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jueves, 27 de mayo de 2010

La Psique en Relación con los Elementos Sexuales 6

Tu identidad simplemente no depende de tu sexualidad psicológica o biológica.
Tus características sexuales representan una parte de tu personalidad. Ellas proporcionan áreas vitales de expresión, y puntos focales alrededor de los cuales agrupar experiencia. Tus cualidades sexuales son una parte de tu naturaleza, pero ellas no la definen.
Tus creencias estructuran tanto tu experiencia, individualmente y en masa, sin embargo, que el material probatorio contrario a esas ideas se manifiesta muy pocas veces, o en forma distorsionada o exagerada. Es bastante natural, biológica y psicológicamente, operar en ciertas formas que no son aceptables en tu sociedad, y que parecen ir en contra de tu imagen de la historia de la humanidad. En términos de tus definiciones, entonces, es bastante natural para algunas personas comportarse como hombres sexualmente y como mujeres psicológicamente. Es bastante “natural” para otras funcionar en forma inversa.
Nuevamente, esto parece ser difícil de entender, porque le asignas características psicológicas a la afiliación sexual, cualesquiera que ella sea. Siempre habrá personas que buscan naturalmente la experiencia de la paternidad. Todas ellas no serán necesariamente heterosexuales en cualquier momento dado.
El patrón mayor de la personalidad humana demanda una afiliación sexual que permita libertad de acción en los encuentros sexuales, una libertad de acción que proporcione una estructura en la que los individuos puedan expresar sentimientos, habilidades y características que sigan las inclinaciones naturales de la psique personal más bien que estereotipos sexuales. No estoy hablando aquí de algo tan sencillo como meramente permitirle a las mujeres más libertad, o de relevar al hombre del papel convencional de sostén de la familia. Ciertamente no estoy hablando de “matrimonio abierto”, tal como se comprende corrientemente, sino de cuestiones mucho mayores. Antes de que podamos considerar éstas, sin embargo, hay algunos puntos que me gustaría hacer.
Hay posibilidades biológicas, rara vez activadas en tus circunstancias actuales, que tienen alguna incidencia sobre el tema en cuestión.
La pubertad llega en cierto tiempo, activada por mecanismos profundos que están relacionados con el estado natural del mundo, la condición de la especie, y aquellas creencias culturales que en cierto sentido transpones sobre el mundo natural. En otros respectos, tu entorno cultural es por supuesto natural. El tiempo en que llega la pubertad varía y después es posible ser padre de un niño. Llega un tiempo en el que el período se termina. Durante lo que se llama tiempo sexualmente activo, las más grandes dimensiones de la personalidad se reducen a papeles estereotipados sexualmente – y todos los aspectos de la identidad que no se ajustan son ignorados o negados. El hecho es que pocas personas se ajustan a esos papeles. Ellos son en gran medida el resultado de interpretaciones de la religión, como se entiende convencionalmente. Y los científicos, con toda su aparente independencia, con frecuencia simplemente encuentran nuevas razones intelectualmente aceptables para creencias emocionales sostenidas inconscientemente.
Biológicamente, hay un período muy raramente experimentado, sugerido en broma en los “juegos de enfermo” acerca de la senilidad y la segunda niñez. Esta habilidad biológica latente en particular se muestra solo en ocasiones muy raras – porque, por una parte, representa una hazaña escasamente deseable. Físicamente, sin embargo, el cuerpo es muy capaz de regenerarse el mismo completamente, a medida que se aproxima a la vejez. En realidad, una segunda pubertad bastante legitima es posible, en la cual la semilla del hombre es juvenilmente fuerte y vital, y el útero de la mujer es flexible y capaz de dar a luz. Hay, creo, historias bíblicas de tales nacimientos resultantes.
En tiempos de superpoblación, este mecanismo es difícilmente deseable, pero es parte de lo que la especie tiene ahora en suspenso, representando las capacidades de la naturaleza. En algunas áreas de tu mundo, pueblos aislados viven hasta pasados los cien años, vitales y fuertes, porque no han sido tocados por tus creencias, y porque viven en simpatía y de acuerdo con el mundo, tal como lo conocen y lo comprenden. Ocasionalmente, tales segundas pubertades suceden entonces, dando como resultado alumbramientos a medida que un pequeño grupo intenta mantener su propia postura biológica.
Usualmente la segunda pubertad sigue la misma orientación sexual de la primera, pero no siempre – ya que es bastante posible que la nueva afiliación sea la opuesta a la primera. Esto es incluso raro – pero así la especie se protege a sí misma.
Por medio de técnicas medicas, algunas de tus personas mayores se mantienen vivas el tiempo suficiente para que este proceso comience, apareciendo en forma distorsionada, algunas veces evidente psicológicamente, pero biológicamente frustrante. La segunda pubertad es entonces un callejón sin salida. No tiene a donde ir. Ahora no es biológicamente pertinente o necesaria.
Dejadas solas, algunas de estas personas morirían con un sentimiento de satisfacción. Mantenido vivo por medio de técnicas medicas, el mecanismo físico continúa sus esfuerzos por revitalizar el cuerpo y lograr la segunda pubertad – que naturalmente surgiría solo bajo condiciones diferentes, con la mente mucho más alerta y con la voluntad intacta. Ahora bien, hasta cierto punto, hay una conexión entre esta segunda pubertad innata raramente observada y el desarrollo de cáncer, en la que el crecimiento es evidente específicamente de manera exagerada.
En casi todos de tales casos que involucran el cáncer, el crecimiento espiritual y psíquico está siendo negado, o el individuo siente que él o ella ya no puede crecer apropiadamente en términos personales y psíquicos. Esta intención de crecer activa entonces los mecanismos del cuerpo que dan como resultado un crecimiento excesivo de ciertas células. El individuo insiste en el crecimiento, o en la muerte, y obliga a una situación artificial en la que el crecimiento mismo se vuelve desastroso físicamente.
Esto es porque ocurre un bloqueo. El individuo quiere crecer en términos de personalidad, pero está temeroso de hacerlo. Hay siempre variaciones individuales que se deben tener en consideración; sin embargo, con frecuencia tal persona se siente un mártir para su sexo, aprisionado por él e incapaz de escapar. Esto obviamente puede aplicar a los cánceres que afectan las áreas sexuales, pero con frecuencia está en el fondo de cualquiera condición. La energía es bloqueada por los problemas que empezaron – en tus términos – con cuestiones sexuales en la pubertad. La energía es experimentada como sexual.
Ahora bien, las personas mayores que han sido consideradas seniles o inmanejables, algunas veces están experimentando nuevas explosiones de actividad sexual a las que no se les da salida. Además de esto, ellas han perdido su papel sexual convencional, en el que anteriormente expresaban su energía.
Hay con frecuencia cambios hormonales ocurriendo que pasan inadvertidos. Muchos expresan un tipo de comportamiento nervioso y errático a medida que se excitan – algunos no solo sexualmente, sino intelectualmente. La nueva adolescencia jamás llega. La nueva pubertad muere de muerte lenta, ya que tu sociedad no tiene estructura para comprenderla. Y en realidad ella se manifiesta de una manera distorsionada que puede parecer la más grotesca.

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