El cuerpo físico está equipado para mantenerse a sí mismo como organismo saludable y de larga vida, mucho más allá de nuestra comprensión actual. La comprensión celular provee todo tipo de terapéutica y ésta opera naturalmente. Existe un intercambio físico entre el cuerpo y su entorno, más allá de lo que podemos saber. Existe una dinámica que une la salud de plantas, animales y hombres, de la cual no somos conscientes. Si estamos viviendo en un entorno bien balanceado y saludable, las plantas y los animales de la casa también estarán bien. Formamos nuestro entorno, hacemos parte de él y reaccionamos a él, olvidando esa relación. El cuerpo está en capacidad de mantenerse saludable y de sostenerse en los niveles más altos de la actividad física. Las proezas de los atletas nos dan una idea de la verdadera capacidad del cuerpo. De acuerdo con nuestro sistema de creencias, los atletas deben entrenarse y concentrar su atención en esa sola dirección, generalmente a expensas de otras experiencias. Sus ejecutorias muestran claramente las capacidades del cuerpo.
El cuerpo está preparado para liberarse de cualquier enfermedad y de mantener su estabilidad hasta una edad avanzada, con apenas unos cambios graduales. Estos cambios físicos traerán también cambios espirituales. Cuando tomamos unas vacaciones, cerramos nuestra casa y ésta permanecerá en buenas condiciones. La muerte significa el cierre de nuestra casa física personal y esta no tiene porque desplomarse.
Algunas personas pueden vislumbrar la habilidad curativa del cuerpo y hacer uso de ella. Algunas veces los médicos se enteran de esta habilidad, cuando un paciente, con una enfermedad “incurable”, súbitamente se recupera. Las curaciones “milagrosas” son ejemplos de la acción de la naturaleza sin estorbos. Como lo decíamos antes, el “médico completo” es aquel que entiende la verdadera naturaleza del cuerpo y sus potenciales. Son personas que tienen la capacidad de transmitir tales ideas a otros y alentarlos a confiar en la validez de su propio cuerpo. Algunas de las habilidades del cuerpo nos parecen imposibles, simplemente porque no tenemos evidencias que sirvan de soporte. Muchos órganos pueden reemplazarse a sí mismos totalmente, o sustituir las partes enfermas por nuevo tejido. Muchas personas, sin saberlo, han desarrollado un cáncer y se han curado. A algunas personas les han extirpado el apéndice y éste ha vuelto a crecer. Todos estos poderes del cuerpo son biológicamente posibles, en términos prácticos, pero es necesario un cambio total en el enfoque y en nuestras creencias. La insistencia en mantenernos separados de la naturaleza, automáticamente nos impide confiar en las capacidades biológicas de curación del cuerpo y las creencias religiosas nos alejan de su espiritualidad.
El cuerpo está preparado para liberarse de cualquier enfermedad y de mantener su estabilidad hasta una edad avanzada, con apenas unos cambios graduales. Estos cambios físicos traerán también cambios espirituales. Cuando tomamos unas vacaciones, cerramos nuestra casa y ésta permanecerá en buenas condiciones. La muerte significa el cierre de nuestra casa física personal y esta no tiene porque desplomarse.
Algunas personas pueden vislumbrar la habilidad curativa del cuerpo y hacer uso de ella. Algunas veces los médicos se enteran de esta habilidad, cuando un paciente, con una enfermedad “incurable”, súbitamente se recupera. Las curaciones “milagrosas” son ejemplos de la acción de la naturaleza sin estorbos. Como lo decíamos antes, el “médico completo” es aquel que entiende la verdadera naturaleza del cuerpo y sus potenciales. Son personas que tienen la capacidad de transmitir tales ideas a otros y alentarlos a confiar en la validez de su propio cuerpo. Algunas de las habilidades del cuerpo nos parecen imposibles, simplemente porque no tenemos evidencias que sirvan de soporte. Muchos órganos pueden reemplazarse a sí mismos totalmente, o sustituir las partes enfermas por nuevo tejido. Muchas personas, sin saberlo, han desarrollado un cáncer y se han curado. A algunas personas les han extirpado el apéndice y éste ha vuelto a crecer. Todos estos poderes del cuerpo son biológicamente posibles, en términos prácticos, pero es necesario un cambio total en el enfoque y en nuestras creencias. La insistencia en mantenernos separados de la naturaleza, automáticamente nos impide confiar en las capacidades biológicas de curación del cuerpo y las creencias religiosas nos alejan de su espiritualidad.
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