Mi entorno difiere en algunos aspectos más bien importantes de tu entorno, pero te puedo asegurar que es tan vívido, variado y vital como la existencia física. Es más placentero, aunque mis ideas del placer han cambiado algo desde que fui un ser físico, siendo más gratificante y ofreciendo mayores oportunidades para el logro creativo.
Mi existencia actual es la más desafiante que he conocido, y he conocido muchas, físicas y no físicas. No hay solo una dimensión en la que reside la conciencia no física, como no hay solo un país en tu planeta, o un solo planeta dentro de tu sistema solar.
Mi entorno no es el que encontrarás inmediatamente después de la muerte. Debes morir muchas veces antes de que puedas entrar en este particular plano de existencia.
Mi trabajo en este entorno me proporciona muchos más desafíos de los que tu conoces y se requiere la manipulación de materiales creativos que están casi mas allá de tu comprensión actual. Primero que todo, debes comprender que no existe ninguna realidad objetiva que no haya sido creada por la conciencia. La conciencia siempre crea la forma y no lo contrario. De esta manera, mi entorno es una realidad de existencia creada por mí y por otros como yo, y ella representa la manifestación de nuestro desarrollo.
No utilizamos estructuras permanentes. No hay una ciudad o un pueblo, por ejemplo, en el cual habitar. Esto no quiere decir que estamos afuera, en el espacio vacío. En primer lugar, no concebimos el espacio como tú lo haces y formamos cualquiera que sean las imágenes particulares que queremos alrededor de nosotros.
Esas imágenes son creadas por nuestros patrones mentales, así como tu realidad física es creada como una replica perfecta de tus deseos y pensamientos internos. Piensas que los objetos existen independientemente de ti, sin darte cuenta de que ellos son en cambio las manifestaciones de tu propio ser psicológico y psíquico. Nosotros sabemos que creamos nuestra propia realidad y por lo tanto lo hacemos con alegría y desprendimiento creativo. En mi entorno estarías sumamente desorientado, ya que te parecería como carente de coherencia.
Estamos enterados de las leyes internas que gobiernan todas las “materializaciones”. Puedo tener la noche o el día, en tus términos, según lo prefiera, o cualquier otro periodo de tu historia. Estas formas cambiantes en modo alguno molestan a mis asociados, ya que ellos las toman como indicaciones inmediatas de mi estado de ánimo, mis sentimientos y mis ideas.
La permanencia y la estabilidad no tienen nada que ver con la forma, sino con la integración del placer, el propósito, el logro y la identidad. Yo “viajo” a muchos otros niveles de existencia con el fin de cumplir con mis deberes, que son primordialmente los de maestro y educador, y utilizo las ayudas y técnicas que mejor me sirvan dentro de esos sistemas.
En otras palabras, puedo enseñar la misma lección en diferentes formas, de acuerdo con las habilidades y asunciones que son inherentes a cualquier sistema dado en el que debo operar. Utilizo una parte de mí, de las muchas personalidades que están disponibles para mi identidad en estas comunicaciones. En otros sistemas de realidad no seria comprendida esta particular personalidad que yo, la identidad mayor, adopto aquí.
No todos los sistemas de realidad están orientados físicamente y algunos desconocen totalmente la forma física. El sexo, tal como lo entiendes, no es natural en ellos. Por consiguiente, no me comunicaría como una personalidad masculina que ha vivido muchas existencias físicas, aunque ésta es una parte legítima y válida de mi identidad.
En mi entorno familiar, asumo cualquier forma que me agrade y ella puede variar, y en efecto lo hace, con la naturaleza de mis pensamientos. Tú, sin embargo, formas tu propia forma física a un nivel inconsciente, más o menos de la misma manera, pero con algunas diferencias importantes. Usualmente no te das cuenta de que creas tu cuerpo físico en cada momento, como resultado directo de tu concepción interior de lo que eres. Tampoco te das cuenta de que tu cuerpo físico cambia en forma química y electromagnética muy importante con el paso siempre móvil de tu propio pensamiento.
Habiendo reconocido mucho antes que la forma depende de la conciencia, hemos sido capaces de cambiar nuestras formas totalmente, de tal manera que ellas sigan fielmente cada matiz de nuestra experiencia interior.
