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miércoles, 31 de octubre de 2007

Una Nueva Visión del Universo

El intento mismo de describir la realidad en términos científicos, tal como se entienden corrientemente, rinde tributo indebido a un vocabulario que degrada automáticamente conceptos mayores para ajustarlos a sus propias medidas. En otras palabras, este intento presenta el problema adicional de considerar un aparente universo objetivo y describirlo de manera objetiva. El universo es una manifestación espiritual, o mental, o psicológica, y no una manifestación objetiva, según el vocabulario usualmente utilizado.
En la actualidad, la Ciencia, la Religión y la Psicología están muy lejos de la estructura conceptual que pueda explicar, o inclusive describir indirectamente, las dimensiones de este tipo de universo. Sus propiedades son psicológicas, siguiendo la lógica de la psique, y todas las propiedades físicas que conocemos son reflexiones de eventos más profundos. Cada átomo, cada molécula, cada partícula que podamos imaginar, posee una conciencia. Mientras no aceptemos esta afirmación, por lo menos como teoría básica, gran parte del asunto parecerá no tener sentido.
Esa afirmación debe ser la base para cualquier nueva teoría científica que aspire a tener resultados conducentes a la adquisición de conocimiento. Como debemos utilizar un vocabulario objetivo, siempre necesitaremos emplear analogías. Vocabulario objetivo significa utilizar un lenguaje que automáticamente establece sus propios esquemas de percepción, como lo debe hacer cualquier lenguaje.
El universo se expande como se expande una idea. Así como las frases se construyen con base en las palabras, y los parágrafos con base en las frases, y así como cada una retiene su propia lógica, continuidad y evidencia dentro de esa estructura, de la misma manera, todas las partes del universo se nos presentan con la misma cohesión, significado, continuidad y orden. Cada frase es significativa. Parece alinearse en orden por si misma, a medida que la pronunciamos. Su orden es obvio. Esa frase es significativa por la organización de las letras o, si es pronunciada, por la organización de vocales y sílabas. La frase tiene sentido, no solo por las letras, vocales o sílabas que se utilizan en ella, sino también por las letras o vocales o sílabas que excluye.
Lo mismo se aplica a nuestro universo. Tiene sentido, coherencia y orden, no solo por las realidades que son obvias para nosotros y que son visibles, sino también por aquellas realidades internas que están “inexpresadas” u ocultas. No estamos hablando de variables ocultas, en términos científicos, ni estamos diciendo que el universo es una ilusión, sino una realidad psicológica en la que la “objetividad” es el resultado de la creatividad psicológica.
No solo se trata de que nuestra visión de la realidad es relativa a nuestra posición dentro del universo, sino que el universo mismo es diferente, de acuerdo a nuestra posición dentro de él, y que hay normas espirituales y psicológicas que aplican. El universo tiene que ver con diferentes clases de ordenes, percepciones y organizaciones, cada una dependiente de las otras, pero cada una separada y aparte en su propio dominio.
En nuestra realidad, la verdadera libertad es la libertad de las ideas y la verdadera esclavitud es la esclavitud de las ideas, ya que nuestras ideas forman nuestra realidad personal y colectiva. Queremos examinar el universo desde el exterior y examinar nuestras sociedades desde el exterior. Aun pensamos que el mundo interior es, de alguna manera, simbólico, y que el mundo exterior es real. La realidad psicológica siempre es la primordial y es ella la que forma los eventos.
No es que no podamos comprender la naturaleza del universo hasta cierto grado, sino que las verdaderas respuestas se van a encontrar en la naturaleza de nuestras propias mentes, en los procesos de la creatividad individual y en estudios en los que se hagan preguntas como las siguientes: “De donde vino este pensamiento”? A donde va este pensamiento? Qué efecto tiene este pensamiento, sobre mi y sobre otros? Cómo sé soñar, si nunca nadie me ha enseñado a hacerlo? Cómo hablo, sin comprender los mecanismos involucrados? Por qué siento que tengo una realidad eterna, cuando es obvio que nací físicamente y moriré físicamente. Son estas preguntas anticientíficas?
Son las más científicas de todas las preguntas. Hasta cierto punto, el intento por parte de la ciencia de considerar este material puede atraer aquellas cualidades de una verdadera intuición científica que le ayudará a la ciencia a salvar la brecha entre su visión actual y una nueva visión del universo.

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