Las comunicaciones que llegan a través de los sentidos internos existirán en nuestro tiempo psicológico. Como lo hemos dicho antes, el tiempo psicológico opera durante el sueño y durante los momentos tranquilos de la conciencia. En los sueños y en la estructura de los sueños tenemos la sensación de experimentar muchas horas, o inclusive días. Estos días u horas, que parecen ser experimentados en los sueños, no son registrados por el cuerpo físico y están por fuera de nuestro camuflaje del tiempo físico. Si por ejemplo, dentro de la estructura de un sueño experimentamos dos días, físicamente no envejeceremos por esos dos días.
El tiempo psicológico es tan parte de la realidad interior, que aunque nuestro ser interior esta todavía conectado al cuerpo físico, en la estructura del sueño estamos libres de algunos efectos físicos muy importantes. Como los sueños parecen involucrarnos en una duración, que es independiente de nuestro tiempo del reloj, podemos conseguir la experiencia real de duración hasta el punto en que nuestras visiones internas estén involucradas.
En lo que se ha llamado “soñar despierto” muchas veces hemos perdido el rastro del tiempo físico y, antes de que lo sepamos, la experiencia de duración interna se habrá presentado. El llamado tiempo físico, que es el tiempo del reloj, es el último y el más artificial de nuestros camuflajes, que no tiene nada que hacer en nuestra realidad particular. Es una invención humana, de la cual los animales están felizmente ignorantes.
Para las personas de los primero siglos, el tiempo del reloj no tenía ninguna importancia. Por eso es necesario distinguir entre el tiempo físico, que tiene que ver con el día y la noche, con las mareas y las estaciones, y el tiempo del reloj, que se debe emplear solo cuando es absolutamente necesario.
El tiempo psicológico se ajusta al tiempo físico sin mayor problema. Originalmente, esto capacitó al hombre para vivir en el mundo exterior y en el mundo interior con relativa facilidad. El tiempo psicológico puede ser transpuesto sobre el tiempo físico, pero el tiempo psicológico no puede fluir sin estorbos y con alguna libertad a través de días tajados en tantas divisiones del reloj. La idea del tiempo del reloj fue inventada por el ego consciente del hombre por muchas razones que tenían el miedo en el trasfondo.
El tiempo físico, o el tiempo del reloj, fue inventado por el ego del hombre para proteger su propio ego, por la concepción equivocada de una existencia dual, es decir, porque el hombre sintió que un ser consciente predecible hacia el pensamiento y el movimiento, y un ser impredecible y casi automático se encargaba de la respiración y de los sueños. El hombre estableció barreras para proteger el ser predecible de lo que consideraba el ser impredecible, y acabo partiendo en dos al ser total. Tampoco fue el invento del tiempo del reloj el único aparato mutilador inventado y utilizado para proteger una parte del ser de las otras partes. Podemos seguirle la pista a este miedo a través de las leyendas y fantasías de la especie.
Vale la pena darle una mirada a las razones para este miedo que el hombre sentía, y siente, por la parte total de su ser. Porque, realmente, es la diferencia aparente dentro de sí mismo la que teme, proyectando este miedo sobre la parte de sí mismo que considera menos capaz de defenderse. Esto fue un gran error, porque la parte de sí mismo que niega, se defiende con mucho más poder del que conoce.
Como lo hemos mencionado, el tiempo psicológico es una conexión natural al mundo interior. Aunque experimentamos los días y las horas dentro de la estructura del tiempo psicológico durante el estado del sueño, en la medida en que nos desarrollemos en el uso del tiempo psicológico, estaremos en capacidad de descansar y refrescarnos dentro de la estructura del tiempo psicológico, mientras estamos despiertos conscientemente. Esto ayudará a nuestro estado mental y físico en un grado sorprendente y descubriremos una vitalidad adicional y una decreciente necesidad de sueño. Por ejemplo, dentro de cinco minutos del tiempo del reloj, podemos encontrar una hora de descanso, que es independiente del tiempo del reloj.
Cuando estamos cansados o exhaustos, una de las razones es nuestra inhabilidad para utilizar para nuestro beneficio el tiempo psicológico simple.
La hipnosis también nos ayuda a utilizar el tiempo psicológico para nuestro real beneficio. Los límites del tiempo del reloj desaparecen cuando el tiempo psicológico es utilizado. A través del tiempo psicológico podemos mirar el tiempo del reloj y también utilizar el tiempo del reloj para nuestro beneficio. Sin embargo, sin el reconocimiento inicial del tiempo psicológico, el tiempo del reloj es algo así como una prisión.
