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domingo, 22 de febrero de 2009

El Mensaje del Maestro 89

Probabilidades, la Naturaleza del Bien y el Mal y el Simbolismo Religioso
El simbolismo del ascenso o el descenso, o de la luz y la oscuridad, no tendría sentido en otras realidades con diferentes mecanismos perceptivos. Mientras tus religiones están construidas alrededor de un perdurable núcleo de verdad, el simbolismo utilizado fue seleccionado sabiamente por el ser interior de acuerdo con su conocimiento de aquellas asunciones básicas que sostienes como validas en el universo físico. Otra información, en sueños por ejemplo, también se te dará con el mismo simbolismo, en términos generales. El simbolismo mismo, sin embargo, fue simplemente utilizado por el ser interior. No pertenece inherentemente a la realidad interior.
Muchos sistemas probables tienen mecanismos perceptivos muy diferentes a los tuyos. De hecho, algunos están basados en “gestalts” de conocimiento completamente extraños para ti. Sin darse cuenta, tu ego es el resultado de un grupo de conciencias, por ejemplo; la conciencia que más directamente se enfrenta al mundo exterior, depende de la conciencia minúscula que reside dentro de cada célula viviente de tu cuerpo; y como norma, estás solo consciente de un ego, por lo menos a la vez.
En algunos sistemas el “individuo” es bastante consciente de tener más de un ego, en tus términos. La organización psicológica total es en cierta forma más rica que la tuya. Un Cristo que no estuviera enterado de esto, no aparecería en ese sistema. Hay tipos de percepción con los cuales no estás familiarizado, mundos en los que tu idea de luz no existe, en donde gradaciones casi infinitas de cualidades térmicas son absorbidas en términos de sensación, no de luz.
En cualquiera de estos mundos el drama de Cristo no podría aparecer nunca tal como apareció dentro de tu mundo. Lo mismo aplica para cada una de tus grandes religiones, aunque el Budismo se acerca más, en términos generales, a la descripción de la naturaleza de la realidad. Sin embargo, los Budistas no comprendieron la eterna validez del alma, en términos de su exquisita invulnerabilidad, ni han sido capaces de mantener el sentimiento de su carácter único. Pero Buda, como Cristo, interpretó lo que sabia en términos de tu propia realidad. No solamente de tu propia realidad física, sino de tu propia realidad física probable.
Los métodos, los métodos secretos detrás de todas las religiones, estaban destinados a conducir al hombre al reino de comprensión que existía aparte de los símbolos y de las historias, hacia realizaciones interiores que lo llevarían tanto adentro como afuera del mundo físico que conocía. Hay muchos manuscritos todavía no descubiertos, provenientes de viejos monasterios, especialmente en España, que cuentan de los grupos secretos dentro de las ordenes religiosas que mantuvieron vivos estos secretos mientras que otros monjes estaban copiando viejos manuscritos en Latín.
Hubo tribus en África y Australia que nunca aprendieron a escribir, que también conocían estos secretos y hombres llamados “Voceros” que los memorizaron y los propalaron hasta las partes nórdicas de Europa antes del tiempo de Cristo.
Sin embargo, muchos conceptos importantes se perdieron. El énfasis estaba en los métodos prácticos para vivir, normas bastante sencillas que podían entenderse, pero las razones para esas normas se olvidaron.
Los Druidas obtuvieron algunos de sus conceptos de los Voceros, lo mismo que los Egipcios. Los Voceros precedieron el surgimiento de todas las religiones que conoces y las religiones de los Voceros surgieron espontáneamente en muchas áreas dispersas, entonces crecieron como fuego salvaje desde el corazón de África y Australia. Hubo un grupo apartado en el área en donde los Aztecas habitaron en una fecha posterior, aunque la masa de tierra era entonces algo diferente y algunas de las cavernas habitables más bajas a veces estaban bajo el agua.
Varias bandas de los Voceros continuaron a través de los siglos. Por haber sido tan bien entrenados, sus mensajes retuvieron su autenticidad. Creían, sin embargo, que era equivocado poner las palabras en forma escrita y por eso no las registraron. También utilizaron símbolos naturales de la tierra, pero entendieron claramente las razones para ello. Los Voceros, individualmente, existieron en tu periodo de la Edad de Piedra y eran lideres. Sus habilidades le ayudaron al hombre de las cavernas a sobrevivir. Hubo poca comunicación física, sin embargo, en aquellos días entre los varios Voceros y algunos no estaban enterados de la existencia de los otros.
Su mensaje era tan “puro” y sin distorsiones como era posible. Fue por esta razón que a través de los siglos muchos que lo escucharon lo tradujeron en palabras y cuentos. Numerosas partes de las escrituras Judías llevan trazos del mensaje de los primitivos Voceros, pero aun ahí, las distorsiones han ocultado los mensajes.
Puesto que la conciencia forma la materia, y no lo contrario, el pensamiento existe antes que el cerebro y después de él. Un niño puede pensar coherentemente antes de aprender el vocabulario, pero no puede impresionar el universo físico en sus términos. Así que este conocimiento interior siempre ha estado disponible, pero es para manifestarse físicamente, literalmente para hacerse carne. Los voceros fueron los primeros en imprimir este conocimiento interior sobre el sistema físico, los primeros en hacerlo conocer físicamente. Algunas veces solo uno o dos Voceros estuvieron vivos en varios siglos. Algunas otras veces hubo muchos. Ellos miraron a su alrededor y supieron que el mundo surgió de su realidad interior. Ellos se lo dijeron a otros. Ellos sabían que los aparentes objetos sólidos naturales que los rodeaban estaban compuestos de muchas conciencias minúsculas.
Los Voceros se dieron cuenta que de su propia creatividad ellos formaban la idea en materia y que el elemento de la materia misma estaba consciente y vivo. Se familiarizaron íntimamente con la relación de simpatía natural que existía entre ellos y su entorno y sabían que podían alterar su entorno por medio de sus propios actos.

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