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lunes, 29 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 16

Esta manera de concebir el tiempo te lleva a pensar en términos de un progreso muy limitado, tanto en términos individuales como en términos de tu especie en conjunto. Si has tenido en consideración la reencarnación, piensas que la raza deber haber progresado desde el tiempo de la edad media, aunque temes que no ha sido así. Puedes también considerar el progreso tecnológico y decir que por lo menos hemos avanzado mucho en esa dirección.
Puedes sonreír y pensar para ti mismo que es muy difícil imaginar un senador romano dirigiéndose a la multitud por medio de un micrófono, y sus hijos viendo su disertación por la televisión. Sin embargo, todo esto es sumamente engañoso. El progreso no existe en los términos en los que tú lo concibes, como tampoco el tiempo.
En cada drama, individual y colectivamente, se establecen los diferentes problemas. El progreso se puede medir en términos de las maneras en que esos problemas fueron resueltos o no resueltos. En ciertos periodos, se han logrado ciertos avances.
Los dramas son asuntos sumamente espontáneos, en los cuales los actores tienen plena libertad dentro de la estructura del drama. Como en cualquier producción teatral, existe un tema general dentro de cada drama. Los grandes artistas, por ejemplo, no surgen en un tiempo en particular, simplemente porque nacieron en él, o porque las condiciones eran favorables.
El drama mismo estaba interesado en la realización de una verdad intuitiva, dentro de lo que llamarías forma artística, con una creatividad de resultados tan inmensos que servirían para despertar las habilidades latentes dentro de cada actor y servir como un modelo de comportamiento.
Los periodos de renacimiento, espiritual, artístico, o psíquico, ocurren porque el intenso enfoque interior de aquellos envueltos en el drama es dirigido hacia esos fines. Los desafíos pueden ser diferentes en cada drama, pero los grandes temas son faros para todas las conciencias. Sirven como modelos.
El progreso no tiene nada que ver con el tiempo, sino con el enfoque psíquico y espiritual. Cada drama es totalmente diferente a cualquier otro. Por lo tanto, no es correcto suponer que tus acciones en esta vida son causadas por una existencia previa, o que estás siendo castigado en esta vida por crímenes de una vida pasada. Todas las vidas son simultaneas.
Tu propia personalidad multidimensional está dotada de tal manera que puede tener estas experiencias y todavía retener su identidad. La personalidad es afectada por los diferentes dramas en los cuales participa. Existe una comunicación instantánea y, si lo prefieres, un sistema de retroalimentación instantáneo.
Estos dramas difícilmente están sin propósito. En ellos, la personalidad multidimensional aprende por medio de sus propias acciones. Ensaya una infinita variedad de posturas, patrones de comportamiento y actitudes.
Las palabras “como resultado”, infieren automáticamente causa y efecto, con la causa sucediendo antes del efecto, siendo este simplemente un pequeño ejemplo de la fuerza de tales distorsiones y de la dificultad inherente involucrada en el pensamiento verbal, ya que ella siempre implica una sola línea de delineación.
Tú eres el ser multidimensional que tiene estas existencias, quien crea y participa en estos pasionales dramas cósmicos. Es solamente porque te concentras ahora en este rol en particular, que identificas tu ser total con él. Has establecido estas reglas para ti mismo por una razón. La conciencia esta en un estado de “llegar a ser”, de tal manera que este ser multidimensional de que hablo no es una estructura psicológica completa y acabada. También está en estado de “llegar a ser”. Está aprendiendo el arte de la realización. Tiene dentro de sí fuentes infinitas de creatividad, e ilimitadas posibilidades de desarrollo. Sin embargo, tiene todavía que aprender los medios para la realización y debe encontrar dentro de sí mismo las maneras de atraer a la existencia aquellas inexpresadas creaciones que están dentro de él.
El ser multidimensional crea variedades de condiciones en las cuales operar y establece para sí mismo los desafíos, algunos de los cuales están condenados al fracaso, por lo menos inicialmente, ya que debe primero crear las condiciones que atraerán las nuevas creaciones. Todo esto se hace con gran espontaneidad y alegría ilimitada.
Tú creas muchos más entornos de los que te enteras. Cada actor, al desempeñar su papel y concentrarse en el drama, tiene una línea de guía interior. No queda abandonado dentro del drama, que ha olvidado que era de su propia creación. Tiene conocimiento e información que le llegan a través de lo que llamo los sentidos internos.

sábado, 27 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 15

Tu propio entorno incluye mucho más de lo que puedes haber supuesto. Anteriormente me referí a tu entorno en términos de la existencia física diaria y los alrededores, con los cuales estás conectado corrientemente.
En realidad, estás enterado de muy poco de tu más grande y más extenso entorno. Considera tu propio ser actual como un actor en una obra, difícilmente una analogía, pero una adecuada. La escena está puesta en el siglo veinte. Tú creas el escenario, los elementos y los temas. En realidad tu escribes, produces y actúas en la producción total, en conjunto con todos los individuos que participan en la obra.
Estás tan concentrado en tu papel, tan intrigado con la realidad que has creado, tan hipnotizado por los problemas, los desafíos, las esperanzas y las tristezas de tu rol en particular, que has olvidado que fueron de tu propia creación. Este drama intenso, con sus alegrías y tristezas, se puede comparar con tu vida actual y tu entorno actual, individual y colectivamente.
Sin embargo, existen otros dramas desarrollándose simultáneamente, en los cuales tú también tomas parte. Ellos tienen su propia escenografia y sus propios elementos y temas. Tienen lugar en periodos diferentes de tiempo. Uno puede llamarse “La vida en el siglo doce A.D.” Otro puede llamarse “Vida en el siglo dieciocho”, o “en 500 B.C.”, o “en A.D. 3000”. Tu también creas estos dramas y actúas en ellos. El escenario y las decoraciones también representan tu entorno, el entorno que rodea tu personalidad total.
Le estoy hablando a la parte tuya que está participando en este particular período. Esa parte de tu personalidad total está tan concentrada en este drama, que no te das cuenta de los otros dramas en los cuales también participas. No comprendes tu propia realidad tridimensional. Por consiguiente, parece extraño o increíble cuando te digo que vives muchas existencias a la vez. Es difícil para ti imaginarte estando en dos lugares a la vez. Mucho mas difícil es imaginarte en dos o más tiempos, o siglos, a la vez.
Para decirlo simplemente, el tiempo no es una serie de momentos. Las palabras que pronuncias, los actos que ejecutas, parecen tener lugar en el tiempo, como una mesa o una silla parecen tener lugar en el espacio. Sin embargo, estas apariencias son parte de los complicados elementos de la escena que has establecido “de antemano”, y dentro del drama debes aceptarlos como reales.
Las cuatro de la tarde es una referencia muy a la mano. Puedes decirle a un amigo, “Me encontraré contigo a las cuatro en punto en la esquina”, o en el restaurante, para un trago, o para comer, o para charlar, y tu amigo sabrá precisamente en donde y cuando te encontrará. Esto sucederá a pesar del hecho de que las cuatro en punto de la tarde no tiene un significado básico, sino que es una designación acordada, un acuerdo de caballeros, si lo prefieres. Si atiendes el teatro a las nueve de la noche, pero las acciones del drama tienen lugar en las horas de la mañana y los actores están desayunando, aceptas el tiempo tal como se presenta en la obra de teatro y también pretendes que ocurre en la mañana.
Tú y todos los actores están involucrados en una producción mucho más grande, en la que todos están de acuerdo sobre ciertas asunciones básicas que sirven como estructura dentro de la cual tiene lugar el drama. Las asunciones son que el tiempo es una serie de momentos, el uno después del otro; que el mundo objetivo existe independientemente de tu propia creación y percepción de él; que estás confinado dentro del cuerpo físico; y que estás limitado por el tiempo y el espacio.
Otras asunciones aceptadas por la misma razón incluyen la idea de que toda percepción proviene de tus sentidos físicos. En otras palabras, que toda la información llega de afuera y que ninguna información llega de adentro. Por consiguiente, estás forzado a concentrarte intensamente en las acciones del drama. Estos diversos dramas, estas piezas creativas periódicas, representan lo que llamarías vidas reencarnacionales. Todas ellas existen básicamente al tiempo. Quienes todavía están involucrados en estos complicados seminarios de dramas pasionales llamados existencias reencarnacionales, encuentran que es muy difícil ver más allá de ellos. Algunos, descansando entre las producciones, tratan de comunicarse con quienes todavía están participando en ellas. Sin embargo, ellos mismos apenas están en las alas, por así decirlo, y solo pueden ver así de lejos.
Los dramas parecen tener lugar uno después del otro, y por esta razón las comunicaciones parecen intensificar la idea falsa de que el tiempo es una serie de momentos, que pasan en una sola línea desde un inconcebible principio hasta un igualmente inconcebible final.

jueves, 25 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 14

Existen tantas cualidades sutiles afectando la naturaleza del pensamiento, tantas gradaciones emocionales, que ninguno es jamás idéntico. Incidentalmente, ningún objeto físico en tu sistema es un duplicado exacto de ningún otro. Los átomos y moléculas que componen cualquier objeto tienen sus propias identidades que colorean y califican cualquier objeto que forman.
Aceptas, percibes y te enfocas sobre continuidades y similitudes cuando percibes objetos físicos de cualquier tipo, y de manera muy importante excluyes e ignoras las disimilitudes de un determinado campo de realidad. Por consiguiente, estás discriminando al aceptar ciertas cualidades e ignorar otras. Tu cuerpo no solo cambia completamente cada siete años, por ejemplo, sino que cambia constantemente con cada respiración.
Dentro de la carne, loa átomos y moléculas constantemente mueren y son reemplazados. Las hormonas están en un estado de constante movimiento y alteración. Las propiedades electromagnéticas de la piel y de la célula saltan y cambian continuamente y aun se reversan ellas mismas. La materia física que conformaba tu cuerpo hace un momento, es diferente de manera importante de la materia que conforma tu cuerpo en este instante.
Si percibieras el cambio constante dentro de tu cuerpo con tanta persistencia como atiendes a su aparente naturaleza permanente, entonces estarías asombrado de que siempre consideraras el cuerpo como una entidad más o menos constante y más o menos cohesiva. Aun subjetivamente, te enfocas en la idea, y en realidad manufacturas la idea, de un ser consciente, relativamente estable y relativamente permanente. Enfatizas aquellas ideas, pensamientos y actitudes que recuerdas como experiencias “pasadas” considerándolas propias, ignorando completamente aquellas que alguna vez fueron “características” y que ahora han desaparecido, ignorando también el hecho de que no puedes retener el pensamiento. El pensamiento del momento anterior, en tus términos, desaparece.
Tratas de mantener un ser constante, un ser relativamente físico, un ser relativamente subjetivo, con el fin de mantener un entorno relativamente constante y relativamente permanente. De esta manera, siempre estás en posición de ignorar el cambio. Aquellos cambios que rehúsas reconocer son precisamente los que te darían una comprensión mucho mayor de la verdadera naturaleza de la realidad, de la subjetividad individual y del entorno físico que parece rodearte.
¿Qué pasa con un pensamiento que deja tu mente consciente? Simplemente no desaparece. Puedes aprender a seguirlo, pero usualmente estás temeroso de desviar tu atención de su enfoque intenso en la existencia tridimensional. Es por esto por lo que el pensamiento parece desaparecer. Parece también que tu subjetividad tiene una misteriosa cualidad desconocida a su alrededor y que aun tu vida mental tiene una especie de insidioso punto de caída, un precipicio subjetivo por el que caen los pensamientos y los recuerdos para desaparecer en la nada. Por consiguiente, para protegerte a ti mismo, para proteger tu subjetividad de la caída, eriges diferentes barreras psicológicas a lo que supones son puntos de peligro. En lugar de esto, puedes seguir estos pensamientos y emociones simplemente dándote cuenta que tu propia realidad continúa en otra dirección, al lado de aquella con la que te identificas principalmente, ya que los pensamientos y emociones que han dejado tu mente consciente te conducirán a otros entornos.
Estas aperturas subjetivas a través de las cuales parecen desaparecer los pensamientos, son en realidad urdimbres psíquicas que conectan el ser que conoces con otros universos de experiencia, realidades en donde los símbolos adquieren vida y a los pensamientos no se les niega el potencial.
Existe comunicación entre éstas otras realidades y la tuya en los estados del sueño y una constante interacción entre ambos sistemas. Si existe algún punto en donde tu propia conciencia parece eludirte, o escapar de tí, o si existe algún punto en donde tu conciencia parece terminar, entonces estos son puntos en donde tú mismo has establecido barreras psicológicas y psíquicas y éstas son precisamente aquellas áreas que debes explorar. De otra manera, sientes como si tu conciencia estuviera encerrada dentro de tu cráneo, inmóvil y constreñida, y cada pensamiento perdido o recuerdo olvidado parece ser, al menos simbólicamente, como una pequeña muerte, y ese no es el caso.

martes, 23 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 13

Tus científicos finalmente están aprendiendo lo que los filósofos han sabido por siglos: que la mente influencia la materia. Todavía les queda por descubrir el hecho de que la mente crea y forma la materia.
Tu entorno más cercano, hablando en términos físicos, es tu cuerpo. El cuerpo no es como alguna forma de maniquí en el cual estas aprisionado y que existe aparte de ti como una cubierta. Tu cuerpo no es hermoso o feo, saludable o deformado, rápido o lento, porque este es el tipo de cuerpo que se te impuso indiscriminadamente al nacer. En lugar de esto, tu forma física, tu personal entorno corporal, es la materialización física de tus propios pensamientos, emociones e interpretaciones.
Literalmente, el “ser interior” forma el cuerpo transformando mágicamente pensamientos y emociones en contrapartes físicas. Las condiciones del cuerpo reflejan perfectamente tu estado subjetivo en un determinado tiempo. Utilizando átomos y moléculas construyes tu cuerpo, formando elementos básicos en una forma que llamas tuya.
Intuitivamente estás enterado de que formas tu imagen y que eres independiente de ella. No te das cuenta que tú creas tu entorno mayor y el mundo físico, tal como lo conoces, propulsando tus pensamientos y emociones en la materia – una penetración en la vida tridimensional. El ser interior, individualmente y en masa, envía su energía psíquica al exterior formando tentáculos que se unen en la forma.
Cada emoción y cada pensamiento tienen su propia realidad electromagnética, completamente única. Cada uno de ellos esta equipado para combinarse con otros, de acuerdo con los diferentes rangos de intensidad que puedas incluir. En cierta manera, los objetos tridimensionales son formados más o menos de la misma manera como las imágenes que ves en televisión, pero con una gran diferencia: si no estás sintonizado con esa frecuencia en particular, no percibirás los objetos físicos en absoluto.
Actúas como transformador, transformando inconscientemente y automáticamente unidades electromagnéticas muy sofisticadas en objetos físicos. Estás en medio de un “sistema de materia concentrada”, rodeado, por así decirlo, por áreas más débiles en las que persiste lo que tu llamarías “seudo materia”. Cada pensamiento y emoción existe espontáneamente como una simple o compleja unidad electromagnética que, incidentalmente, aun no ha sido percibida por tus científicos.
La intensidad determina la fortaleza y la permanencia de la imagen física en que el pensamiento o la emoción serán materializados. Quiero que comprendas que el mundo que conoces es la reflexión de una realidad interior.
Estás hecho, básicamente, de los mismos ingredientes de una silla, una piedra, una hoja, un pájaro. En un esfuerzo cooperativo gigantesco, todas las conciencias se juntan para hacer las formas que tu percibes. Como esto es conocido por nosotros, podemos cambiar nuestro entorno y nuestras propias formas físicas según nuestro deseo, y sin confusión, ya que percibimos la realidad que está por debajo.
Nos damos cuenta que la permanencia de la forma es una ilusión, ya que todas las conciencias deben estar en un estado de cambio. Podemos estar, en tus términos, en varios lugares al tiempo, porque nos damos cuenta de la verdadera movilidad de la conciencia. Siempre que piensas emocionalmente en otra persona, envías una contraparte tuya, por debajo de la intensidad de la materia, pero una forma definida. Esta forma, proyectándose hacia afuera desde tu propia conciencia, escapa completamente a la atención de tu ego. Cuando pienso emocionalmente en alguien más, yo hago la misma cosa, excepto que una parte de mi conciencia está dentro de la imagen y se puede comunicar.
Los entornos son primordialmente creaciones mentales de la conciencia proyectadas en muchas formas. Por ejemplo, yo tengo un estudio siglo catorce que es mi favorito y con el cual estoy muy complacido. En tus términos físicos, ese estudio no existe y sé muy bien que es mi producción mental. Sin embargo, lo disfruto y con frecuencia tomo una forma física para sentarme en el escritorio y contemplar el campo a través de la ventana.
Tú haces lo mismo cuando te sientas en tu sala de estar, pero no te das cuenta de lo que estás haciendo y actualmente estás algo restringido. Cuando mis asociados y yo nos encontramos, a menudo traducimos los pensamientos de cada uno en formas y figuras diversas, por la mera satisfacción de la practica. Tenemos lo que podrías llamar un juego que demanda alguna pericia, en donde para nuestra diversión vemos quien de nosotros puede traducir un pensamiento dado en las formas más numerosas.

domingo, 21 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 12

La entidad, o el alma, tiene una naturaleza mucho más creativa y complicada que la otorgada por tus religiones. La entidad utiliza innumerables métodos de percepción y tiene bajo su mando muchas otras clases de conciencias. Tu idea del alma está en realidad limitada por tus conceptos tridimensionales. El alma puede cambiar el enfoque de su conciencia y usa su conciencia como utilizas los ojos en tu cabeza. En mi nivel de existencia, simplemente estoy enterado del hecho de que yo no soy mi conciencia, aunque esto parezca extraño. Mi conciencia es un atributo para ser utilizado por mí. Esto aplica para todos los que leen estas líneas, aunque el conocimiento pueda estar oculto. El alma, o la entidad, es entonces más que la conciencia.
Cuando entro en tu entorno, dirijo mi conciencia en tu dirección. De cierta manera, traduzco lo que soy en un evento que puedas entender hasta cierto grado. De una manera mucho más limitada, el artista hace la misma cosa cuando traduce lo que es, o una parte de sí, in la pintura. Cuando entro en tu sistema, me introduzco en la realidad tridimensional y tú debes interpretar lo que sucede a la luz de tus propias asunciones básicas. Bien sea que te des cuenta o no, tú mismo te introduces en otros sistemas de realidad en tus estados del sueño, sin la plena participación de tu ser consciente normal. En la experiencia subjetiva, dejas atrás la existencia física y actúas a veces con fuertes propósitos y validez creativa dentro de sueños que olvidas en el mismo instante en que despiertas.
Cuando piensas en el propósito de tu existencia, piensas en términos de la vida diaria de vigilia, pero también trabajas tu propósito en estas otras dimensiones del sueño y entonces estás en comunicación con otras partes de tu propia entidad. Trabajas en esfuerzos tan válidos como aquellos que encuentras en la vida de vigilia.
Cuando contacto tu realidad, es como si estuviera entrando en uno de tus sueños. Puedo estar consciente de mí mismo mientras pronuncio estas palabras y también estar consciente de mí mismo en mi propio entorno, ya que solo envío aquí una parte de mí, quizás de la misma manera como tú envías una parte de tu conciencia cuando escribes una carta a un amigo y aun estás consciente del cuarto en el que estás sentado. Yo envío mucho más de lo que tú envías en una carta, ya que una parte de mi conciencia está dentro de la persona que dicta las palabras que ahora lees, pero la analogía se aproxima bastante.
Mi entorno no es el de una personalidad recientemente fallecida, en tus términos, pero más adelante describiré lo que puedes esperar bajo esas condiciones. Una diferencia grande entre tu entorno y el mío es que tú debes materializar físicamente actos mentales como materia física. Nosotros comprendemos la realidad de los actos mentales y reconocemos su brillante validez. Nosotros los aceptamos por lo que son y por consiguiente hemos superado la necesidad de materializarlos e interpretarlos de una manera tan rígida.
Tu tierra fue muy querida para mí. Ahora puedo cambiar el enfoque de mi conciencia hacia ella y, si lo prefiero, experimentarla como tú lo haces. Solo que yo puedo percibirla de muchas maneras que tú no puedes en tu tiempo.
Algunos de los que leen estas palabras podrán captar inmediatamente e intuitivamente lo que estoy diciendo, puesto que ya habrán sospechado que están visualizando la experiencia a través de lentes altamente distorsionados, aunque llenos de colores. Debes recordar también que si la realidad física es, en sentido amplio, una ilusión, es una ilusión causada por una realidad mayor. La ilusión misma tiene un propósito y un significado.
Quizá es mejor decir que la realidad física es una forma que la realidad toma. En tu sistema, sin embargo, te has concentrado mucho más intensamente en un relativamente pequeño aspecto de la experiencia.
Nosotros podemos viajar libremente a través de un variado número de tales realidades. En este punto, nuestra experiencia incluye nuestro trabajo en cada una de ellas. No pretendo minimizar la importancia de tu personalidad actual, ni de la existencia física. Todo lo contrario. La experiencia tridimensional es un lugar de entrenamiento invaluable. Tu personalidad, tal como la conoces ahora, perseverará, y con sus recuerdos, pero ella es solo una parte de tu identidad total, de igual manera como tu niñez en esta vida es una parte sumamente importante de tu personalidad actual, aunque ahora seas mucho más que un niño.
Continuaras creciendo y desarrollándote y tendrás conocimiento de otros entornos, de igual manera a como dejaste el hogar de la niñez. Sin embargo, los entornos no son cosas objetivas, conglomerados de objetos que existen independientemente de ti. Por el contrario, tú los formas y ellos son literalmente extensiones de ti mismo, actos mentales materializados que se extienden al exterior desde tu conciencia.
Posteriormente te diré exactamente como formas tu entorno. Yo formo el mío siguiendo las mismas reglas, aunque tu acabas en objetos físicos y yo no.

viernes, 19 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 11

Tus ideas del espacio son muy erróneas. Así que en mis contactos con tu esfera de actividad yo no atravieso cielos dorados como un superman espiritual para llegar a tu dominio físico.
De una manera muy real, el espacio, tal como lo percibes, simplemente no existe. No solo es que la ilusión del espacio es causada por tus propios mecanismos perceptivos físicos, sino que también es causada por los patrones mentales que has aceptado, patrones que son adoptados por la conciencia cuando alcanza cierto estado de “evolución” dentro de tu sistema.
Cuando llegas, o surges, en la vida física, tu mente no es solo una pizarra en blanco a la espera de los pergaminos que la experiencia escribirá sobre ella, sino que tu ya estás equipado con un banco de memoria que supera de lejos la de cualquier computador. Enfrentas tu primer día sobre el planeta con destrezas y habilidades ya incorporadas, aunque ellas puedan ser o no utilizadas; y ellas no son el resultado de la herencia, tal como la concibes.
Puedes pensar de tu alma o entidad, aunque solo brevemente y en aras de esta analogía, como un computador consciente y vivo, divinamente inspirado, que programa sus propias existencias y tiempos de vida. Sin embargo, este computador está tan altamente dotado con creatividad, que cada una de las diversas personalidades que programa surge a la conciencia y canta, y a su turno crea realidades que puede no haber soñado el computador mismo.
Cada una de tales personalidades viene con una idea incorporada de la realidad en la cual operará y está muy bien diseñado para ajustarse a entornos muy especializados. Tiene plena libertad, pero debe operar dentro del contexto de la existencia para la cual ha sido programada. Dentro de la personalidad, en los más secretos recesos, está el conocimiento condensado que se encuentra en el computador como un todo. Debo enfatizar que no estoy diciendo que el alma o la entidad es un computador, sino solo pidiéndote que mires el asunto en esta luz, con el fin de aclarar varios puntos.
Cada personalidad tiene dentro de sí la habilidad no solo de obtener un nuevo tipo de existencia en el entorno, en tu caso la realidad física, sino también la de agregarle creativamente a la misma calidad de su propia conciencia y, al hacerlo, elaborar su camino a través de un sistema especializado, rompiendo las barreras de la realidad tal como la conoce.
Existe un propósito en todo esto que también será discutido más tarde. Estoy mencionando todo este asunto aquí porque quiero que veas que tu entorno no es real, en los términos que imaginas que lo es. Cuando naces, ya estás condicionado para percibir la realidad de una manera especial y a interpretar la experiencia dentro de un rango muy limitado pero intenso.
Debo explicarte esto antes de que pueda darte claramente una idea de mi entorno, o de aquellos otros sistemas de realidad en los cuales opero. No existe un espacio entre mi entorno y el tuyo, por ejemplo, y no hay límites físicos que nos separen. Hablando de una manera muy real, tu concepto de la realidad, visto a través de los sentidos físicos, los instrumentos científicos, u obtenido por medio de la deducción, guarda escasa semejanza con los hechos y estos son difíciles de explicar.
Tus sistemas planetarios existen al tiempo, simultáneamente, tanto en el tiempo como en el espacio. El universo que pareces percibir, visualmente o por medio de instrumentos, parece estar compuesto de galaxias, estrellas y planetas a diferentes distancias de ti. Básicamente, esto es una ilusión. Tus sentidos y tu misma existencia como criatura física te programan para percibir el universo de tal manera. El universo, tal como lo conoces, es tu interpretación de eventos en la medida que se introducen en tu realidad tridimensional. Los eventos son mentales. Esto no significa que no puedas viajar a otros planetas dentro de ese universo físico, de la misma manera que no significa que no puedas utilizar mesas para sostener libros, vasos y naranjas, aunque la mesa no tiene cualidades sólidas propias.
Cuando yo entro en tu sistema, me muevo a través de una serie de eventos mentales y psíquicos. Tu interpretas estos eventos como espacio y tiempo y con frecuencia debo utilizar esos términos, ya que debo usar tu lenguaje en lugar del mío propio.
Asunciones básicas son aquellas ideas de la realidad que corresponden a acuerdos sobre los cuales basas tus ideas sobre la existencia. Espacio y tiempo, por ejemplo, son asunciones básicas. Cada sistema de realidad tiene su propio grupo de tales acuerdos. Cuando me comunico dentro de tu sistema, debo utilizar y comprender las asunciones básicas sobre las cuales se apoya. Como maestro, es parte de mi trabajo comprenderlas y utilizarlas y he tenido existencias en muchos de tales sistemas como parte de lo que podrías llamar mi entrenamiento básico, aunque en tus términos, mis asociados y yo, tenemos otros nombres para ellos.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 10

