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miércoles, 30 de junio de 2010

El Lenguaje del Amor. Las imágenes y el Nacimiento de las Palabras 3

En una manera de expresarlo, el sustantivo y el verbo eran uno. El sustantivo no desaparecía, sino que él mismo se expresaba como el verbo.
En una clase de significación emocional desconocida para ti, a las emociones privadas de cada persona se les daba expresión y libertad por medio de los cambios de la naturaleza – una libertad que era entendida, y dada por sentado. En el más profundo de los términos, las condiciones climáticas y las emociones están todavía altamente relacionadas. Las condiciones internas causan los cambios climáticos, aunque, por supuesto, ahora te parece que es todo lo contrario.
Se te robó entonces, o tú mismo te robaste, uno de los más básicos tipos de expresión, puesto que ya no puedes identificarte con las fuerzas de la naturaleza. El hombre quería proseguir un cierto tipo de conciencia, sin embargo. En tus términos, por un período de tiempo, internalizó su conciencia, por así decirlo; ya no se identificaba como lo hacia antes, y comenzó a ver los objetos a través de los objetos de su propio cuerpo. Ya no mezcló más su conciencia, así que aprendió a mirar el árbol como un objeto, cuando antes se habría unido a él, y quizás habría visualizado su propio cuerpo desde el punto de vista del árbol. Fue entonces cuando las imágenes mentales se volvieron importantes, en términos usuales – ya que él había comprendido esto antes, pero en una forma diferente, desde adentro hacia afuera.
Él empezó ahora a dibujar un boceto, y aprendió como construir imágenes en la mente que estuvieran conectadas con los objetos reales exteriores, de la manera aceptada actualmente. Ahora caminaba, no simplemente por placer, sino para obtener la información que quería, para cruzar distancias en las que antes su conciencia había viajado libremente. Necesitó así mapas y signos primitivos. En lugar de utilizar imágenes totales, utilizó imágenes parciales, fragmentos de círculos o líneas, para representar los objetos naturales.
Siempre había emitido sonidos que comunicaban emociones, intención, y exhuberancia pura. Cuando llegó a involucrarse con los bocetos o dibujos de imágenes, comenzó a imitar su forma con la forma de sus labios. La “O” era perfecta, y representaba uno de sus sonidos iniciales deliberados para verbalizar el lenguaje.
Ahora bien, sin importar el lenguaje que hables, los sonidos que emites dependen de tu estructura física, así que el lenguaje humano está compuesto de un cierto número limitado de sonidos. Tu construcción física es el resultado de configuraciones moleculares internas, y los sonidos que emites están relacionados con éstas.
Dije antes que el hombre primitivo sentía una cierta magnificación emocional; que sentía, por ejemplo, la voz del viento como la suya propia. En una forma de expresarlo, tus lenguajes, mientras expresan tus intenciones y comunicaciones individuales, también representan un tipo de amplificación que surge de tus configuraciones moleculares. El viento hace ciertos sonidos que dependen de las características de la tierra. Hay una conexión entre los alfabetos y la estructura molecular que compone tu tejido. Los alfabetos entonces son también claves naturales. Tales claves naturales tienen una historia molecular. Formas estas claves en ciertos patrones de sonido que tienen significados particulares.
Esto te proporciona un cierto tipo de comunicación, pero también permite una expresión molecular que es natural a ese nivel, y es entonces utilizada por ti para tus propios propósitos. No estoy diciendo que las moléculas hablan. Estoy diciendo que ellas se expresan a través de tu discurso, sin embargo – y que tu discurso representa una amplificación de su existencia. A través de tus palabras su realidad es amplificada, de la misma manera como las emociones del hombre encontraron alguna vez amplificación a través de los elementos físicos.
Ciertos sonidos son réplicas verbales de construcciones moleculares, puestas juntas por ti para formar frases, de la misma manera, por ejemplo, como las moléculas se juntan para formar células y tejido.
Hay “sonidos internos” que actúan como capas entre los tejidos, que “recubren” las moléculas, y estos sirven como base para los principios del sonido exterior. Estos también están conectados con los mismos ritmos del cuerpo.
Hasta cierto punto, la puntuación es un sonido que no escuchas, una pausa que implica la presencia de sonido retenido. Hasta cierto punto, el lenguaje depende tanto de lo inexpresado como de lo expresado, y tanto del ritmo del silencio como del sonido. En ese contexto, sin embargo, el silencio involucra meramente una pausa de sonido, en la que el sonido está implícito pero retenido. El sonido interior se entiende primordialmente con ese tipo de relación. El lenguaje es significativo solamente por el ritmo del silencio sobre el cual cabalga.
Su significado viene de las pausas entre los sonidos, tanto como de los sonidos mismos. El flujo de la respiración obviamente es importante, regulando el ritmo y la espaciada de las palabras. La integridad de la respiración surge directamente de la apropiada toma y daca entre las células, del funcionamiento de los tejidos; y de todo lo que es expresión de competencia molecular. Esa competencia obviamente es responsable por el lenguaje, pero más allá de eso, está íntimamente conectada con los patrones mismos del lenguaje, con la construcción de la sintaxis, e incluso con las figuras del discurso utilizadas.
Nuevamente, tú hablas por ti mismo; sin embargo, al hacerlo hablas un lenguaje que no es solamente tuyo, sino el resultado de comunicaciones demasiado rápidas para que las sigas, involucrando por igual realidades corporales y subjetivas. Por esta razón tus lenguajes tienen significado a varios niveles. Los sonidos que produces tienen efectos físicos en tu propio cuerpo y en otros cuerpos. Hay un valor del sonido, aparte de un sentido de valor.
Las palabras que le hablas a alguien más son en ciertos términos descompuestas en los componentes básicos por el que escucha, y son comprendidas a diferentes niveles. Se hacen interpretaciones psicológicas y moleculares. Los sonidos y sus pausas expresarán estados emocionales, y las reacciones a estos alterarán las condiciones del cuerpo en cualquier grado.
Quien escucha entonces descompone el lenguaje. Construye su propia respuesta. Tienes así conectadas palabras e imágenes en las que el lenguaje parece consistir de un sonido que sugiere una imagen. Sin embargo, algunos lenguajes han tenido sonidos para sentimientos y estados subjetivos, y ellos no tienen sujetos o predicados, ni aun una estructura que reconocerías.
Tu lenguaje debe seguir a tu percepción, aunque la estructura del sonido subyacente no lo necesita. Dices: “Yo soy hoy, Yo fui ayer, y Yo seré mañana,” sin embargo algunos lenguajes encontrarían tales expresiones incomprensibles, y las palabras, “Yo soy” serian utilizadas en todas las instancias.

