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sábado, 16 de mayo de 2009

La Realidad y las Creencias Personales 6

Me doy bastante cuenta que muchas de mis afirmaciones van a contradecir las creencias de aquellos que no aceptan la idea de que la mente consciente es relativamente impotente, y que las respuestas a los problemas yacen escondidas debajo.

Obviamente, la mente consciente es un fenómeno, no una cosa. Está siempre cambiando. Puede ser concentrada y dirigida por el ego, literalmente en infinitas direcciones. Puede visualizar la realidad exterior, o volverse al interior, observando sus propios contenidos.

Hay gradaciones y fluctuaciones dentro de su actividad. Es mucho más flexible de lo que tú le das crédito. El ego puede usar la mente consciente casi totalmente como una manera de percibir realidades externas o internas que coinciden con sus propias creencias. No es que ciertas respuestas no se encuentren abiertamente accesibles, por lo tanto, sino que con frecuencia tu mismo te has puesto en un curso de acción en el cual crees, y tu mismo no quieres abrirte a cualquier material que pueda contradecir tus creencias corrientes.

Si estás enfermo, por ejemplo, hay una razón. Para recuperarte completamente, sin adquirir nuevos síntomas, debes descubrir la razón. Puede disgustarte tu enfermedad, pero es un curso por el que te has decidido. Mientras estés convencido de que el curso es necesario, mantendrás los síntomas. Estos pueden ser el resultado de una creencia especifica, o ser causados por un complejo de creencias sostenidas conjuntamente.

Por supuesto que las creencias serán aceptadas por ti, no como creencias, sino como realidad. Una vez que comprendas que tú formas tu realidad, entonces debes empezar a examinar esas creencias, permitiendo que la mente consciente examine libremente sus propios contenidos.

Más tarde hablaré más específicamente acerca de la salud y la enfermedad. No obstante, me gustaría hacer un punto aquí: que con frecuencia el psicoanálisis es simplemente un juego de esconder y buscar, en el cual continúas renunciando a tu responsabilidad por tus acciones y realidad, y le asignas la causa básica a alguna área de la psique, oculta en el bosque oscuro del pasado. Entonces te das a ti mismo la tarea de encontrar este secreto. Al hacerlo, nunca piensas en buscarlo en la mente consciente, ya que estás convencido de que todas las respuestas profundas yacen mucho más abajo, y además, que tu conciencia, no solo es incapaz de ayudarte, sino que en cambio frecuentemente presenta camuflajes. Así juegas el juego.

Cuando te las arreglas para cambiar tus creencias en esa estructura auto engañosa, entonces cualquier oportuno evento “olvidado” del pasado será utilizado como un catalizador. Uno lo haría tan bien como otro.

Las creencias básicas, sin embargo, siempre estuvieron en tu mente consciente, y también las razones para tu comportamiento. Simplemente no habías examinado su contenido, con la realización de que tus creencias no eran necesariamente la realidad, sino tus concepciones de ella.

Al mismo tiempo, en el psicoanálisis a menudo eres programado para creer que el “inconsciente”, siendo la fuente de tales secretos oscuros, no se puede contar con él como un yacimiento de creatividad e inspiración, y así se te niega la ayuda que las partes internas del ser podrían darle a tu conciencia.

Usualmente, cuando examinas tu mente consciente, lo haces mirando a través de tus propias creencias estructuradas. El conocimiento de que tus creencias no son necesariamente la realidad, te permiten estar enterado de toda la información que está disponible para ti conscientemente. No te estoy diciendo que examines tus pensamientos tan frecuentemente y con tal vigor que estorbes tu propio camino, sino que no estarás plenamente consciente, a menos que estés enterado del contenido de tu mente consciente. También estoy enfatizando el hecho de que la mente consciente está equipada para recibir información del ser interior, como también del universo exterior.

No te estoy diciendo que inhibas pensamientos y sentimientos. Te estoy pidiendo que te enteres de aquellos que tienes. Date cuenta que ellos forman tu realidad. Concéntrate sobre aquellos que te dan los resultados que quieres.

Si encuentras todo esto difícil, puedes también examinar tu realidad física en todos sus aspectos. Date cuenta que tu experiencia y entorno físico es la materialización de tus creencias. Si encuentras una gran exhuberancia, salud, trabajo efectivo, abundancia, y sonrisas en las caras de aquellos que encuentras, puedes dar por sentado que tus creencias son benéficas. Si ves un mundo que es bueno, personas a quienes les agradas, da por sentado de nuevo que tus creencias son benéficas. Pero si encuentras una salud pobre, carencia de un trabajo significativo, carencia de abundancia, un mundo de tristeza y maldad, asume que tus creencias son defectuosas y empieza a examinarlas.

Más tarde discutiré la naturaleza de la realidad colectiva, pero por ahora estamos en los aspectos personales. El principal punto que quise establecer en estas notas es que tus creencias conscientes son extremadamente importantes, y que no estás a merced de eventos o causas que yacen muy por debajo de tu conocimiento.

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