder Satán que se convirtio en el diablo – todo esto se refiere al mismo fenómeno en un nivel diferente. Satán representa – en los términos del relato – la parte de Todo Lo Que Existe, o Dios, quien dio un paso fuera de El Mismo, por así decirlo, y se volvió terrenal con sus criaturas, ofreciéndoles el libre albedrío y la opción de escoger que “previamente” no habían estado disponibles.
Por eso tienes los elementos majestuosos otorgados a Satán, y su poder. Las características terrenales con frecuencia aparecen en la medida en que es representado en forma animal, ya que por supuesto el también estaba conectado con los atributos intuitivos terrenales de los cuales la nueva conciencia surgiría.
En términos de una simple función biológica, ahora tienes una especie que ya no depende más de su instinto, y sin embargo todavía tiene deseos por la supervivencia incorporados naturalmente, y la aparición dentro de ella de una mente capaz de tomar decisiones y hacer distinciones.
Este nuevo tipo de conciencia trajo con ella el espejo abierto de la memoria en la que la alegría y el dolor pasado podían ser recordados, y de esta manera la realización de la muerte se volvió más inmediata de lo que era con los animales.
Una asociación podía activar la clara memoria de una agonía del pasado en la desconcertada mente nueva. Al principio, hubo dificultad en separar la imagen recordada del momento presente. La mente del hombre entonces luchó para contener muchas imágenes – imaginadas imágenes del pasado, del presente y del futuro – y fue obligado a correlacionarlas en cualquier momento determinado del tiempo. Una enorme aceleración tuvo lugar.
Era apenas natural que ciertas experiencias parecerían mejores que otras, pero las nuevas habilidades de la especie hizo que fuera necesaria esa aguda distinción. El bien y el mal, lo deseable y lo menos deseable, fueron ayudas invaluables ayudando a formar las bases para tales separaciones.
El nacimiento de la imaginación inició las más grandes posibilidades, y al mismo tiempo puso gran tensión sobre la criatura biológica cuya estructura biológica total ahora reaccionaría no solamente a la presente situación objetiva, sino a las imaginarias. Al mismo tiempo los miembros de la especie tuvieron que hacerle frente al entorno natural como lo hacia cualquier otro animal. La imaginación ayudó porque un individuo podía anticipar el comportamiento de otras criaturas.
En otra forma, los animales también poseen una anticipación “inconsciente”, pero no tienen que ponerse de acuerdo con ella en bases conscientes como lo hacía la nueva conciencia. De nuevo, el bien y el mal y la libertad de escoger vinieron en ayuda de la especie. El animal malo era el depredador natural, por ejemplo. Ayudaría aquí si recuerdas lo que se dijo antes sobre la culpa natural. Ayudaría en la comprensión de los mitos posteriores y las variaciones que provinieron de ellos.
A medida que la mente se desarrolló, la especie pudo legar a sus descendientes la sabiduría y las leyes de los mayores. Esto todavía se hace en la sociedad moderna, por supuesto, cuando cada niño hereda las creencias de sus padres acerca de la naturaleza de la realidad. Aparte de otras consideraciones, esto también es una característica de la calidad de criatura. Con los animales, solo los medios son diferentes.
La aceleración continúa, sin embargo. Las ideas de correcto e incorrecto son siempre guías que son interpretadas individualmente. Por la conexión con la supervivencia mencionada antes, hay una gran carga aquí. Inicialmente al niño se le debía inculcar el hecho de que un animal depredador era “malo” porque podía matar. Hoy la madre podría decir sin darse cuenta la misma cosa acerca de un carro.
La aquiescencia temprana a las creencias tiene una importancia biológica, por consiguiente, pero a medida que la mente consciente alcanza su madurez es también natural para ella cuestionar esas creencias, y evaluarlas en relación con su propio entorno. Muchas personas pueden tener ciertas ideas acerca del bien y el mal que son muy embarazosas. Ellas pueden ser viejas creencias con nuevo ropaje. Puedes pensar que eres bastante libre, solo para descubrir que sostienes viejas ideas a las que les has puesto nuevos términos, o están concentradas en nuevos aspectos.
Tu experiencia diaria esta íntimamente conectada con tus ideas de mérito y valor personal.