Esta habilidad para cambiar la forma es una característica inherente a cualquier conciencia. Solamente varía el grado de dominio y actualización. Puedes ver esto en tu propio sistema, en una versión de cámara lenta, cuando observas las formas cambiantes que ha tomado la materia viviente a través de su historia “evolutiva”.
Mi existencia actual es la más desafiante que he conocido, y he conocido muchas, físicas y no físicas. No hay solo una dimensión en la que reside la conciencia no física, como no hay solo un país en tu planeta, o un solo planeta dentro de tu sistema solar.
Mi entorno no es el que encontrarás inmediatamente después de la muerte. Debes morir muchas veces antes de que puedas entrar en este particular plano de existencia.
Mi trabajo en este entorno me proporciona muchos más desafíos de los que tu conoces y se requiere la manipulación de materiales creativos que están casi mas allá de tu comprensión actual. Primero que todo, debes comprender que no existe ninguna realidad objetiva que no haya sido creada por la conciencia. La conciencia siempre crea la forma y no lo contrario. De esta manera, mi entorno es una realidad de existencia creada por mí y por otros como yo, y ella representa la manifestación de nuestro desarrollo.
No utilizamos estructuras permanentes. No hay una ciudad o un pueblo, por ejemplo, en el cual habitar. Esto no quiere decir que estamos afuera, en el espacio vacío. En primer lugar, no concebimos el espacio como tú lo haces y formamos cualquiera que sean las imágenes particulares que queremos alrededor de nosotros.
Esas imágenes son creadas por nuestros patrones mentales, así como tu realidad física es creada como una replica perfecta de tus deseos y pensamientos internos. Piensas que los objetos existen independientemente de ti, sin darte cuenta de que ellos son en cambio las manifestaciones de tu propio ser psicológico y psíquico. Nosotros sabemos que creamos nuestra propia realidad y por lo tanto lo hacemos con alegría y desprendimiento creativo. En mi entorno estarías sumamente desorientado, ya que te parecería como carente de coherencia.
Estamos enterados de las leyes internas que gobiernan todas las “materializaciones”. Puedo tener la noche o el día, en tus términos, según lo prefiera, o cualquier otro periodo de tu historia. Estas formas cambiantes en modo alguno molestan a mis asociados, ya que ellos las toman como indicaciones inmediatas de mi estado de ánimo, mis sentimientos y mis ideas.
La permanencia y la estabilidad no tienen nada que ver con la forma, sino con la integración del placer, el propósito, el logro y la identidad. Yo “viajo” a muchos otros niveles de existencia con el fin de cumplir con mis deberes, que son primordialmente los de maestro y educador, y utilizo las ayudas y técnicas que mejor me sirvan dentro de esos sistemas.
En otras palabras, puedo enseñar la misma lección en diferentes formas, de acuerdo con las habilidades y asunciones que son inherentes a cualquier sistema dado en el que debo operar. Utilizo una parte de mí, de las muchas personalidades que están disponibles para mi identidad en estas comunicaciones. En otros sistemas de realidad no seria comprendida esta particular personalidad que yo, la identidad mayor, adopto aquí.
No todos los sistemas de realidad están orientados físicamente y algunos desconocen totalmente la forma física. El sexo, tal como lo entiendes, no es natural en ellos. Por consiguiente, no me comunicaría como una personalidad masculina que ha vivido muchas existencias físicas, aunque ésta es una parte legítima y válida de mi identidad.
En mi entorno familiar, asumo cualquier forma que me agrade y ella puede variar, y en efecto lo hace, con la naturaleza de mis pensamientos. Tú, sin embargo, formas tu propia forma física a un nivel inconsciente, más o menos de la misma manera, pero con algunas diferencias importantes. Usualmente no te das cuenta de que creas tu cuerpo físico en cada momento, como resultado directo de tu concepción interior de lo que eres. Tampoco te das cuenta de que tu cuerpo físico cambia en forma química y electromagnética muy importante con el paso siempre móvil de tu propio pensamiento.
Habiendo reconocido mucho antes que la forma depende de la conciencia, hemos sido capaces de cambiar nuestras formas totalmente, de tal manera que ellas sigan fielmente cada matiz de nuestra experiencia interior.
Esta habilidad para cambiar la forma es una característica inherente a cualquier conciencia. Solamente varía el grado de dominio y actualización. Puedes ver esto en tu propio sistema, en una versión de cámara lenta, cuando observas las formas cambiantes que ha tomado la materia viviente a través de su historia “evolutiva”.
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