En nuestro Blog hemos presentado una amplia variedad de tópicos que incluyen la naturaleza de la realidad física, los orígenes del universo, la teoría de la evolución, la historia de Cristo, la naturaleza de Dios y el propósito de la vida. Vamos a presentar en forma sucinta algunos de esos tópicos, a manera de repaso general de lo que hemos expuesto en forma un poco más extensa.
La Reencarnación
La reencarnación es la norma, aunque hay muchas interpretaciones equivocadas. Por ejemplo, los seres humanos nunca reencarnan como animales; causa y efecto no operan de una vida a la siguiente, aunque todas las vidas están interrelacionadas de varias maneras; y la reencarnación no termina en un estado de nirvana. Cada individuo debe experimentar la paternidad, la maternidad y la niñez, de tal manera que debe encarnarse por lo menos dos veces. El número máximo de encarnaciones varía, dependiendo del temperamento y las necesidades del individuo. Existe un período de descanso entre las encarnaciones y algunas veces el individuo ocupará otros planos de existencia antes de regresar a la tierra. Cuando el ciclo reencarnacional llega a su fin, el individuo se mueve a otros sistemas de realidad. No existen ni el cielo ni el infierno. Solamente una existencia continuada, en entornos escogidos por el individuo.
La mayoría de las almas que están reencarnando, entran al feto inmediatamente antes, durante, o inmediatamente después del nacimiento. Si la madre está considerando un aborto, el alma estará enterada de eso y puede escoger no reencarnar. Si el alma entra al feto y este es abortado, el alma continua moviéndose a otras vidas. Algunas almas solo buscan una experiencia “dentro del útero” y no desean nacer. No existe una muerte real en el universo, ya que aun las mismas células del feto reencarnan.
Cada ser reencarnado existe en cuatro universos simultáneamente: el universo físico, que es el resultado de coordinadas proyecciones mentales masivas de sus habitantes; el universo del sueño, que es creado de la misma manera, pero tiene leyes naturales menos rígidas; un universo eléctrico adyacente, en donde reside el ser interior y en donde ocurre toda la actividad mental; y un universo de antimateria, del que realmente sabemos poco. Las varias partes del ser y los varios universos, son todos aspectos de un todo único, aspectos que se han separado para una mayor comprensión. Esencialmente, no existen limites para el ser, de la misma manera como no existen limites para ningún sistema de realidad. Todas las partes del ser contribuyen a los sueños, los cuales continúan cuando el ser exterior está despierto.
Cada ser humano tiene muchos estratos, el más notable de los cuales es un “ego externo”, que es el que interactúa con el mundo físico, y un “ego interior” o “ser interior”, que es el encargado de la mecánica de la construcción del mundo físico y que es el que existía antes de las encarnaciones. El Ser Total, al que hemos llamado “Entidad”, es un “gestalt” que consiste en los varios seres que la entidad ha sido a través de todas las existencias pasadas, físicas y no físicas, más todos los seres corrientemente encarnados y todas sus contrapartes probables. Los seres humanos generalmente no están conscientes del ser interior, aunque se presenta como intuición, o como la “voz interior” que mucha gente cree escuchar. Al morir, el ego externo vive y continua su desarrollo, toma su lugar como parte del “gestalt” que forma la entidad total, pero es libre de evolucionar y desarrollar nuevas asociaciones.
La Reencarnación
La reencarnación es la norma, aunque hay muchas interpretaciones equivocadas. Por ejemplo, los seres humanos nunca reencarnan como animales; causa y efecto no operan de una vida a la siguiente, aunque todas las vidas están interrelacionadas de varias maneras; y la reencarnación no termina en un estado de nirvana. Cada individuo debe experimentar la paternidad, la maternidad y la niñez, de tal manera que debe encarnarse por lo menos dos veces. El número máximo de encarnaciones varía, dependiendo del temperamento y las necesidades del individuo. Existe un período de descanso entre las encarnaciones y algunas veces el individuo ocupará otros planos de existencia antes de regresar a la tierra. Cuando el ciclo reencarnacional llega a su fin, el individuo se mueve a otros sistemas de realidad. No existen ni el cielo ni el infierno. Solamente una existencia continuada, en entornos escogidos por el individuo.
La mayoría de las almas que están reencarnando, entran al feto inmediatamente antes, durante, o inmediatamente después del nacimiento. Si la madre está considerando un aborto, el alma estará enterada de eso y puede escoger no reencarnar. Si el alma entra al feto y este es abortado, el alma continua moviéndose a otras vidas. Algunas almas solo buscan una experiencia “dentro del útero” y no desean nacer. No existe una muerte real en el universo, ya que aun las mismas células del feto reencarnan.
Cada ser reencarnado existe en cuatro universos simultáneamente: el universo físico, que es el resultado de coordinadas proyecciones mentales masivas de sus habitantes; el universo del sueño, que es creado de la misma manera, pero tiene leyes naturales menos rígidas; un universo eléctrico adyacente, en donde reside el ser interior y en donde ocurre toda la actividad mental; y un universo de antimateria, del que realmente sabemos poco. Las varias partes del ser y los varios universos, son todos aspectos de un todo único, aspectos que se han separado para una mayor comprensión. Esencialmente, no existen limites para el ser, de la misma manera como no existen limites para ningún sistema de realidad. Todas las partes del ser contribuyen a los sueños, los cuales continúan cuando el ser exterior está despierto.
Cada ser humano tiene muchos estratos, el más notable de los cuales es un “ego externo”, que es el que interactúa con el mundo físico, y un “ego interior” o “ser interior”, que es el encargado de la mecánica de la construcción del mundo físico y que es el que existía antes de las encarnaciones. El Ser Total, al que hemos llamado “Entidad”, es un “gestalt” que consiste en los varios seres que la entidad ha sido a través de todas las existencias pasadas, físicas y no físicas, más todos los seres corrientemente encarnados y todas sus contrapartes probables. Los seres humanos generalmente no están conscientes del ser interior, aunque se presenta como intuición, o como la “voz interior” que mucha gente cree escuchar. Al morir, el ego externo vive y continua su desarrollo, toma su lugar como parte del “gestalt” que forma la entidad total, pero es libre de evolucionar y desarrollar nuevas asociaciones.
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