viernes, 16 de octubre de 2009

La Gracia, la Conciencia, y tu Experiencia Diaria 1

Hasta el momento he mencionado más bien frecuentemente el estado de gracia, porque mientras él tiene muchas dimensiones, hablando prácticamente, es la causa de tu sensación de bienestar y de realización. Es una condición de tu existencia. Puedes poner lo siguiente en tus propios términos, pero con frecuencia puede parecer como si tu conciencia te dijera que has “caído fuera de gracia”, y que un sentimiento de apoyo interior, misterioso y feliz ya no te sostiene más.
Desafortunadamente, la conciencia tal como la concibes es una guía no confiable, que te habla a través de las bocas de madres y padres, maestros y clérigos – todos quizás desde años distantes, y teniendo cada uno sus propias ideas de lo que es correcto e incorrecto para ti y para la humanidad en general.
Estas personas por supuesto eran, y son, bastante falibles. Sin embargo, cuando eres un niño los adultos parecen como Dios. Sus palabras caen con gran peso por lo que estás a merced de su apoyo. Como niño, era muy necesario que aceptaras creencias de otros, antes de que tu mente consciente pudiera formar las suyas.
Aceptaste los conceptos por tus propias razones. Esas determinadas creencias representan la estructura espiritual y mental de las ideas – la materia prima, por así decirlo, con la que tienes que funcionar. En la adolescencia ciertas creencias serán abandonadas fácilmente e inmediatamente, o serán alteradas para que se ajusten al patrón expansivo de la experiencia. Otras creencias todavía permanecerán, quizás con ciertos elementos cambiados. Las creencias pueden ser revisadas para que se ajusten a tu nueva imagen, por ejemplo, mientras el patrón principal permanece igual.
Consideremos la idea del pecado original, todas las formas coloridas que puede tomar dentro del cuerpo de conceptos y la forma en que estas afectarán tu comportamiento y tu experiencia.
El concepto mismo existía mucho antes de la iniciación del Cristianismo, y fue expresado en varias formas a través de los siglos y en todas las civilizaciones. Por el lado de la conciencia, es un relato que representa simbólicamente el nacimiento de la mente consciente en la especie como un todo, y el surgimiento de la responsabilidad propia. También representa la separación del ser que percibe – y por consiguiente el que juzga y evalúa – del objeto que es percibido y evaluado. Representa el surgimiento de la mente consciente y del ser individual fuertemente orientado proveniente del campo del ser desde donde llega toda conciencia.
Retrata la nueva conciencia viéndose a sí misma única y separada, evolucionando del árbol de la vida, y por consiguiente capaz de examinar sus frutos, de verse a sí misma por primera vez como diferente de otras, como la serpiente que se arrastra sobre la superficie de la tierra. El hombre vino adelante como una criatura de distinciones. Al hacerlo, él mismo se desprendió a propósito, en tus términos ahora, del cuerpo de su planeta en una nueva manera. Una parte suya muy naturalmente añoraba el conocimiento inconsciente primitivo que tenia que ser abandonado, en el que las cosas estaban dadas – en el que los juicios y las distinciones no eran necesarios, y todas las responsabilidades estaban predestinadas biológicamente.
Se vio a sí mismo como levantándose por encima de la serpiente, que era un símbolo del conocimiento inconsciente. No obstante, la serpiente siempre desconcertaría y atraería al hombre, aunque debía pararse sobre su cabeza, hablando simbólicamente, y ascender en su conocimiento.
Con el nacimiento de su conciencia vino la responsabilidad consciente por los frutos del planeta. El hombre se convirtio en el vigilante.
La serpiente es el símbolo del más profundo conocimiento dentro de las criaturas; también contiene el ímpetu para levantarse por encima y más allá de sí misma en ciertos aspectos. Eva, más bien que Adán, por ejemplo, come primero de la manzana porque fueron los elementos intuitivos de la raza, retratados en el relato como femeninos, los que producirían esta iniciación; solo más adelante podía el ego, simbolizado por Adán, lograr su nuevo nacimiento y su necesaria enajenación. El árbol del conocimiento entonces ofreció sus frutos – y “el bien y el mal” – porque ésta fue la primera vez en la que hubo tipos de opciones disponibles, y libre albedrío.
Hubo otros relatos, algunos que no te han llegado, en los que Adán y Eva fueron creados juntos y en un sueño se dividieron en macho y hembra separados. En tu leyenda Adán aparece primero. La mujer creada de su costilla simboliza el surgimiento necesario, incluso desde la nueva criatura, de las fuerzas intuitivas que siempre vendrán – ya que sin ese desarrollo la raza no habría alcanzado su propia conciencia, en tus términos.

martes, 13 de octubre de 2009

La Mente Consciente como Portadora de Creencias. Tus Creencias en Relación con la Salud y la Satisfacción 8