Cuando uno ha nacido y muerto tantas veces, esperando la extinción con cada muerte, y cuando ésta experiencia es seguida por la realización de que la existencia aun continúa, entra entonces un sentimiento de la comedia divina.
Nosotros estamos empezando a aprender el gozo creativo del juego. Creo, por ejemplo, que toda creatividad y toda conciencia nacen en la calidad del juego, como opuesto al trabajo, en la acelerada espontaneidad intuitiva que veo como una constante a través de todas mis existencias y en la experiencia de aquellos que conozco.
Yo me comunico con tu dimensión, por ejemplo, no deseando estar en tu nivel de realidad, sino imaginándome a mí mismo allí. Todas mis muertes habrían sido aventuras, si me hubiera dado cuenta de lo que ahora sé. Por una parte, tú tomas la vida demasiado seriamente y, por la otra, no tomas el juego de la existencia con la suficiente seriedad.
Nosotros disfrutamos una sensación del juego que es muy espontánea y, sin embargo, supongo que tú la llamarías juego responsable. Ciertamente es un juego creativo. Por ejemplo, nosotros jugamos con la movilidad de nuestra conciencia, viendo que tan “lejos” puede uno enviarla. Estamos permanentemente sorprendidos ante los productos de nuestra propia conciencia y de las dimensiones de realidad a través de las cuales podemos jugar “golosa”. Podría parecer que utilizamos nuestra conciencia ociosamente en un juego como ese y, sin embargo, los senderos que formamos continúan existiendo y pueden ser utilizados por otros. Les dejamos mensajes, señales mentales, a quienes vienen por ellos.
Podemos estar altamente motivados y aun así usamos y entendemos la utilización creativa del juego, no solo como un método para lograr nuestras metas y propósitos, sino también como un esfuerzo sorprendente y creativo en sí mismo.
En mi trabajo como maestro viajo dentro de muchas dimensiones de existencia, de la misma manera como un profesor viajero podría dar lecciones en varios estados o países. No obstante, la semejanza termina ahí, en gran medida, ya que antes de que pueda empezar a trabajar debo establecer las estructuras psicológicas preliminares y aprender a conocer mis alumnos antes de que la enseñanza pueda empezar.
Debo tener un conocimiento profundo del particular sistema de realidad en el que mi discípulo opera, de su sistema de pensamiento y de los símbolos que son significativos. La estabilidad de la personalidad del alumno debe ser evaluada correctamente por mí. Las necesidades de esa personalidad no pueden ignorarse, sino que deben tenerse en consideración.
Al alumno se le debe alentar, pero no excesivamente, mientras se desarrolla. Mi material debe presentarse de tal manera que tenga sentido en el contexto en el cual el alumno entiende la realidad, especialmente en las primeras etapas. Se debe tener un gran cuidado, aun antes de que el aprendizaje formal empiece, y que todos los niveles de la personalidad se desarrollen a un ritmo más o menos constante.
Con mucha frecuencia el material que presento será entregado sin ninguna señal de mi presencia, aparentemente como una revelación sorprendente. No importando cuan cuidadosa sea la presentación del material, obligará a cambiar ideas del pasado, que son una parte muy poderosa de la personalidad del alumno. Lo que yo digo es una cosa, pero por supuesto el alumno es llevado a un comportamiento y experiencia psíquico y psicológico que puede parecer bastante extraño para él, en un nivel consciente. Los problemas varían de acuerdo con el sistema en el cual mi alumno tiene su existencia.
Esta es una parte normal de mi actividad en muchos niveles de existencia. Es un trabajo muy diversificado, ya que las estructuras de la personalidad varían. Mientras que dentro de los sistemas en los que trabajo hay ciertas similitudes básicas, en algunas dimensiones yo no estaría equipado para ser un maestro, simplemente porque los conceptos básicos de la experiencia serian extraños a mi naturaleza y los procesos de aprendizaje mismos estarían por fuera de mi propia experiencia.

lunes, 15 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 9

Tengo amigos, como los tienes tú, pero mis amigos pueden ser de una mayor importancia. Debes entender que nosotros experimentamos nuestra propia realidad de maneras bastante diferentes a como lo haces tú. Nosotros estamos enterados de lo que tu llamarías seres del pasado, aquellas personalidades que hemos adoptado en otras varias existencias.
Como utilizamos la telepatía, es muy poco lo que podemos esconder unos de otros, aun si lo quisiéramos. Estoy seguro que esto te parecería una invasión de la privacidad y, sin embargo, te aseguro que aun ahora ninguno de tus pensamientos está escondido, sino que es conocido muy claramente por tu familia y tus amigos. Aunque debo agregar que, desafortunadamente, también los conocen aquellos a quienes consideras enemigos. Simplemente, no estás enterado de este hecho.
Esto no quiere decir que cada uno de nosotros es un como un libro abierto para el otro. Todo lo contrario. Existe algo tal como etiqueta mental y modales mentales. Estamos mucho más enterados de nuestros propios pensamientos que tú. Nos damos cuenta de nuestra libertad para escoger nuestros pensamientos y los escogemos con alguna discriminación y finura.
El poder de nuestros pensamientos ha estado muy claro para nosotros por medio de ensayo y error en otras existencias. Hemos descubierto que nadie puede escapar a la inmensa creatividad de la imagen mental, o a las emociones. Esto no significa que no seamos espontáneos, o que debamos deliberar entre un pensamiento y otro, con la preocupación de que alguno de ellos pueda ser negativo o destructivo. Eso, en tus términos, lo hemos dejado atrás.
Nuestra estructura psicológica significa que nos podemos comunicar de formas mucho más distintas que aquellas con las que estás familiarizado. Por ejemplo, pretendamos que te encuentras un amigo de la niñez a quien hace mucho tiempo olvidaste. Ahora puedes tener muy poco en común con él. Sin embargo, puedes tener una tarde agradable discutiendo acerca de viejos maestros y condiscípulos y establecer cierta afinidad.
De esta manera, cuando “me encuentro” a otro, estoy en capacidad de relacionarme con él mucho mejor sobre la base de una particular experiencia de vida pasada, aunque en mi “ahora” tengamos muy poco en común. Nos podemos haber conocido como personas totalmente diferentes en el siglo catorce y nos podemos comunicar muy agradablemente discutiendo sobre esas experiencias, de la misma manera como tú y tu hipotético amigo de la niñez establecieron cierta afinidad recordando el pasado.
No obstante, estaremos bastante conscientes de que somos nosotros mismos, las personalidades multidimensionales que compartieron un entorno más o menos común a un nivel de nuestra existencia. Como podrás ver, esta analogía es más bien una analogía simple que solo servirá por ahora, puesto que el pasado, el presente y el futuro realmente no existen en esos términos.
Nuestra experiencia, sin embargo, no incluye las divisiones del tiempo con las que estás familiarizado. Tenemos muchos más amigos y asociados de los que tú tienes, simplemente porque estamos enterados de las variadas conexiones en lo que llamaremos por ahora encarnaciones “pasadas”.
Por supuesto que nosotros tenemos más conocimiento a nuestro alcance, por así decirlo. No hay ningún periodo de tiempo que puedas mencionar en el que alguno de nosotros no hubiera estado, llevando dentro de nuestras memorias la experiencia indeleble que fue obtenida en ese contexto en particular.
No sentimos la necesidad de esconder nuestras emociones o nuestros pensamientos de otros, porque todos nosotros ahora reconocemos la naturaleza cooperativa de todas las conciencias y realidades y nuestra participación en ellas. Todos estamos altamente motivados. Podrían los “espíritus” no ser así?
Por lo que tenemos a nuestra disposición el uso pleno de nuestra energía, es por lo que no se desvía en conflictos. No la malgastamos sino que la utilizamos para aquellos propósitos únicos e individuales que son parte básica de nuestra experiencia psicológica.
Cada ser total o personalidad multidimensional tiene sus propios propósitos, misiones y esfuerzos creativos, que son la parte inicial y básica de sí mismos y que determinan aquellas cualidades que lo hacen eternamente válido y eternamente en búsqueda. Finalmente estamos en libertad para utilizar nuestra energía en esas direcciones. Nos enfrentamos a muchos desafíos de naturaleza trascendental y nos damos cuenta de que nuestros propósitos no solo son importantes en sí mismos sino también por las sorprendentes ramas que se desarrollan en nuestro esfuerzo por perseguirlos. Trabajando en nuestros propósitos, nos damos cuenta que somos senderos brillantes que también pueden ser utilizados por otros.
Tenemos la sospecha de que los propósitos mismos tendrán resultados sorprendentes y consecuencias sobresalientes de las que jamás nos hemos dado cuenta y que conducirán a nuevas avenidas. El darnos cuenta de esto nos ayuda a mantener el sentido del humor.

