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miércoles, 16 de diciembre de 2009

La Hipnosis Natural, La Curación, y la Transferencia de Síntomas Físicos hacia otros Niveles de Actividad 1

Algunas personas que han estado enfermas por años repentinamente se recuperan y enseguida ellas mismas se entregan a grandes esfuerzos sociales benéficos en los que sus propios problemas se pierden, y se mantiene una nueva estabilidad. Con frecuencia esto representa una trasferencia simbólica de síntomas del cuerpo hacia el exterior dentro de la estructura social.
No estoy insinuando que todos los trabajadores sociales estén motivados por los problemas personales. Por otra parte, es muy cierto decir que muchas de tales cuestiones se convierten en desafíos con un cambio de mente, y son entonces usados como impulsos para afectar alteraciones sociales.
En tales casos el dilema es proyectado fuera del ser y es visto como una condición externa que puede ser manipulada. De hecho, está involucrada una transformación “mágica”. Esto no debe ser interpretado, sin embargo, como una afirmación de que todos los actos creativos son el resultado de problemas o neurosis individuales. Muy al contrario, en realidad. Tales problemas proyectados afuera nunca pueden ser resueltos realmente en lo que concierne al individuo, por supuesto, ya que su fuente no es comprendida.
Puesto que la fuente no es comprendida, ninguna manipulación externa en la estructura social será lo suficientemente efectiva, y la persona involucrada verá el problema personificado en cada asunto. Por eso, incluso los mejoramientos en la estructura social serán “invisibles” a la percepción del individuo – no se notarán. Ellos parecerán minúsculos en comparación con el problema.
El mismo tipo de reacción ocurre si te concentras sobre una enfermedad personal, y enseguida encuentras una mejoría insignificante, por el gran enfoque de tu atención sobre los aspectos negativos.
Una conversión repentina puede librar al individuo de los síntomas físicos – cualquier tipo de conversión. Bajo el término general incluyo una fuerte excitación emocional y una reciente participación emocional, afiliación o sentido de pertenencia. Esto puede involucrar la religión, la política, el arte, o simplemente enamorarse.
En todas estas áreas el problema, cualquiera que sea su naturaleza o su causa, es en una u otra forma transferido “mágicamente” a otras facetas de actividad, es proyectado lejos del ser. Se mueven enormes bloques de energía. El hombre que ha creído que era malo, puede ahora ver el mundo, o las personas de otra fe o afiliación política, como malos. Se siente entonces liberado del problema mismo, pero está muy listo para atacarlo en otros, y con gran rectitud y justificación autoproclamadas.
Estoy haciendo aquí una distinción entre tal experiencia de conversión y la genuina comprensión mística, que también puede llegar en un instante de tiempo. La iluminación mística no ve un enemigo, sin embargo, y no hay necesidad de arrogancia, ataque, o auto justificación.
El amor, como a menudo es experimentado, le permite a un individuo tomar su sensación de autoestima de otro por un tiempo, y al menos momentáneamente permitir que las creencias del otro en su bondad sustituyan sus propias creencias en la falta de mérito. Nuevamente aquí, hago una distinción entre éste y un amor más grande en el que dos individuos, conociendo su propio mérito, están en capacidad de dar y recibir.
De nuevo, tú haces tu propia realidad. Cuando visualizas el mundo, los grupos sociales, los grupos políticos, tus amigos, tu experiencia privada – todos estos son atraídos hacia tu reino de actividad por tus creencias. La hipnosis natural, como se explicó en el último capítulo, te lleva a buscar aquellas situaciones que confirmarán tus creencias, y a evitar aquellas que las amenazan.
Con frecuencia tratarás de proyectar un problema hacia afuera para liberarte. Si se hace esto, la pregunta en cuestión parecerá estar por fuera de ti para siempre, lejos de una solución, y de proporción masiva. Miremos la situación que involucra una mujer a la que llamaré Dineen, para ver uno de los líos que pueden surgir.
Dineen es una mujer bien educada, de mediana edad, con varios hijos ya crecidos, financieramente holgada, teniendo todas las cosas que el dinero puede comprar. Dineen estaba convencida de que había sido maldecida e hipnotizada, y que había caído bajo el dominio de otra persona.
Ella estaba yendo de psíquico en psíquico, incursionando en la escritura automática y viéndose poco con su esposo, quien estaba involucrado en sus propios asuntos de negocios. Diferentes “psíquicos” le habían dicho que ella seria una maestra psíquica, y se le habían dado varias palabras y técnicas para ahuyentar la influencia “maligna”.
Se percibía la gran necesidad de entusiasmo y excitación en la vida de esta mujer por la iniciativa. Era evidente que Dineen se sentaba sola todo el día en su hogar encantador, sin nada que hacer; era evidente que no estaba haciendo ningún esfuerzo por enfrentar su situación verdaderamente, sino buscando a otros que lo hicieran por ella, y por consiguiente reforzando su sensación de impotencia. Ella sentía que en el momento no tenía poder.

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