sábado, 26 de junio de 2010

El Lenguaje del Amor. Las Imágenes y El Nacimiento de las Palabras 2

Hay canales de interrelación, conectando toda la materia física – canales a través de los cuales fluye la conciencia.
En los términos en los que estoy hablando, la identificación del hombre con la naturaleza le permitió utilizar esos canales. Él podía enviar su propia conciencia nadando, por así decirlo, a través de muchas corrientes, en las que otros tipos de conciencia se unían. Dije que el lenguaje del amor era el lenguaje básico, y quise decirlo muy literalmente. El hombre amaba la naturaleza, se identificaba con sus muchas partes, y le agregaba a su propia sensación de ser uniéndose a su poder e identificándose con su fuerza.
No es tanto que él personificara los elementos de la naturaleza, sino que lanzaba su personalidad dentro de sus elementos y cabalgaba sobre ellos, por así decirlo. Como lo mencioné, el amor incita el deseo de conocer, de explorar, y de comunicarse con el amado; así empezó el lenguaje, a medida que el hombre trató de expresar su amor por el mundo natural.
Inicialmente el lenguaje no tenía nada que ver con las palabras, y de hecho el lenguaje verbal surgió solamente cuando el hombre había perdido una parte de su amor y olvidado algo de su identificación con la naturaleza, de tal manera que ya no comprendió su voz como siendo suya también. En esos primeros días el hombre poseía una arena gigantesca para la expresión de sus emociones. No se enfurecía simbólicamente con las tormentas, por ejemplo, sino que muy conscientemente se identificaba con ellas hasta tal grado que él y su tribu se fundían con el viento y el relámpago, y se convertían en parte de las fuerzas de las tormentas. Ellos sentían, al igual que sabían, que las tormentas refrescarían la tierra, cualquiera que fuese su furia.
Por esa identificación con la naturaleza, la experiencia de la muerte, tal como la comprendes, en manera alguna era considerada el final. La movilidad de la conciencia era un hecho de la experiencia. No se consideraba que el ser estuviera adherido dentro de la piel. El cuerpo era considerado más o menos como un hogar o cueva amistosa, dándole refugio amablemente al ser, pero no encerrándolo.
El lenguaje del amor inicialmente no involucraba imágenes tampoco. Las imágenes en la mente, como ellas se entienden, surgieron en su forma actual solo cuando el hombre había perdido parte de su amor e identificación, había olvidado como identificarse con una imagen desde su interior, y de esta manera empezó a verla desde el exterior.
Me gustaría enfatizar la dificultad para explicar ese lenguaje verbalmente. En cierto modo, el lenguaje del amor siguió raíces moleculares – una especie de alfabeto biológico, aunque “alfabeto” es un término demasiado limitante.
Cada elemento natural tenía su propio sistema clave que se entrelazaba con otros, formando canales a través de los cuales la conciencia podía fluir desde un tipo de vía hacia otro. El hombre se entendió a sí mismo como siendo una entidad separada, pero una que estaba conectada con todo lo de la naturaleza. Los alcances emocionales de su vida subjetiva, saltaron mucho más allá de lo que concibes como experiencia privada. Cada persona, participando plenamente en una tormenta, por ejemplo, aun participaba a su propia manera individual. Sin embargo, la grandeza de las emociones era permitida a pleno dominio, y las estaciones de la tierra y del mundo eran sentidas conjuntamente.
El lenguaje o el método de comunicación pueden describirse mejor quizá como cognición directa. La cognición directa depende del tipo de identificación del amante, cuando lo que se conoce se conoce. En esa etapa, ni las palabras, ni aun las imágenes, se necesitaban. El viento en el exterior y la respiración se sentían ser la misma cosa, así que el viento era la tierra expirando el aliento de las bocas de los vivientes, esparciéndose a través del cuerpo de la tierra. Parte del hombre salía con la respiración – por lo tanto, la conciencia del hombre podía ir a donde quiera que el viento viajara. La conciencia de un hombre, viajando con el viento, se convirtió en parte de todos los lugares.
La identidad de una persona era privada, en el sentido de que el hombre siempre sabía quien era. Estaba tan seguro de su identidad, que no sentía la necesidad de protegerla, de tal manera que podía expandir su conciencia de una manera ahora bastante extraña para ti.
Tomemos la siguiente frase: “Observo el árbol.” Si ese lenguaje original tuviera palabras, lo equivalente seria: “Como árbol, me observo a mí mismo.”
O: “Asumiendo mi naturaleza de árbol, descanso en mi sombra.” O incluso: “Desde mi naturaleza de hombre, descanso a la sombra de mi naturaleza de árbol.” Un hombre permanecía en la playa, no tanto mirando el agua, sino que sumergía su conciencia dentro de ella. La curiosidad inicial del hombre no involucraba observar, sentir, o tocar la naturaleza del objeto, tanto como involucraba una alegre exploración psíquica, en la que zambullía su conciencia, más bien que sus pies dentro de la corriente – aunque hacia las dos cosas.
Si ese lenguaje del que hablaba hubiera sido verbal, el hombre nunca habría dicho: “El agua fluye a través del valle.” En cambio, la frase se habría leído algo como esto: “Corriendo por encima de las rocas, mi ser del agua fluye conjuntamente con otros en una unión resbaladiza.” Esa traducción no es tampoco la mejor. El hombre no designaba su propia conciencia como el único tipo de conciencia. Agradecía graciosamente al árbol que le daba sombra, por ejemplo, y comprendía que el árbol retenía su propia identidad, aun cuando le permitía a su conciencia juntarse con él.
En tus términos, la utilización del lenguaje empezó a medida que el hombre perdió su tipo de identificación. Debo hacer énfasis en que la identificación no era una simbólica, sino una práctica y diaria expresión. La naturaleza hablaba por el hombre, y el hombre por la naturaleza.

miércoles, 23 de junio de 2010

El Lenguaje del Amor. Las Imágenes y El Nacimiento de las Palabras 1

Es casi un lugar común decir que aquellos que están enamorados pueden conversar sin palabras. Dramas e historias de todos los tipos se han escrito acerca del tipo de comunicación interior que parece tener lugar entre la madre y sus hijos, la hermana y el hermano, el amante y el amado.
El amor mismo parece acelerar los sentidos físicos, de tal manera que aun los gestos más minúsculos logran un significado y un sentido adicional. Se han formado mitos y cuentos en los que aquellos que se aman se comunican, aunque uno esté muerto mientras el otro vive. La experiencia del amor también profundiza la alegría del momento, incluso mientras parece enfatizar la brevedad de la mortalidad. Aunque la expresión del amor ilumina brillantemente su instante, al mismo tiempo esa brillantez momentánea contiene dentro de ella una intensidad que desafía el tiempo, y es de alguna manera eterna.
En tu mundo te identificas como tú mismo solamente, y sin embargo el amor puede expandir esa identificación a tal punto que la conciencia íntima de otro individuo con frecuencia es una parte significativa de tu propia conciencia. Miras al mundo, no solamente a través de tus ojos, sino también, hasta cierto punto al menos, a través de los ojos de otro. Es cierto decir entonces que una parte tuya camina figurativamente con esta otra persona a medida que se separa de ti en el espacio.
Todo esto también aplica a los animales en diversos grados. Aun en los grupos de animales, los individuos no solamente están preocupados con la supervivencia personal, sino con la supervivencia de los miembros de “la familia.” Cada individuo en el grupo animal está enterado de la situación de los otros. La expresión del amor no está limitada a tu propia especie, por lo tanto, ni lo está la ternura, la lealtad, o la preocupación. El amor de hecho tiene su propio lenguaje – uno básicamente no verbal, con profundas connotaciones biológicas. Es el lenguaje básico inicial, del cual todos los otros surgen, ya que todos los propósitos de los lenguajes surgen de aquellas cualidades naturales de la expresión del amor - el deseo de comunicarse, crear, explorar, y unirse con el amado.
Hablando históricamente en tus términos, el hombre primero se identificó con la naturaleza, y la amó, porque la vio como una extensión de él mismo, aun cuando él mismo se sentía parte de su expresión. Al explorarla, él también se exploraba a sí mismo. No se identificó a sí mismo como solo él, sino que por su amor él se identificó también con todas aquellas partes de la naturaleza con las que se puso en contacto. Este amor se arraigó biológicamente en él, y es aun ahora biológicamente pertinente.
Físicamente y psíquicamente la especie está conectada con toda la naturaleza. El hombre no vivía con miedo, como se supone ahora, ni vivía en algún cielo natural idealizado. Vivía en una cúspide de experiencia psíquica y biológica, y disfrutaba de una sensación de excitación creativa que, en esos términos, existía solamente cuando la especie era nueva.
Esto es difícil de explicar, ya que estos mismos conceptos existen más allá de la verbalizacion. Algunas aparentes contradicciones ocurren obligadamente. En comparación con esos tiempos, sin embargo, los niños ahora nacen antiguos, ya que aun biológicamente llevan dentro de ellos mismos los recuerdos de sus ancestros. En esas épocas prístinas, sin embargo, la especie misma surgió, en esos términos, nuevamente de la matriz de la atemporalidad dentro del tiempo.
En términos más profundos, su existencia todavía continúa, con ramas en todas las direcciones. El mundo que conoces es un desarrollo en el tiempo, el que tú reconoces. La especie actualmente tomó muchos otros caminos desconocidos para ti, no registrados en la historia. Creatividad fresca surge todavía en ese “punto.” En el computo que aceptas, la especie en su infancia obviamente experimentó la individualidad en términos diferentes a los tuyos. Por lo que esta experiencia es tan extraña a tus conceptos actuales, y por lo que era anterior al lenguaje, tal como lo comprendes, es sumamente difícil de describir.
Generalmente, experimentas el ser como aislado de la naturaleza, y encerrado primordialmente dentro de tu piel. El hombre primitivo no se sentía como una concha vacía, y sin embargo la individualidad existía para él, tanto afuera del cuerpo como dentro de él. Había una interacción constante. Es fácil decir que tales personas podían identificarse, digamos, con los árboles, pero es una cosa totalmente diferente tratar de explicar lo que seria para una madre volverse parte del árbol bajo el cual sus hijos jugaban, que ella podía vigilarlos desde el punto de vista del árbol, aunque ella misma estaba bastante lejos.
La conciencia es mucho más móvil de lo que te das cuenta. Operacionalmente, has concentrado la tuya dentro del cuerpo. No puedes experimentar un comportamiento subjetivo “desde afuera,” así que esta movilidad natural de la conciencia, la que, por ejemplo, los animales han retenido, es invisible psicológicamente para ti.
Te gusta pensar en términos de unidades y definiciones, así que cuando consideras tu propia conciencia la concibes como “una cosa,” o como una unidad – como algo invisible que podría sostenerse quizás en unas manos invisibles. En cambio, la conciencia es una cualidad particular del ser. Cada porción de “ella” contiene la totalidad, así que, teóricamente, en lo que a ti respecta, puedes dejar tu cuerpo y estar en él simultáneamente. Raramente estás enterado de tales experiencias, porque no crees que ellas sean posibles, y parece que aun la conciencia, particularmente cuando está individualizada, debe estar en un solo lugar y no en otro.
Ciertamente estoy poniendo esto en el más simple de los términos, pero una ave puede tener un nido, y aunque lo deja frecuentemente, nunca se confunde con el lugar del nido. En una manera de decirlo, es lo que has hecho, aunque el cuerpo es más animado que el nido.
En aquellos tiempos primitivos la conciencia era mucho más móvil. La identidad era más democrática. En una manera extraña, esto no quiere decir que la individualidad fuera más débil. En cambio, era lo suficientemente fuerte para aceptar dentro de sus límites muchos tipos de experiencia divergentes. Una persona, observando el mundo de los árboles, el agua y las rocas, la vida silvestre y la vegetación, sentía literalmente que estaba observando las más grandes áreas subjetivas de la individualidad personal materializadas.
Explorar el mundo exterior era explorar el interior. Esa persona, sin embargo, caminando a través del bosque, también sentía que era parte de la vida interior de cada roca o árbol, materializada. Sin embargo, no había contradicción de identidades.
Un hombre podía mezclar su propia conciencia con una corriente de agua, viajando así por millas explorando la distribución de la tierra. Para hacer esto, se convertía en parte del agua, en un tipo de identificación que difícilmente comprendes – pero así mismo lo hacia el agua, volviéndose parte del hombre.
Puedes imaginar los átomos y las moléculas formando objetos con poca dificultad. De la misma manera, sin embargo, partes de la conciencia identificada pueden también mezclarse y fundirse, formando alianzas.

