La entidad, o el alma, tiene una naturaleza mucho más creativa y complicada que la otorgada por tus religiones. La entidad utiliza innumerables métodos de percepción y tiene bajo su mando muchas otras clases de conciencias. Tu idea del alma está en realidad limitada por tus conceptos tridimensionales. El alma puede cambiar el enfoque de su conciencia y usa su conciencia como utilizas los ojos en tu cabeza. En mi nivel de existencia, simplemente estoy enterado del hecho de que yo no soy mi conciencia, aunque esto parezca extraño. Mi conciencia es un atributo para ser utilizado por mí. Esto aplica para todos los que leen estas líneas, aunque el conocimiento pueda estar oculto. El alma, o la entidad, es entonces más que la conciencia.
Cuando entro en tu entorno, dirijo mi conciencia en tu dirección. De cierta manera, traduzco lo que soy en un evento que puedas entender hasta cierto grado. De una manera mucho más limitada, el artista hace la misma cosa cuando traduce lo que es, o una parte de sí, in la pintura. Cuando entro en tu sistema, me introduzco en la realidad tridimensional y tú debes interpretar lo que sucede a la luz de tus propias asunciones básicas. Bien sea que te des cuenta o no, tú mismo te introduces en otros sistemas de realidad en tus estados del sueño, sin la plena participación de tu ser consciente normal. En la experiencia subjetiva, dejas atrás la existencia física y actúas a veces con fuertes propósitos y validez creativa dentro de sueños que olvidas en el mismo instante en que despiertas.
Cuando piensas en el propósito de tu existencia, piensas en términos de la vida diaria de vigilia, pero también trabajas tu propósito en estas otras dimensiones del sueño y entonces estás en comunicación con otras partes de tu propia entidad. Trabajas en esfuerzos tan válidos como aquellos que encuentras en la vida de vigilia.
Cuando contacto tu realidad, es como si estuviera entrando en uno de tus sueños. Puedo estar consciente de mí mismo mientras pronuncio estas palabras y también estar consciente de mí mismo en mi propio entorno, ya que solo envío aquí una parte de mí, quizás de la misma manera como tú envías una parte de tu conciencia cuando escribes una carta a un amigo y aun estás consciente del cuarto en el que estás sentado. Yo envío mucho más de lo que tú envías en una carta, ya que una parte de mi conciencia está dentro de la persona que dicta las palabras que ahora lees, pero la analogía se aproxima bastante.
Mi entorno no es el de una personalidad recientemente fallecida, en tus términos, pero más adelante describiré lo que puedes esperar bajo esas condiciones. Una diferencia grande entre tu entorno y el mío es que tú debes materializar físicamente actos mentales como materia física. Nosotros comprendemos la realidad de los actos mentales y reconocemos su brillante validez. Nosotros los aceptamos por lo que son y por consiguiente hemos superado la necesidad de materializarlos e interpretarlos de una manera tan rígida.
Tu tierra fue muy querida para mí. Ahora puedo cambiar el enfoque de mi conciencia hacia ella y, si lo prefiero, experimentarla como tú lo haces. Solo que yo puedo percibirla de muchas maneras que tú no puedes en tu tiempo.
Algunos de los que leen estas palabras podrán captar inmediatamente e intuitivamente lo que estoy diciendo, puesto que ya habrán sospechado que están visualizando la experiencia a través de lentes altamente distorsionados, aunque llenos de colores. Debes recordar también que si la realidad física es, en sentido amplio, una ilusión, es una ilusión causada por una realidad mayor. La ilusión misma tiene un propósito y un significado.
Quizá es mejor decir que la realidad física es una forma que la realidad toma. En tu sistema, sin embargo, te has concentrado mucho más intensamente en un relativamente pequeño aspecto de la experiencia.
Nosotros podemos viajar libremente a través de un variado número de tales realidades. En este punto, nuestra experiencia incluye nuestro trabajo en cada una de ellas. No pretendo minimizar la importancia de tu personalidad actual, ni de la existencia física. Todo lo contrario. La experiencia tridimensional es un lugar de entrenamiento invaluable. Tu personalidad, tal como la conoces ahora, perseverará, y con sus recuerdos, pero ella es solo una parte de tu identidad total, de igual manera como tu niñez en esta vida es una parte sumamente importante de tu personalidad actual, aunque ahora seas mucho más que un niño.