A medida que examinas los contenidos de tu mente consciente, te puede parecer que tienes tantas creencias diferentes en tiempos diferentes que no puedes correlacionarlas. No obstante, ellas se formarán en patrones claros. Encontrarás un grupo de creencias fundamentales alrededor de las cuales se agrupan las otras.
Si piensas de estas como planetas, entonces tus otras ideas orbitan alrededor de ellas. Puede haber algunas “creencias invisibles”, y puede haber una o dos creencias invisibles fundamentales. Estas, siguiendo la analogía, estarían escondidas detrás de otros “planetas” más brillantes y más obvios, y sin embargo mostrarían su presencia por medio de sus efectos sobre tus relaciones con todas las otras creencias invisibles fundamentales en tu “sistema planetario”.
Las preguntas que pareces no poder responder a medida que estudias tus propias ideas, por ejemplo, te pueden llevar a sospechar la existencia de tales creencias invisibles fundamentales. Permíteme enfatizar que ellas están disponibles conscientemente. Puedes encontrarlas con los enfoques mencionados anteriormente, trabajando desde tus sentimientos, o iniciando con las creencias que se convierten en las más fácilmente disponibles.
Este asunto lleva a lo que llamaré creencias puente. A medida que examinas tus ideas, descubrirás que incluso algunas aparentemente contradictorias tienen similitudes, y estas semejanzas pueden ser utilizadas para reducir las diferencias entre las creencias – incluso de aquellas que parecen ser las más diversas. Por lo que tú eres el individuo que tiene las creencias, tú las marcarás, por así decirlo, con ciertas características que reconocerás. Estos aspectos mismos surgirán como creencias puente. Ellas contienen gran movimiento y energía. Cuando descubres lo que son, encontrarás un punto de unidad dentro de ti mismo, desde el cual puedes con cierto desprendimiento visualizar tus otros sistemas de creencias.
Las emociones conectadas con estas creencias puente pueden en realidad sorprenderte, pero estando sobre tales estructuras unificadoras, también estás en libertad para permitir que el flujo emocional pase, sintiéndolo, pero consciente por primera vez, quizás, del origen de esos sentimientos en tus creencias, y ya no temes ser arrastrado por ellos.
Es imposible decirte la realidad emocional de tal experiencia. Tendrás que descubrirla por ti mismo. Tales creencias puente con frecuencia te permiten percibir las creencias “invisibles” mencionadas antes, y estas pueden entonces aparecer para ti como una revelación. Pensándolo bien, sin embargo, te darás cuenta que otra creencia bloqueó aquella de tu visión, pero siempre estuviste enterado de ella; y que de una manera extraña también era invisible porque tú la dabas por sentada. No la considerabas una creencia acerca de la realidad, sino como la realidad misma, y nunca la cuestionaste.
Andrea nunca dudo del “hecho” de que la vida era más difícil para una mujer que para un hombre. Cuando ella examinó sus creencias, esto se le escapó. La creencia invisible, sin embargo, afectó su comportamiento y su experiencia. Ahora ella lo comprende y puede entenderse con ella como una creencia, y no como una condición de la realidad sobre la cual no tiene control.
Las creencias puente pueden llegar a estar disponibles para ti en el estado del sueño. Si es así, el conocimiento consciente puede aparecer repentinamente en medio de tu día de vigilia. Se sentirá una reconciliación dentro del ser siguiendo tal comprensión consciente, aunque el sueño mismo puede no ser recordado conscientemente. En el sueño pueden ser utilizados varios símbolos. Cada persona puede variar en este sentido. Cuando tales sueños son recordados, sin embargo, símbolos individuales tales como cruzar un río seguramente, o un océano, o acortar la distancia, o un abismo, con frecuencia están involucrados.
En tales oportunidades también puede haber un fuerte contenido emocional, como cuando finalmente se triunfa sobre el caos psicológico, o incluso como levantarse de los muertos. Te puedes sugerir a ti mismo la aparición de tales creencias puente. La misma idea consciente representa la afirmación de la intención. Varias creencias fundamentales, no bien asimiladas, te darán imágenes en conflicto de ti mismo. Hay una diferencia entre experimentar libremente y disfrutar los varios estilos de vestir, actitudes y comportamiento – y encontrarte tu mismo “perdido” en una compulsión por cambiar tu apariencia, tu actitud y tu comportamiento. Lo ultimo usualmente involucra creencias fundamentales encontradas que alternativamente están halándote de una manera y enseguida de la otra.
Usualmente las emociones exageradas en conflicto también serán evidentes. Una vez que comprendes esto, no es difícil mirar tus creencias para identificar éstas y encontrar el puente que une las contradicciones aparentes.
Cuando le permites a tus emociones su flujo natural espontáneo, ellas nunca te van a engullir y siempre regresarás refrescado a tu “lógico” pensamiento de la mente consciente.
Es solamente cuando las represas que ellas parecen ser opuestas al intelecto, o parecen ser abrumadoras. Es de suprema importancia, sin embargo, que comprendas el poder y la naturaleza directriz de tu mente consciente, porque de otra manera tu mismo creerás estar para siempre a merced de condiciones y situaciones sobre las cuales sientes que no tienes control.
De nuevo aquí, mientras la mente consciente está indicada para dirigir el flujo de tu experiencia por medio de tus creencias, y para materializarlas, la mecánica real es asumida automáticamente por otras partes del ser. Debes en realidad confiar en que tus nuevas creencias funcionarán tan completamente para ti como las viejas.
Puede parecer que tus creencias religiosas tienen poco que ver con tu salud, o con tu experiencia del día a día. Quienes han abandonado las religiones organizadas se pueden sentir relativamente libres de lo que consideras son connotaciones adversas del pecado original y similares. Sin embargo, nadie está libre de cualquier tipo de creencia en esa área. En realidad, la creencia en el ateismo es una creencia.

