La siguiente es la descripción que hace un Maestro Espiritual de su realidad, su entorno y sus actividades. Tercera Parte:
“Cada uno de ustedes es una porción de su propia Entidad y está desarrollándose hacia la misma existencia que yo conozco. En la niñez y en el estado de sueño, cada personalidad es consciente, en cierto grado, de la verdadera libertad que tiene su propia conciencia interior. Las habilidades de que hemos hablado, son característica inherentes a la conciencia total y a cada una de sus personalidades.
Mi ambiente y entorno cambian constantemente, como les he dicho, pero el ambiente y entorno de ustedes hace lo mismo. Ustedes utilizan la razón para negar percepciones intuitivas legítimas en tales casos. Por ejemplo, si una habitación de pronto parece como si fuera más pequeña y repleta, ustedes dan por un hecho que este cambio de dimensión es imaginario y que la habitación no ha cambiado, a pesar de sus sentimientos.
El hecho es que la habitación, bajo tales condiciones, habrá cambiado definitivamente y en muy amplios aspectos, aunque las dimensiones físicas tengan las mismas medidas. El impacto psicológico de la habitación habrá cambiado y sus efectos los sentirán otros, además de ustedes. Ustedes reaccionarán al estado alterado de la habitación, aún de manera física, aunque el ancho y el largo, medido en centímetros o metros, parezca no cambiar.
Decimos que parecen no cambiar, porque sus instrumentos para medir no indicarán ninguna alteración física. Los instrumentos dentro de la habitación se habrán alterado en el mismo grado.
Ustedes están cambiando constantemente la forma, el contorno y el significado de su cuerpo físico y de su más íntimo entorno, aunque hacen lo posible por ignorar esas alteraciones constantes. En cambio nosotros las aceptamos completamente, sabiendo que nuestra estabilidad interior nos permite la espontaneidad y la creatividad. Nos damos cuenta que la identidad espiritual y psicológica depende de cambios creativos.
En nuestro entorno el cambio tiene un amplio juego. La estructura del tiempo entre ustedes los induce a ideas equivocadas sobre la permanencia relativa de la materia física, cerrando los ojos ante las constantes alteraciones dentro de ella. Los sentidos físicos los confinan, lo mejor que pueden, hacia una percepción altamente formalizada. Solo utilizando la intuición y en los estados onírico y del sueño, pueden ustedes percibir la naturaleza cambiante de su conciencia y de todas las conciencias.
Uno de mis deberes es iluminarlos sobre estas materias. Debemos utilizar conceptos que por lo menos sean familiares para ustedes. Para el efecto, utilizamos porciones de nuestras propias personalidades con las cuales ustedes puedan tener alguna afinidad.
Nuestro entorno no tiene límites. En los términos que ustedes los conocen, no nos hace falta el espacio y el tiempo para operar. Este hecho, significa tremenda presión sobre la conciencia que no tenga la experiencia y desarrollo apropiados. No tenemos solamente un universo acogedor en donde habitar, sino que estamos a la expectativa de otros universos o sistemas de realidad que aparezcan en los confines de la conciencia que conocemos. Existen muchas más clases de conciencias que formas físicas, cada una con sus propios patrones de percepción y en medio de su sistema de camuflaje. Cada conciencia tiene íntimo conocimiento de la realidad que existe dentro de todos los camuflajes con que se presentan todas las realidades, sea cual sea su nombre”.
“Cada uno de ustedes es una porción de su propia Entidad y está desarrollándose hacia la misma existencia que yo conozco. En la niñez y en el estado de sueño, cada personalidad es consciente, en cierto grado, de la verdadera libertad que tiene su propia conciencia interior. Las habilidades de que hemos hablado, son característica inherentes a la conciencia total y a cada una de sus personalidades.
Mi ambiente y entorno cambian constantemente, como les he dicho, pero el ambiente y entorno de ustedes hace lo mismo. Ustedes utilizan la razón para negar percepciones intuitivas legítimas en tales casos. Por ejemplo, si una habitación de pronto parece como si fuera más pequeña y repleta, ustedes dan por un hecho que este cambio de dimensión es imaginario y que la habitación no ha cambiado, a pesar de sus sentimientos.
El hecho es que la habitación, bajo tales condiciones, habrá cambiado definitivamente y en muy amplios aspectos, aunque las dimensiones físicas tengan las mismas medidas. El impacto psicológico de la habitación habrá cambiado y sus efectos los sentirán otros, además de ustedes. Ustedes reaccionarán al estado alterado de la habitación, aún de manera física, aunque el ancho y el largo, medido en centímetros o metros, parezca no cambiar.
Decimos que parecen no cambiar, porque sus instrumentos para medir no indicarán ninguna alteración física. Los instrumentos dentro de la habitación se habrán alterado en el mismo grado.
Ustedes están cambiando constantemente la forma, el contorno y el significado de su cuerpo físico y de su más íntimo entorno, aunque hacen lo posible por ignorar esas alteraciones constantes. En cambio nosotros las aceptamos completamente, sabiendo que nuestra estabilidad interior nos permite la espontaneidad y la creatividad. Nos damos cuenta que la identidad espiritual y psicológica depende de cambios creativos.
En nuestro entorno el cambio tiene un amplio juego. La estructura del tiempo entre ustedes los induce a ideas equivocadas sobre la permanencia relativa de la materia física, cerrando los ojos ante las constantes alteraciones dentro de ella. Los sentidos físicos los confinan, lo mejor que pueden, hacia una percepción altamente formalizada. Solo utilizando la intuición y en los estados onírico y del sueño, pueden ustedes percibir la naturaleza cambiante de su conciencia y de todas las conciencias.
Uno de mis deberes es iluminarlos sobre estas materias. Debemos utilizar conceptos que por lo menos sean familiares para ustedes. Para el efecto, utilizamos porciones de nuestras propias personalidades con las cuales ustedes puedan tener alguna afinidad.
Nuestro entorno no tiene límites. En los términos que ustedes los conocen, no nos hace falta el espacio y el tiempo para operar. Este hecho, significa tremenda presión sobre la conciencia que no tenga la experiencia y desarrollo apropiados. No tenemos solamente un universo acogedor en donde habitar, sino que estamos a la expectativa de otros universos o sistemas de realidad que aparezcan en los confines de la conciencia que conocemos. Existen muchas más clases de conciencias que formas físicas, cada una con sus propios patrones de percepción y en medio de su sistema de camuflaje. Cada conciencia tiene íntimo conocimiento de la realidad que existe dentro de todos los camuflajes con que se presentan todas las realidades, sea cual sea su nombre”.
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