domingo, 20 de junio de 2010

La Psique, El Amor, La Expresión Sexual, y La Creatividad 7

Estás obsesionado con el comportamiento sexual cuando lo proclamas malo, desagradable o degradante, cuando lo escondes, y cuando pretendes que es primordialmente “animal”. También estás obsesionado con el comportamiento sexual cuando proclamas sus méritos en forma exagerada desde el mercado. Estás obsesionado con el comportamiento sexual cuando pones estrictas, irreales prohibiciones sobre su expresión, y también cuando estableces estándares igual de irreales de rendimiento activo, los que la persona normal se espera que cumpla.
La libertad sexual entonces no involucra una promiscuidad forzada en la que a la gente joven, por ejemplo, se le hace sentir innatural si sus encuentros con el otro sexo no conducen a la cama.
Empiezas a programar la actividad sexual cuando la divorcias del amor y la devoción. Entonces es muy fácil para la iglesia o el estado reclamar y atraer tu lealtad y amor descentrado, dejándote con la expresión de una sexualidad despojada de sus significados más profundos.
No estoy diciendo aquí que cualquier desempeño sexual determinado es “equivocado,” o sin sentido, o degradante, si no está acompañado por los sentimientos de amor y devoción. Por un periodo de tiempo, sin embargo, la expresión del sexo seguirá las inclinaciones del corazón. Estas inclinaciones colorearan tu expresión sexual. Hasta cierto grado, es “innatural” tener deseo sexual por alguien que no te gusta, o alguien que desprecias. Las ideas sexuales de dominación y sumisión no son parte de la vida natural de tu especie, o la de los animales. Nuevamente, interpretas el comportamiento animal de acuerdo con tus propias creencias.
La dominación y la sumisión han sido utilizadas con frecuencia en la literatura religiosa, en periodos cuando el amor y la devoción estaban apartados de la sexualidad. Ellas se unificaron solamente a través de visiones o experiencias religiosas, ya que solo el amor de Dios era visto como lo “suficientemente bueno” para justificar una sexualidad que de otra manera se sentía ser animalista. En cambio, las palabras “dominación” y “sumisión” tienen que ver con áreas de la conciencia y su desarrollo. Por las interpretaciones mencionadas antes en este libro, adoptaste una línea prominente de conciencia que hasta cierto punto estaba inclinada hacia una naturaleza dominante. Esto lo considerabas en esencia masculino. El principio femenino se conectó con la tierra y con todos aquellos elementos de su vida sobre los cuales la especie esperaba adquirir poder.
Dios, por consiguiente, se volvió masculino. El amor y la devoción, que podrían de otra manera estar conectados con las facetas de la naturaleza y el principio femenino, tuvieron que ser “arrebatados” a cualquier atracción natural a la sexualidad. En esa forma, la religión, haciendo eco de tu estado de conciencia, estuvo en capacidad de aprovechar los poderes del amor y utilizarlos con propósitos de dominación. Ellos se orientaron al estado. El amor y la devoción de un hombre era una ganancia política. El fervor era tan importante como un tesoro del gobierno, ya que el estado podía contar con la devoción de sus tenientes, de la misma manera que muchos fanáticos trabajarán sin el dinero como causa.
Algunas personas son solitarias naturalmente. Quieren vivir vidas solitarias, y están contentas. La mayoría, sin embargo, tienen la necesidad de relaciones cercanas y duraderas. Éstas proporcionan estructuras psíquicas y sociales para el crecimiento personal, la comprensión y el desarrollo. Es un asunto bastante fácil gritar al cielo: “Amo mis compañeros”, cuando, por otra parte, no formas relaciones fuertes y duraderas con otros. Es fácil reclamar un amor igual para todos los miembros de la especie, pero el amor mismo requiere una comprensión que a tu nivel de actividad está basado en una experiencia íntima. No puedes amar a alguien que no conoces – a menos que diluyas tanto la definición de amor que se vuelva sin sentido.
Para amar a alguien, debes apreciar como esa persona difiere de ti mismo y de otros. Debes mantener esa persona en la mente, así que, hasta cierto punto, el amor es un tipo de meditación – un enfoque amoroso sobre otro individuo. Una vez que experimentas ese tipo de amor, puedes traducirlo a otros términos. El amor mismo se esparce, se expande, así que entonces puedes ver a otros a la luz del amor.
El amor es naturalmente creativo y exploratorio – esto es, quieres explorar creativamente los aspectos de la persona amada. Aun las características que de otra manera parecerían como fallas, logran cierta significación amorosa. Ellas son aceptadas – son vistas, y sin embargo no hacen ninguna diferencia. Por lo que éstas todavía son atributos de la persona amada, incluso las fallas aparentes son redimidas. La persona amada adquiere prominencia sobre todas las otras.
El lapso del amor de dios quizás pueda mantenerse igual dentro de su visión de las existencias de todos los individuos en un momento, en una infinita mirada amorosa que observa cada persona, viendo a cada una con todas sus características y tendencias peculiares. Esa mirada de dios se deleitaría en la diferencia de cada persona con cada una de las otras. Este no sería un amor general, un potaje espeso de una mirada en la que la individualidad se derrite, sino un amor basado en la comprensión total de cada individuo. La emoción del amor te trae más cerca a una comprensión de la naturaleza de Todo Lo Que Existe. El amor incita dedicación, compromiso. El amor especifica. No puedes, por consiguiente, insistir honestamente en que amas a la humanidad y a la gente por igual, si no amas a otra persona. Si no te amas a ti mismo, es bastante difícil amar a otra persona.
Nuevamente, todo amor no esta orientado sexualmente. Sin embargo, el amor busca naturalmente la expresión, y una de esas expresiones es a través de las actividades sexuales.
Cuando el amor y la sexualidad son divididos artificialmente, sin embargo, o son considerados como antagonistas de cada uno, surge todo tipo de problemas. Las relaciones permanentes se vuelven las más difíciles de lograr bajo tales condiciones, y a menudo el amor encuentra poca expresión, mientras uno de sus canales más naturales está cerrado. Muchos niños les dan su más grande expresión de amor a sus juguetes, a sus muñecas, o a sus compañeros de juego imaginarios, porque muchos patrones estereotipados ya han limitado otras expresiones. Sus sentimientos hacia los padres se vuelven ambiguos como resultado de los procedimientos de identificación impuestos sobre ellos. El amor, la sexualidad, y el juego, la curiosidad y las características exploratorias, se unen en el niño de una manera natural. Sin embargo, pronto aprende que esas áreas de exploración son limitadas, aun en lo que concierne a su propio cuerpo. El niño no está en libertad de contemplar sus partes propias. El cuerpo está prohibido tempranamente.
Las ideas del amor se vuelven sumamente distorsionadas, y también su expresión. No peleas guerras por el bien de la hermandad del hombre, por ejemplo. Las personas que están familiarizadas con versiones no distorsionadas del amor en sus relaciones encontrarían imposible ese concepto. Los hombres educados para avergonzarse de los aspectos “femeninos” de sus naturalezas no puede esperarse que amen a las mujeres. Ellos en cambio verán en las mujeres los aspectos despreciados, temidos, y aun cargados de su propia realidad, y procederán en consecuencia en sus relaciones.
Las mujeres educadas para temer los aspectos “masculinos” de su naturaleza, no puede esperarse que amen a los hombres tampoco, y da como resultado el mismo tipo de comportamiento.
La así llamada guerra de los sexos se origina en las divisiones artificiales que has puesto acerca de la naturaleza del ser. La realidad de la psique está más allá de esos malentendidos. Su lenguaje nativo usualmente se te escapa. Está conectado cercanamente con lo que puede llamarse libremente el lenguaje del amor.