sábado, 10 de octubre de 2009

La Mente Consciente como Portadora de Creencias. Tus Creencias en Relación con la Salud y la Satisfacción 7

Como en el caso de Andrea visto antes, debes aceptar la validez de tus sentimientos mientras te das cuenta que ellos se refieren a ciertos asuntos o condiciones, y no son necesariamente declaraciones de hechos de tu realidad. “Siento que soy una madre mediocre”, o, “Siento que soy un fracaso”. Estas son declaraciones emocionales y deben ser aceptadas como tales. Estás para comprender, sin embargo, que mientras tus sentimientos tienen su propia integridad como emociones, ellos no son declaraciones de un hecho. Puedes ser una madre excelente, mientras sientes que eres muy inadecuada. Puedes ser muy exitoso en lograr tus metas, mientras todavía piensas que eres un fracaso.
Reconociendo estas diferencias y siguiendo honestamente los sentimientos – en otras palabras, cabalgando en las emociones – llegarás a las creencias detrás de ellas. Una serie de auto revelaciones será el resultado inevitable, cada una conduciéndote a una subsiguiente actividad psicológica creativa. En cada etapa estarás más cerca de la realidad de tu experiencia de lo que jamás estarás.
La mente consciente se beneficiará grandemente a medida que se vuelve más y más consciente de su influencia directriz sobre los eventos. Ella nunca más le temerá a las emociones, o al cuerpo, como amenazantes o impredecibles, sino que siente la más grande unidad en la que está involucrada.
Las emociones no se sentirán como hijastras, siendo admitidas solamente las mejor vestidas. No tendrán que gritar por la expresión, ya que serán admitidas completamente como miembros de la familia del ser. Ahora bien, nuevamente aquí dirás que tu problema es que eres demasiado emocional, demasiado sensitivo. Puedes creer que eres fácilmente influenciable. En tales casos, estás temeroso de tus emociones. Piensas que sus poderes son tan fuertes que la razón se puede ahogar dentro de ellas.
Sin importar que tan abierto pareces ser, con todo nunca aceptarás ciertas emociones que concibes son seguras, e ignorarás otras, o las detendrás en puntos particulares, porque estás temeroso de seguirlas más adelante. Este comportamiento seguirá a tus creencias por supuesto. Si tienes más de cuarenta años, por ejemplo, te puedes decir a ti mismo que la edad no significa nada, que la pasas bien con personas mucho más jóvenes y que piensas pensamientos juveniles. Solo aceptarás aquellas emociones que parecen estar de acuerdo con tus ideas de juventud. Te preocupas por los problemas de los jóvenes. Aceptas lo que piensas son pensamientos optimistas que dan salud. Te consideras bastante emocional, quizás.
Sin embargo, por debajo estás mucho más consciente, como en realidad deberías estarlo, de tu realidad como criatura. No obstante, ignoras firmemente los cambios en tu apariencia desde el tiempo en que tenias treinta años y al hacerlo pierdes de vista tu validez como criatura en el espacio y el tiempo.
