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viernes, 3 de octubre de 2008

El Mensaje del Maestro 18

Estas “piezas periódicas”, por encima de todo, tienen un propósito particular. Por la misma naturaleza de la conciencia, ella busca materializarse en tantas dimensiones como sea posible para crear desde sí misma nuevos niveles de entendimiento y nuevas ramas. Al hacerlo así, crea toda la realidad. Por consiguiente, la realidad está siempre en un estado de “llegar a ser”. Los pensamientos que tú piensas, por ejemplo, en tu papel de actor, aun son totalmente únicos y conducen a nueva creatividad. Ciertos aspectos de tu propia conciencia no podrían cumplirse de otra manera.
Cuando piensas en la reencarnación, supones una serie de progresiones. En lugar de esto, las diferentes vidas surgen de lo que es tu ser interior. Ellas no te son impuestas por alguna agencia exterior. Ellas son un desarrollo material, en la medida en que tu conciencia se abre y se expresa en tantas formas como sea posible. No está restringida a toda una vida tridimensional, ni está restringida a la sola experiencia tridimensional.
Entonces tu conciencia toma muchas formas y estas formas no necesitan ser más semejantes de lo que una oruga es a una mariposa. El alma o la entidad tienen completa libertad de expresión. Cambia su forma para adaptarse a su expresión, forma entornos como escenarios y forma mundos para que se adapten a sus propósitos. Cada escenario produce nuevos desarrollos.
El alma o entidad es una energía espiritual altamente individualizada. Forma el cuerpo, cualquiera que sea el que tienes ahora, y es la fuerza motriz detrás de tu supervivencia física, ya que de ella derivas tu vitalidad. La conciencia nunca puede estar inmóvil, sino que siempre busca nueva creatividad.
El alma o entidad dota a la realidad tridimensional y al ser tridimensional con sus propias propiedades. Las habilidades de la entidad se encuentran dentro del ser tridimensional. El ser tridimensional, el actor, tiene acceso a esta información y a estos potenciales. Aprendiendo a utilizar estos potenciales, aprendiendo a redescubrir su relación con la entidad, el ser tridimensional eleva aun más el nivel de realización, de comprensión y de creatividad. El ser tridimensional se convierte en más de lo que conoce.
No solamente la entidad es fortalecida, sino que partes de ella, habiendo sido realizadas en la experiencia tridimensional, ahora le suman a la misma calidad y naturaleza de esa existencia. Sin esta creatividad, la vida planetaria, en tus términos, seria siempre estéril. El alma o entidad le da el aliento al cuerpo y al ser tridimensional dentro de él. Entonces el ser tridimensional sigue su propósito de abrir nuevas áreas de creatividad.
Las entidades o almas, en otras palabras, envían partes de sí mismas a abrir nuevas avenidas de realidad que no existirían de otra manera. Los seres tridimensionales, existiendo en estas realidades, deben enfocar ahí su atención completamente. Una comprensión interna les da la fuente de energía y fortaleza. No obstante, deben llegar a entender sus papeles como actores y, “finalmente”, desde sus papeles y por medio de otro acto de comprensión, deben regresar a la entidad.
Hay quienes aparecen en estos dramas completamente conscientes. Estas personalidades voluntariamente asumen roles, sabiendo que son roles, con el fin de conducir a otros hacia la realización y desarrollo necesarios. Ellos conducen los actores a ver más allá de los seres y escenarios que han creado. Estas personalidades, desde otros niveles de existencia, supervisan el drama, por así decirlo, y aparecen entre los actores. Su propósito es abrir puertas psicológicas dentro de los seres tridimensionales que liberarán al ser tridimensional para nuevos desarrollos en otro sistema de realidad.
Tú estás aprendiendo a ser cocreador. Estás aprendiendo a ser un dios, tal como ahora entiendes el término. Estás aprendiendo responsabilidad – la responsabilidad de una conciencia individualizada. Estás aprendiendo a manejar la energía que tú mismo eres, para propósitos creativos.
Estarás ligado a aquellos que amas y a aquellos que odias, aunque aprenderás a liberar, perder y disipar el odio. Aprenderás aun a utilizar el odio creativamente, a convertirlo a fines superiores y a transformarlo finalmente en amor.
Los escenarios en tu entorno físico, la a veces amorosa parafernalia, los aspectos físicos de la vida, tal como la conoces, son todos camuflajes, y por eso llamo camuflaje a tu realidad física. Sin embargo, estos camuflajes están compuestos de la vitalidad del universo. Las rocas, las piedras, las montañas, la tierra, son camuflajes vivos, redes psíquicas entrelazadas formadas por conciencias minúsculas que no puedes percibir como tales. Los átomos y moléculas dentro de ellas tienen su propia conciencia, de igual manera como la tienen los átomos y moléculas de tu cuerpo.

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