jueves, 17 de junio de 2010

La Psique, El Amor, La Expresión Sexual, y La Creatividad 6

El cisma sexual comienza cuando al niño hombre se le enseña a identificarse exclusivamente con la imagen del padre, y a la niña mujer con la imagen de la madre – por lo que aquí tienes incorporada insidiosamente una culpa en el proceso de crecimiento.
Los niños de uno u otro sexo se identifican muy naturalmente con ambos padres, y cualquier método impuesto de dirigir exclusivamente el niño a esa única identificación es limitante. Bajo tales condiciones, inmediatamente empiezan a surgir sentimientos de culpa cuando tal niño siente afiliaciones naturales hacia el otro padre.
Entre más fuertes sean esas inclinaciones naturales, mas inclinado esta el niño a ignorarlas en tu sociedad, ya que ciertas características se consideran masculinas o femeninas exclusivamente. El niño también es coaccionado a ignorar o negar esas partes de su personalidad que corresponden con el sexo, con el que se le ha enseñado que no se puede identificar.
Este apretamiento de la personalidad dentro de un molde sexual comienza tempranamente. Se genera una culpa continuada porque el niño sabe, infaliblemente, que su propia realidad trasciende esa simple orientación.
Entre más capaz sea el niño de forzar esta identificación artificial, más grandes serán sus sentimientos de rebelión interior. La carencia de una imagen “apropiada” del padre o de la madre ha “salvado” más niños que los que ha lastimado. La psique, con sus grandes dones, siempre se siente frustrada e intenta tomar medidas en contra. Tus escuelas continúan adicionalmente el proceso, sin embargo, de tal manera que las áreas de curiosidad y aprendizaje llegan a separarse para hombres y mujeres. El “ella” dentro del hombre, representa de hecho partes de su personalidad que están inexpresadas - no por alguna predominancia natural o por características mentales o emocionales que están por encima de otras, sino por especializaciones artificiales. Lo mismo aplica para el “hombre” dentro de la mujer. Has aceptado esta versión de la personalidad, de acuerdo con tus ideas acerca de la naturaleza de la conciencia. Esas ideas están cambiando y, a medida que lo hacen, la especie debe aceptar su verdadera personalidad. A medida que esto sucede, tu comprensión te permitirá vislumbrar la naturaleza de la realidad de los dioses que has reconocido a través de las eras. Ya no necesitarás vestirlos con disfraces sexuales.
Tus conceptos religiosos cambiarán considerablemente, y las imágenes asociadas con ellos. La religión y el gobierno han tenido una alianza no fácil. Los hombres los regían, ( todavía lo hacen), y sin embargo esas principales organizaciones religiosas al menos reconocían su base intuitiva. Ellas trataban constantemente de manipular la subestructura de la religión, de la misma manera masculina aceptable que los lideres gubernamentales siempre usan para inhibir y utilizar las emociones.
La herejía era considerada femenina y subversiva porque ella podía amenazar con destruir la estructura establecida acerca de la expresión aceptable del fervor religioso. Los elementos femeninos de la Iglesia eran siempre considerados sospechosos, y en los primeros tiempos del Cristianismo existía cierta preocupación de que la virgen se convirtiera en una diosa. Hubo ramas del Cristianismo que no sobrevivieron, en las que este fue el caso. Los desarrollos paralelos en la religión y el gobierno siempre hicieron eco del estado de conciencia y sus propósitos. Las prácticas “Paganas”, dando una libertad de acción mucho mayor para la identificación y expresión sexuales, continuaron hasta bien entrado el siglo 16, y las llamadas heréticas enseñanzas ocultas clandestinas trataron de alentar el desarrollo de la intuición personal.
Cualquier desarrollo psíquico verdadero de la personalidad, sin embargo, está obligado a llevar a una comprensión de la naturaleza de la psique que es demasiado grande para cualquier confusión de la identidad básica con la sexualidad. El concepto mismo de la reencarnación muestra claramente el cambio de orientación sexual, y la existencia de un ser aparte de su orientación sexual, aun mientras también se expresa a través de una determinada postura sexual. En un buen grado, las creencias sexuales son responsables por el bloqueo del conocimiento reencarnacional. Esa “memoria” necesariamente te familiarizaría con las experiencias más difíciles de correlacionar con tus roles sexuales corrientes. Aquellas existencias en otro sexo están presentes inconscientemente para la psique. Ellas son una parte de tu personalidad. Al identificarte tan específicamente con tu sexo, por lo tanto, también inhibes los recuerdos que podrían limitar o destruir esa identificación.
La Iglesia no restringió tanto la sexualidad de sus sacerdotes o la expresión de la sexualidad en los siglos anteriores, como trato de divorciar la expresión del amor y la devoción de la sexualidad.
Un alto porcentaje de sacerdotes de la Edad Media, por ejemplo, tenía hijos ilegítimos. Estos eran considerados productos de la carne débil y lujuriosa – bastante malo, pero considerando el estado de la caída del hombre, eran lapsos comprensibles. Tales situaciones eran pasadas por alto, si no condonadas, hasta tanto el amor y la devoción del sacerdote todavía pertenecieran a la Iglesia y no fueran “malgastados” en la madre de tales retoños.
Las monjas eran mantenidas en posiciones subordinadas. Sin embargo, los monasterios también servían como refugios para muchas mujeres, quienes se las arreglaban para educarse ellas mismas, incluso bajo esas condiciones.
Un buen número de monjas estaba llevando por supuesto la semilla de esos sacerdotes, y dando a luz hijos que algunas veces actuaban como sirvientes en los monasterios. Como también en los conventos. Hubo muchas rebeliones por parte de las monjas en varios conventos, sin embargo, ya que estas mujeres se encontraron a sí mismas operando más bien eficientemente, aunque en alrededores segregados. Ellas empezaron a cuestionar la totalidad de la estructura de la Iglesia y sus posiciones dentro de ella. Algunas se marcharon en grupos, particularmente en Francia y España, formando sus propias comunidades.
La Iglesia, sin embargo, nunca encontró un método apropiado para tratar con sus mujeres, o con los elementos intuitivos de sus propias creencias. Su temor al surgimiento de una diosa era renovado cada vez que se presentaba otra aparición de la virgen en una u otra esquina del mundo.
Hubo también algunas mujeres que se hicieron pasar como monjes, llevando vidas de naturaleza solitaria y llevándolas por años. Ninguna llevaba sus nombres femeninos, ya que usaban nombres masculinos. No sobra decir que florecían las relaciones sexuales lesbianas y homosexuales en tales alrededores. La Iglesia cerraba sus ojos hasta tanto las relaciones fueran de naturaleza sexual. Solamente cuando el amor y la devoción eran desviados de la Iglesia era que había preocupación real. El intelecto y las emociones se dividieron más aun entonces. Esto dio como resultado un énfasis exagerado en el dogma - normas y ritualizacion que tenían que ser coloridas y ricas, porque seria la única salida permitida en la que la creatividad podía ser manejada. La Iglesia creía que la experiencia sexual pertenecía a los así llamados instintos bajos o animales, y así lo hizo con el amor humano usual. Por otra parte, el amor y la devoción espiritual no podía ser enturbiado por la expresión sexual, y de esta manera cualquier fuerte relación normal se convirtio en una amenaza a la expresión de la piedad.