Inhibirás cualesquiera que sean tus pensamientos sobre la muerte y el morir, o sobre la vejez, y así liquidas sentimientos bastante naturales que están destinados a conducirte más allá de tus primeros años. Estás negando la existencia corporal de tu cuerpo, y su enfoque en el tiempo y en las estaciones, y engañándote a ti mismo con movimientos naturales biológicos, psíquicos y mentales que están destinados a llevarte más allá de ellos mismos.
Ahora bien, en este particular contexto, uno de los problemas surge de las connotaciones dadas a las palabras “más viejo”, o “viejo”. En tu cultura crees que ser joven es ser flexible, alerta y consciente. Ser viejo, o más viejo se considera una desgracia, hablando en términos generales; rígido, fuera de estilo, y pasado de moda.
Si tratas desesperadamente de permanecer joven, generalmente es para esconder tus propias creencias acerca de la edad, y para negar todas aquellas emociones conectadas con ella. Siempre que rehúses aceptar la realidad de tu calidad de criatura, también rechazas aspectos de tu espíritu. El cuerpo existe en el mundo del espacio y el tiempo. Las experiencias que puedes encontrar en tus sesenta son tan necesarias como aquellas de los veinte. Tu imagen cambiante se supone que debe decirte algo. Cuando pretendes que no ocurren alteraciones, bloqueas tanto los mensajes biológicos como los espirituales.
En la vejez el organismo está preparándose, en ciertos términos, para un nuevo nacimiento. Los eventos combinados del espíritu, la mente y el cuerpo involucran no solamente el paso de una estación, sino la preparación para el comienzo de otra. La situación incluye todos aquellos soportes necesarios para tu desempeño, no solo con aceptación sino con el gran impulso agresivo hacia nueva experiencia.
Refutar tu realidad en el tiempo, por consiguiente, da como resultado que tu ser se adhiera al tiempo y se obsesione con él. Aceptar tu integridad en el tiempo le permite al cuerpo funcionar hasta su fin natural, en buenas condiciones, libre de aquellos conceptos distorsionados e invisibles acerca de la edad. Si crees que la juventud es el ideal y luchas por ella, mientras simultáneamente crees que la vejez debe involucrar achaques, causas entonces un dilema innecesario y aceleras el envejecimiento de acuerdo con los aspectos negativos de tu mente.
Cada individuo debe examinar sus creencias individuales, o empezar con los sentimientos, los que inevitablemente lo conducirán a ellas. En esta área, como en todas las otras, quienes no son competentes verbalmente podrían utilizar el método de la escritura. Escribe tus creencias a medida que te llegan, o elabora listas de tus suposiciones intelectuales y emocionales. Puedes encontrar que ellas son bastante diferentes.
Si tienes un síntoma físico, no huyas de él. Siente su realidad en tu cuerpo. Permite que las emociones sigan libremente. Ellas te conducirán, si les permites fluir, a las creencias que causan la dificultad. Ellas te llevarán a través de muchos aspectos de tu propia realidad que debes enfrentar y explorar. Estos métodos liberan tu agresión natural retenida. Puedes sentir que estás abrumado por la emoción, pero confía en ella, es el motor de tu ser, y ella despierta tu propia creatividad. Siguiéndola, ella buscará las respuestas a tus problemas.