Continuaras creciendo y desarrollándote y tendrás conocimiento de otros entornos, de igual manera a como dejaste el hogar de la niñez. Sin embargo, los entornos no son cosas objetivas, conglomerados de objetos que existen independientemente de ti. Por el contrario, tú los formas y ellos son literalmente extensiones de ti mismo, actos mentales materializados que se extienden al exterior desde tu conciencia.
Posteriormente te diré exactamente como formas tu entorno. Yo formo el mío siguiendo las mismas reglas, aunque tu acabas en objetos físicos y yo no.
Cuando entro en tu entorno, dirijo mi conciencia en tu dirección. De cierta manera, traduzco lo que soy en un evento que puedas entender hasta cierto grado. De una manera mucho más limitada, el artista hace la misma cosa cuando traduce lo que es, o una parte de sí, in la pintura. Cuando entro en tu sistema, me introduzco en la realidad tridimensional y tú debes interpretar lo que sucede a la luz de tus propias asunciones básicas. Bien sea que te des cuenta o no, tú mismo te introduces en otros sistemas de realidad en tus estados del sueño, sin la plena participación de tu ser consciente normal. En la experiencia subjetiva, dejas atrás la existencia física y actúas a veces con fuertes propósitos y validez creativa dentro de sueños que olvidas en el mismo instante en que despiertas.
Cuando piensas en el propósito de tu existencia, piensas en términos de la vida diaria de vigilia, pero también trabajas tu propósito en estas otras dimensiones del sueño y entonces estás en comunicación con otras partes de tu propia entidad. Trabajas en esfuerzos tan válidos como aquellos que encuentras en la vida de vigilia.
Cuando contacto tu realidad, es como si estuviera entrando en uno de tus sueños. Puedo estar consciente de mí mismo mientras pronuncio estas palabras y también estar consciente de mí mismo en mi propio entorno, ya que solo envío aquí una parte de mí, quizás de la misma manera como tú envías una parte de tu conciencia cuando escribes una carta a un amigo y aun estás consciente del cuarto en el que estás sentado. Yo envío mucho más de lo que tú envías en una carta, ya que una parte de mi conciencia está dentro de la persona que dicta las palabras que ahora lees, pero la analogía se aproxima bastante.
Mi entorno no es el de una personalidad recientemente fallecida, en tus términos, pero más adelante describiré lo que puedes esperar bajo esas condiciones. Una diferencia grande entre tu entorno y el mío es que tú debes materializar físicamente actos mentales como materia física. Nosotros comprendemos la realidad de los actos mentales y reconocemos su brillante validez. Nosotros los aceptamos por lo que son y por consiguiente hemos superado la necesidad de materializarlos e interpretarlos de una manera tan rígida.
Tu tierra fue muy querida para mí. Ahora puedo cambiar el enfoque de mi conciencia hacia ella y, si lo prefiero, experimentarla como tú lo haces. Solo que yo puedo percibirla de muchas maneras que tú no puedes en tu tiempo.
Algunos de los que leen estas palabras podrán captar inmediatamente e intuitivamente lo que estoy diciendo, puesto que ya habrán sospechado que están visualizando la experiencia a través de lentes altamente distorsionados, aunque llenos de colores. Debes recordar también que si la realidad física es, en sentido amplio, una ilusión, es una ilusión causada por una realidad mayor. La ilusión misma tiene un propósito y un significado.
Quizá es mejor decir que la realidad física es una forma que la realidad toma. En tu sistema, sin embargo, te has concentrado mucho más intensamente en un relativamente pequeño aspecto de la experiencia.
Nosotros podemos viajar libremente a través de un variado número de tales realidades. En este punto, nuestra experiencia incluye nuestro trabajo en cada una de ellas. No pretendo minimizar la importancia de tu personalidad actual, ni de la existencia física. Todo lo contrario. La experiencia tridimensional es un lugar de entrenamiento invaluable. Tu personalidad, tal como la conoces ahora, perseverará, y con sus recuerdos, pero ella es solo una parte de tu identidad total, de igual manera como tu niñez en esta vida es una parte sumamente importante de tu personalidad actual, aunque ahora seas mucho más que un niño.
Continuaras creciendo y desarrollándote y tendrás conocimiento de otros entornos, de igual manera a como dejaste el hogar de la niñez. Sin embargo, los entornos no son cosas objetivas, conglomerados de objetos que existen independientemente de ti. Por el contrario, tú los formas y ellos son literalmente extensiones de ti mismo, actos mentales materializados que se extienden al exterior desde tu conciencia.
Posteriormente te diré exactamente como formas tu entorno. Yo formo el mío siguiendo las mismas reglas, aunque tu acabas en objetos físicos y yo no.
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