El cuerpo es una manifestación espiritual, psíquica y social, expresada biológicamente. Está equipado para actuar, es pragmático y deseoso de explorar y comunicar. La comunicación implica una naturaleza social. El cuerpo tiene dentro de sí todo lo necesario para su propia defensa. El cuerpo mismo incita al niño a hablar, a gatear, a caminar y a buscar compañeros. A través de la comunicación biológica, las células del niño se enteran del entorno físico, la temperatura, la presión atmosférica, las condiciones del tiempo, las fuentes de comida, y su cuerpo reacciona a estas condiciones haciendo ajustes con gran rapidez.
A nivel celular, el mundo existe con un tipo de intercambio social según el cual el nacimiento y la muerte de las células son conocidos por todas las demás y la muerte de una rana y la de una estrella tienen la misma importancia. Al nivel de nuestra actividad, los pensamientos, los sentimientos y las intenciones, aunque son privados, forman parte del entorno interior de comunicaciones. Este entorno interior es tan pertinente y vital para el bienestar de la especie como el entorno físico. Representa la reserva potencial psíquica, de la misma manera como el planeta representa la reserva potencial física. Cuando se presenta un terremoto en otra parte del mundo, el territorio de nuestro país se afecta de una u otra manera. Cuando se presentan terremotos psíquicos en otras partes del mundo, todos nosotros nos afectamos en la misma medida.
Cuando una parte de nuestro cuerpo sufre una herida, otras partes del cuerpo sienten los efectos de esa herida. Un terremoto puede ser un desastre en el área en la que ocurre, pero tiene la finalidad de corregir desequilibrios y por consiguiente promueve la vida del planeta. De inmediato se llevan a cabo acciones de emergencia en el área del terremoto y se recibe ayuda de otros países. Cuando una parte del cuerpo “hace erupción”, también hay medidas de emergencia locales y se recibe ayuda de otras partes del cuerpo para las partes afectadas. Una “erupción” física puede parecer como un desastre en el área de la enfermedad, pero también es parte de un sistema de defensa del cuerpo, que garantiza su balance. Biológicamente, la enfermedad significa que el sistema de defensa del cuerpo está funcionando. Si no se presentaran algunas enfermedades, el cuerpo no perduraría. El cuerpo debe estar en un estado de cambio constante, tomando decisiones muy rápidas, difíciles de seguir, ajustando los niveles hormonales, manteniendo el balance entre todos sus sistemas, no solo en relación con él mismo, sino con su entorno, que también está en cambio constante.
A niveles biológicos, el cuerpo produce sus propias “medicinas preventivas”, o “vacunas”, buscando nuevas substancias externas en el entorno, propias de la naturaleza, la ciencia o la tecnología. Asimila sus propiedades en pequeñas dosis, produciendo cierta “enfermedad”, que muy pronto desaparecerá, una vez que el cuerpo las utilice. La persona se puede sentir indispuesta, pero esa es la manera como el cuerpo asimila y utiliza propiedades que de otra manera se considerarían extrañas. El cuerpo se inmuniza a sí mismo de esta manera.
Sin embargo, el cuerpo tiene que contar con la mente y esta produce un entorno interior de conceptos. Las células que componen el cuerpo no tratan de interpretar el mundo cultural. Ellas confían en la interpretación que hacemos de las amenazas que no son de naturaleza biológica. En otras palabras, ellas dependen de nuestra evaluación. Si esta evaluación está de acuerdo con la evaluación biológica, tendremos una muy buena relación funcional con el cuerpo y éste podrá reaccionar con rapidez y claridad. Cuando sentimos una amenaza o un peligro, con los cuales el cuerpo no encuentra una correlación biológica, aún después de explorar el entorno físico con su sistema de comunicación celular, deberá confiar en la evaluación que hicimos y reaccionará ante esas situaciones de peligro. Entonces el cuerpo estará reaccionando ante peligros imaginarios y peligros biológicos y su sistema de defensas se utilizará en exceso.