miércoles, 7 de octubre de 2009

La Mente Consciente como Portadora de Creencias. Tus Creencias en Relación con la Salud y la Satisfacción 6

Los sistemas de creencias son tan necesarios y naturales como los órganos físicos. En realidad, su propósito es ayudarte a dirigir el funcionamiento de tu ser biológico. No le das pensamiento consciente a la llegada y salida de las células dentro de tus órganos. Si los dejas solos, tus pensamientos llegarán y partirán a través de tu sistema de creencias así tan naturalmente; e idealmente, se compensarán, manteniendo su propia salud y dirigiendo tu cuerpo de tal manera que tienen lugar sus terapias innatas.
Tus sistemas de creencias por supuesto atraerán ciertos tipos de pensamientos con sus estelas de experiencia emocional. Un aluvión constante de pensamientos de odio y de venganza realmente debería conducirte a buscar las creencias desde las cuales están adquiriendo su fortaleza.
No puedes hacer esto ignorando la validez de los pensamientos como tu experiencia, sin embargo, tratando de meterlos bajo la alfombra de un optimismo superficial. Tales pensamientos habituales e infelices producirán el mismo tipo de experiencia física, pero es tu propio sistema de creencias el que debes examinar.
Los eventos subjetivos y objetivos “negativos” que encuentras están destinados a hacerte examinar los contenidos de tu propia mente consciente. A su manera, los pensamientos de odio y de venganza son dispositivos terapéuticos naturales, ya que si los sigues, aceptándolos con su propia validez como sentimientos, automáticamente te conducirán más allá de ellos mismos; cambiarán a otros sentimientos, llevándote del odio hacia lo que parece ser la arena movediza del miedo – que siempre está detrás del odio.
Al ir junto con los sentimientos, unificas tu estado emocional, mental y corporal. Cuando tratas de combatirlos o negarlos, tú mismo te separas de la realidad de tu ser. Tratar con tus pensamientos y sentimientos así dirigidos al menos te arraiga firmemente en la integridad de tu experiencia actual, y permite a su movimiento innato y a su creatividad natural impulsar la solución terapéutica.
Cuando niegas tales emociones, o llegas a estar aterrorizado de ellas, impides el flujo de sentimiento de un momento al otro. Estableces represas. Cualquier emoción cambiará a otra si la experimentas honestamente. De otra manera, obstruyes el movimiento natural de la totalidad de tu sistema.
El miedo, enfrentado y sentido con sus sensaciones corporales y con los pensamientos que lo acompañan, automáticamente producirá su propio estado de resolución. El sistema de creencias consciente detrás del impedimento será iluminado, y te darás cuenta que sientes de cierta manera porque crees en una idea que causa y justifica tal reacción.
Si habitualmente niegas la expresión de cualquiera de las emociones, hasta ese grado llegas a estar enajenado, no solo de tu cuerpo sino de tus ideas conscientes. Enterrarás ciertos pensamientos y pondrás una armadura biológica para prevenirte de sentir físicamente sus efectos sobre tu cuerpo. En cada caso la respuesta está en tu sistema personal de creencias, en aquellos fuertes conceptos que tienes en un nivel íntimo que producen las inhibiciones.
Si te encuentras girando en un frenesí espiritual, tratando de reprimir cada idea negativa que te llega a la cabeza, pregúntate entonces porque crees de esa manera en el gran poder destructivo del más ligero de tus pensamientos “negativos”.
El cuerpo y la mente conjuntamente presentan un sistema unificado, auto regulador, curador y auto clarificador. Dentro de él, cada problema contiene su propia solución, si es enfrentado honestamente. Cada síntoma, mental o físico, es una pista para la resolución del conflicto detrás de él, y contiene dentro de él las semillas de su propia curación.
Ahora bien, es cierto que los habituales pensamientos de amor, de optimismo y de auto aceptación son mejores para ti que sus opuestos; pero de nuevo, tus creencias acerca de ti mismo automáticamente atraerán pensamientos que son consistentes con tus ideas. Hay tanta agresividad natural en el amor como la hay en el odio. El odio es una distorsión de tal fuerza normal, es el resultado de tus creencias. La agresión natural es limpiadora y altamente creativa. Es el impulso detrás de todas las emociones.
Hay dos caminos para llegar a tus propias creencias conscientes. El más directo es tener una serie de charlas contigo mismo. Escribe tus creencias en las diversas áreas y encontrarás que crees cosas diferentes en tiempos diferentes. Con frecuencia habrá contradicciones fácilmente aparentes. Estas representan creencias opuestas que regulan tus emociones, tu condición corporal y tu experiencia física. Examina los conflictos. Aparecerán creencias invisibles que unificarán aquellas actitudes aparentemente diversas. Las creencias invisibles son simplemente aquellas de las que estás completamente enterado, pero que prefieres ignorar porque representan áreas de disensión con las que hasta ahora no estás dispuesto a manejar. Ellas están bastante disponibles una vez que estés decidido a examinar el contenido completo de tu mente consciente.
Si esto te golpea como un método demasiado intelectual, puedes entonces ir atrás, desde tus emociones hasta llegar a tus creencias. En todo caso, sin importar cual método escojas, la una te conducirá a la otra. Ambas aproximaciones requieren honestidad contigo mismo, y un encuentro firme con los aspectos mentales, psíquicos y emocionales de tu realidad corriente.

domingo, 4 de octubre de 2009

La Mente Consciente como Portadora de Creencias. Tus Creencias en Relación con la Salud y la Satisfacción 5