lunes, 14 de junio de 2010

La Psique, El Amor, La Expresión Sexual, y La Creatividad 5

Has puesto etiquetas sexuales sobre el intelecto y las emociones, de tal manera que aparecen como opuestos para ti.
Has tratado de dividir las características mentales y emocionales entre los dos sexos, obligando a un comportamiento estereotipado. Nuevamente, el hombre que estaba dotado intuitiva o artísticamente en ciertas formas, a menudo se consideraba a sí mismo homosexual, bien sea que lo fuera o no, porque sus características emocionales y mentales parecían ajustarse más bien al sexo femenino que al masculino.
La mujer que tenía intereses más allá de aquellos aceptables como femeninos, con frecuencia estaba en la misma posición. Por lo que el intelecto y las emociones eran considerados tan separadamente, sin embargo, los intentos de expresar habilidades intuitivas con frecuencia daban como resultado y con frecuencia resultaban en un comportamiento “irracional.”
En ciertos círculos ahora se acostumbra negar las capacidades intelectuales en favor de la sensación y el sentimiento, o en favor de las acciones intuitivas. Las preocupaciones intelectuales se vuelven sospechosas y el recurso a la razón es considerado un defecto. En cambio, por supuesto, el comportamiento intelectual y el intuitivo serian mezclados hermosamente. De la misma manera, has intentado forzar la expresión del amor hacia una pura o exclusiva orientación sexual. Una afectuosa caricia o beso entre miembros del mismo sexo generalmente se considera inapropiado. Los tabúes incluyen la mayoría de los aspectos de la sensación de tocar, en conexión con el cuerpo humano.
Tocar es considerado tan básicamente sexual que el más inocuo toque de cualquier parte del cuerpo por otra persona es considerado potencialmente peligroso. Por una parte, eres demasiado específico en tu utilización del término “sexualidad”; sin embargo, por otra parte, y en ese contexto, sientes que cualquier tipo de afecto debe conducir naturalmente a la expresión sexual, si se le da vía. Tus creencias hacen que esto eventualmente parezca como un hecho de la experiencia.
Esto también te obliga a vigilar tu vida emocional muy de cerca. Como resultado, cualquier demostración de amor es inhibida hasta cierto grado, a menos que ella pueda legítimamente encontrar expresión sexualmente. En muchos casos el amor mismo parece equivocado porque debe implicar a veces expresión sexual, cuando tal expresión no es posible, o incluso no es deseada. Algunas personas tienen una gran capacidad para el amor, la devoción y la lealtad, las que naturalmente buscarían expresión en muchas formas diversas - a través de una fuerte y duradera amistad, de la devoción a causas en las que ellas creen, o a través de vocaciones con las que ayudan a otras. Ellas pueden no estar particularmente orientadas sexualmente. Esto no quiere decir que están inhibiendo su sexualidad. Es patético y ridículo para ellas creer que deben tener relaciones frecuentemente en su juventud, o establecer estándares de normalidad contra los cuales deben medir su experiencia sexual.
De hecho, la sociedad Occidental ha intentado forzar toda expresión de amor y devoción hacia la actividad sexual, o de lo contrario prohibirla totalmente. El desempeño sexual es considerado la única vía segura de utilizar el gran potencial de las emociones humanas. Cuando te parece que la sociedad se está volviendo licenciosa, en muchas formas ella es muy restringida e inhibida.
Quiere decir que todas las opciones, excepto la libertad sexual, han sido negadas. La gran fuerza del amor y la devoción es sacada de las áreas personales de la creatividad individual por medio de trabajo útil. Está siendo retirada de la expresión por el gobierno o por la ley. Le está siendo negada la expresión a través de relaciones personales significativas, y está siendo obligada a una expresión reducida, a través de una sexualidad que en efecto se volverá sin sentido.
Se ha dicho, por algunas mujeres que están trabajando hacia la “igualdad de derechos”, que la especie solo ha utilizado la mitad de su potencial suprimiendo las habilidades de las mujeres. En términos más amplios, sin embargo, cada individuo sufre cuando la identidad se define primordialmente como un asunto de orientación sexual.
Hablando generalmente, habrá una especifica orientación sexual general de naturaleza biológica, pero las características mentales y emocionales humanas no son simplemente impuestas de acuerdo con el sexo. Tal identificación corta el individuo a la mitad, de tal manera que cada persona utiliza apenas la mitad de su potencial. Esto causa un cisma en todas tus actividades culturales.
Por otra parte, a muchos de ustedes se les ha enseñado que la expresión sexual es equivocada, mala, degradante. También se les ha dicho que si no expresan su sexualidad, están desplegando una represión innatural, y además lleva a pensar que deben por encima de todo obligarse a sí mismos a disfrutar esta naturaleza sexual ambigua. La vieja idea de que las mujeres buenas no disfrutan el sexo, difícilmente ha desaparecido. Sin embargo, a las mujeres se les enseña que la expresión natural del amor y las caricias juguetonas son inapropiadas, a menos que se dé la continuación hacia un clima sexual. A los hombres se les ha enseñado a medir su valor de acuerdo con la fortaleza de su impulso sexual y sus conquistas. Se les ha enseñado a inhibir su expresión del amor como debilidad, y sin embargo a ejercer la sexualidad tan a menudo como sea posible. En tal clima sexual, no es de extrañar que llegues a estar confundido.

