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martes, 1 de abril de 2008

Reencarnación y Vida después de la Muerte

El primer encuentro del hombre con la realidad física en la vida es su experiencia con el estado de su propia conciencia. El hombre es consciente de un diferente tipo de ser. Primero encuentra su conciencia y enseguida encuentra el mundo. Lo que estamos afirmando es que cada persona tiene una identidad que es mayor que la estructura de conciencia con la que usualmente estamos familiarizados.
Cuando nacemos, comprendemos que tenemos una nueva conciencia. Exploramos sus ramificaciones. Es la primera evidencia de que existimos en la carne. Básicamente, cada persona debe confrontar la experiencia de la realidad con un encuentro directo con ella. Este encuentro tiene lugar con la utilización de los sentidos físicos, cuando ellos se usan para percibir e interpretar la información física. La utilización misma de esos sentidos depende de la naturaleza de nuestra conciencia, y esa conciencia es consciente de su poder y de su acción ejercitando sus propiedades.
Esas propiedades son las facultades de la imaginación, la creatividad, la telepatía, la clarividencia y los sueños, al igual que las funciones de la lógica y la razón. Sabemos que soñamos. Sabemos que pensamos. Estas son experiencias directas. Cada vez que utilizamos instrumentos para examinar la naturaleza de la realidad, estamos observando un tipo de evidencia secundaria, no importa cuan excelentes sean los instrumentos utilizados. La evidencia subjetiva del sueño es mucho más convincente e irrefutable que las evidencias de un universo en expansión, los agujeros negros, y aun los átomos y moléculas. Aunque los instrumentos pueden tener muchas ventajas, en muchas formas, ellos corresponden a herramientas de investigación secundarias, en lugar de primarias, y distorsionan la naturaleza de la realidad mucho más de lo que lo hacen los atributos subjetivos de los pensamientos, los sentimientos y la intuición.
La conciencia humana no ha desarrollado todavía la mejor y más apropiada herramienta para examinar la naturaleza de la realidad. Por haber utilizado otros métodos, es por lo que se nos ha escapado la evidencia que nos demostraría que el universo físico existe en términos totalmente diferentes a los que suponemos.
Se nos ha enseñado a desconfiar de la experiencia subjetiva, lo que significa que no debemos confiar en la que es la inicial y primordial conexión con la realidad. Las evidencias de la reencarnación están disponibles. Existen suficientes casos, conocidos y tabulados, que los convertirían en casos excelentes. Además de esto, existe evidencia que permanece psicológicamente invisible en nuestras vidas privadas, porque se nos ha enseñado a no concentrarnos en esa dirección.
Existe evidencia suficiente para construir un excelente caso de vida después de la muerte. Todo esto involucra experiencia directa, episodios encontrados por personas que sugieren muy fuertemente la hipótesis de vida después de la muerte, pero esta hipótesis no ha sido tenida en cuenta seriamente por la ciencia establecida. Existen más evidencias de la reencarnación y de vida después de la muerte, que de la existencia de los agujeros negros, por ejemplo. Muy pocas personas han visto agujeros negros, mientras que miles de personas han tenido experiencias personales con la reencarnación, o encuentros que sugieren la supervivencia de la personalidad mas allá de la muerte.
Estas experiencias son comunes. Han sido reportadas por personas de todo tipo y de todas las edades, y ellas representan un cierto tipo de conocimiento y de sentido común que es mirado con desdén por la gente ilustrada de las universidades.

1 comentario:

almariada dijo...

"Primero encuentra su conciencia y enseguida encuentra el mundo."
Hum...
No será que primero encuentra el mundo? No será que primero encuentra el sueño?
;)