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sábado, 11 de abril de 2009

El Mensaje del Maestro 113

El Significado de la Religión
En este punto, el dios adentro se convierte en el dios afuera. El hombre trató de formar un nuevo reino, trató de lograr un diferente tipo de enfoque y conocimiento. Su conciencia dio vuelta a la esquina fuera de sí misma. Para hacer esto, se concentró menos y menos sobre su realidad interior y por consiguiente empezó el proceso de la realidad interior solamente en la medida en que era proyectada al exterior dentro del mundo físico.
Anteriormente, el entorno era creado y percibido sin esfuerzo por el hombre y por todas las otras cosas vivientes, conociendo la naturaleza de su unidad interior. Con el fin de iniciar esta nueva aventura, fue necesario pretender que esta unidad interior no existía. De otra manera, el nuevo tipo de conciencia siempre regresaría a su hogar, por seguridad y confort. Así parecía que todos los puentes se debían cortar, mientras por supuesto era solo un juego porque la realidad interior siempre permanecía. El nuevo tipo de conciencia simplemente tenia que mirar lejos de ella para mantener inicialmente un enfoque independiente.
Estoy hablando aquí en términos más o menos históricos para ti. Debes darte cuenta que el proceso no tiene nada que ver con el tiempo, tal como lo conoces. Este tipo de aventura de la conciencia ha ocurrido antes y, en tus términos, ocurrirá de nuevo.
La percepción del universo exterior cambió entonces, sin embargo, y parecía ser extraño y separado del individuo que lo percibía. Por consiguiente, Dios se convirtió en una idea proyectada al exterior, independiente del individuo y separado de su naturaleza. Se convirtio en la reflexión del ego emergente del hombre, con su brillantez, salvajismo, poder e intención de dominio. La aventura fue una aventura muy creativa, a pesar de las obvias desventajas, y representó una “evolución” de la conciencia que enriqueció la experiencia subjetiva del hombre, que en realidad le sumó a las dimensiones de realidad.
Para estar organizadas efectivamente, sin embargo, las experiencias internas y externas tenían que aparecer como eventos separados y desconectados. Históricamente, las características de Dios cambiaron, en la medida en que el ego del hombre cambió. Estas características del ego, sin embargo, fueron apoyadas por fuertes cambios internos.
La propulsión original de las características internas al exterior en la formación del ego se podría comparar con el nacimiento de innumerables estrellas, evento de inconmensurables consecuencias que se originó en un nivel subjetivo y dentro de la realidad interior.
Teniendo su nacimiento desde adentro, el ego debe siempre alardear de su independencia, mientras mantiene su persistente certeza de su origen interno.
El ego temía por su posición, asustado porque volvería a disolverse en el ser interior del cual provenía. Sin embargo, en su surgimiento proveyó al ser interior con un nuevo tipo de retroalimentación, una visión diferente, no solo de sí mismo, sino que también a través de esto el ser interior estuvo en capacidad de vislumbrar posibilidades de desarrollo de las cuales no había estado enterado previamente. En tus términos, en el tiempo de Cristo el ego estaba suficientemente seguro de su posición, de tal manera que la imagen proyectada de Dios pudo empezar a cambiar.
El ser interior está en un estado de constante crecimiento. La parte interna de cada hombre proyectó este conocimiento al exterior. La necesidad, la necesidad psicológica y espiritual de la especie demandaba alteraciones internas y externas de gran importancia. Las cualidades de misericordia y comprensión que habían estado enterradas podían ahora salir a la superficie. Surgen no solo privadamente sino en masa, agregando un nuevo ímpetu y ofreciendo una “nueva” dirección natural, empezando a reunir todas las partes del ser, tal como se conocía a sí mismo.
Así el concepto de Dios empezó a cambiar, a medida que el ego reconocía su dependencia de la realidad interior, pero el drama tenia que resolverse dentro de la estructura corriente. El Islamismo fue básicamente tan violento precisamente porque el Cristianismo fue básicamente tan amable. No quiere decir que el Cristianismo no se hubiera mezclado con la violencia, o que el Islamismo estuviera desprovisto de amor. Sin embargo, así como la psique fue a través de sus desarrollos y batalló consigo misma, negando algunos sentimientos y características y enfatizando otros, así mismo los dramas religiosos históricos externos representaron y siguieron estas aspiraciones, esfuerzos y búsquedas interiores.
Todo este material debe considerarse junto con el hecho de que bajo estos desarrollos existen los aspectos eternos y las características creativas de una fuerza que es a la vez innegable e intima. Todo Lo Que Existe, en otras palabras, representa la realidad de la que todos nosotros surgimos.

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