Tus ideas del espacio son muy erróneas. Así que en mis contactos con tu esfera de actividad yo no atravieso cielos dorados como un superman espiritual para llegar a tu dominio físico.
De una manera muy real, el espacio, tal como lo percibes, simplemente no existe. No solo es que la ilusión del espacio es causada por tus propios mecanismos perceptivos físicos, sino que también es causada por los patrones mentales que has aceptado, patrones que son adoptados por la conciencia cuando alcanza cierto estado de “evolución” dentro de tu sistema.
Cuando llegas, o surges, en la vida física, tu mente no es solo una pizarra en blanco a la espera de los pergaminos que la experiencia escribirá sobre ella, sino que tu ya estás equipado con un banco de memoria que supera de lejos la de cualquier computador. Enfrentas tu primer día sobre el planeta con destrezas y habilidades ya incorporadas, aunque ellas puedan ser o no utilizadas; y ellas no son el resultado de la herencia, tal como la concibes.
Puedes pensar de tu alma o entidad, aunque solo brevemente y en aras de esta analogía, como un computador consciente y vivo, divinamente inspirado, que programa sus propias existencias y tiempos de vida. Sin embargo, este computador está tan altamente dotado con creatividad, que cada una de las diversas personalidades que programa surge a la conciencia y canta, y a su turno crea realidades que puede no haber soñado el computador mismo.
Cada una de tales personalidades viene con una idea incorporada de la realidad en la cual operará y está muy bien diseñado para ajustarse a entornos muy especializados. Tiene plena libertad, pero debe operar dentro del contexto de la existencia para la cual ha sido programada. Dentro de la personalidad, en los más secretos recesos, está el conocimiento condensado que se encuentra en el computador como un todo. Debo enfatizar que no estoy diciendo que el alma o la entidad es un computador, sino solo pidiéndote que mires el asunto en esta luz, con el fin de aclarar varios puntos.
Cada personalidad tiene dentro de sí la habilidad no solo de obtener un nuevo tipo de existencia en el entorno, en tu caso la realidad física, sino también la de agregarle creativamente a la misma calidad de su propia conciencia y, al hacerlo, elaborar su camino a través de un sistema especializado, rompiendo las barreras de la realidad tal como la conoce.
Existe un propósito en todo esto que también será discutido más tarde. Estoy mencionando todo este asunto aquí porque quiero que veas que tu entorno no es real, en los términos que imaginas que lo es. Cuando naces, ya estás condicionado para percibir la realidad de una manera especial y a interpretar la experiencia dentro de un rango muy limitado pero intenso.
Debo explicarte esto antes de que pueda darte claramente una idea de mi entorno, o de aquellos otros sistemas de realidad en los cuales opero. No existe un espacio entre mi entorno y el tuyo, por ejemplo, y no hay límites físicos que nos separen. Hablando de una manera muy real, tu concepto de la realidad, visto a través de los sentidos físicos, los instrumentos científicos, u obtenido por medio de la deducción, guarda escasa semejanza con los hechos y estos son difíciles de explicar.
Tus sistemas planetarios existen al tiempo, simultáneamente, tanto en el tiempo como en el espacio. El universo que pareces percibir, visualmente o por medio de instrumentos, parece estar compuesto de galaxias, estrellas y planetas a diferentes distancias de ti. Básicamente, esto es una ilusión. Tus sentidos y tu misma existencia como criatura física te programan para percibir el universo de tal manera. El universo, tal como lo conoces, es tu interpretación de eventos en la medida que se introducen en tu realidad tridimensional. Los eventos son mentales. Esto no significa que no puedas viajar a otros planetas dentro de ese universo físico, de la misma manera que no significa que no puedas utilizar mesas para sostener libros, vasos y naranjas, aunque la mesa no tiene cualidades sólidas propias.
Cuando yo entro en tu sistema, me muevo a través de una serie de eventos mentales y psíquicos. Tu interpretas estos eventos como espacio y tiempo y con frecuencia debo utilizar esos términos, ya que debo usar tu lenguaje en lugar del mío propio.
Asunciones básicas son aquellas ideas de la realidad que corresponden a acuerdos sobre los cuales basas tus ideas sobre la existencia. Espacio y tiempo, por ejemplo, son asunciones básicas. Cada sistema de realidad tiene su propio grupo de tales acuerdos. Cuando me comunico dentro de tu sistema, debo utilizar y comprender las asunciones básicas sobre las cuales se apoya. Como maestro, es parte de mi trabajo comprenderlas y utilizarlas y he tenido existencias en muchos de tales sistemas como parte de lo que podrías llamar mi entrenamiento básico, aunque en tus términos, mis asociados y yo, tenemos otros nombres para ellos.
