Disponemos de una gran variedad de experiencias opcionales, abiertas para nosotros en la realidad próxima, después de la muerte, de las cuales escogeremos la siguiente vida. Todas son posibles, pero algunas serán más o menos probables que otras, de acuerdo con el nivel de desarrollo. En líneas generales, existen unas pocas áreas principales en las que se enmarcan esas opciones, aunque pueden presentarse casos excepcionales y extraordinarios, en que se tomarán otras rutas.
Podemos decidirnos por una nueva reencarnación. Podemos también enfocarnos en la inmediata vida pasada, utilizándola como material en bruto para una nueva experiencia, introduciendo cambios en los eventos que vivimos y efectuando correctivos. Podemos entrar en otro sistema de probabilidad, muy diferente al de las existencias de reencarnación. En este caso, nos estaremos olvidando del sentido de continuidad que ofrece el tiempo.
Algunas personalidades prefieren una existencia organizada sobre la base de pasado, presente y futuro, dentro del esquema del tiempo, y entonces se decidirán por la reencarnación. Algunos pueden no encontrar atractivo en el sistema físico y lo abandonan del todo. Sin embargo, lo podrán hacer, si ya completaron el ciclo de reencarnaciones, pues, una vez que se ha escogido, se debe completar. Así que, esta última opción, únicamente existe para quienes ya han desarrollado suficientemente sus habilidades a través de las reencarnaciones. Quienes ya terminaron este ciclo, pueden escoger reentrar al sistema como maestros y, en tales casos, se les reconoce un más alto nivel de identidad.
Existe un estado intermedio de indecisión, un área de reposo, en el cual se presentan las comunicaciones con parientes que aún están en la realidad física. También es el nivel que visitan quienes están en esa realidad física, cuando proyectan su conciencia en el estado del sueño.
Antes de escoger la realidad en la cual tendremos nuestra próxima experiencia, debemos pasar por el período de auto examen, después del cual estará disponible “la historia completa”. Es cuando vamos a comprender la verdadera naturaleza de la Entidad y seremos aconsejados por otros que forman parte de esa Entidad, nuestra Entidad, que están más “avanzados” que nosotros. Vamos a conocer esos otros seres de las otras reencarnaciones. Encontraremos personalidades a quienes nos han unido lazos emocionales en otras vidas. Los lazos de afecto con estas personalidades pueden ser más fuertes que los que tuvimos con personas en la vida que acabamos de dejar.
En este mismo nivel, se darán todas las explicaciones necesarias para quienes están desorientados y para quienes no se han dado cuenta que murieron. Es el nivel desde el cual algunas personalidades perturbadas regresan a la realidad física, en medio de sueños o pesadillas.
Las ideas que tenemos sobre la reencarnación son muy distorsionadas. Pensamos en términos de una línea progresiva, en la cual el alma se va perfeccionando con cada vida sucesiva. En el mejor de los casos, esta es una burda simplificación. Existe una infinita variedad de opciones, dependiendo de cada uno. Algunas personalidades escogen ciertas características personales para una determinada vida, excluyendo muchas otras.
En una vida determinada, las capacidades del intelecto podrán ser muy altas y los poderes de la mente los máximos. La personalidad hará previamente un análisis completo de las ventajas y desventajas de esa opción. Para las experiencias en otra vida, este mismo individuo pudo haber escogido características de tipo emocional y las facultades del intelecto las dejó por fuera.
Cuando en una determinada vida, una personalidad decide no desarrollarse intelectualmente, tendrá la oportunidad de conocer el valor y el propósito de otras características.
Algunas personalidades escogen una vida en la que puedan desarrollarse y progresar de una manera fácil y balanceada. Desean que todas las características personales se trabajen a la vez. Generalmente regresan a la realidad física con las mismas personas que han conocido en otras encarnaciones. Los problemas los quieren resolver calmadamente y no de manera explosiva.
Les gusta moverse en la vida con un ritmo tranquilo.
Hay personalidades que reencarnan muy rápidamente, aun contra el consejo que se les ha dado, por muchas razones. Puede ser una decisión desafortunada, aparentemente, pues no se tuvo la oportunidad de hacer la planificación necesaria. Pero esa decisión, de alguna manera, le servirá para aprender ciertas lecciones con motivo del “error”. Aunque no existe una norma que rija el tiempo entre encarnaciones, no es usual que una personalidad espere, por ejemplo, tres siglos entre vidas, ya que va a ser muy difícil su orientación en el mundo físico y los lazos emocionales con la tierra se habrán debilitado.
