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jueves, 2 de junio de 2011

La Realidad Desconocida 67

Hay muchos tipos de música. Yo podría decir: “La música es triunfante,” o “La Música es trágica.” Comprenderías que no me estoy contradiciendo a mi mismo. Tú no dirías, o al menos espero que tú no dirías: “¿Por qué alguien escribiría una composición como Pathetique de Tchaikovsky?” ¿Por qué un compositor escogería un estado de ánimo tan sombrío? La música misma tendría su propia extensión y poder, y de hecho seria hermosa, más allá de todo concepto del bien y el mal.

En alguna manera, incluso una composición trágica de mérito trasciende la tragedia misma. El compositor estaba exultante en medio de las más profundas emociones de la tragedia, o aun de la derrota. En tales casos, la tragedia misma se busca como una estructura emocional sobre la cual actúa la psique. La estructura no es lanzada sobre ella, sino en realidad escogida precisamente por sus características propias – incluso aquellas de abatimiento, quizás.

Probando esas cualidades al máximo, desde esa estructura la psique explora los fuegos de vitalidad y ser como experimentados desde ese específico punto de vista, y el abatimiento puede ser más vivo que una inexplorada, difícilmente experimentada alegría. De la misma manera, ciertos individuos pueden y escogen experiencias de vida que implican grandes tragedias. Sin embargo, esas vidas trágicas son utilizadas como un punto de enfoque que de hecho traen a la experiencia, a través de la comparación, la gran vitalidad y el empuje del ser.

Esto no quiere decir que una vida trágica sea más vital que una vida feliz y simple. Apenas quiere decir que cada individuo está involucrado en un arte de vivir. Hay diferentes temas, instrumentos, melodías – pero la existencia, como un gran arte, no puede ser confinada a simples definiciones.

Desde afuera, por ejemplo, podría parecer como si una persona joven muriese porque, de una u otra manera, esté insatisfecha con la vida misma. Ciertamente, se da por sentado usualmente que los suicidas le tienen miedo a la vida. Sin embargo, los suicidas, y los aspirantes a suicidas, con frecuencia tienen tal gran lujuria por la vida que constantemente la ponen en peligro, de tal manera que puedan experimentar lo que es ella en forma intensificada. Lo mismo aplica a muchos que siguen profesiones peligrosas. Está de moda suponer que estas personas tienen un deseo de muerte. En cambio, muchas de ellas tienen un intensificado deseo por la vida, por así decirlo. Ciertamente, parece destructivo para otros. Para esas personas, sin embargo, la excitación adicional amerita el riesgo. El riesgo, de hecho, les da una intensificada versión de la vida.

Este obviamente no es el caso con todos los suicidas, o aspirantes a suicidas, o con todos los que toman de riesgos. Sin embargo, todos los elementos están allí. Una persona que muere a los 17 años puede haber experimentado dimensiones de la vida mucho más grandes, en tus términos, que alguien que vive hasta los 82 años. Tales personas no están tan mal enteradas de esas opciones como parece.

Esto no quiere decir que no puedas alterar tu experiencia en un determinado punto.

Tomemos una hipotética joven mujer llamada Mary, quien es aficionada a los tipos de experiencias recién mencionados. Temperamentalmente, ella busca situaciones de crisis. Puede iniciar intentos de suicidio. Por otra parte, puede no tener ninguna de tales ideas, pero es asesinada a la edad de 17 años.

Ciertamente no estamos condonando al asesino – sin embargo, ningún asesino mata a alguien que no quiera morir.

El escoge victimas tan intuitivamente como la víctima busca al asesino. Por otra parte, las experiencias de Mary en la vida pueden hacerla cambiar su mente, por así decirlo, de tal manera que a los 17 años encuentra en cambio una enfermedad severa, de la cual se recupera victoriosamente. O podría escapar por poco de ser asesinada, cuando una bala del revolver del asesino le da a la persona que está enseguida de ella. En un nivel totalmente diferente y de una manera diferente, ella podría no tener tales experiencias, pero ser una escritora de asesinatos misteriosos, o ser una enfermera en cirugía. Las particulares variaciones que una persona podría desempeñar son infinitas. Tú no puedes conscientemente empezar a alterar la estructura de tu vida, sin embargo, a menos que, primero que todo, te des cuenta que tú la formas. La melodía es la tuya propia. Ella no es inevitable, ni es la única melodía que puedes interpretar.

Hasta cierto punto, puedes actualizar partes de tu propia realidad desconocida, y atraerlas hacia el área de experiencia de tu vida. Hay una relación obvia entre una nota y otra en una composición musical. Ahora, en términos de familias físicas, y en términos más amplios de países, hay una relación entre las realidades, las cuales cambian constantemente como lo hacen las notas. Hasta cierto punto, tu realidad es escogida por tus contemporáneos. Ellos la aceptan o no, de acuerdo con el tema o enfoque particular de sus vidas.

En esos términos, no eres parte de ninguna realidad que no sea la tuya. Si la compartes con otros, es porque los otros tienen que ver con las variaciones del mismo tema. Esto aplica en términos de los objetivos del mundo “en un determinado tiempo.”

Por ejemplo, en ciertos términos, tú estás trabajando con el reto de cómo utilizar al máximo los recursos del mundo. Algunos países producirán en exceso. Otros producirán muy poco. Parecen ocurrir contradicciones. Algunas personas estarán sobrealimentadas, mientras otras mueren de hambre; algunas estarán hastiadas con las conveniencias materiales, otras relativamente ignorantes de ellas. Estas son variaciones del mismo tema, como ves. En términos generales, los contemporáneos están trabajando en algún grupo de retos, aunque una sobreoferta o una carencia se podría presentar en algún lugar en particular. Quizá, sin embargo, los retos podrían no estar claramente delineados sin esas extravagancias de grado.

Como contemporáneos, las contrapartes escogen una estructura de tiempo en particular. El solo formato de tiempo hace claros ciertos enfoques, los que, en tus términos, no se podrían hacer en otro contexto. Lo que aprendes en tu presente acerca de la industria – “el progreso” – y la distribución equitativa de los productos de la tierra, solamente se podría aprender en un contexto en el que el industrialismo fuera experimentado como yendo demasiado lejos, en donde la tecnología fuese vista y conocida como un creciente peligro.

En términos que admito son difíciles de describir, las soluciones creativas cambiarán el curso de la historia en el pasado, así que las variaciones se asumen, y la tecnología no progresa de la misma manera que lo “hace” en tu experiencia.

He dicho antes que personalmente puedes cambiar tu pasado desde el presente. Lo mismo aplica a las civilizaciones.

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