De una manera muy real, el espacio, tal como lo percibes, simplemente no existe. No solo es que la ilusión del espacio es causada por tus propios mecanismos perceptivos físicos, sino que también es causada por los patrones mentales que has aceptado, patrones que son adoptados por la conciencia cuando alcanza cierto estado de “evolución” dentro de tu sistema.
Cuando llegas, o surges, en la vida física, tu mente no es solo una pizarra en blanco a la espera de los pergaminos que la experiencia escribirá sobre ella, sino que tu ya estás equipado con un banco de memoria que supera de lejos la de cualquier computador. Enfrentas tu primer día sobre el planeta con destrezas y habilidades ya incorporadas, aunque ellas puedan ser o no utilizadas; y ellas no son el resultado de la herencia, tal como la concibes.
Puedes pensar de tu alma o entidad, aunque solo brevemente y en aras de esta analogía, como un computador consciente y vivo, divinamente inspirado, que programa sus propias existencias y tiempos de vida. Sin embargo, este computador está tan altamente dotado con creatividad, que cada una de las diversas personalidades que programa surge a la conciencia y canta, y a su turno crea realidades que puede no haber soñado el computador mismo.
Cada una de tales personalidades viene con una idea incorporada de la realidad en la cual operará y está muy bien diseñado para ajustarse a entornos muy especializados. Tiene plena libertad, pero debe operar dentro del contexto de la existencia para la cual ha sido programada. Dentro de la personalidad, en los más secretos recesos, está el conocimiento condensado que se encuentra en el computador como un todo. Debo enfatizar que no estoy diciendo que el alma o la entidad es un computador, sino solo pidiéndote que mires el asunto en esta luz, con el fin de aclarar varios puntos.
Cada personalidad tiene dentro de sí la habilidad no solo de obtener un nuevo tipo de existencia en el entorno, en tu caso la realidad física, sino también la de agregarle creativamente a la misma calidad de su propia conciencia y, al hacerlo, elaborar su camino a través de un sistema especializado, rompiendo las barreras de la realidad tal como la conoce.
Existe un propósito en todo esto que también será discutido más tarde. Estoy mencionando todo este asunto aquí porque quiero que veas que tu entorno no es real, en los términos que imaginas que lo es. Cuando naces, ya estás condicionado para percibir la realidad de una manera especial y a interpretar la experiencia dentro de un rango muy limitado pero intenso.
Debo explicarte esto antes de que pueda darte claramente una idea de mi entorno, o de aquellos otros sistemas de realidad en los cuales opero. No existe un espacio entre mi entorno y el tuyo, por ejemplo, y no hay límites físicos que nos separen. Hablando de una manera muy real, tu concepto de la realidad, visto a través de los sentidos físicos, los instrumentos científicos, u obtenido por medio de la deducción, guarda escasa semejanza con los hechos y estos son difíciles de explicar.
Tus sistemas planetarios existen al tiempo, simultáneamente, tanto en el tiempo como en el espacio. El universo que pareces percibir, visualmente o por medio de instrumentos, parece estar compuesto de galaxias, estrellas y planetas a diferentes distancias de ti. Básicamente, esto es una ilusión. Tus sentidos y tu misma existencia como criatura física te programan para percibir el universo de tal manera. El universo, tal como lo conoces, es tu interpretación de eventos en la medida que se introducen en tu realidad tridimensional. Los eventos son mentales. Esto no significa que no puedas viajar a otros planetas dentro de ese universo físico, de la misma manera que no significa que no puedas utilizar mesas para sostener libros, vasos y naranjas, aunque la mesa no tiene cualidades sólidas propias.
Cuando yo entro en tu sistema, me muevo a través de una serie de eventos mentales y psíquicos. Tu interpretas estos eventos como espacio y tiempo y con frecuencia debo utilizar esos términos, ya que debo usar tu lenguaje en lugar del mío propio.
Asunciones básicas son aquellas ideas de la realidad que corresponden a acuerdos sobre los cuales basas tus ideas sobre la existencia. Espacio y tiempo, por ejemplo, son asunciones básicas. Cada sistema de realidad tiene su propio grupo de tales acuerdos. Cuando me comunico dentro de tu sistema, debo utilizar y comprender las asunciones básicas sobre las cuales se apoya. Como maestro, es parte de mi trabajo comprenderlas y utilizarlas y he tenido existencias en muchos de tales sistemas como parte de lo que podrías llamar mi entrenamiento básico, aunque en tus términos, mis asociados y yo, tenemos otros nombres para ellos.
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