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jueves, 29 de octubre de 2009

El Bien y El Mal, Las Creencias Personales y Colectivas, y Sus Efectos Sobre Tu Experiencia Privada y Social 1

Un Estado de Gracia
Salud
Riqueza
Blanco
Cristiano

Fuera de Gracia
Enfermedad
Pobreza
Negro
No Cristiano

Un Estado de Gracia
Indio u Oriental
Orgullosa Pobreza
Piel Morena
Gran Comprensión Mística
Comprensión Cósmica

Fuera de Gracia
Americano
Riqueza Embarazosa
Piel Blanca
Insensibilidad
Pobreza Espiritual y Desintegracion

Estado de Gracia
Juventud
Comprension Intuitiva
Belleza
Capacidad Intelectual
Vigor Fisico
Futuro sin Desplegar

Fuera de Gracia
Vejez
Rigidez, Ignorancia Mental y Espiritual
Fealdad
Desintegracion de la Capacidad Intelectual
Perdida de Vigor
Cierre de Todas las Puertas de Actividad

Los simples diagramas solamente representan algunos sistemas generales de creencias desde el punto de vista de los “valores morales”. Tus ideas del bien y el mal afectan no solamente tu comportamiento con otros, sino tu actividad en una comunidad y en el mundo en general.
Muchos creen – utilizando el primer diagrama - que está “bien” y es moralmente superior ser Cristiano, blanco, rico y con excelente salud. Ahora bien, aunque esto no aparece en el diagrama, la palabra “masculino” también se puede agregar a la lista de atributos preferidos.
La realidad es entonces vista a través de este sistema de creencias. Si las tienes, sentirás que esas características son dadas por Dios. De acuerdo con el fervor con el que acaricias estas ideas, encontrarás que ellas te encierran, ya que de una manera muy limitada definen tu concepto del bien. Las personas que tienen tales creencias a menudo son muy religiosas, en términos convencionales. Los países que hacen énfasis en creencias parecidas, envían misioneros a “convertir” a aquellos que son paganos, y por lo tanto inferiores.
Los sentimientos individuales de esta manera serán muy inconfortables cuando se mezclan con otros de una raza, credo, o color diferente y, a pesar de ellos mismos, pueden ser vengativamente conservadores al tratar, por ejemplo, con los problemas de naturaleza comunitaria. Ellos consideraran la pobreza como un signo del disgusto de Dios, y de esta manera estarán inclinados a dejar la totalidad del asunto en sus “manos”. Pueden hablar con aparente compasión acerca del apuro de otros, y sin embargo todo el tiempo consideran la dificultad como el simple resultado de la inferioridad, de la desigualdad.
Estas personas pueden ser de cualquier edad. Pueden provenir de cualquier entorno económico. Ahora bien, si sucede que eres Protestante, hombre, blanco, americano, rico, y saludable, al menos dentro de esa estructura de tus creencias te puedes mirar a ti mismo con ojos “claros”. Tu fundamento es inestable en realidad, pero al menos encajas dentro de él por el momento. Notarás que agregué “Protestante” a nuestro sistema de valores, al igual que “Americano”. Sin embargo, si sostienes este grupo de creencias y te quedas corto – esto es, si de alguna manera no encajas dentro de él – entonces incluso dentro de ese sistema estás en problemas.
Algunos de los componentes están más cargados que otros. Un Católico o un Judío que posea estas creencias, obviamente está fuera de paso hasta cierto grado, y se sentirá culpable a medida que él mismo se mida contra ellas. Un hombre negro que acepta el mismo sistema, de hecho está en dificultades. Si sucede que es un hombre negro pobre, está en doble peligro.
En ese mapa de creencias, la enfermedad, la pobreza, la feminidad hasta cierto grado, los conceptos no Cristianos, la herencia racial no Caucásica, todos son considerados equivocados en uno u otro grado.
Ahora bien, cualquier intrusión de otras creencias aquí será considerada como amenazante. Tanto los problemas raciales como la disensión religiosa serán racionalizados desde el punto de vista de estas creencias. Algunas personas se pueden considerar a sí mismas como muy iluminadas, creyendo por ejemplo en la reencarnación como una serie de vidas consecutivas. Sin embargo, pueden entonces utilizar el concepto para justificar su creencia en la inferioridad de otras razas. Pueden decir que como un individuo escogió sus problemas en esta vida – decidiendo por ejemplo nacer negro, pobre, o ambos – ese karma está siendo resuelto; por consiguiente tales temas no se deberían ajustar con un cambio de la ley o de la costumbre.
En el lado izquierdo, mirando el segundo diagrama, encontrarás personas en este caso de un marco de mente más “liberal”. Pero no los encontrarás tan liberales si comprendes que son tan prejuiciados en una dirección como el primer grupo lo es en otra.
Aquí tenemos un sistema de creencias en el que es incorrecto ser blanco, Americano, o rico, o incluso estar muy bien en términos financieros. Todas las distorsiones del Cristianismo son evidentes, en donde el primer grupo es ciego a ellas, por supuesto. Aquí, sin embargo, la riqueza y la piel blanca no solo son malas, sino síntomas obvios de deterioro moral. Si el primer sistema de creencias ve el dinero y los bienes como un signo de la bendición de Dios, el segundo grupo ve las posesiones materiales como evidencia del deterioro espiritual.
Aquí lo exótico es romantizado, lo externo es ensalzado y lo pintoresco es visto como real. La piel negra, o la piel morena, se convierte en criterio de perfección espiritual, y la pobreza una medalla de honor para ser usada no solo orgullosamente, sino con frecuencia para ser utilizada como herramienta agresiva. Las personas que siguen estos sistemas de creencias piensan que están en lo correcto. Su estilo de vida, sus afiliaciones comunitarias e inclinaciones políticas estarán en oposición directa a la ética “blanca y rica”.
Ahora bien, si sucede que eres negro o moreno, pobre, y crees en este sistema, al menos te sentirás seguro dentro de él. Si en cambio eres blanco y rico y sostienes tales creencias, pensarás que eres inferior en realidad, y harás todo lo que está en tu poder para demostrar cuan pintoresco, liberal y de mente abierta, y que tan negro o moreno puedes ser, mientras sigues siendo blanco, bastante acomodado, y quizás secretamente adicto a tu Cristianismo.
Tendrás indudablemente Budas de buen gusto exhibidos, y rosarios Indios.





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