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jueves, 11 de septiembre de 2008

El Mensaje del Maestro 7

Muchas de estas libertades son bastante naturales para ti en el estado del sueño. Tú formas con frecuencia los entornos del sueño para ejercitar tales potenciales. Más adelante tendremos algunas observaciones en relación con las formas en que puedes aprender a reconocer tus propias hazañas y a compararlas con tu pericia en la vida física diaria.
Puedes aprender a cambiar tu entorno físico, aprendiendo a cambiar y manipular tu entorno del sueño. Puedes también sugerirte sueños específicos en los cuales visualizas el cambio deseado y, bajo ciertas condiciones, estos aparecerán entonces en tu realidad física. Esto lo haces frecuentemente, sin que te des cuenta.
La conciencia total adopta varias formas. Ella no necesita estar siempre dentro de una forma. Todas las formas no son físicas y por lo tanto algunas personalidades nunca han sido físicas. Ellas han evolucionado a lo largo de líneas diferentes y sus estructuras psicológicas serian extrañas para ti.
Hasta cierto grado, yo también he viajado a través de esos entornos. La conciencia debe mostrarse y no puede no ser. No es física, y por consiguiente debe mostrar su activación de otras maneras. En algunos sistemas, por ejemplo, ella forma patrones matemáticos y musicales altamente integrados que son estímulos para otros sistemas universales. Sin embargo, yo no estoy muy informado de ellos y no puedo hablar de ellos con gran familiaridad. Si mi entorno no es uno estructurado permanentemente, como te he dicho, el tuyo tampoco lo es.
Los sentidos que utilizas de una manera muy real crean el entorno que tu percibes. Tus sentidos físicos necesitan la percepción de una realidad tridimensional. No obstante, la conciencia está equipada con perceptores internos. Estos son inherentes dentro de toda conciencia, sin importar su desarrollo. Estos perceptores operan de manera bastante independiente de aquellos sentidos que se deben asumir cuando una determinada conciencia adopta una forma especializada, tal como un cuerpo físico, con el propósito de operar en un sistema particular.
Tu tienes sentidos internos y hasta cierto grado los usas constantemente, aunque no te das cuenta de hacerlo a nivel del ego. Nosotros utilizamos los sentidos internos muy frecuentemente y conscientemente. Si tú lo pudieras hacer así, entonces percibirías el mismo tipo de entorno en el cual tengo mi existencia. Verías una situación sin camuflaje en la que los eventos y la forma serian libres y no adheridos al molde pegajoso del tiempo. Podrías ver, por ejemplo, tu sala de estar no solo como un conglomerado de muebles con una apariencia permanente, sino también, cambiando tu enfoque, la danza inmensa y constante de moléculas y otras partículas que componen los varios objetos.
Podrías ver el brillo fosforescente, el aura de estructuras electromagnéticas que componen las moléculas mismas. Si lo quisieras, podrías condensar tu conciencia hasta hacerla lo suficientemente pequeña para viajar a través de una sola molécula y desde el mundo propio de la molécula observar y contemplar el universo del cuarto y la galaxia gigantesca de formas como estrellas interrelacionadas y siempre móviles. Todas estas posibilidades representan una realidad legítima. Tu realidad no es más legítima que alguna otra, pero es la única que percibes.
Utilizando los sentidos, nosotros nos convertimos en creadores conscientes, en cocreadores. Sin embargo, tú eres un cocreador inconsciente, bien sea que lo sepas o no. Si nuestro entorno parece no estructurado para ti, es solo porque no comprendes la verdadera naturaleza del orden, que no tiene nada que ver con una forma permanente, sino que solo parece tener forma desde tu perspectiva.
En mi entorno no existen las cuatro de la tarde, ni las nueve de la noche, con lo que quiero decir que yo no estoy restringido por una secuencia del tiempo. No hay nada que me impida experimentar tales secuencias del tiempo si así lo escojo. Nosotros experimentamos el tiempo, o lo que tu llamarías su naturaleza equivalente, en términos de intensidades de experiencia, una especie de tiempo psicológico con sus propios picos y valles.
Esto es algo similar a tus propios sentimientos emocionales, cuando el tiempo parece acelerarse o desacelerarse, pero es inmensamente diferente de maneras importantes. Nuestro tiempo psicológico podría compararse, en términos del entorno, con las paredes de un cuarto, pero en nuestro caso las paredes estarían cambiando constantemente el color, el tamaño, la altura, la profundidad y el ancho.
Nuestras estructuras psicológicas son diferentes, en términos prácticos, en el sentido de que nosotros utilizamos conscientemente una realidad psicológica multidimensional que tu posees inherentemente, pero no estas familiarizado con ella a nivel del ego. Es entonces natural que nuestro entorno tendría cualidades multidimensionales que los sentidos físicos nunca percibirían.

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