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jueves, 10 de diciembre de 2009

Hipnosis Natural: Un Trance es Un Trance es Un trance 5

Hay una definida correlación entre lo que se llama condicionamiento y la acción compulsiva.
Aquí la sugestión poshipnotica opera tan bien como “condicionamiento diario”. Ahora bien, como ejemplo, toma una mujer que se siente compelida a lavarse las manos veinte o treinta veces al día. Es fácil reconocer el hecho de que tal comportamiento repetido es compulsivo. Pero cuando las úlceras de un hombre lo molestan cada vez que ingiere ciertos alimentos, es más difícil percibir el hecho de que este comportamiento también es compulsivo y repetitivo.
Este es un excelente ejemplo de la manera en que la hipnosis natural actúa para afectar tu sistema adversamente. En una manera de decirlo, las acciones repetitivas involucran íntimamente creencias a nivel “mágico”. El comportamiento representa usualmente los esfuerzos para evitar el “mal” que el individuo siente inminente. Mientras es fácil entonces comprender la naturaleza de las acciones externas de calidad repetitiva, es mucho más difícil ver muchos síntomas físicos a la misma luz – pero aquí también están involucrados grupos totales de reacciones recurrentes a ciertos estímulos. Detrás de ellos con frecuencia está el mismo tipo de compulsión. A su propia manera, los síntomas realmente operan frecuentemente como ritual neurológico repetitivo, indicado para proteger al doliente de algo que teme aun más.
Es por eso por lo que los sistemas de creencias son tan importantes al tratar con la salud y la enfermedad. Cada uno de los sistemas utiliza parafernalia – gestos, medicinas, tratamientos – que son las manifestaciones externas compartidas por igual por el sanador y el paciente.
El mismo tipo de situación opera en la fiebre del heno, por ejemplo, y para el caso en la mayoría de las otras enfermedades.
La hipnosis natural y las creencias conscientes le dan sus propias instrucciones al inconsciente, el cual obedientemente afecta los mecanismos del cuerpo, así que responde de una manera armoniosa con las creencias. De esta manera condicionas tu cuerpo para reaccionar en ciertas formas. Entenderse con esto no es un problema simple, por supuesto, ya que la sugestión original de la enfermedad en si misma fue dada por otra creencia. Utilizando la hipnosis formal, y en Occidente, puedes regresar y descubrir en donde te fue dada primero la sugestión. Si tú y tu hipnotizador creen en la reencarnación, la fuente puede ser descubierta en otra vida.
En cualquier caso, si la terapia es efectiva, puedes abandonar tus síntomas, si tanto tú como el hipnotizador creen implícitamente en la situación y en la estructura de esas convicciones.
Sin embargo, detrás de eso hay mucho más; ya que si tú no crees en tu propio mérito como ser humano, simplemente conseguirás otros síntomas que tienen que ser removidos de la misma manera, utilizando otros eventos “pasados” como excusa para la condición – si tienes suerte. Si no tienes tanta suerte y ocurre que tu enfermedad involucra tus órganos internos, entonces puedes acabar sacrificando uno tras otro.
Todo esto puede ser evitado con la realización de que tu punto de poder esta en el presente, como se afirmó anteriormente. No solamente operas dentro de tus propias creencias personales, por supuesto, sino dentro de un sistema colectivo al cual te has adscrito de uno u otro grado. Dentro de esa organización, el seguro médico se vuelve una necesidad para la mayoría, así que no estoy sugiriendo que lo abandones. No obstante, miremos más de cerca la situación.
Estás pagando por adelantado por enfermedades que tienes la certeza llegarán a tu camino. Estás haciendo todas las preparaciones en el presente para un futuro de enfermedad. Estás apostando por la enfermedad y no por la salud. Esta es la peor clase de hipnosis natural, y sin embargo dentro de tu sistema de seguro es en realidad una necesidad, porque la creencia en la enfermedad impregna así tu atmósfera mental.
Muchas personas llegan a enfermarse solo después de haber tomado tal “seguro” – y para ellas, el acto mismo representa simbólicamente una aceptación de la enfermedad. Incluso son más afortunadas las pólizas especiales para las personas de edad avanzada que detallan por adelantado todos los conceptos más estereotipados y distorsionados acerca de la salud y la vejez. Hay una gran correlación entre el tipo de pólizas que la gente toma y las enfermedades de las cuales caen presas.
Aun son más desventajosas las sugestiones dadas, con el mejor de los propósitos en mente, concernientes a las áreas de salud especificas que tienen que ver con la prevención. Hay dos en particular que me gustaría mencionar aquí.
Una es la literatura de prevención del cáncer, y los anuncios de “servicio publico” de la televisión, en los que se dan siete señales de peligro de cáncer. Infortunadamente, dentro de la estructura de tus creencias, esto también se convierte casi que en una necesidad para muchos – especialmente para quienes, por una experiencia previa de uno u otro tipo con la enfermedad, son casi irracionales en su temor hacia ella. La literatura y los anuncios actúan como fuertes sugestiones negativas, siguiendo la naturaleza de la hipnosis natural – como un proceso de condicionamiento, en donde estás buscando síntomas específicos y examinando tu cuerpo bajo el impulso del miedo.
Para aquellos ya condicionados de tal manera, tales procedimientos pueden causar cánceres que de otra manera no ocurrirían.
Esto no quiere decir que esos individuos no podrían caer en otra enfermedad, pero si quiere decir que la creencia en la enfermedad se modela y se enfoca en síntomas particulares por tales métodos. No es de extrañar que necesites seguro de salud! La enfermedad no es una agencia extraña que se te impone, pero mientras creas que lo es, la aceptarás como tal. También te sentirás impotente para combatirla.
La segunda área de salud que quiero tocar concierne a las personas de edad avanzada. Las ideas sobre la jubilación generalmente caen en el mismo patrón, porque ocultas detrás de ellas está la creencia de que en uno u otro tiempo, a una edad especifica, tus poderes empezarán a fallar. Estas ideas son aceptadas por jóvenes y viejos por igual. Al creer en ellas, automáticamente los jóvenes empiezan el condicionamiento gradual de sus propios cuerpos y mentes. Se cosecharán los resultados.Particularmente en tu sociedad, entregada tan totalmente a la búsqueda del dinero, tales creencias atraen las situaciones más humillantes, especialmente para los hombres, a quienes con frecuencia se les ha dicho equiparar su virilidad con su poder adquisitivo. Es fácil entonces comprender que cuando su capacidad para devengar se pierde, el hombre se siente castrado.

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