sábado, 13 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 8

La creación y la percepción están mucho más conectadas íntimamente de lo que cualquiera de tus científicos se da cuenta. Es cierto que tus sentidos físicos crean la realidad que perciben. Un árbol es muy diferente a un microbio, a un pájaro, a un insecto y al hombre que está parado debajo de él. No estoy diciendo que el árbol aparenta ser diferente. Es diferente. Tu percibes su realidad por medio de un conjunto de sentidos altamente especializados. Esto no quiere decir que su realidad exista en esa forma de una manera más básica de la que existe en la forma percibida por el microbio, el insecto, o el pájaro. Tú no puedes percibir la realidad válida de ese árbol en ningún contexto diferente al tuyo. Esto aplica a cualquier cosa dentro del sistema físico que conoces.
No es que la realidad física sea falsa, sino que el esquema físico es simplemente uno de un número infinito de formas de percibir los varios disfraces por medio de los cuales la conciencia misma se expresa. Los sentidos físicos te obligan a traducir la experiencia en percepciones físicas. Los sentidos internos abren tu rango de percepción y te permiten interpretar la experiencia de una manera mucho más libre y crear nuevas formas y nuevos canales por medio de los cuales tú, o cualquier otra conciencia, puede conocerse a sí misma.
La conciencia es, entre otras cosas, un ejercicio espontáneo en creatividad. Tú estás aprendiendo ahora, en un contexto tridimensional, las maneras en que tu existencia emocional y psíquica puede crear variedades de la forma física. Tú manipulas dentro del entorno físico y estas manipulaciones son impresas automáticamente sobre el molde físico. Nuestro entorno es en sí mismo creativo, de una manera diferente al tuyo. Tu entorno es creativo en el sentido de que los árboles dan frutos, que hay un principio auto sostenible, que la tierra se alimenta a sí misma, por ejemplo. Los aspectos naturalmente creativos son las materializaciones de las más profundas inclinaciones psíquicas, espirituales y físicas de la especie, establecidas hace mucho tiempo y que son una parte del banco racial de conocimiento psíquico.
Nosotros dotamos los elementos de nuestro entorno con una creatividad aun mayor, que es difícil de explicar. Nosotros no tenemos flores que crecen, por ejemplo. Pero la intensidad, la fortaleza psíquica condensada de nuestras naturalezas psicológicas, forma nuevas dimensiones de actividad. Si pintas un cuadro dentro de la existencia tridimensional, la pintura debe estar en una superficie plana, indicando simplemente una experiencia tridimensional completa que no puedes insertar en ella. En nuestro entorno, sin embargo, nosotros podríamos crear realmente cualquier efecto dimensional que quisiéramos. Todas estas habilidades no son solamente nuestras. Ellas también son tu herencia. Como podrás ver más tarde, tu ejercitas tus propios sentidos internos y las habilidades multidimensionales, más frecuentemente de lo que podría parecer, en otros estados de conciencia distintos al normal de vigilia.
Puesto que mi propio entorno no tiene elementos físicos fácilmente definidos, estarás en capacidad de comprender su naturaleza por inferencia, en la medida en que expliquemos algunos tópicos relacionados más adelante.
Tu propio entorno físico aparece tal como es ante ti como resultado de tu propia estructura psicológica. Si obtuvieras tu sentido de continuidad personal primordialmente a través de procesos asociativos, en lugar de obtenerlos como resultado de la familiaridad del ser que se mueve a través del tiempo, entonces experimentarías la realidad física de una manera totalmente diferente. Los objetos del pasado y del presente podrían ser percibidos de una vez y su presencia justificada por medio de conexiones asociativas. Digamos que tu padre a través de toda su vida ha tenido ocho sillas favoritas. Si tus mecanismos perceptivos fueron primordialmente establecidos como resultado de una asociación intuitiva, en lugar de una secuencia del tiempo, entonces tu percibirías todas estas sillas al tiempo; o viendo una, estarías enterado de las otras. De tal manera que el entorno no es una cosa separada en sí misma, sino el resultado de patrones de percepción, y estos están determinados por la estructura psicológica.
Si quieres saber como es mi entorno, tendrás que comprender lo que soy. Con el fin de explicarlo, tendré que hablarte acerca de la naturaleza de la conciencia en general y, al hacerlo, terminaré diciéndote mucho acerca de tí mismo. Las partes internas de tu identidad ya están enteradas de mucho de lo que te diré. Una parte de mi propósito es enterar a tu ser del ego del conocimiento que ya sabe la parte mayor de tu propia conciencia, la que has ignorado por tanto tiempo.
Tú miras dentro del universo físico e interpretas la realidad de acuerdo con la información recibida por tus “sentidos externos”. Yo me sitúo en la realidad física, hablando en términos figurativos, miro hacia el interior por tu cuenta y describo aquellas realidades de la conciencia y de la experiencia que actualmente estás demasiado fascinado para ver. Estás tan fascinado con la realidad física, como quien está en un trance profundo.
Toda tu atención está enfocada, de una manera altamente especializada, en un punto brillante y luminoso que llamas realidad. Existen otras realidades alrededor de ti, pero ignoras su existencia y desechas todos los estímulos que vienen de ellas. Como lo descubrirás más adelante, existe una razón para este tipo de trance, pero poco a poco debes despertar. Mi propósito es abrir tus ojos internos.
Mi entorno incluye todas esas otras personalidades con las estoy en contacto. La comunicación, la percepción y el entorno difícilmente están separados. Por consiguiente, el tipo de comunicación que se lleva a cabo entre mis asociados y yo es sumamente importante en la discusión de nuestro entorno.

