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lunes, 27 de octubre de 2008

El Mensaje del Maestro 30

Te parece que tienes solamente una forma, la forma física que percibes, y ninguna otra. También te parece que tu forma solo puede estar un lugar a un tiempo. En realidad tienes otras formas que no percibes y también creas otros diferentes tipos de formas para varios propósitos, aunque tampoco las percibes físicamente.
Tu principal sentido de identidad está involucrado con tu cuerpo físico, así que es sumamente difícil para ti imaginarte sin él, o fuera de él, o en alguna forma desconectado de él. La forma es el resultado de energía concentrada y sus patrones son causados por idea-imágenes emocionales o psíquicas vívidamente dirigidas. La intensidad es muy importante. Si por ejemplo tienes un deseo muy vívido de estar en alguna otra parte, sin darte cuenta conscientemente, una forma seudo física idéntica a la tuya puede aparecer en ese mismo punto. El deseo llevará la impresión de tu personalidad e imagen, aunque permanezcas sin enterarte de la imagen, o de su aparición en otro lugar.
Aunque esta imagen-pensamiento usualmente no es vista por otros, es muy posible que en el futuro tus instrumentos científicos puedan percibirla. Como es, tal imagen puede ser percibida por quienes han desarrollado el uso de los sentidos internos. Todo acto mental intenso – pensamiento o emoción – no solo será construido de una manera física, o seudo física, sino que llevará también en cierto grado la impresión de la personalidad que originalmente la concibió.
Existen muchas de esas formas latentes o incipientes. Para ayudarte a imaginar lo que estoy diciendo, puedes pensar de ellas como imágenes fantasmales, imágenes sombra. Son formas que no han surgido completamente a la realidad física, tal como la conoces, pero que sin embargo son lo suficientemente vívidas para ser construidas. Pensarías que ellas son bastante reales si las pudieras ver.
Cada individuo envía realmente imágenes que son réplica de sí mismo con mucha frecuencia, aunque el grado de materialización puede ser diferente. Por ejemplo, algunas formas pueden ser más o menos sombra que otras. No obstante, estas formas no son meras proyecciones, imágenes “planas”. Ellas tienen un efecto definido sobre la atmósfera. Ocupan espacio por si mismas, de una manera difícil de explicar, aunque a veces puedan coexistir con objetos o formas físicas, o aun estar sobrepuestas sobre ellos. En este caso, hay una interacción definida, un intercambio que también está por debajo de la percepción física.
Súbitamente puedes tener el fuerte deseo de estar en una querida pero distante playa familiar, por ejemplo. Este deseo intenso actuaría entonces como un núcleo de energía proyectado al exterior desde tu propia mente, dándole una forma, que es tu forma. El sitio que has visualizado atraería entonces la forma y ella instantáneamente estaría allí. Esto es algo que ocurre con mucha frecuencia. Esta forma no sería vista en circunstancias normales. Por otra parte, si el deseo fuera todavía más intenso, el núcleo de energía sería mayor y tu propio flujo de conciencia sería impartido a la forma, de tal manera que por un momento tú, en tu cuarto, podrías sentir súbitamente el olor del aire salado, o de alguna manera percibir el entorno en el cual esta seudo imagen está.
La extensión de la percepción variará aquí en grado sumo. En primer lugar, tu forma física es el resultado de un gran enfoque emocional. La energía fantástica de tu psique no solamente creó tu cuerpo físico, sino que lo mantiene. El cuerpo físico no es una cosa continuada, aunque te parezca lo suficientemente permanente mientras dura.
Lo que sigue es algo bastante difícil de explicar y para nuestros propósitos actuales no es totalmente necesario que comprendas las “pulsaciones” de las que hablaremos más adelante. Aun físicamente, tú no estás “aquí” tan a menudo como si estás. Tu enfoque e intensidad emocional crea formas además de tu cuerpo físico. Sin embargo, su duración y grado dependen de la intensidad de un origen emocional dado.
Tu espacio está lleno de formas incipientes, bastante vívidas, pero por debajo de la estructura regular de la materia que percibes. Estas proyecciones se están enviando afuera constantemente. Algunos instrumentos científicos algo más sofisticados de los que ahora tienes mostrarían claramente no solo la existencia de estas formas, sino también las vibraciones en variadas ondas de intensidad de aquellos objetos físicos que no percibes.
Para hacer esto más claro, mira cualquier mesa que esté frente a tí en el cuarto. La mesa es física, sólida, y la percibes fácilmente. Ahora, a manera de analogía, imagina si puedes que detrás de la mesa hay otra igual a ella, pero no tan física, y detrás de esa, otra, y detrás otra, cada una más difícil de percibir, desapareciendo hasta la invisibilidad. En frente de la mesa está una mesa igual, solo con un poquito menos de apariencia física que la mesa “real”, teniendo también una sucesión de mesas aun menos físicas que se extienden hacia el exterior. Lo mismo a cada lado de la mesa.
Todo lo que aparece en términos físicos, existe también en otros términos que no percibes. Solo percibes realidades cuando ellas alcanzan cierto grado, cuando parecen que se juntan en materia. Sin embargo, ellas existen realmente y son bastante validas a otros niveles.

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