viernes, 11 de junio de 2010

La Psique, El Amor, La Expresión Sexual, y La Creatividad 4

Einstein fue una de tales personas en las ciencias. Mientras estaba contaminado hasta cierto punto por las creencias sexuales convencionales, todavía sentía su propia personalidad de tal manera que alegremente aprovechó las características consideradas femeninas. Cuando joven particularmente, se rebeló contra el aprendizaje y la orientación masculinas. Esta rebelión fue psicológica – esto es, mantuvo una orientación masculina aceptable en términos de actividad sexual, pero no restringiría su mente y su alma con tal disparate. El mundo sintió el resultado de sus grandes habilidades intuitivas, y de su devoción.
Por la situación mundial, y por la orientación general masculina de la ciencia, los resultados de su trabajo fueron puestos, en gran medida, al servicio de la manipulación y el control.
Generalmente, la razón y el intelecto son considerados cualidades masculinas, y estructuras para la civilización, la ciencia, y para un mundo organizado. Las intuiciones y los impulsos son considerados erráticos, no dignos de confianza, femeninos, y para ser controlados. El mundo existe por el orden espontáneo. La civilización se inició por el impulso de las personas a estar juntas. Ella creció espontáneamente y llegó al orden. Solo ves el exterior de muchos procesos, porque tu punto de vista objetivizado no te permite la identificación que te mostraría más. Te parece entonces que todos los sistemas alguna vez se rompen – volviéndose menos ordenados o cayendo en el caos.
Aplicas esta creencia a los sistemas físicos y a los psicológicos. En términos de sexo, insistes en un cuadro que te muestra un crecimiento hacia la identidad sexual, un enfoque claro, y enseguida en la vejez una caída de la clara identificación sexual hacia el “desorden sexual.” No se te ocurre que el enfoque o la premisa original, la identificación de identidad con la naturaleza sexual, es “innatural.” Eres tú, entonces, quien forma la totalidad de la estructura desde la cual se hace tu juicio. En muchos casos la persona es más autentica con su propia identidad en la niñez o en la vejez, cuando le es permitida una mayor libertad individual, y cuando los papeles sexuales son más flexibles.
Cualquier exploración profunda del ser te llevará hacia áreas que confundirán las creencias convencionales acerca de la sexualidad. Descubrirás una identidad, una identidad psicológica y psíquica, que es, en tus términos, masculina o femenina, una en la cual aquellas habilidades de cada sexo son magnificadas, liberadas y expresadas. Ellas no pueden ser liberadas así en la vida normal, pero encontrarás las más grandes dimensiones de tu propia realidad y, al menos en el estado del sueño, captarás un vistazo del ser que trasciende la orientación de un solo sexo.
Tal encuentro con la psique con frecuencia es logrado por los grandes artistas o escritores, o por los místicos. Este tipo de realización es necesario, si estás para alguna vez trascender la estructura de aparentes opuestos en los cuales tu mundo está involucrado.
La orientación sexual demasiado específica refleja entonces una división básica en la conciencia. No solo separa al hombre de sus propias intuiciones y emociones, hasta cierto grado, o a una mujer de su propio intelecto, sino que proporciona efectivamente una civilización en la que la mente y el corazón, el hecho y la revelación, aparecen completamente divorciados. Hasta cierto grado, cada persona está en guerra con la psique, ya que todas las características humanas de un individuo deben ser negadas, a menos que ellas se ajusten a aquellas consideradas normales para la identidad sexual.
En uno u otro grado en la vida ordinaria, terminas con caricaturas sexuales en la existencia práctica.
No comprendes lo que es la verdadera feminidad o la verdadera masculinidad. Estás en cambio obligado a concentrarte en un tipo superficial de diversidad. Como resultado, la reflexión del cisma sexual contamina todas tus actividades, pero sobre todo limita tu propia realidad psicológica.
Puesto que valoras el desempeño sexual en el más limitado de los términos, y utilizas eso, en gran medida, como un enfoque de identidad, tanto los viejos como los jóvenes sufren las consecuencias, que no son tanto el resultado de la edad, como lo son del prejuicio sexual. Es interesante notar que tanto el viejo como el joven también se encuentran, ellos mismos, por fuera de tus estructuras organizacionales. Los jóvenes son más ruedalibre en sus pensamientos antes de aceptar papeles sexuales, y los viejos son más ruedalibre en los suyos, porque han descartado sus papeles sexuales. No dije que los viejos y los jóvenes no tenían una expresión sexual – sino que ambos grupos no identifican sus identidades con sus papeles sexuales. Hay excepciones por supuesto. Si al hombre o a la mujer se le enseña que la identidad es un asunto de desempeño sexual, sin embargo, y que ese desempeño puede cesar a cierta edad, entonces la sensación de identidad puede también empezar a desintegrarse. Si los niños sienten que la identidad depende de tal desempeño, entonces empezarán a desempeñarse tan rápido como sea posible. Ellos exprimirán sus identidades dentro de ropajes sexuales y la sociedad sufrirá por el gran impulso creativo del intelecto creciente, y las intuiciones estarán divididas en la pubertad, precisamente cuando son más necesarias.
Idealmente, el hombre o la mujer adultos se regocijarían con la expresión sexual y encontrarían una orientación general, pero también disfrutarían con una identidad psicológica y psíquica mayor que experimentara y expresara todas las grandes capacidades humanas de la mente y el corazón, las que se esparcirían sobre las divisiones artificiales.