jueves, 11 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 7

Muchas de estas libertades son bastante naturales para ti en el estado del sueño. Tú formas con frecuencia los entornos del sueño para ejercitar tales potenciales. Más adelante tendremos algunas observaciones en relación con las formas en que puedes aprender a reconocer tus propias hazañas y a compararlas con tu pericia en la vida física diaria.
Puedes aprender a cambiar tu entorno físico, aprendiendo a cambiar y manipular tu entorno del sueño. Puedes también sugerirte sueños específicos en los cuales visualizas el cambio deseado y, bajo ciertas condiciones, estos aparecerán entonces en tu realidad física. Esto lo haces frecuentemente, sin que te des cuenta.
La conciencia total adopta varias formas. Ella no necesita estar siempre dentro de una forma. Todas las formas no son físicas y por lo tanto algunas personalidades nunca han sido físicas. Ellas han evolucionado a lo largo de líneas diferentes y sus estructuras psicológicas serian extrañas para ti.
Hasta cierto grado, yo también he viajado a través de esos entornos. La conciencia debe mostrarse y no puede no ser. No es física, y por consiguiente debe mostrar su activación de otras maneras. En algunos sistemas, por ejemplo, ella forma patrones matemáticos y musicales altamente integrados que son estímulos para otros sistemas universales. Sin embargo, yo no estoy muy informado de ellos y no puedo hablar de ellos con gran familiaridad. Si mi entorno no es uno estructurado permanentemente, como te he dicho, el tuyo tampoco lo es.
Los sentidos que utilizas de una manera muy real crean el entorno que tu percibes. Tus sentidos físicos necesitan la percepción de una realidad tridimensional. No obstante, la conciencia está equipada con perceptores internos. Estos son inherentes dentro de toda conciencia, sin importar su desarrollo. Estos perceptores operan de manera bastante independiente de aquellos sentidos que se deben asumir cuando una determinada conciencia adopta una forma especializada, tal como un cuerpo físico, con el propósito de operar en un sistema particular.
Tu tienes sentidos internos y hasta cierto grado los usas constantemente, aunque no te das cuenta de hacerlo a nivel del ego. Nosotros utilizamos los sentidos internos muy frecuentemente y conscientemente. Si tú lo pudieras hacer así, entonces percibirías el mismo tipo de entorno en el cual tengo mi existencia. Verías una situación sin camuflaje en la que los eventos y la forma serian libres y no adheridos al molde pegajoso del tiempo. Podrías ver, por ejemplo, tu sala de estar no solo como un conglomerado de muebles con una apariencia permanente, sino también, cambiando tu enfoque, la danza inmensa y constante de moléculas y otras partículas que componen los varios objetos.
Podrías ver el brillo fosforescente, el aura de estructuras electromagnéticas que componen las moléculas mismas. Si lo quisieras, podrías condensar tu conciencia hasta hacerla lo suficientemente pequeña para viajar a través de una sola molécula y desde el mundo propio de la molécula observar y contemplar el universo del cuarto y la galaxia gigantesca de formas como estrellas interrelacionadas y siempre móviles. Todas estas posibilidades representan una realidad legítima. Tu realidad no es más legítima que alguna otra, pero es la única que percibes.
Utilizando los sentidos, nosotros nos convertimos en creadores conscientes, en cocreadores. Sin embargo, tú eres un cocreador inconsciente, bien sea que lo sepas o no. Si nuestro entorno parece no estructurado para ti, es solo porque no comprendes la verdadera naturaleza del orden, que no tiene nada que ver con una forma permanente, sino que solo parece tener forma desde tu perspectiva.
En mi entorno no existen las cuatro de la tarde, ni las nueve de la noche, con lo que quiero decir que yo no estoy restringido por una secuencia del tiempo. No hay nada que me impida experimentar tales secuencias del tiempo si así lo escojo. Nosotros experimentamos el tiempo, o lo que tu llamarías su naturaleza equivalente, en términos de intensidades de experiencia, una especie de tiempo psicológico con sus propios picos y valles.
Esto es algo similar a tus propios sentimientos emocionales, cuando el tiempo parece acelerarse o desacelerarse, pero es inmensamente diferente de maneras importantes. Nuestro tiempo psicológico podría compararse, en términos del entorno, con las paredes de un cuarto, pero en nuestro caso las paredes estarían cambiando constantemente el color, el tamaño, la altura, la profundidad y el ancho.
Nuestras estructuras psicológicas son diferentes, en términos prácticos, en el sentido de que nosotros utilizamos conscientemente una realidad psicológica multidimensional que tu posees inherentemente, pero no estas familiarizado con ella a nivel del ego. Es entonces natural que nuestro entorno tendría cualidades multidimensionales que los sentidos físicos nunca percibirían.

martes, 9 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 6

Se necesita estudio, desarrollo y experiencia, antes de que una identidad pueda aprender a mantener su propia estabilidad ante tales estímulos constantes. Muchos de nosotros nos hemos perdido, incluso olvidando quienes éramos, hasta que una vez más despertábamos siendo nosotros mismos. Mucho de esto es enteramente automático para nosotros ahora. De las variedades infinitas de conciencias, apenas estamos enterados de un pequeño porcentaje de la totalidad de bancos de personalidades que existen. Para nuestras vacaciones, visitamos formas de vida bastante simples y nos mezclamos con ellas.
En esta medida, nos entregamos a la relajación y el sueño, ya que podemos gastar un siglo como un árbol, o como una forma de vida descomplicada en otra realidad. Deleitamos nuestra conciencia con el gozo de la simple existencia. Podemos crear el bosque en el que crecemos. Sin embargo, generalmente estamos sumamente activos, con nuestras plenas energías enfocadas en nuestro trabajo y en nuevos retos.
Podemos formar de nosotros mismos, de nuestras propias totalidades psicológicas, otras personalidades cuando lo deseemos. Estas personalidades, sin embargo, deben desarrollarse en adelante con sus propios méritos, utilizando las habilidades creativas inherentes a ellas. Son libres de seguir su propio camino. Sin embargo, no hacemos esto a la ligera.
Cada persona es una parte de su propia entidad y está desarrollándose hacia la misma clase de existencia que yo conozco. En la niñez y en el estado del sueño, cada personalidad está consciente hasta cierto punto de la verdadera libertad, correspondiente a su propia conciencia interior. Estas habilidades de las que hablo, son características inherentes a la conciencia como un todo y a cada personalidad.
Mi entorno cambia constantemente, pero así también lo hace el tuyo. Con tu racionalización, desechas percepciones bastante legitimas en tales oportunidades. Por ejemplo, si un cuarto repentinamente parece pequeño y comprimido para ti, das por sentado que este cambio de dimensión es imaginario y que el cuarto no ha cambiado, a pesar de tus sentimientos.
El hecho es que el cuarto bajo tales condiciones habrá cambiado definitivamente y en aspectos muy importantes, aunque las dimensiones físicas todavía medirán lo mismo. El impacto psicológico total del cuarto se habrá alterado. Sus efectos los sentirán otros además de ti. El cuarto atraerá cierto tipo de eventos en lugar de otros y alterará tu propia estructura psicológica y la producción hormonal. Tu reaccionarás al estado alterado del cuarto de manera física, aunque sus medidas de ancho y largo, en pulgadas o pies, parecen no cambiar. Decimos que parecen no cambiar porque los instrumentos mismos dentro de ese cuarto se habrán alterado en el mismo grado.
Tú estás cambiando constantemente la forma, la figura, el contorno y el significado de tu propio cuerpo físico y el de tu entorno más íntimo, aunque haces lo mejor que puedes por ignorar estas alteraciones constantes. Por otra parte, nosotros les damos completo dominio, sabiendo que estamos motivados por una estabilidad interior que muy bien puede permitir la espontaneidad y la creación, dándonos cuenta que la identidad espiritual y psicológica depende del cambio creativo.
Por esto nuestro entorno está compuesto por desequilibrios exquisitos, en donde al cambio se le permite jugar plenamente. Tu propia estructura del tiempo te induce a equivocarte sobre tus ideas de permanencia relativa de la materia física y cierras los ojos a la constante alteración dentro de ella. Tus sentidos físicos te confinan lo mejor que pueden a la percepción de una realidad muy formalizada. Solo utilizando las intuiciones, cuando duermes, y en el estado del sueño, por regla general, puedes percibir la placentera naturaleza cambiante de tu propia conciencia y de todas las conciencias.
Uno de mis deberes es iluminarte sobre estas materias. Debemos utilizar conceptos que al menos sean familiares para ti. Para hacerlo, utilizamos partes de nuestras propias personalidades con las que te puedas relacionar en cierto grado.
Nuestro entorno no tiene fin. En tus términos, no habría falta de espacio o de tiempo en los cuales operar. Esto pondría tremenda presión sobre cualquier conciencia sin la trayectoria y desarrollo apropiados. No tenemos un simple y acogedor universo en el cual escondernos. Estamos todavía vigilantes de otros sistemas de realidad extraños que brillen en los mismos extremos de la conciencia, como la conocemos. Existen muchos más tipos de conciencias que formas físicas, cada una con su propio patrón de percepción, habitando dentro de su propio sistema de camuflaje. No obstante, todas estas conciencias tienen conocimiento interior de la realidad que existe dentro de todo camuflaje y que compone cada realidad, cualquiera que sea el nombre que tenga.

