Se presentan inmensas dificultades para tratar de explicarnos el origen de nuestro universo. Pensamos que el universo tiene determinadas dimensiones y queremos una explicación que se base, más o menos, en la proposición de que esas mismas dimensiones hacen posible el origen. Sin embargo, ese origen ha surgido de otras más grandes dimensiones de realidad que aquellas contenidas en nuestro universo. Los términos de la realidad dentro de nuestro universo no pueden contener o mantener el contexto más amplio en el que tales eventos maestros suceden.
Tratemos de introducirnos, al menos intuitivamente, en una estructura mayor, en la que los eventos van por encima de la realidad que conocemos. Comenzaremos primero con asuntos en los cuales es posible que se presenten aparentes contradicciones, ya que las definiciones de lo que es un evento, en gran medida, ignoran ramificaciones mayores que reconciliarían las aparentes contradicciones en una unidad de estructura y acción general más grande. En este caso, la imaginación tendrá un altísimo valor, ya que ella puede percibir unidades que no son evidentes para el intelecto, al que hemos entrenado para que se entienda específicamente con evidencias del aquí y ahora.
Existen fases de relación, ritmos y armonías de conciencias de cuya infinita orquestación se escucha la “música” molecular del universo. Nuestro lugar en esos ritmos es sumamente vital. Existimos en cierta clase de intervalo original, que no tiene las connotaciones de continuidad en el tiempo. Es como si un número infinito de orquestas estuvieran tocando simultáneamente y cada nota tocada fuera también ejecutada en todas sus posiciones probables con cada otra nota posible, y en combinación con todas las versiones probables de la pieza completa que esta siendo tocada.
Entre las notas tocadas deben haber intervalos y los intervalos sin sonido también deben ser parte de un ritmo no manifiesto del que depende el desarrollo total de la producción musical que se está ejecutando. Los intervalos sin sonido también deben ser eventos, indicaciones para la acción, activadores de respuesta.
Nuestro universo surgió de este tipo de intervalo. Surgió de un evento maestro, cuya verdadera naturaleza permanece sin ser capturada por nuestras definiciones, de tal manera que habrá apartes de nuestra presentación en la que podemos decir que un evento conocido por nosotros es cierto y falso al mismo tiempo, o que es a la vez mito y realidad. De esa manera, podemos acercarnos a una comprensión psíquica de un tipo de evento demasiado grande para nuestras categorías usuales de verdadero y falso.
Permitamos que nuestra imaginación juegue con los eventos usuales de nuestro mundo y miremos, así sea parcialmente, el más grande brillo que los ilumina, de tal manera que nos conduzca intuitivamente a sentir la fuente de los eventos y la fuente de nuestro mundo. Las unidades de conciencia que hemos mencionado anteriormente, son eso y proceden como lo hemos dicho. En otros términos, también son entidades, fragmentos de Todo Lo Que Existe, fragmentos divinos de poder y majestad, que contienen todos los poderes de la conciencia.
Existen muchos otros universos además del nuestro, cada uno siguiendo sus propios intervalos y su propia armonía. Nuestras ideas sobre el tiempo histórico dificultan la comprensión. En esos términos, la realidad de nuestro mundo va mucho más atrás en el tiempo de lo que imaginamos. Nuestros ancestros han visitado otras estrellas y nuestro planeta ha sido visitado por otros. Algunos de esos encuentros intersectan el espacio y el tiempo, pero otros no. Existen infinitas versiones de la vida. Existen otras especies como la nuestra y en el inmenso espectro de la existencia, que nuestra realidad no puede contener, han habido civilizaciones galácticas que se unieron cuando las condiciones eran las correctas.
La estructura del tiempo no existe tal como la concebimos. Los intervalos de la existencia no son los mismos. De maneras imposibles de explicar, existen lo que llamaremos pasadizos internos a través del universo. Sabemos cómo una asociación en nuestra mente puede, súbitamente, conectarnos con un evento pasado tan claramente que casi parece que ocurriera en el presente. Un recuerdo, lo suficientemente fuerte, es como un evento fantasma. De tal manera que existen procesos que funcionan como asociaciones, que pueden proporcionar pasadizos a través de vías estructuradas del tiempo en el universo. Estos pasadizos forman parte de eventos de naturaleza mayor que no percibimos.
Nuestra especie a viajado a través de esos pasadizos y muchos de nuestros mitos representan recuerdos fantasmas de esos eventos. Existe un ritmo para toda la existencia y fue así como la especie regresó a su planeta hogareño para renovar sus raíces, para refrescar su origen natural, para regresar a la naturaleza, para encontrar descanso nuevamente, en medio de la dulce herencia antigua del anochecer y el amanecer. El planeta ha visto muchos cambios. Ha aparecido y desaparecido muchas veces.