He utilizado el caso de Andrea porque muchas creencias típicas occidentales coinciden con su realidad – la idea de que envejecer es desastroso; que las mujeres están relativamente impotentes sin un hombre a su lado; que la vida es, hablando en términos prácticos, sumamente difícil cuando debería ser idealmente simple. Todas estas ideas obtienen su peso de la creencia básica en la impotencia del ser consciente para formar y regular su experiencia.
Afortunadamente, Andrea está funcionando con su propio sistema de creencias. Actualmente, sin embargo, mientras se dice a sí misma que la edad no importa, todavía cree que su atractivo como mujer disminuye con el paso de cada día. Así ella se siente y actúa como si fuera menos atractiva - cuando esa creencia es dominante. Ella es lo suficientemente afortunada para comprobar su experiencia física contra sus creencias, y lo suficientemente astuta para ver áreas en las cuales ella ha hecho grandes avances. Sin embargo, démosle una mirada a algunas de esas creencias y apliquémoslas a otros en líneas generales.
Con frecuencia aquellos que tratan muy fuertemente de ser “buenos” lo hacen porque temen por su valor básico, y aquellos que hablan de tener mentes y cuerpos juveniles lo hacen así porque están aterrorizados por la edad. De la misma manera, muchos que gritan por la independencia están temerosos de estar básicamente indefensos. En muchos casos estas creencias opuestas se mantienen muy conscientemente, pero permanecen aparte las unas de las otras. Por consiguiente, no son reconciliadas.
Puesto que tus sentimientos siguen a tus creencias, varios grupos de ellas parecerán a veces no tener sentido, si no les permites la libre conexión con ideas opuestas que también puedes tener.
Una persona puede parecer muy abierta y responsiva. Alguien podría decir, “Mi problema es que soy demasiado emocional”. Sin embargo, en un auto análisis, casi todos encontrarán áreas en las que las emociones son expresadas solo hasta cierto punto. No se las sigue.
Ningún sentimiento te lleva a un punto muerto. Está en movimiento, y siempre te conduce a otro sentimiento. A medida que fluye, altera la totalidad de tu condición física, y ese intercambio está indicado para ser aceptado conscientemente. Tus emociones siempre te conducirán a la realización de tus creencias, si tú no las impides. Los estados emocionales son siempre impulsos a la acción, indicados para ser expresados físicamente. Cada uno tiene su base en la agresión natural.
Las conexiones entre la creatividad y la agresión nunca han sido comprendidas en tu sociedad. La incomprensión de la verdadera agresión puede conducir al temor a toda emoción, y puede hacer que te aísles de una de las mejores terapias de la naturaleza.
La agresión natural proporciona la carga para toda creatividad. Al leer esto, muchos lectores estarán sorprendidos, ya que creen que el amor es el impulso, y que el amor es el opuesto de la agresión. No hay tal división artificial. La agresión natural es el amoroso impulso creativo hacia adelante, es la manera en la que el amor es activado, el combustible con cuya mediación el amor mismo se propulsa. La agresión, en los términos más básicos, no tiene nada que ver con la violencia física, tal como la concibes, sino con la fuerza por medio de la cual el amor se perpetúa y la creatividad se renueva.
Cuando piensas en otros términos, caes entonces en visiones distorsionadas en las cuales el poder es asignado a elementos negativos – y es visto como amenazante, equivocado, y aun se le dan connotaciones demoníacas. En contraste, el bien es visto como débil, impotente, pasivo, y en gran necesidad de defensa.
Estarás temeroso de cualquier emoción poderosa, por consiguiente; asustado de las dimensiones de tu propia realidad, y en gran medida llevado a escapar de la aceptación del poder y la energía de tu propio ser. Estarás obligado a diluir tu propia experiencia. Tales creencias tienen una fuerte característica de depresión que te puede llevar a suspender sentimientos poderosos, inmediatamente considerándolos negativos.
Automáticamente empezarás a inhibir cualquier estímulo que pueda producir emociones fuertes, y así negarte la necesaria retroalimentación. Estás a merced de tus emociones solamente cuando las temes. Ellas son las que mueven tu ser. Ellas van de la mano con tu intelecto. Pero cuando no estás enterado de los contenidos de tu mente consciente, y no eres justo con tus emociones, entras en dificultades.

jueves, 1 de octubre de 2009

La Mente Consciente como Portadora de Creencias. Tus Creencias en Relación con la Salud y la Satisfacción 4