Las relaciones con otras personalidades, en la próxima vida, deben planearse de antemano y esto implica comunicaciones telepáticas con las que van a estar involucradas. Es un tiempo de muchas proyecciones de la conciencia. Algunos son solitarios por naturaleza y reencarnan sin ningún sentimiento por los períodos históricos de la tierra. Otros escogerán regresar cuando lo hagan sus contemporáneos, en un particular período de tiempo, por lo que existen patrones grupales que involucran a muchas personas en ciclos de reencarnación.
Hay personalidades que se especializan en la existencia física y por lo tanto tienen una mayor comprensión de ella. Cuando esto ocurre, hay movimiento entre las distintas razas, lo que no ocurre con la mayoría. Se preocupan intensamente por los períodos históricos de la tierra. Muchos tienen vidas cortas, pero muy intensas y son quienes experimentan un mayor número de vidas terrenales. Como regresan en muchos períodos históricos, son los que finalmente ayudan en la formación del mundo que conocemos.
Todos somos viajeros desde mucho antes de iniciar el primer ciclo de reencarnaciones y no siempre tienen la misma trayectoria quienes entran al sistema físico. Este es un período de aprendizaje. Estamos aprendiendo a crearnos a nosotros mismos. Durante el ciclo de reencarnaciones, estamos enfocando nuestras habilidades en la existencia física, desarrollando cualidades y características humanas y abriendo nuevas dimensiones de actividad.
Cuando el ciclo de reencarnaciones se ha completado, tendremos conocimiento de todas nuestras vidas pasadas. Es cuando nos daremos cuenta de que somos seres multidimensionales, lo que significa que existimos en realidades físicas, sujetas a la reencarnación y en otras realidades probables. Para quienes han terminado el ciclo de reencarnaciones, las opciones disponibles son totalmente distintas a las de quienes aún están en él.
Existirá la opción y la oportunidad de ser maestros para quienes tienen la inclinación y las capacidades necesarias. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que se trata de enseñanzas multidimensionales, muy diferentes a las que conocemos, que demandarán entrenamiento riguroso.
El maestro deberá estar en capacidad de instruir a varias porciones de una Entidad al tiempo. Si, por ejemplo, una Entidad tiene reencarnaciones en tres períodos de tiempo diferentes, digamos, en el siglo diecinueve, el siglo veinte y el siglo veintiuno, el maestro deberá tener contacto y comunicación, simultáneamente, con las tres personalidades y en términos que cada una de ellas pueda entender.
La comunicación requiere un conocimiento completo de las costumbres, el pensamiento y el clima filosófico y científico de cada período. Además, el maestro necesitará explorar sus varios sistemas probables de realidad, para contactar también allí esas personalidades. El proceso de enseñanza necesariamente contribuye al desarrollo y habilidades del maestro.
Podemos decidirnos por una nueva reencarnación. Podemos también enfocarnos en la inmediata vida pasada, utilizándola como material en bruto para una nueva experiencia, introduciendo cambios en los eventos que vivimos y efectuando correctivos. Podemos entrar en otro sistema de probabilidad, muy diferente al de las existencias de reencarnación. En este caso, nos estaremos olvidando del sentido de continuidad que ofrece el tiempo.
Algunas personalidades prefieren una existencia organizada sobre la base de pasado, presente y futuro, dentro del esquema del tiempo, y entonces se decidirán por la reencarnación. Algunos pueden no encontrar atractivo en el sistema físico y lo abandonan del todo. Sin embargo, lo podrán hacer, si ya completaron el ciclo de reencarnaciones, pues, una vez que se ha escogido, se debe completar. Así que, esta última opción, únicamente existe para quienes ya han desarrollado suficientemente sus habilidades a través de las reencarnaciones. Quienes ya terminaron este ciclo, pueden escoger reentrar al sistema como maestros y, en tales casos, se les reconoce un más alto nivel de identidad.
Existe un estado intermedio de indecisión, un área de reposo, en el cual se presentan las comunicaciones con parientes que aún están en la realidad física. También es el nivel que visitan quienes están en esa realidad física, cuando proyectan su conciencia en el estado del sueño.
Antes de escoger la realidad en la cual tendremos nuestra próxima experiencia, debemos pasar por el período de auto examen, después del cual estará disponible “la historia completa”. Es cuando vamos a comprender la verdadera naturaleza de la Entidad y seremos aconsejados por otros que forman parte de esa Entidad, nuestra Entidad, que están más “avanzados” que nosotros. Vamos a conocer esos otros seres de las otras reencarnaciones. Encontraremos personalidades a quienes nos han unido lazos emocionales en otras vidas. Los lazos de afecto con estas personalidades pueden ser más fuertes que los que tuvimos con personas en la vida que acabamos de dejar.
En este mismo nivel, se darán todas las explicaciones necesarias para quienes están desorientados y para quienes no se han dado cuenta que murieron. Es el nivel desde el cual algunas personalidades perturbadas regresan a la realidad física, en medio de sueños o pesadillas.