El tiempo físico de las estaciones y las mareas, de la noche y el día, es uno de los más deliciosos camuflajes y es la más fiel reproducción del tiempo psicológico y uno de los más verdaderos camuflajes. El tiempo psicológico parece fluir muy fácilmente cuando el tiempo físico es seguido y observado por un “Yo” tranquilo. La utilización apropiada del tiempo psicológico nos conducirá hacia el mundo interior. Dentro de la estructura del tiempo psicológico descubriremos un estado de paz y tranquilidad supremas.
El tiempo psicológico es tan parte de la realidad interior, que aunque nuestro ser interior esta todavía conectado al cuerpo físico, en la estructura del sueño estamos libres de algunos efectos físicos muy importantes. Como los sueños parecen involucrarnos en una duración, que es independiente de nuestro tiempo del reloj, podemos conseguir la experiencia real de duración hasta el punto en que nuestras visiones internas estén involucradas.
En lo que se ha llamado “soñar despierto” muchas veces hemos perdido el rastro del tiempo físico y, antes de que lo sepamos, la experiencia de duración interna se habrá presentado. El llamado tiempo físico, que es el tiempo del reloj, es el último y el más artificial de nuestros camuflajes, que no tiene nada que hacer en nuestra realidad particular. Es una invención humana, de la cual los animales están felizmente ignorantes.
Para las personas de los primero siglos, el tiempo del reloj no tenía ninguna importancia. Por eso es necesario distinguir entre el tiempo físico, que tiene que ver con el día y la noche, con las mareas y las estaciones, y el tiempo del reloj, que se debe emplear solo cuando es absolutamente necesario.
El tiempo psicológico se ajusta al tiempo físico sin mayor problema. Originalmente, esto capacitó al hombre para vivir en el mundo exterior y en el mundo interior con relativa facilidad. El tiempo psicológico puede ser transpuesto sobre el tiempo físico, pero el tiempo psicológico no puede fluir sin estorbos y con alguna libertad a través de días tajados en tantas divisiones del reloj. La idea del tiempo del reloj fue inventada por el ego consciente del hombre por muchas razones que tenían el miedo en el trasfondo.
El tiempo físico, o el tiempo del reloj, fue inventado por el ego del hombre para proteger su propio ego, por la concepción equivocada de una existencia dual, es decir, porque el hombre sintió que un ser consciente predecible hacia el pensamiento y el movimiento, y un ser impredecible y casi automático se encargaba de la respiración y de los sueños. El hombre estableció barreras para proteger el ser predecible de lo que consideraba el ser impredecible, y acabo partiendo en dos al ser total. Tampoco fue el invento del tiempo del reloj el único aparato mutilador inventado y utilizado para proteger una parte del ser de las otras partes. Podemos seguirle la pista a este miedo a través de las leyendas y fantasías de la especie.
Vale la pena darle una mirada a las razones para este miedo que el hombre sentía, y siente, por la parte total de su ser. Porque, realmente, es la diferencia aparente dentro de sí mismo la que teme, proyectando este miedo sobre la parte de sí mismo que considera menos capaz de defenderse. Esto fue un gran error, porque la parte de sí mismo que niega, se defiende con mucho más poder del que conoce.
Como lo hemos mencionado, el tiempo psicológico es una conexión natural al mundo interior. Aunque experimentamos los días y las horas dentro de la estructura del tiempo psicológico durante el estado del sueño, en la medida en que nos desarrollemos en el uso del tiempo psicológico, estaremos en capacidad de descansar y refrescarnos dentro de la estructura del tiempo psicológico, mientras estamos despiertos conscientemente. Esto ayudará a nuestro estado mental y físico en un grado sorprendente y descubriremos una vitalidad adicional y una decreciente necesidad de sueño. Por ejemplo, dentro de cinco minutos del tiempo del reloj, podemos encontrar una hora de descanso, que es independiente del tiempo del reloj.
Cuando estamos cansados o exhaustos, una de las razones es nuestra inhabilidad para utilizar para nuestro beneficio el tiempo psicológico simple.
La hipnosis también nos ayuda a utilizar el tiempo psicológico para nuestro real beneficio. Los límites del tiempo del reloj desaparecen cuando el tiempo psicológico es utilizado. A través del tiempo psicológico podemos mirar el tiempo del reloj y también utilizar el tiempo del reloj para nuestro beneficio. Sin embargo, sin el reconocimiento inicial del tiempo psicológico, el tiempo del reloj es algo así como una prisión.
El tiempo físico de las estaciones y las mareas, de la noche y el día, es uno de los más deliciosos camuflajes y es la más fiel reproducción del tiempo psicológico y uno de los más verdaderos camuflajes. El tiempo psicológico parece fluir muy fácilmente cuando el tiempo físico es seguido y observado por un “Yo” tranquilo. La utilización apropiada del tiempo psicológico nos conducirá hacia el mundo interior. Dentro de la estructura del tiempo psicológico descubriremos un estado de paz y tranquilidad supremas.
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