martes, 8 de junio de 2010

La Psique, El Amor, La Expresión Sexual, y La Creatividad 3

En una manera de expresarlo, la humanidad trata con diferentes temas predominantes en diferentes tiempos. Puede haber unos entrelazamientos menores, pero la naturaleza de la personalidad, la religión, la política, la familia, y las artes - todas estas, son consideradas a la luz del tema predominante.
En los términos históricos usuales, la humanidad ha estado experimentando con su propio tipo de conciencia única y, como lo he mencionado varias veces, esto necesitaba de una división arbitraria entre el sujeto y el perceptor – la naturaleza y el hombre – generando una situación en la que la especie llegó a considerarse a sí misma separada del resto de la existencia.
Lo que concibes como características orientadas al ego masculino son simplemente aquellos atributos humanos que la especie estimuló, trajo al primer plano, y enfatizó. Usándolas realmente como directrices, hasta ahora así has visualizado tu mundo y formado tus culturas. Hay algunas excepciones de notar, pero aquí estoy hablando históricamente del mundo Occidental con su herencia Romana y Griega.
Tus dioses se volvieron entonces masculinos; competitivos. Viste la especie enfrentada con la naturaleza, y al hombre enfrentado con el hombre. Consideras grandes las tragedias Griegas porque ellas hacen eco tan firmemente a tus propias creencias. El hombre es visto en oposición, de la manera más inmediata, con su propio padre. Las relaciones familiares se convierten en un espejo de esas creencias, las que enseguida se toman por supuesto como afirmaciones de un hecho relacionado con la condición humana. Tienes así un concepto masculino-femenino muy polarizado.
Aquellas características que consideras femeninas son entonces las que no predominaron, porque representaban la fuente de la naturaleza de la cual la especie buscó liberarse. Hasta cierto punto, este fue un verdadero y creativo drama sexual – de nuevo, de alta pretensión, ya que, a su propia manera, la conciencia de la especie estaba jugando una apuesta fuerte, y el drama tenia que ser creíble.
Estaba buscando una multiplicación de la conciencia, formando nuevos retoños de su propia fuente. Tenia que pretender aversión y repudiar esa fuente, de la misma manera como un adolescente puede momentáneamente apartarse de sus padres con el fin de estimular la independencia. Antes del así llamado florecimiento de las culturas Griega y Romana, la conciencia todavía no había hecho esa especialización. Había dioses y diosas en abundancia, y deidades en cuyas naturalezas surgieron las características masculinas y femeninas. Había deidades parte humanas y parte animal. La especie entonces todavía no había tomado el tema que ha sido predominante en la cultura Occidental.
Estos cambios ocurrieron primero en las historias del hombre sobre las deidades. A medida que la especie misma se divorció de la naturaleza, los dioses animales empezaron a desaparecer. El hombre primero cambió sus mitos, y enseguida alteró la realidad que los reflejaba.
Antes de eso hubo varios tipos de divisiones del trabajo, pero hubo gran libertad de acción en la expresión sexual. Los niños eran una parte necesaria de la familia, ya que la familia era una banda de personas que permanecían juntas, cooperando en la búsqueda de comida y abrigo.
Las relaciones homosexuales o lesbianas, tal como las denominas, existían bastante libremente, y simultáneamente. Éstas eran consideradas pertinentes, con o sin la expresión sexual, y servían como fuertes lazos de hermandad.
Cuando visualizas el mundo animal, también lo haces a través de tus creencias sexuales especializadas, que estudian el comportamiento del macho y la hembra, buscando patrones de agresividad, celos territoriales, pasividad, instintos maternales, o lo que sea. Estas especialidades de interés te ciegan a muchas dimensiones mayores del comportamiento animal. Hasta cierto grado, los así llamados instintos maternales pertenecen al macho y a la hembra por igual, en cualquier especie que pueda ser así designada. Los animales tienen relaciones cercanas, con o sin la expresión sexual, con miembros del mismo sexo. El amor y la devoción no son prerrogativas de un sexo o de una especie.
Como resultado, ves en la naturaleza solamente lo que quieres ver, y tú mismo te proporcionas un patrón o un modelo de naturaleza que esté de acuerdo con tus creencias.
El amor y la devoción son en gran medida vistos como características femeninas. Las sociedades y las organizaciones de la iglesia y del estado son vistas como masculinas. No es tanto que el hombre y la mujer sean considerados iguales como lo es el que los elementos masculinos y femeninos en cada persona deberían ser liberados y expresados. Inmediatamente, muchos pueden molestarse o alarmarse pensando por supuesto que quiero decir expresión sexual. Esa es una parte de tal expresión. Sin embargo, estoy hablando de liberar dentro de cada individuo las grandes características y habilidades humanas, a las que con frecuencia le son negadas la expresión porque le son asignadas al sexo opuesto.
En tu estructura actual, por la especialización masculina y femenina – por la orientación masculina, la implicación de que el ego es masculino mientras la psique es femenina – imponen sobre ustedes mismos grandes divisiones en las que operacionalmente el intelecto parece separado de las intuiciones, y establecen una situación en la que los opuestos parecen aplicar en donde no hay ninguno. Cuando piensa en un científico, la mayoría pensará en un hombre, un intelectual, un pensador “objetivo”, que se esfuerza mucho por no ser emocional, o en no identificarse con el sujeto que está siendo examinado o estudiado.
Parece ser una división entre la ciencia y la religión, ya que aun la religión organizada tiene una base intuitiva. El científico hombre con frecuencia se avergüenza de utilizar sus intuiciones, ya que no solamente parecen ser anticientíficas, sino también femeninas. Es lo que otros pensarán acerca de su masculinidad con lo que tal hombre está preocupado. Ser “ilógico” es un “crimen” científico - no tanto porque sea un atributo anticientífico, sino porque es considerado uno femenino. La ciencia ha seguido la orientación masculina y se ha convertido en su epítome. Hasta el presente, la ciencia ha tratado consistentemente de hacerlo sin las así llamadas cualidades femeninas. Ha divorciado el conocimiento de la emoción, la comprensión de la identificación, y ha enfatizado la sexualidad sobre la personalidad.
Hasta cierto punto, algunas personas en la ciencia se las han arreglado para mezclar las así llamadas características masculinas y femeninas. Cuando así lo hacen, desaparecen las aparentes oposiciones y contradicciones. Hasta cualquier grado, más que sus contemporáneos, ellas no permiten que los roles sexuales las cieguen psicológicamente. Por consiguiente, son más aptas para combinar la razón y la emoción, las intuiciones y el intelecto, y al hacerlo inventan teorías que reconcilian contradicciones previas. Ellas unifican, expanden y crean, más que diversificar.

sábado, 5 de junio de 2010

La Psique, El Amor, La Expresión Sexual, y La Creatividad 2

Para ponerlo tan simplemente como es posible, el amor es la fuerza desde la cual proviene el ser, y consideraremos esta declaración mucho más plenamente más delante en este libro. El amor busca la expresión y la creatividad. La expresión sexual es una manera en la que el amor busca la creatividad. Difícilmente es la única manera, sin embargo. El Amor encuentra expresión a través de las artes, la religión, el teatro, y de acciones útiles a otros. No se puede confinar a la expresión sexual solamente, ni se pueden dar normas en cuanto a qué tan a menudo los adultos normales deberían expresarse sexualmente.
Muchos hombres, etiquetados como homosexuales, por ellos mismos y por otros, quieren ser padres. Sus creencias y aquellas de tu sociedad los llevan a imaginar que ellos deben ser siempre heterosexuales u homosexuales. Muchos sienten un deseo hacia las mujeres, que también esta inhibido. Tu orientación masculina o femenina te limita en formas que no comprendes. Por ejemplo, en muchos casos el apacible padre “homosexual” tiene una mejor idea innata de la masculinidad que el hombre heterosexual que cree que los hombres deben ser crueles, insensitivos y competitivos. Estas son ambas imágenes estereotipadas, sin embargo.
El Amor puede expresarse muy legítimamente a través de las artes. Esto no quiere decir que tal persona se esté reprimiendo sexualmente en un caso dado, y que esté hurtando su energía para la producción creativa – aunque, por supuesto, éste puede ser el caso. Muchos artistas naturales en cualquier campo normalmente expresan el amor a través de tales esfuerzos creativos, en lugar de hacerlo a través de acciones sexuales.
Esto no quiere decir que tales personas nunca tengan encuentros sexuales que sean agradables, e incluso de naturaleza duradera. Quiere decir que el empuje de su amor es, en general, expresado a través de la producción de arte, por medio del cual busca una declaración que se exprese en términos distintos a los corporales.
Un gran artista en cualquier campo, o en cualquier momento, siente instintivamente una personalidad privada, que es mayor que la identidad sexual en particular. Mientras equipares la identidad con tu sexualidad, limitarás los potenciales del individuo y los de la especie. Cada persona encontrará más fácil finalmente operar como hombre o como mujer, como lesbiana u homosexual, pero cada persona es primordialmente bisexual. La bisexualidad implica paternidad, tanto como ella implica relaciones lesbianas u homosexuales. Nuevamente aquí, los encuentros sexuales son una parte natural de la expresión del amor, pero no son el límite de la expresión del amor.
Muchas relaciones no sexuales muy buenas son negadas por las connotaciones impuestas sobre el lesbianismo o la homosexualidad. Muchas relaciones homosexuales también les son negadas a las personas etiquetadas como no siendo heterosexuales, o por ellos mismos, o por la sociedad. Las personas así etiquetadas con frecuencias se sienten impulsadas por pura confusión a expresar su amor solamente a través de los actos sexuales. Ellas se sienten obligadas a imitar lo que conciben como un hombre o una mujer natural, y en ocasiones terminan en caricaturas ridículas. Estas caricaturas enfurecen a aquellos así imitados - porque ellas llevan tales indicios de verdad, y señalan tan ingeniosamente las exageraciones de la masculinidad o de la feminidad que muchos heterosexuales han adherido a sus propias naturalezas.
Ahora bien, en algunos periodos históricos era deseable, en términos prácticos, que un hombre tuviera muchas esposas, de tal manera que si moría en batalla su semilla podía ser plantada en muchos úteros – particularmente en tiempos cuando las enfermedades golpeaban a hombres y mujeres, con frecuencia por debajo de la adultez joven.
Cuando las condiciones físicas eran adversas, tales tradiciones sociales surgían con frecuencia. En tiempos de superoblación, las así llamadas tendencias homosexuales y lesbianas salían a la superficie – pero también hay la tendencia a expresar el amor en modalidades no físicas, y al surgimiento de grandes cuestiones y desafíos dentro de los cuales hombres y mujeres podían proyectar sus energías. Hay porciones “perdidas” de la Biblia que tienen que ver con la sexualidad, y con las creencias de Cristo relacionadas con ella, que eran consideradas blasfemias y no les llegaron a ustedes a través de la historia.
Nuevamente, es natural expresar el amor a través de los actos sexuales – es natural y bueno. No es natural expresar el amor solamente a través de los actos sexuales, sin embargo. Muchas de las ideas sexuales de Freud no reflejaban la condición natural del hombre. Los complejos y las neurosis resaltadas y definidas son productos de tus tradiciones y creencias. Encontrarás naturalmente alguna evidencia de ellas en el comportamiento observado. Muchas de las tradiciones provienen de los Griegos, de los dramaturgos griegos, quienes hermosa y trágicamente presentaron la cualidad de la psique tal como se mostró a la luz de las tradiciones griegas.
El muchacho no busca, naturalmente, “destronar” al padre. Busca emularlo; busca ser él mismo, tan plenamente como le parece que su padre buscaba ser él mismo. Esperaba ir mas allá de él mismo y de sus propias capacidades, por él mismo y por su padre.
Como niño, alguna vez pensó que su padre era inmortal, en términos humanos - que no podía hacer nada equivocado. El hijo trata de vindicar al padre no equivocándose él mismo, y quizá teniendo éxito en donde parecía que su padre pudo haber fallado. Es mucho más natural para el hombre tratar de vindicar al padre que destruirlo, o envidiarlo en términos negativos.
El niño simplemente es el niño hombre. No está celoso del padre con la madre, de la forma como se supone con frecuencia. El niño hombre no posee una identidad tan enfocada sobre su masculinidad. No estoy diciendo que los niños no tienen una naturaleza sexual desde el nacimiento. Ellos simplemente no se enfocan sobre su masculinidad o feminidad en la forma como se supone.
Para el niño hombre, el pene es algo que le pertenece personalmente, de la misma manera como le pertenece un brazo o una pierna, o su boca o su ano. El no lo considera un arma. No está celoso del amor de su padre por su madre, ya que comprende bastante bien que su amor por él es igual de fuerte. No desea poseer a su madre sexualmente, de la manera como los adultos lo suponen corrientemente. El no comprende esos términos. Puede a veces estar celoso de la atención de su madre, pero estos no son celos sexuales en términos convencionalmente entendidos. Tus creencias te ciegan a la naturaleza sexual de los niños. Ellos gozan de sus cuerpos. Ellos se excitan sexualmente. Sin embargo, las connotaciones psicológicas no son aquellas asignadas por los adultos.
Las creencias que involucran la rivalidad inherente del hijo con el padre, y su necesidad de derrocarlo, siguen en cambio patrones de cultura y tradición, económicos y sociales, más que biológicos o psicológicos. Esas ideas sirven como explicaciones prácticas para un comportamiento que no es inherente o pertinente biológicamente.