Las ideas que tenemos sobre la reencarnación son muy distorsionadas. Pensamos en términos de una línea progresiva, en la cual el alma se va perfeccionando con cada vida sucesiva. En el mejor de los casos, esta es una burda simplificación. Existe una infinita variedad de opciones, dependiendo de cada uno. Algunas personalidades escogen ciertas características personales para una determinada vida, excluyendo muchas otras.
En una vida determinada, las capacidades del intelecto podrán ser muy altas y los poderes de la mente los máximos. La personalidad hará previamente un análisis completo de las ventajas y desventajas de esa opción. Para las experiencias en otra vida, este mismo individuo pudo haber escogido características de tipo emocional y las facultades del intelecto las dejó por fuera.
Cuando en una determinada vida, una personalidad decide no desarrollarse intelectualmente, tendrá la oportunidad de conocer el valor y el propósito de otras características.
Algunas personalidades escogen una vida en la que puedan desarrollarse y progresar de una manera fácil y balanceada. Desean que todas las características personales se trabajen a la vez. Generalmente regresan a la realidad física con las mismas personas que han conocido en otras encarnaciones. Los problemas los quieren resolver calmadamente y no de manera explosiva.
Les gusta moverse en la vida con un ritmo tranquilo.
Hay personalidades que reencarnan muy rápidamente, aun contra el consejo que se les ha dado, por muchas razones. Puede ser una decisión desafortunada, aparentemente, pues no se tuvo la oportunidad de hacer la planificación necesaria. Pero esa decisión, de alguna manera, le servirá para aprender ciertas lecciones con motivo del “error”. Aunque no existe una norma que rija el tiempo entre encarnaciones, no es usual que una personalidad espere, por ejemplo, tres siglos entre vidas, ya que va a ser muy difícil su orientación en el mundo físico y los lazos emocionales con la tierra se habrán debilitado.
Las relaciones con otras personalidades, en la próxima vida, deben planearse de antemano y esto implica comunicaciones telepáticas con las que van a estar involucradas. Es un tiempo de muchas proyecciones de la conciencia. Algunos son solitarios por naturaleza y reencarnan sin ningún sentimiento por los períodos históricos de la tierra. Otros escogerán regresar cuando lo hagan sus contemporáneos, en un particular período de tiempo, por lo que existen patrones grupales que involucran a muchas personas en ciclos de reencarnación.
Hay personalidades que se especializan en la existencia física y por lo tanto tienen una mayor comprensión de ella. Cuando esto ocurre, hay movimiento entre las distintas razas, lo que no ocurre con la mayoría. Se preocupan intensamente por los períodos históricos de la tierra. Muchos tienen vidas cortas, pero muy intensas y son quienes experimentan un mayor número de vidas terrenales. Como regresan en muchos períodos históricos, son los que finalmente ayudan en la formación del mundo que conocemos.
Todos somos viajeros desde mucho antes de iniciar el primer ciclo de reencarnaciones y no siempre tienen la misma trayectoria quienes entran al sistema físico. Este es un período de aprendizaje. Estamos aprendiendo a crearnos a nosotros mismos. Durante el ciclo de reencarnaciones, estamos enfocando nuestras habilidades en la existencia física, desarrollando cualidades y características humanas y abriendo nuevas dimensiones de actividad.
Cuando el ciclo de reencarnaciones se ha completado, tendremos conocimiento de todas nuestras vidas pasadas. Es cuando nos daremos cuenta de que somos seres multidimensionales, lo que significa que existimos en realidades físicas, sujetas a la reencarnación y en otras realidades probables. Para quienes han terminado el ciclo de reencarnaciones, las opciones disponibles son totalmente distintas a las de quienes aún están en él.
Existirá la opción y la oportunidad de ser maestros para quienes tienen la inclinación y las capacidades necesarias. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que se trata de enseñanzas multidimensionales, muy diferentes a las que conocemos, que demandarán entrenamiento riguroso.
El maestro deberá estar en capacidad de instruir a varias porciones de una Entidad al tiempo. Si, por ejemplo, una Entidad tiene reencarnaciones en tres períodos de tiempo diferentes, digamos, en el siglo diecinueve, el siglo veinte y el siglo veintiuno, el maestro deberá tener contacto y comunicación, simultáneamente, con las tres personalidades y en términos que cada una de ellas pueda entender.
La comunicación requiere un conocimiento completo de las costumbres, el pensamiento y el clima filosófico y científico de cada período. Además, el maestro necesitará explorar sus varios sistemas probables de realidad, para contactar también allí esas personalidades. El proceso de enseñanza necesariamente contribuye al desarrollo y habilidades del maestro.
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