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sábado, 11 de octubre de 2008

El Mensaje del Maestro 22

En un determinado cuarto, las plantas crecerán más efectivamente en un área en particular que en otra área, partiendo de la base de que ambas áreas tengan los requerimientos necesarios como luz. Todo tu espacio está imbuido de estos puntos de coordenadas de tal manera que se forman ciertos ángulos invisibles.
Esta es una gran simplificación, ya que algunos ángulos estarán más “en las afueras” que otros y serán menos favorables para todas las condiciones de crecimiento y actividad. Al hablar de estos ángulos, los trataremos como tridimensionales, aunque por supuesto son multidimensionales. Parecerá que ellos son más fuertes en ciertos tiempos que en otros, aunque estas diferencias no tienen nada que ver con la naturaleza de los puntos de coordenadas, o con la naturaleza del tiempo. Otros elementos los afectan, pero no es necesario preocuparnos por ellos ahora.
Los puntos de energía concentrada son activados por intensidades emocionales que están bien dentro de tu rango normal. Tus propias emociones y sentimientos activarán estas coordenadas, bien sea que sepas de ellas o no. Una mayor energía será adicionada al pensamiento o sentimiento original y se acelerará su proyección dentro de la materia física. Esto aplica, sin importar la naturaleza del sentimiento, ya que solo su intensidad está involucrada aquí.
En otras palabras, estos puntos son como plantas de energía invisibles, activados cuando algún sentimiento o pensamiento emocional, con la suficiente intensidad, se pone en contacto. Estos puntos mismos intensifican lo que sea que los activa de una manera bastante neutral.
Aunque esto está muy simplificado, la experiencia subjetiva de cualquier conciencia es automáticamente expresada en unidades de energía electromagnética. Estas existen “por debajo” del rango de la materia física. Si se prefiere, ellas son partículas incipientes que aun no han emergido dentro de la materia.
Estas unidades son emanaciones naturales de toda clase de conciencias. Son formaciones invisibles que resultan de la reacción a todo tipo de estímulos. Rara vez existen en aislamiento y se unen bajo ciertas leyes. Cambian tanto su forma como su pulsación. Su “duración” relativa depende de la intensidad original que las sustenta, es decir, del pensamiento, la emoción, el estimulo, o la reacción que las trajo a la existencia.
Con una nueva simplificación aquí, bajo ciertas condiciones, estas unidades de energía electromagnética coagulan en materia. Aquellas unidades electromagnéticas con la suficientemente alta intensidad, automáticamente activan los puntos de coordenadas subordinados de los que hemos hablado. Por lo tanto, ellas son aceleradas y propulsadas en materia mucho más rápidamente que las unidades de menor intensidad. Las moléculas parecerían tan grandes como planetas para estas unidades. Los átomos, las moléculas y los planetas, y estas unidades de energía electromagnética, son simplemente diferentes manifestaciones de los mismos principios que traen a la existencia las unidades mismas. Es solo tu posición relativa, tu enfoque dentro de un espacio y tiempo aparentes, que hace que esto parezca tan improbable.
Por tanto, cada pensamiento o emoción existe como una unidad de energía electromagnética, o como una combinación de ellas y, bajo ciertas condiciones y frecuentemente con la ayuda de los puntos de coordenadas, emergen dentro de los bloques constructores de la materia física. Este surgimiento en la materia ocurre como “resultado” neutral, sin importar la naturaleza del pensamiento o la emoción. Las imágenes mentales, acompañadas de una fuerte emoción, son planos sobre los cuales aparecerá el correspondiente objeto físico, condición, o evento.
La intensidad del sentimiento, pensamiento, o imagen mental, es por lo tanto el elemento importante para determinar su subsiguiente materialización física.
La intensidad es el núcleo al rededor del cual se forman las unidades de energía electromagnética. En tus términos, entre más intenso sea el núcleo, más pronto será la materialización física. Esto aplica, bien sea que la imagen mental sea miedosa o placentera. Encontramos aquí un problema muy importante: si tu inclinación de la mente es sumamente intensa y piensas en vividas imágenes mentales y emocionales, éstas muy rápidamente se formarán en eventos físicos. Si eres de una naturaleza muy pesimista, dado a pensamientos y sentimientos de desastre potencial, estos pensamientos serán reproducidos fielmente en la experiencia.
Entre más intensas sean tu imaginación y experiencia interior, más importante será que te des cuenta de los métodos por medio de los cuales esta experiencia interior se convierte en una experiencia real físicamente. Tus pensamientos y emociones inician su viaje hacia la actualización física en el momento de su concepción. Si vives en un área en donde el entorno de coordenadas es fuerte, en alguna de esas áreas de las que hemos mencionado como inusualmente conducentes, parecerá entonces que estás inundado por enfermedades y desastres, si esta es la naturaleza de tus pensamientos, porque todo pensamiento es así de fértil en este entorno. Si, por otra parte, tus sentimientos y experiencia subjetiva están bastante bien balanceados, si son adecuadamente optimistas y creativos de una manera constructiva, te parecerá entonces que has sido bendecido con una suerte inusual, ya que tus suposiciones placenteras llegaran tan rápidamente.

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