Me gustaría presentar un excelente ejemplo de las maneras en las que las creencias conscientes afectan tus sentimientos y tu comportamiento. Andrea es una preciosa joven rubia, un poco mayor de treinta años, divorciada y con tres niños. Recientemente había perdido su empleo, pero más que esto, estaba involucrada en una semana de circunstancias y encuentros muy negativos. Un joven con quien había estado viéndose empezó a evitarla. Un vendedor la puso en lo que parecía ser una situación muy humillante, gritándola delante de una multitud de personas. Todos los otros encuentros parecían seguir el mismo patrón. Finalmente se enfermó y emocionalmente se volvió muy nerviosa. Permaneció en su casa sin ir a trabajar y la situación culminó en la pérdida de su empleo.
Andrea se sentía una persona inferior, incapaz de hacerle frente a la situación, e incapaz de preservar lo suyo con sus compañeros y con el mundo en general. Había mantenido esas creencias a través de cierto periodo de tiempo y las expresaba inconscientemente con su cuerpo – con gestos, expresiones, tonos de voz. La totalidad de su ser físico esperaba rechazos. Los eventos de esos días, cualesquiera que ellos fueran, serian interpretados a la luz de ese escenario mental.
Toda la información disponible que le llegaba al organismo seria filtrada, pesada y evaluada en una búsqueda precisa del material que le daría el énfasis físico a esas creencias. La información y los eventos en sentido contrario serian ignorados en gran medida, o serian distorsionados de tal modo que se ajustarían a lo que la mente decía era la realidad.
Las creencias conscientes enfocan tu atención, canalizan y dirigen tu energía de tal manera que puedes rápidamente atraer ideas hacia tu experiencia física. También actúan como anteojeras, haciendo a un lado la información que no puede ser asimilada, mientras preserva la integridad de las creencias. De esta manera nuestra Andrea no veía, o ignoraba, las sonrisas que encontraba, o las voces de aliento; y en algunos casos ella percibía como “negativos” algunos eventos potencialmente benéficos. Estos eran entonces utilizados para reforzar adicionalmente la creencia en su propia inferioridad.
Le recordamos a Andrea su singularidad básica y también el hecho de que ella estaba creando su propia realidad por medio de sus creencias. Le reforzamos a Andrea otras ideas que momentáneamente había olvidado, el hecho, entre otros, de su propio mérito, y porque Andrea lo sabia, esta creencia más positiva surgió para hacer a un lado las otras.
Durante el día, Andrea estuvo en capacidad de observar las dos creencias y verlas como ideas opuestas que había tenido acerca de ella misma. Ella creía que era única y buena – y también que era inferior y mala. En varias ocasiones una creencia colorearía su experiencia, casi con la exclusión de la otra. Andrea se dio cuenta que en realidad había llegado a esta situación por no tratar honestamente con sus propias ideas conscientes.
Había querido cambiar su empleo por otro, pero tenia miedo de dar el paso, así que creo circunstancias en las que la decisión aparentemente se le salió de las manos; parecía como si ella fuera la victima de insensibles compañeros de trabajo, celosos e incomprensivos, y de un jefe que no la respaldaría.
Ahora Andrea comprendió que ella no era la victima sino la iniciadora de esas condiciones. Durante el tiempo involucrado, sus sentimientos reflejaron fielmente sus creencias conscientes. Estaba perdida en la autocompasión y la autocondenacion. Estas produjeron el debilitado estado del cuerpo.
Le aconsejamos a Andrea aceptar la validez de tales sentimientos como sentimientos – no inhibirlos, sino seguir su flujo en el entendimiento de que ellos son sentimientos acerca de la realidad. Como ellos mismos, ellos son reales. Expresan las reacciones emocionales a las creencias. La próxima vez que Andrea se sienta inadecuada, por ejemplo, ella está para experimentar activamente ese sentimiento, dándose cuenta que aunque se sienta inferior esto no significa que sea inferior. Ella está para decir, “Me siento inferior”, y al mismo tiempo comprender que el sentimiento no es la afirmación de un hecho, sino de una emoción. Un tipo diferente de validez está involucrado.
Experimentar tus emociones como tales no es lo mismo que aceptarlas como afirmaciones de un hecho acerca de tu propia existencia. Se supone que Andrea entonces pregunte ¿Por qué me siento inferior? Si niegas la validez de la emoción misma y pretendes alejarla, entonces nunca llegarás a cuestionar la creencia detrás de ella.
En este punto Andrea cree que su vida debe ser difícil. Con frecuencia se le ha dicho que una mujer sin un hombre está en una situación muy difícil, especialmente una mujer con hijos. Ella cree que una nueva pareja será casi imposible de encontrar. Se le ha informado que los niños necesitan un padre y al mismo tiempo siente que ningún hombre quiere llegar a estar involucrado con una mujer con niños.
En sus treinta, le parece que la juventud huye rápidamente y de acuerdo con sus creencias ella no puede ver que sea deseable una mujer mucho mayor. De esta manera, sus creencias la ponen en un estado de crisis. Cámbialas y la crisis no existe. El cuerpo dejaría de reaccionar a tal estrés, y casi inmediatamente la misma situación externa seria modificada.
Al mismo tiempo, todas las creencias son comunicadas a otros, no solamente por medio de mecanismos corporales bastante conscientes, sino telepáticamente. Siempre tratarás de correlacionar tus ideas con la experiencia exterior. Todas las habilidades del ser interior serán aplicadas para materializar la imagen de tus creencias, sin importar lo que ellas deban ser. Se generaran las imágenes “apropiadas”, produciendo aquellos estados corporales que existen en tu mente consciente.