domingo, 7 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 5

Nosotros podemos tomar varias formas al tiempo, pero tú también puedes hacerlo, aunque generalmente no te das cuenta. Tu forma física puede yacer inerte durmiendo sobre la cama mientras tu conciencia viaja en una forma del sueño a lugares bastante distantes. Simultáneamente, puedes crear una “forma-pensamiento” de ti mismo, idéntica en todos los aspectos, y ella puede aparecer en el cuarto de un amigo sin tu conocimiento consciente. La conciencia no está limitada en cuanto a las formas que puede crear en un determinado tiempo.
En términos prácticos, nosotros estamos mas avanzados que tú, en ese sentido, ya que cuando creamos tales formas lo hacemos con total conocimiento. Comparto mi campo de existencia con otros que tienen más o menos los mismos retos para enfrentar y los mismos patrones generales de desarrollo. A algunos los he conocido y a otros no. Nos comunicamos telepáticamente, pero así mismo, la telepatía es la base de tus lenguajes, sin la cual su simbolismo no tendría sentido.
Al comunicarnos de esta manera, no quiere decir necesariamente que utilizamos palabras mentales, puesto que no lo hacemos. En cambio nos comunicamos por medio de lo que solo podemos llamar imágenes térmicas y electromagnéticas, que tienen la capacidad de aportar mucho más significado en una “secuencia”. La intensidad de la comunicación depende de la intensidad emocional que la sustenta, aunque la frase “intensidad emocional” puede ser engañosa.
Sentimos un equivalente a lo que tú llamas emociones, aunque estas no son el amor, el odio, o la ira, que tu conoces. Tus sentimientos se pueden describir mejor como las materializaciones tridimensionales de eventos y experiencias psicológicas mucho mayores, que están relacionadas con los “sentidos internos”.
Más adelante te explicaré estos sentidos internos. Por ahora, basta decir que nosotros tenemos una fuerte experiencia emocional, aunque difiere en gran medida de la tuya. Es mucho menos limitada y mucho más expansiva, en el sentido de que también somos conscientes y tenemos capacidad de respuesta al “clima” emocional como un todo. Somos mucho más libres para sentir y experimentar, ya que no tememos ser arrastrados por el sentimiento.
Nuestras identidades no se sienten amenazadas por las emociones fuertes de otro. Estamos en capacidad de viajar a través de las emociones, de una manera que no es natural para tí, y traducirlas a otras facetas de creatividad distintas a aquellas con las que estás familiarizado. No sentimos la necesidad de esconder las emociones, ya que sabemos que es básicamente imposible e indeseable. Dentro de tu sistema, las emociones pueden parecer problemáticas porque aun no has aprendido como utilizarlas. Nosotros apenas ahora estamos aprendiendo su pleno potencial y los poderes de creatividad con los que están conectadas.
Como nos damos cuenta de que nuestra identidad no depende de la forma, no tememos cambiarla, sabiendo que podemos adoptar cualquier forma que deseemos.
No conocemos la muerte, en tus términos. Nuestra existencia nos lleva hacia muchos otros entornos y nos mezclamos dentro de ellos. Seguimos las reglas de forma que existen dentro de estos entornos. Todos aquí somos maestros y por consiguiente adaptamos nuestros métodos de manera tal que tengan sentido para personalidades con diferentes ideas sobre la realidad.
La conciencia no depende de la forma y, sin embargo, siempre busca crear la forma. No existimos dentro de ninguna estructura del tiempo, tal como lo conoces. Los minutos, las horas y los años han perdido su significado y su fascinación. Somos muy conscientes de las situaciones del tiempo dentro de otros sistemas y debemos tenerlas en cuenta en nuestras comunicaciones. De otra manera, lo que decimos no seria comprendido.
No existen barreras reales para separar los sistemas de los que he hablado. La única separación es lograda por las diversas habilidades de las personalidades para percibir y manipular. Tú existes en medio de muchos otros sistemas de realidad, pero no los percibes. Cuando algún evento de estos sistemas se introduce en tu propia existencia tridimensional, no estás en capacidad de interpretarlo, ya que está distorsionado por el mismo hecho de la entrada.
Nosotros no experimentamos tu secuencia del tiempo y viajamos a través de diversas intensidades. Nuestro trabajo, desarrollo y experiencia tienen lugar dentro de lo que llamo el “punto del momento”. Aquí, en el punto del momento, el más pequeño pensamiento es llevado a buen termino, la más leve posibilidad es explorada, las probabilidades son totalmente examinadas, el sentimiento menos enérgico o más enérgico es entretenido. Aunque es difícil de explicar esto claramente, el punto del momento es la estructura dentro de la cual tenemos nuestra experiencia psicológica. Dentro de él, acciones simultaneas siguen “libremente” patrones asociativos. Por ejemplo, pretendamos que pienso en ti. Al hacerlo, inmediatamente experimento plenamente tu pasado, presente y futuro y todas aquellas emociones y motivaciones fuertes o determinantes que te han regido. Puedo viajar a través de esas experiencias contigo, si así lo prefiero. Podemos seguir una conciencia a través de todas sus formas en un parpadeo, según tus términos.

viernes, 5 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 4

Mi entorno difiere en algunos aspectos más bien importantes de tu entorno, pero te puedo asegurar que es tan vívido, variado y vital como la existencia física. Es más placentero, aunque mis ideas del placer han cambiado algo desde que fui un ser físico, siendo más gratificante y ofreciendo mayores oportunidades para el logro creativo.
Mi existencia actual es la más desafiante que he conocido, y he conocido muchas, físicas y no físicas. No hay solo una dimensión en la que reside la conciencia no física, como no hay solo un país en tu planeta, o un solo planeta dentro de tu sistema solar.
Mi entorno no es el que encontrarás inmediatamente después de la muerte. Debes morir muchas veces antes de que puedas entrar en este particular plano de existencia.
Mi trabajo en este entorno me proporciona muchos más desafíos de los que tu conoces y se requiere la manipulación de materiales creativos que están casi mas allá de tu comprensión actual. Primero que todo, debes comprender que no existe ninguna realidad objetiva que no haya sido creada por la conciencia. La conciencia siempre crea la forma y no lo contrario. De esta manera, mi entorno es una realidad de existencia creada por mí y por otros como yo, y ella representa la manifestación de nuestro desarrollo.
No utilizamos estructuras permanentes. No hay una ciudad o un pueblo, por ejemplo, en el cual habitar. Esto no quiere decir que estamos afuera, en el espacio vacío. En primer lugar, no concebimos el espacio como tú lo haces y formamos cualquiera que sean las imágenes particulares que queremos alrededor de nosotros.
Esas imágenes son creadas por nuestros patrones mentales, así como tu realidad física es creada como una replica perfecta de tus deseos y pensamientos internos. Piensas que los objetos existen independientemente de ti, sin darte cuenta de que ellos son en cambio las manifestaciones de tu propio ser psicológico y psíquico. Nosotros sabemos que creamos nuestra propia realidad y por lo tanto lo hacemos con alegría y desprendimiento creativo. En mi entorno estarías sumamente desorientado, ya que te parecería como carente de coherencia.
Estamos enterados de las leyes internas que gobiernan todas las “materializaciones”. Puedo tener la noche o el día, en tus términos, según lo prefiera, o cualquier otro periodo de tu historia. Estas formas cambiantes en modo alguno molestan a mis asociados, ya que ellos las toman como indicaciones inmediatas de mi estado de ánimo, mis sentimientos y mis ideas.
La permanencia y la estabilidad no tienen nada que ver con la forma, sino con la integración del placer, el propósito, el logro y la identidad. Yo “viajo” a muchos otros niveles de existencia con el fin de cumplir con mis deberes, que son primordialmente los de maestro y educador, y utilizo las ayudas y técnicas que mejor me sirvan dentro de esos sistemas.
En otras palabras, puedo enseñar la misma lección en diferentes formas, de acuerdo con las habilidades y asunciones que son inherentes a cualquier sistema dado en el que debo operar. Utilizo una parte de mí, de las muchas personalidades que están disponibles para mi identidad en estas comunicaciones. En otros sistemas de realidad no seria comprendida esta particular personalidad que yo, la identidad mayor, adopto aquí.
No todos los sistemas de realidad están orientados físicamente y algunos desconocen totalmente la forma física. El sexo, tal como lo entiendes, no es natural en ellos. Por consiguiente, no me comunicaría como una personalidad masculina que ha vivido muchas existencias físicas, aunque ésta es una parte legítima y válida de mi identidad.
En mi entorno familiar, asumo cualquier forma que me agrade y ella puede variar, y en efecto lo hace, con la naturaleza de mis pensamientos. Tú, sin embargo, formas tu propia forma física a un nivel inconsciente, más o menos de la misma manera, pero con algunas diferencias importantes. Usualmente no te das cuenta de que creas tu cuerpo físico en cada momento, como resultado directo de tu concepción interior de lo que eres. Tampoco te das cuenta de que tu cuerpo físico cambia en forma química y electromagnética muy importante con el paso siempre móvil de tu propio pensamiento.
Habiendo reconocido mucho antes que la forma depende de la conciencia, hemos sido capaces de cambiar nuestras formas totalmente, de tal manera que ellas sigan fielmente cada matiz de nuestra experiencia interior.
Esta habilidad para cambiar la forma es una característica inherente a cualquier conciencia. Solamente varía el grado de dominio y actualización. Puedes ver esto en tu propio sistema, en una versión de cámara lenta, cuando observas las formas cambiantes que ha tomado la materia viviente a través de su historia “evolutiva”.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 3

