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sábado, 5 de junio de 2010

La Psique, El Amor, La Expresión Sexual, y La Creatividad 2

Para ponerlo tan simplemente como es posible, el amor es la fuerza desde la cual proviene el ser, y consideraremos esta declaración mucho más plenamente más delante en este libro. El amor busca la expresión y la creatividad. La expresión sexual es una manera en la que el amor busca la creatividad. Difícilmente es la única manera, sin embargo. El Amor encuentra expresión a través de las artes, la religión, el teatro, y de acciones útiles a otros. No se puede confinar a la expresión sexual solamente, ni se pueden dar normas en cuanto a qué tan a menudo los adultos normales deberían expresarse sexualmente.
Muchos hombres, etiquetados como homosexuales, por ellos mismos y por otros, quieren ser padres. Sus creencias y aquellas de tu sociedad los llevan a imaginar que ellos deben ser siempre heterosexuales u homosexuales. Muchos sienten un deseo hacia las mujeres, que también esta inhibido. Tu orientación masculina o femenina te limita en formas que no comprendes. Por ejemplo, en muchos casos el apacible padre “homosexual” tiene una mejor idea innata de la masculinidad que el hombre heterosexual que cree que los hombres deben ser crueles, insensitivos y competitivos. Estas son ambas imágenes estereotipadas, sin embargo.
El Amor puede expresarse muy legítimamente a través de las artes. Esto no quiere decir que tal persona se esté reprimiendo sexualmente en un caso dado, y que esté hurtando su energía para la producción creativa – aunque, por supuesto, éste puede ser el caso. Muchos artistas naturales en cualquier campo normalmente expresan el amor a través de tales esfuerzos creativos, en lugar de hacerlo a través de acciones sexuales.
Esto no quiere decir que tales personas nunca tengan encuentros sexuales que sean agradables, e incluso de naturaleza duradera. Quiere decir que el empuje de su amor es, en general, expresado a través de la producción de arte, por medio del cual busca una declaración que se exprese en términos distintos a los corporales.
Un gran artista en cualquier campo, o en cualquier momento, siente instintivamente una personalidad privada, que es mayor que la identidad sexual en particular. Mientras equipares la identidad con tu sexualidad, limitarás los potenciales del individuo y los de la especie. Cada persona encontrará más fácil finalmente operar como hombre o como mujer, como lesbiana u homosexual, pero cada persona es primordialmente bisexual. La bisexualidad implica paternidad, tanto como ella implica relaciones lesbianas u homosexuales. Nuevamente aquí, los encuentros sexuales son una parte natural de la expresión del amor, pero no son el límite de la expresión del amor.
Muchas relaciones no sexuales muy buenas son negadas por las connotaciones impuestas sobre el lesbianismo o la homosexualidad. Muchas relaciones homosexuales también les son negadas a las personas etiquetadas como no siendo heterosexuales, o por ellos mismos, o por la sociedad. Las personas así etiquetadas con frecuencias se sienten impulsadas por pura confusión a expresar su amor solamente a través de los actos sexuales. Ellas se sienten obligadas a imitar lo que conciben como un hombre o una mujer natural, y en ocasiones terminan en caricaturas ridículas. Estas caricaturas enfurecen a aquellos así imitados - porque ellas llevan tales indicios de verdad, y señalan tan ingeniosamente las exageraciones de la masculinidad o de la feminidad que muchos heterosexuales han adherido a sus propias naturalezas.
Ahora bien, en algunos periodos históricos era deseable, en términos prácticos, que un hombre tuviera muchas esposas, de tal manera que si moría en batalla su semilla podía ser plantada en muchos úteros – particularmente en tiempos cuando las enfermedades golpeaban a hombres y mujeres, con frecuencia por debajo de la adultez joven.
Cuando las condiciones físicas eran adversas, tales tradiciones sociales surgían con frecuencia. En tiempos de superoblación, las así llamadas tendencias homosexuales y lesbianas salían a la superficie – pero también hay la tendencia a expresar el amor en modalidades no físicas, y al surgimiento de grandes cuestiones y desafíos dentro de los cuales hombres y mujeres podían proyectar sus energías. Hay porciones “perdidas” de la Biblia que tienen que ver con la sexualidad, y con las creencias de Cristo relacionadas con ella, que eran consideradas blasfemias y no les llegaron a ustedes a través de la historia.
Nuevamente, es natural expresar el amor a través de los actos sexuales – es natural y bueno. No es natural expresar el amor solamente a través de los actos sexuales, sin embargo. Muchas de las ideas sexuales de Freud no reflejaban la condición natural del hombre. Los complejos y las neurosis resaltadas y definidas son productos de tus tradiciones y creencias. Encontrarás naturalmente alguna evidencia de ellas en el comportamiento observado. Muchas de las tradiciones provienen de los Griegos, de los dramaturgos griegos, quienes hermosa y trágicamente presentaron la cualidad de la psique tal como se mostró a la luz de las tradiciones griegas.
El muchacho no busca, naturalmente, “destronar” al padre. Busca emularlo; busca ser él mismo, tan plenamente como le parece que su padre buscaba ser él mismo. Esperaba ir mas allá de él mismo y de sus propias capacidades, por él mismo y por su padre.
Como niño, alguna vez pensó que su padre era inmortal, en términos humanos - que no podía hacer nada equivocado. El hijo trata de vindicar al padre no equivocándose él mismo, y quizá teniendo éxito en donde parecía que su padre pudo haber fallado. Es mucho más natural para el hombre tratar de vindicar al padre que destruirlo, o envidiarlo en términos negativos.
El niño simplemente es el niño hombre. No está celoso del padre con la madre, de la forma como se supone con frecuencia. El niño hombre no posee una identidad tan enfocada sobre su masculinidad. No estoy diciendo que los niños no tienen una naturaleza sexual desde el nacimiento. Ellos simplemente no se enfocan sobre su masculinidad o feminidad en la forma como se supone.
Para el niño hombre, el pene es algo que le pertenece personalmente, de la misma manera como le pertenece un brazo o una pierna, o su boca o su ano. El no lo considera un arma. No está celoso del amor de su padre por su madre, ya que comprende bastante bien que su amor por él es igual de fuerte. No desea poseer a su madre sexualmente, de la manera como los adultos lo suponen corrientemente. El no comprende esos términos. Puede a veces estar celoso de la atención de su madre, pero estos no son celos sexuales en términos convencionalmente entendidos. Tus creencias te ciegan a la naturaleza sexual de los niños. Ellos gozan de sus cuerpos. Ellos se excitan sexualmente. Sin embargo, las connotaciones psicológicas no son aquellas asignadas por los adultos.
Las creencias que involucran la rivalidad inherente del hijo con el padre, y su necesidad de derrocarlo, siguen en cambio patrones de cultura y tradición, económicos y sociales, más que biológicos o psicológicos. Esas ideas sirven como explicaciones prácticas para un comportamiento que no es inherente o pertinente biológicamente.

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