Lo que hemos descrito aquí no es para minimizar la importancia de la vida física, ya que Todo Lo Que Existe dota a cada porción de su propia realidad transformada con una existencia única, que no es duplicada en ninguna otra parte. Cada chispa de conciencia es dotada con un legado divino que nunca se extingue, una chispa que se manifiesta en todas las otras esquinas del universo.
Tratemos de introducirnos, al menos intuitivamente, en una estructura mayor, en la que los eventos van por encima de la realidad que conocemos. Comenzaremos primero con asuntos en los cuales es posible que se presenten aparentes contradicciones, ya que las definiciones de lo que es un evento, en gran medida, ignoran ramificaciones mayores que reconciliarían las aparentes contradicciones en una unidad de estructura y acción general más grande. En este caso, la imaginación tendrá un altísimo valor, ya que ella puede percibir unidades que no son evidentes para el intelecto, al que hemos entrenado para que se entienda específicamente con evidencias del aquí y ahora.
Existen fases de relación, ritmos y armonías de conciencias de cuya infinita orquestación se escucha la “música” molecular del universo. Nuestro lugar en esos ritmos es sumamente vital. Existimos en cierta clase de intervalo original, que no tiene las connotaciones de continuidad en el tiempo. Es como si un número infinito de orquestas estuvieran tocando simultáneamente y cada nota tocada fuera también ejecutada en todas sus posiciones probables con cada otra nota posible, y en combinación con todas las versiones probables de la pieza completa que esta siendo tocada.
Entre las notas tocadas deben haber intervalos y los intervalos sin sonido también deben ser parte de un ritmo no manifiesto del que depende el desarrollo total de la producción musical que se está ejecutando. Los intervalos sin sonido también deben ser eventos, indicaciones para la acción, activadores de respuesta.
Nuestro universo surgió de este tipo de intervalo. Surgió de un evento maestro, cuya verdadera naturaleza permanece sin ser capturada por nuestras definiciones, de tal manera que habrá apartes de nuestra presentación en la que podemos decir que un evento conocido por nosotros es cierto y falso al mismo tiempo, o que es a la vez mito y realidad. De esa manera, podemos acercarnos a una comprensión psíquica de un tipo de evento demasiado grande para nuestras categorías usuales de verdadero y falso.
Permitamos que nuestra imaginación juegue con los eventos usuales de nuestro mundo y miremos, así sea parcialmente, el más grande brillo que los ilumina, de tal manera que nos conduzca intuitivamente a sentir la fuente de los eventos y la fuente de nuestro mundo. Las unidades de conciencia que hemos mencionado anteriormente, son eso y proceden como lo hemos dicho. En otros términos, también son entidades, fragmentos de Todo Lo Que Existe, fragmentos divinos de poder y majestad, que contienen todos los poderes de la conciencia.
Existen muchos otros universos además del nuestro, cada uno siguiendo sus propios intervalos y su propia armonía. Nuestras ideas sobre el tiempo histórico dificultan la comprensión. En esos términos, la realidad de nuestro mundo va mucho más atrás en el tiempo de lo que imaginamos. Nuestros ancestros han visitado otras estrellas y nuestro planeta ha sido visitado por otros. Algunos de esos encuentros intersectan el espacio y el tiempo, pero otros no. Existen infinitas versiones de la vida. Existen otras especies como la nuestra y en el inmenso espectro de la existencia, que nuestra realidad no puede contener, han habido civilizaciones galácticas que se unieron cuando las condiciones eran las correctas.
La estructura del tiempo no existe tal como la concebimos. Los intervalos de la existencia no son los mismos. De maneras imposibles de explicar, existen lo que llamaremos pasadizos internos a través del universo. Sabemos cómo una asociación en nuestra mente puede, súbitamente, conectarnos con un evento pasado tan claramente que casi parece que ocurriera en el presente. Un recuerdo, lo suficientemente fuerte, es como un evento fantasma. De tal manera que existen procesos que funcionan como asociaciones, que pueden proporcionar pasadizos a través de vías estructuradas del tiempo en el universo. Estos pasadizos forman parte de eventos de naturaleza mayor que no percibimos.
Nuestra especie a viajado a través de esos pasadizos y muchos de nuestros mitos representan recuerdos fantasmas de esos eventos. Existe un ritmo para toda la existencia y fue así como la especie regresó a su planeta hogareño para renovar sus raíces, para refrescar su origen natural, para regresar a la naturaleza, para encontrar descanso nuevamente, en medio de la dulce herencia antigua del anochecer y el amanecer. El planeta ha visto muchos cambios. Ha aparecido y desaparecido muchas veces.
Lo que hemos descrito aquí no es para minimizar la importancia de la vida física, ya que Todo Lo Que Existe dota a cada porción de su propia realidad transformada con una existencia única, que no es duplicada en ninguna otra parte. Cada chispa de conciencia es dotada con un legado divino que nunca se extingue, una chispa que se manifiesta en todas las otras esquinas del universo.
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