El ser que conoces no es sino un fragmento de tu identidad total. Estos seres fragmento no están encordados como los aros de una cadena. Son más bien como las capas de una cebolla, o como los segmentos de una naranja, todos conectados por una vitalidad y creciendo hasta convertirse en diversas realidades, mientras están surgiendo de la misma fuente.
No estoy comparando la personalidad con una naranja o una cebolla, sino que deseo hacer énfasis en que así como estas cosas crecen desde adentro hacia el exterior, así mismo lo hace cada fragmento del ser total. Tú observas el aspecto exterior de los objetos. Tus sentidos físicos te permiten percibir las formas exteriores a las cuales enseguida reaccionas, pero tus sentidos físicos en cierta forma te obligan a percibir la realidad de esta manera y la vitalidad interior dentro de la materia no es tan aparente.
Te puedo decir que hay conciencia aun dentro de una puntilla, aunque no tomarás la cosa tan seriamente como para decirle buenos días o buenas tardes a la primera puntilla que encuentres clavada en un pedazo de madera.
Sin embargo, los átomos y moléculas dentro de la puntilla poseen su propio tipo de conciencia. Los átomos y moléculas que conforman las paginas de un libro también están conscientes, dentro de su propio nivel. Nada existe, ni una roca, ni un mineral, ni una planta, ni un animal, ni el aire, que no esté lleno con la conciencia de su propio tipo. Tú estas en medio de una constante conmoción vital, de una estructura de energía consciente, y tú mismo físicamente estás compuesto de células conscientes que llevan dentro de sí mismas la realización de su propia identidad, que cooperan voluntariamente para formar la estructura corporal que es tu cuerpo físico.
Te digo que no hay tal cosa como materia muerta. No hay ningún objeto que no esté formado por la conciencia. Cada conciencia, sin importar su grado, se regocija en la sensación y en la creatividad. No podrás comprender lo que tú eres a menos que comprendas tales asuntos.
Por razones de conveniencia, cierras las multitudinarias comunicaciones internas que saltan entre las más minúsculas partes de tu carne. Sin embargo, aun como criatura física, en cierta forma, tú eres una parte de otra conciencia. No hay limitaciones para el ser. No hay limitaciones para sus potenciales. Puedes adoptar limitaciones artificiales con tu propia ignorancia. Te puedes identificar solo con tu ser exterior y suprimir habilidades que son tuyas. Puedes negar los hechos, pero no los puedes cambiar. La personalidad es multidimensional, aunque muchas personas esconden sus cabezas en la arena de la existencia tridimensional y pretenden que no hay nada más. Espero sacar algunas cabezas fuera de la arena.
Mi intención no es subestimar el ego exterior. Simplemente lo has sobreestimado y no has reconocido su verdadera naturaleza. Por ahora, es suficiente que te des cuenta que tu sentido de identidad y continuidad no depende del ego.
A veces utilizo el término “camuflaje” para referirme al mundo físico con el cual se relaciona el ego exterior, ya que la forma física es uno de los camuflajes que adopta la realidad. El camuflaje es real, pero existe una realidad mucho más grande dentro de él: la vitalidad que le da forma. Tus sentidos físicos te permiten percibir este camuflaje, ya que están sintonizados con él de una manera altamente especializada. Sin embargo, para sentir la realidad dentro de la forma se requiere un tipo diferente de atención y manipulaciones más delicadas que las proporcionadas por los sentidos físicos.
El ego es un dios celoso y quiere ver servidos sus intereses. No quiere admitir la realidad de otras dimensiones, a excepción de aquellas dentro de las cuales se siente confortable y puede entender. Tenía por objeto ser una ayuda, pero se le ha permitido convertirse en un tirano. Aun así, es mucho más resistente y deseoso de aprender de lo que se supone generalmente. Naturalmente no es tan rígido como parece y su curiosidad puede ser de gran valor.
Si tienes una concepción limitada de la naturaleza de la realidad, tu ego hará lo posible por mantenerte dentro de la pequeña área cerrada de la realidad que aceptas. Por otra parte, si a tus intuiciones e instintos creativos se les permite libertad, ellos le comunican algún conocimiento de dimensiones mayores a esta parte de tu personalidad que está más orientada físicamente.

lunes, 1 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 2

La Conciencia es una forma de percibir las varias dimensiones de realidad. La Conciencia, tal como la conoces, es altamente especializada. Los sentidos físicos te permiten percibir el mundo tridimensional y, sin embargo, por su misma naturaleza, pueden inhibir la percepción de otras dimensiones igualmente válidas. La mayoría de las personas se identifican con el ser que a diario se orienta físicamente. No pensarías identificarte con una parte de tu cuerpo ignorando todas las otras partes y, sin embargo, estás haciendo la misma cosa cuando imaginas que el ser del ego lleva la carga de tu identidad.
Te digo que no eres una bolsa cósmica de huesos y carne, unida por alguna mezcla de químicos y elementos. Te digo que tu conciencia no es un producto ferviente, solo formado accidentalmente por la acción de elementos químicos. No eres una rama desechada de la materia, que está destinada a desaparecer como un soplo de humo. Tú formas el cuerpo físico que conoces a un nivel profundamente inconsciente, con gran discriminación, con una claridad milagrosa y con un intimo conocimiento inconsciente de cada célula diminuta que lo compone. Como tu mente consciente no se entera de estas actividades, no te identificas con esta parte interior de tu ser. Prefieres identificarte con la parte tuya que ve televisión, la que cocina, la que trabaja, la parte que piensas que sabe lo que está haciendo. Sin embargo, esta parte aparentemente inconsciente de ti mismo es muchísimo más conocedora y de su buen funcionamiento depende la totalidad de tu existencia física.
Esta parte está consciente, está enterada y está alerta. Eres tú, tan concentrado en la realidad física, quien no escucha su voz, quien no comprende que ella es la gran fortaleza psicológica de la cual surge tu ser orientado físicamente. A esta parte, aparentemente inconsciente, la llamamos el “ego interior”, ya que dirige las actividades internas. Correlaciona información que no es percibida por medio de los sentidos físicos, sino a través de otros canales internos. Es la perceptora de la realidad que existe mas allá de la realidad tridimensional. Lleva consigo la memoria de cada una de tus pasadas existencias. Observa dentro de realidades subjetivas que son literalmente infinitas. De estas dimensiones subjetivas fluyen todas las realidades objetivas.
Toda la información necesaria se te da a través de estos canales internos. Increíbles actividades internas tienen lugar antes de que puedas levantar un dedo, parpadear, o leer esta frase sobre la pagina.
Esta parte de tu identidad es bastante clarividente y telepática de manera natural, de tal manera que eres advertido de desastres antes de que ocurran, bien sea que conscientemente aceptes, o no aceptes, el mensaje. Todas las comunicaciones tienen lugar mucho antes de que se exprese una palabra.
El “ego exterior” y el ego interior operan conjuntamente. El primero te permite manipular en el mundo que conoces, y el otro te brinda aquellas delicadas percepciones internas sin las cuales la existencia física no se podría mantener.
Hay una parte tuya, la identidad más profunda que forma tanto el ego interior como el ego exterior, que decidió que tú serias un ser físico en este lugar y en este tiempo. Este es el núcleo de tu identidad, la semilla psíquica de la cual surgiste, la personalidad multidimensional de la cual haces parte.
Si te preguntas en donde está el subconsciente, tal como lo conciben los psicólogos, lo puedes imaginar como un lugar de encuentro, por así decirlo, entre el ego exterior y el ego interior. Sin embargo, debes comprender que no hay divisiones reales en el ser y que hablamos de varias partes solo con el fin de hacer clara la idea básica.
No puedes comprenderte a ti mismo, ni puedes aceptar mi existencia, mientras no te liberes de la noción de que la personalidad es un atributo del “aquí y ahora” de la conciencia. Algunas de las cosas que te puedo decir sobre la realidad física te pueden asombrar, pero recuerda que la estoy visualizando desde un punto de vista totalmente diferente.
En la actualidad, estás totalmente enfocado en la realidad física, preguntándote quizá qué otra cosa puede haber afuera. Yo estoy afuera, regresando momentáneamente a una dimensión que conozco y amo, pero no soy un residente, tal como lo concibes. Aunque tengo un “pasaporte” psíquico, aun existen algunos problemas de traducción e inconvenientes de entrada con los que debo entenderme.
Espero llevarte en una excursión por los niveles de realidad que están disponibles para ti y guiarte en un viaje a través de las dimensiones de tu propia estructura psicológica para abrir áreas totales de tu propia conciencia, de las cuales no has estado relativamente enterado. Espero explicarte los aspectos multidimensionales de la personalidad y darte un vistazo de aquella identidad mayor que es tuya.