Datos personales

lunes, 26 de mayo de 2008

Aproximación a la Vida

Una mezcla curiosa de actividad impredecible y predecible opera también en el diseño genético, en el que los sistemas genéticos, en gran medida, son establecidos para lograr la retención de características especificas y, sin embargo, puedan demostrar también un comportamiento que parece genéticamente incorrecto y distorsionado; o para introducir alteraciones que pueden parecer parodias a la integridad genética.
Esas raras ocurrencias genéticas, como hemos intentado explicarlas, con frecuencia proporcionan una elasticidad y un ensanchamiento de las probabilidades que son las mas necesarias para el balance genético total. Las acciones en el sueño pueden ciertamente afectar, y a menudo afectan, las alteraciones genéticas, actuando como activadores de la acción celular. Existe un intercambio entre los aparentemente separados aspectos físicos y mentales de nuestras vidas en cada nivel de experiencia y a cada nivel dentro de los limites aparentes de la naturaleza.
Hay decisiones en las cuales cada individuo toma parte, que son hechas en campos de actividad que usualmente no nos damos cuenta que existen. El pueblo de una nación puede decidir, en cualquier momento dado, activar o experimentar un evento particular casi totalmente en el reino físico, o separar sus elementos de tal manera que la mitad sea experimentada físicamente, y la otra mitad en la realidad del sueño. Las transformaciones de energía ocurren constantemente, de tal manera que, por ejemplo, una probable tormenta física puede más bien aparecer como una tormenta económica. Puede aparecer como tormenta emocional para un gran número de personas. Puede aparecer como una serie de sueños aterradores. En cada punto de su existencia, tal evento puede entrar y salir rápidamente de tales manifestaciones, disipándose él mismo en gran medida. Una situación física adversa, tal como una enfermedad, puede convertirse en un “sueño aterrador”. Sin embargo, en tales casos se mantienen los estándares necesarios de integridad propia.
Las mismas alteraciones aplican, por supuesto, para los eventos afortunados, los que pueden experimentarse a través de una expresión física completa, o a través de una serie de manifestaciones que podrían involucrar también sucesos sociales o económicos, o la ocurrencia de condiciones climáticas espléndidas, la inserción de excelentes y casi perfectos días como los del verano. Lo predecible y lo impredecible sirven para formar los linderos de la experiencia física. Entre más abiertos estemos a estas ideas, mayor podrá ser el flujo de nuestra experiencia. Jamás aceptaríamos como un hecho una teoría que contradice nuestra propia experiencia. La experiencia del hombre incluye tipos de comportamiento para los que la ciencia no tiene respuestas. Eso está bien y es bueno. A la Ciencia no se le puede culpar por decir que sus métodos no conducen al estudio de esta o aquella área de experiencia, pero al menos se le puede criticar si rechaza como valido tal comportamiento, legitimo o real, o cuando pretende colocar tales eventos por fuera del reino de la realidad. A la Ciencia se le puede criticar justamente cuando intenta pretender que la experiencia del hombre está limitada a aquellos eventos que puede explicar. Es bastante posible que nuestro mundo predecible exista, no a pesar de, sino a causa de esas ocurrencias sorpresivas, impredecibles y no oficiales. Existe un tipo de orden espontáneo mayor, del cual nos dan indicaciones los aparentemente impredecibles elementos de nuestro mundo.
Tomando nota de los aparentes eventos impredecibles y cambiando nuestro enfoque, podemos ciertamente empezar a sentir los más grandes patrones de esa realidad. Esa realidad deja muchas huellas en nuestra propia experiencia. Por todas partes nos da indicios y señales de su propia realidad y de nuestra participación en los diversos campos de expresión a los que no se les ha dado un reconocimiento oficial.
Dentro de los patrones de la experiencia humana, está la evidencia de la más grande habilidad del hombre: Estar muy cerca de su propia comprensión intima, cada vez que recuerda un sueño precognitivo, una experiencia fuera del cuerpo. Cada vez que siente la intromisión o la infusión en su mente de conocimiento que proviene de fuentes distintas a las físicas. Este tipo de criatura no puede ser el títere de una ingeniería genética manufacturada accidentalmente en un universo que no tiene sentido.
Si el hombre presta más atención a su propio comportamiento subjetivo y a aquellos sentimientos de identificación con la naturaleza que surgen persistentemente, la mitad de los dictados de los evolucionistas y los creacionistas quedarían por fuera automáticamente, ya que parecerían sin sentido.
No se trata de resaltar una serie de métodos que nos permitirán incrementar nuestras habilidades psíquicas, o de recordar los sueños, o de ejecutar ejercicios gimnásticos fuera del cuerpo. Es más bien una cuestión o un asunto de alterar completamente nuestra aproximación a la vida, de tal manera que en lo sucesivo no bloqueemos esa espontánea actividad natural.

No hay comentarios: