En nuestro Blog hemos presentado una amplia variedad de tópicos que incluyen la naturaleza de la realidad física, los orígenes del universo, la teoría de la evolución, la historia de Cristo, la naturaleza de Dios y el propósito de la vida. Vamos a presentar en forma sucinta algunos de esos tópicos, a manera de repaso general de lo que hemos expuesto en forma un poco más extensa.
Dios o Todo Lo Que Existe
Hay un Dios, a quien nos hemos referido como “Todo Lo Que Existe” y al que hemos descrito como un “Gestalt de Energía Primordial”. Dios se compone de energía mental inextinguible y contiene toda la Creación dentro de sí. Dios es un “gestalt” de toda la existencia. La energía mental de Dios es la sustancia que forma todas las cosas, incluyendo todos los seres, todos los universos y todos los eventos y fenómenos. La conciencia de Dios está integrada en esta energía mental y por lo tanto es omnipresente. Dios experimenta cada vida que es vivida y todas las caras pertenecen a Dios. Por estas razones, todas las cosas en la existencia, inclusive la materia física, tienen vida y conciencia. Dios quiere experimentar la existencia en todas sus formas y ramificaciones, y a través de sus creaciones está en capacidad de hacerlo. Dios es dinámico y siempre cambiante, y comparte los fracasos, los triunfos, las perfecciones e imperfecciones de sus creaciones. Los individuos que existen dentro de Dios, aunque son parte de Dios, tienen libre albedrío y determinación propia. Dios no conoce otros como él mismo, pero asume que algo, posiblemente otro “Gestalt de Energía Primordial”, vino antes. Si Dios surgió de otro como él mismo, existe entonces la posibilidad de que haya muchos Dioses, cada uno presumiblemente consciente solo de su propia existencia.
Dios tuvo un principio y hubo una Creación, aunque ella difiere marcadamente de la versión Cristiana. En los primeros escenarios de Dios, el universo existía en un estado de potencialidad, dentro de lo que hemos llamado los sueños de Dios. La agonía de saber los potenciales del universo, pero no estando en capacidad de expresarlos, impulsaron a Dios a encontrar los medios para convertir sus sueños en realidad. Ímpetus adicionales fueron proporcionados por los individuos en sus sueños, a quienes Dios había imbuido con la vida y la conciencia, y quienes clamaban para ser hechos realidad.
Cristo
Cristo, quien todavía existe, es una entidad altamente evolucionada que tiene su existencia en muchos sistemas de realidad. Sin embargo, Cristo tiene la misma relación con Dios que todos los otros individuos tienen. Es una parte de Dios. En el tiempo de Cristo, la entidad de Cristo encarnó como tres individuos: Juan el Bautista, Jesús de Nazareth y Pablo o Saulo de Tarso, y cada uno de ellos fue consciente, hasta cierto grado, de su rol en la fundación de una nueva religión, aunque Pablo no fue consciente de su rol sino después de su conversión al Cristianismo. Hemos dicho que Jesús no fue crucificado y que no está en la naturaleza de los individuos iluminados sacrificarse ellos mismos. En su lugar, un sustituto alucinado, quien creía ser él mismo el Mesías, voluntariamente tomo el lugar de Jesús, y fue a este sustituto a quien Judas traicionó y fue el crucificado. Jesús pudo ser “resucitado” porque realmente no había muerto. Por esto hemos afirmado que la crucifixión de Jesús ocurrió como un evento psíquico compartido, pero no ocurrió como un evento físico.
Pablo reencarnará en el siglo XXI para corregir los errores en que incurrió y que pusieron al Cristianismo en el camino equivocado. Se iniciará entonces un periodo de entendimiento espiritual. Pablo no se identificará como Cristo, y algunos lo verán como el Anticristo, ya que su presencia marcará la declinación del Cristianismo tradicional, conjuntamente con otras organizaciones religiosas. Pablo será conocido como un gran psíquico. Se esforzará por “enderezar el Cristianismo”, que estará en un estado de confusión y desorganización total en el momento de su llegada. Formará un nuevo sistema de pensamiento, cuando el mundo estará necesitándolo desesperadamente.
Dios o Todo Lo Que Existe
Hay un Dios, a quien nos hemos referido como “Todo Lo Que Existe” y al que hemos descrito como un “Gestalt de Energía Primordial”. Dios se compone de energía mental inextinguible y contiene toda la Creación dentro de sí. Dios es un “gestalt” de toda la existencia. La energía mental de Dios es la sustancia que forma todas las cosas, incluyendo todos los seres, todos los universos y todos los eventos y fenómenos. La conciencia de Dios está integrada en esta energía mental y por lo tanto es omnipresente. Dios experimenta cada vida que es vivida y todas las caras pertenecen a Dios. Por estas razones, todas las cosas en la existencia, inclusive la materia física, tienen vida y conciencia. Dios quiere experimentar la existencia en todas sus formas y ramificaciones, y a través de sus creaciones está en capacidad de hacerlo. Dios es dinámico y siempre cambiante, y comparte los fracasos, los triunfos, las perfecciones e imperfecciones de sus creaciones. Los individuos que existen dentro de Dios, aunque son parte de Dios, tienen libre albedrío y determinación propia. Dios no conoce otros como él mismo, pero asume que algo, posiblemente otro “Gestalt de Energía Primordial”, vino antes. Si Dios surgió de otro como él mismo, existe entonces la posibilidad de que haya muchos Dioses, cada uno presumiblemente consciente solo de su propia existencia.
Dios tuvo un principio y hubo una Creación, aunque ella difiere marcadamente de la versión Cristiana. En los primeros escenarios de Dios, el universo existía en un estado de potencialidad, dentro de lo que hemos llamado los sueños de Dios. La agonía de saber los potenciales del universo, pero no estando en capacidad de expresarlos, impulsaron a Dios a encontrar los medios para convertir sus sueños en realidad. Ímpetus adicionales fueron proporcionados por los individuos en sus sueños, a quienes Dios había imbuido con la vida y la conciencia, y quienes clamaban para ser hechos realidad.
Cristo
Cristo, quien todavía existe, es una entidad altamente evolucionada que tiene su existencia en muchos sistemas de realidad. Sin embargo, Cristo tiene la misma relación con Dios que todos los otros individuos tienen. Es una parte de Dios. En el tiempo de Cristo, la entidad de Cristo encarnó como tres individuos: Juan el Bautista, Jesús de Nazareth y Pablo o Saulo de Tarso, y cada uno de ellos fue consciente, hasta cierto grado, de su rol en la fundación de una nueva religión, aunque Pablo no fue consciente de su rol sino después de su conversión al Cristianismo. Hemos dicho que Jesús no fue crucificado y que no está en la naturaleza de los individuos iluminados sacrificarse ellos mismos. En su lugar, un sustituto alucinado, quien creía ser él mismo el Mesías, voluntariamente tomo el lugar de Jesús, y fue a este sustituto a quien Judas traicionó y fue el crucificado. Jesús pudo ser “resucitado” porque realmente no había muerto. Por esto hemos afirmado que la crucifixión de Jesús ocurrió como un evento psíquico compartido, pero no ocurrió como un evento físico.
Pablo reencarnará en el siglo XXI para corregir los errores en que incurrió y que pusieron al Cristianismo en el camino equivocado. Se iniciará entonces un periodo de entendimiento espiritual. Pablo no se identificará como Cristo, y algunos lo verán como el Anticristo, ya que su presencia marcará la declinación del Cristianismo tradicional, conjuntamente con otras organizaciones religiosas. Pablo será conocido como un gran psíquico. Se esforzará por “enderezar el Cristianismo”, que estará en un estado de confusión y desorganización total en el momento de su llegada. Formará un nuevo sistema de pensamiento, cuando el mundo estará necesitándolo desesperadamente.
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