miércoles, 2 de junio de 2010

La Psique, El Amor, La Expresión Sexual, y La Creatividad 1

Tus ideas acerca de la sexualidad y tus creencias acerca de la naturaleza de la psique a menudo pintan un cuadro de elementos muy contradictorios. La psique y su relación con la sexualidad afecta tus ideas sobre la salud y la enfermedad, la creatividad, y todas las áreas ordinarias de la vida individual. En este capítulo, por lo tanto, consideraré algunas de las implicaciones resultantes.
En tus términos, la psique contiene lo que considerarías como características masculinas y femeninas, mientras ella misma no es masculina o femenina.
En esos términos y en ese respecto, la psique es un banco desde el cual se extraen las afiliaciones sexuales. Básicamente, sin embargo, no hay características claras, establecidas, humanas y psicológicas que pertenezcan a uno u otro sexo. Nuevamente, esto conducirá a patrones demasiado rígidos para el desarrollo de la especie, y te darán patrones de comportamiento demasiado especializados que no te permitirían hacer frente como especie – particularmente con las muchas variedades posibles de grupos sociales.
Tus pruebas psicológicas te muestran solamente el cuadro corriente de hombres y mujeres, criados desde la infancia con particulares creencias sexuales. Estas creencias programan el niño desde la infancia, por supuesto, de tal manera que se comporte en ciertas formas en la adultez. El hombre parece desempeñarse mejor en las tareas matemáticas, y en la así llamada actividad lógica, mientras la mujer se desempeña mejor en un contexto social, en el desarrollo de valores y en las relaciones personales. El hombre se presenta mejor en las ciencias, mientras a la mujer se le considera intuitiva.
Debería ser obvio para muchos de mis lectores que éste es un comportamiento aprendido. No le puedes enseñar a un muchacho a ser “el tipo de hombre fuerte silencioso”, y enseguida esperar de él que sobresalga, o verbalmente o en las relaciones sociales. No puedes esperar que una muchacha presente “un fuerte y lógico desarrollo mental” cuando a ella se le ha enseñado que una mujer es intuitiva – que las intuiciones están opuestas a la lógica, y que ella debe ser femenina o ilógica, a toda costa. Esto es bastante obvio.
El niño no nace como una esponja, sin embargo, vacía pero lista para ser empapada de conocimiento. Ya está empapado de conocimiento. Alguno saldrá a la superficie, por así decirlo, y será utilizado conscientemente. Alguno otro no lo será. Estoy diciendo aquí que, hasta cierto punto, el niño dentro del útero está enterado de las creencias y de la información de la madre, y que, hasta cierto grado, está programado para comportarse en cierta forma, o para crecer en cierta forma como resultado.
Básicamente, la especie relativamente es una rueda libre, con tantos potenciales que es necesario que las creencias de la madre provean un tipo de estructura al principio, permitiéndole al niño enfocar sus habilidades en las direcciones deseadas. Conoce de antemano el entorno biológico, espiritual y social dentro del cual ha nacido. Está algo preparado para crecer en cierta dirección – una dirección que está aplicada y ajustada a sus condiciones.
Las creencias acerca de la naturaleza sexual del infante son por supuesto parte de su programación anticipada. No estamos hablando aquí de patrones de crecimiento obligados, o de direcciones psíquicas o biológicas impresas sobre él de tal manera que una posterior divergencia de ellos cause estrés o dolor inevitables. No es menos cierto que el niño recibe patrones de comportamiento que lo empujan suavemente a crecer en ciertas direcciones. En el aprendizaje normal, por supuesto, ambos padres urgen al niño a comportarse en ciertas formas.
Además de esto, sin embargo, ciertos patrones generales aprendidos son transmitidos biológicamente al niño a través de los genes. Ciertos tipos de conocimiento son transmitidos a través de los genes, además de los generalmente conocidos, los que tienen que ver con la información celular, y así sucesivamente.
La supervivencia de la especie humana, tal como se ha desarrollado, es una cuestión de creencias, mucho más de lo que se comprende – ya que ciertas creencias están ahora incorporadas. Ellas se convierten en pertinentes biológicamente y son transmitidas. Quiero significar algo más aquí además, por ejemplo, una transmisión telepática: la traducción de creencias en códigos físicos que enseguida se convierten en señales biológicas. Como resultado, se vuelve entonces fácil para un muchacho actuar biológicamente en una determinada manera, más que en otra.
Si las mujeres han sentido que la supervivencia biológica dependía del cultivo de ciertos atributos en lugar de otros, por ejemplo, entonces esta información se convierte en información de los cromosomas, tan vital para el desarrollo del nuevo organismo como cualquier otra información física que involucre la estructura celular.
La madre también proporciona el mismo tipo de información a la descendencia masculina. El padre contribuye su parte en cada caso. Por generaciones entonces ciertas características parecen ser muy naturalmente masculinas o femeninas, y éstas variarán en algún grado, de acuerdo con las civilizaciones y las condiciones del mundo. Cada individuo es sumamente único, sin embargo, así que estos modelos para el comportamiento variarán. Ellos pueden de hecho cambiarse en una generación, puesto que la experiencia de cada persona altera la información original. Esto proporciona la libertad de acción que es importante.
El niño también utiliza tal información como una guía solamente; como una premisa sobre la cual basar su comportamiento precoz. A medida que la mente se desarrolla, el niño comienza inmediatamente a cuestionarse las asunciones precoces. Este cuestionamiento de las premisas básicas es una de las más grandes divisiones entre ustedes y el mundo animal.