El cuerpo está bastante bien equipado para tratar con su situación física en el mundo físico y su sistema de defensas no se equivocará. Sin embargo, la mente consciente dirige las percepciones temporales y las interpreta, organizándolas en patrones y el cuerpo deberá depender de esas interpretaciones.
A nivel celular, el mundo existe con un tipo de intercambio social según el cual el nacimiento y la muerte de las células son conocidos por todas las demás y la muerte de una rana y la de una estrella tienen la misma importancia. Al nivel de nuestra actividad, los pensamientos, los sentimientos y las intenciones, aunque son privados, forman parte del entorno interior de comunicaciones. Este entorno interior es tan pertinente y vital para el bienestar de la especie como el entorno físico. Representa la reserva potencial psíquica, de la misma manera como el planeta representa la reserva potencial física. Cuando se presenta un terremoto en otra parte del mundo, el territorio de nuestro país se afecta de una u otra manera. Cuando se presentan terremotos psíquicos en otras partes del mundo, todos nosotros nos afectamos en la misma medida.
Cuando una parte de nuestro cuerpo sufre una herida, otras partes del cuerpo sienten los efectos de esa herida. Un terremoto puede ser un desastre en el área en la que ocurre, pero tiene la finalidad de corregir desequilibrios y por consiguiente promueve la vida del planeta. De inmediato se llevan a cabo acciones de emergencia en el área del terremoto y se recibe ayuda de otros países. Cuando una parte del cuerpo “hace erupción”, también hay medidas de emergencia locales y se recibe ayuda de otras partes del cuerpo para las partes afectadas. Una “erupción” física puede parecer como un desastre en el área de la enfermedad, pero también es parte de un sistema de defensa del cuerpo, que garantiza su balance. Biológicamente, la enfermedad significa que el sistema de defensa del cuerpo está funcionando. Si no se presentaran algunas enfermedades, el cuerpo no perduraría. El cuerpo debe estar en un estado de cambio constante, tomando decisiones muy rápidas, difíciles de seguir, ajustando los niveles hormonales, manteniendo el balance entre todos sus sistemas, no solo en relación con él mismo, sino con su entorno, que también está en cambio constante.
A niveles biológicos, el cuerpo produce sus propias “medicinas preventivas”, o “vacunas”, buscando nuevas substancias externas en el entorno, propias de la naturaleza, la ciencia o la tecnología. Asimila sus propiedades en pequeñas dosis, produciendo cierta “enfermedad”, que muy pronto desaparecerá, una vez que el cuerpo las utilice. La persona se puede sentir indispuesta, pero esa es la manera como el cuerpo asimila y utiliza propiedades que de otra manera se considerarían extrañas. El cuerpo se inmuniza a sí mismo de esta manera.
Sin embargo, el cuerpo tiene que contar con la mente y esta produce un entorno interior de conceptos. Las células que componen el cuerpo no tratan de interpretar el mundo cultural. Ellas confían en la interpretación que hacemos de las amenazas que no son de naturaleza biológica. En otras palabras, ellas dependen de nuestra evaluación. Si esta evaluación está de acuerdo con la evaluación biológica, tendremos una muy buena relación funcional con el cuerpo y éste podrá reaccionar con rapidez y claridad. Cuando sentimos una amenaza o un peligro, con los cuales el cuerpo no encuentra una correlación biológica, aún después de explorar el entorno físico con su sistema de comunicación celular, deberá confiar en la evaluación que hicimos y reaccionará ante esas situaciones de peligro. Entonces el cuerpo estará reaccionando ante peligros imaginarios y peligros biológicos y su sistema de defensas se utilizará en exceso.
El cuerpo está bastante bien equipado para tratar con su situación física en el mundo físico y su sistema de defensas no se equivocará. Sin embargo, la mente consciente dirige las percepciones temporales y las interpreta, organizándolas en patrones y el cuerpo deberá depender de esas interpretaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario