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martes, 30 de diciembre de 2008

El Mensaje del Maestro 62

Las Relaciones Reencarnacionales
Tus pensamientos y tu experiencia de todos los días contienen las respuestas. Los éxitos en esta vida, las habilidades, se han elaborado a través de la experiencia pasada y te pertenecen por derecho. Trabajaste para desarrollarlos. Si miras a tu alrededor, a tus parientes, amigos, conocidos y asociados de negocios, también verás que clase de persona eres, porque eres atraído por ellos y ellos son atraídos por ti, por similitudes internas muy básicas.
Si examinas tus pensamientos por cinco minutos varias veces al día y varias veces al mes, ciertamente recibirás una impresión correcta del tipo de vida que has organizado para ti en la próxima existencia. Si no estás satisfecho con lo que descubres, entonces es mejor que empieces a cambiar la naturaleza de tus pensamientos y tus sentimientos.
Como lo podrás ver más adelante, así puedes hacerlo. No hay una norma que diga que en cada vida debes encontrarte de nuevo con aquellos que has conocido antes y, sin embargo, por la misma naturaleza de la atracción, con frecuencia ese es el caso.
Puedes haber nacido dentro de tu familia actual por muchas razones. Puedes encontrar después de la muerte una más fuerte relación emocional con una personalidad de una vida pasada. Por ejemplo, si estás casado y no tienes una verdadera compenetración con tu pareja, puedes encontrar en cambio una esposa o esposo esperándote.
Muchas veces miembros de varios grupos, grupos de militares, grupos de la iglesia, grupos de cazadores, en otra vida formarán relaciones familiares en las que intentarán resolver viejos problemas de nuevas maneras. Las familias se pueden considerar como estructuras de actividad psíquica; ellas tienen una identidad subjetiva, de la cual no está enterado ningún miembro del grupo en particular.
Las familias tienen propósitos subconscientes, aunque los miembros individuales de la familia pueden perseguir estas metas sin conocimiento consciente. Tales grupos son establecidos de antemano, por así decirlo, entre dos existencias físicas. Muchas veces cuatro o cinco individuos se impondrán ellos mismos un determinado reto, y se les asigna a los diferentes miembros los diversos papeles en que deben actuar. Entonces en una existencia física los papeles serán llevados a cabo.
El ser interior siempre está enterado de los mecanismos ocultos de estas estructuras familiares. Quienes han estado ligados muy estrechamente por lazos emocionales, con frecuencia prefieren permanecer con relaciones físicas y lazos más o menos estrechos que continúan por muchas vidas. Sin embargo, nuevas relaciones siempre son alentadas, ya que puedes tener “familias” reencarnacionales que crecen internamente. Muchas de ellas forman organizaciones físicas que realmente son manifestaciones de agrupaciones internas.
Anteriormente hablaba de los conceptos rígidos de correcto e incorrecto. Solo hay una manera de evitar este problema. Solo la verdadera compasión y el verdadero amor conducirán a una comprensión de la naturaleza del bien, y solamente estas cualidades servirán para aniquilar los conceptos erróneos y distorsionados del mal.
El hecho simple es que mientras creas en el concepto del mal, el será una realidad en tu sistema y siempre lo encontrarás manifiesto. Tu creencia en el mal te parecerá muy justificada. Si llevas este concepto a través de sucesivas generaciones, a través de las reencarnaciones, estás sumándole a su realidad.
Permíteme arrojar alguna luz sobre lo que estoy tratando de decirte. Primero que todo, el amor siempre involucra libertad. Si alguien te dice que te quiere, pero te niega la libertad, a menudo lo odias. Sin embargo, por sus palabras no sientes que la emoción se justifique. Este tipo de enredo emocional te puede conducir a enredos continuados a través de varias vidas.
Si odias el mal, ten cuidado con la concepción de la palabra. El odio es restrictivo. Estrecha tu percepción. Es ciertamente un vidrio oscuro que ensombrece toda tu experiencia. Encontraras más y más para odiar y atraes elementos odiosos a tu experiencia.
Por ejemplo, si odias a uno de tus padres, se vuelve bastante fácil odiar a todos los padres, ya que en sus caras ves y proyectas al infractor original. En las vidas subsiguientes también puedes ser atraído a una familia y encontrarte a ti mismo con las mismas emociones, ya que las emociones son el problema y no aquellos elementos que parecen atraerlas.
Si odias la enfermedad, puedes atraer sobre ti mismo una vida de enfermedad, porque el odio la ha atraído hacia ti.

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