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jueves, 31 de julio de 2008

El Camuflaje del Mundo Físico

Es importante que relacionemos el material evolutivo con la información previa concerniente a los sentidos internos. Los sentidos internos fueron siempre lo supremo en el desarrollo evolutivo, siendo el ímpetu detrás de las formaciones físicas e imprimiendo la información contenida en los genes mentales sobre el camuflaje del material físico, por medio de la utilización de enzimas mentales
Se ha insistido siempre en que la evolución involucra solamente a la especie humana, o que toda la evolución debe considerarse como un árbol gigantesco, con la humanidad como la flor suprema. La llamada flor suprema de la humanidad es el ego humano, que en realidad es a veces una flor venenosa. Como lo hemos expresado antes, no hay nada malo con el ego. Sin embargo, el asunto es que el hombre se ha fascinado tanto con el ego consciente, que ha ignorado la parte suya que hizo posible el ego, la parte suya que le da al ego los poderes mismos, de los cuales está tan conscientemente orgulloso.
Detrás del ego existe un ser más fuerte y más vivido. Existe además un ser más consciente de sí mismo, que se mantiene ignorado. La evidencia sobre este ser puede recibirse y será recibida.
El punto al que queremos llegar es que de la misma forma como la experiencia psicológica es real y vivida, pero aun no puede ser vista, tocada o examinada en los laboratorios, también es vívida la información interna proveniente de los sentidos internos, aunque no pueda ser vista ni tocada.
La información interna hace su impresión sobre el cerebro físico y cambia la personalidad, tal como lo hace toda experiencia. En muchos casos la experiencia interior es retenida en nuestra memoria celular.
La información de los sentidos internos es vívida y confiable, y hace su impresión sobre el individuo consciente. Es nuestra insistencia en traducir este material a términos físicos lo que causa la dificultad. No insistimos en ver, sentir, o tocar una experiencia psicológica y, sin embargo, no decimos que esa experiencia psicológica no existe, porque no podamos sostenerla en nuestras manos. Por qué entonces insistimos en que una experiencia interior como la telepatía o la premonición no existe, porque no podamos sostenerla en nuestras manos? Muchas veces tales casos pueden ser corroborados por otros de una manera que la experiencia puramente psicológica no puede ser corroborada.
No hay manera de medir la experiencia interior, o la experiencia psicológica, de alguien que ha perdido a un amigo que murió, pero no negamos que tal experiencia existe.
No estamos diciendo que no deberíamos creer en la evidencia presentada por nuestros sentidos. Sabemos que las mesas no son sólidas. Inclusive la ciencia lo sabe ahora y, sin embargo, nuestros ojos ven la mesa como sólida. Ya es hora de enfrentar los hechos: nuestros sentidos mienten. La mesa es un conglomerado de átomos y moléculas moviéndose rápidamente, pero vemos una mesa y la vemos sólida. Nuestros sentidos son perceptores del camuflaje de un mundo físico, creado por el ser interior utilizando enzimas mentales, en un patrón establecido por los genes mentales.
Estamos tratando con un camuflaje. Nuestros sentidos externos son perceptores de un camuflaje y la mesa sobre la que apoyamos los brazos no es sólida. Esto no significa que nuestros brazos vayan a caer al piso. Quiere decir que la ciencia todavía está descubriendo la existencia del mundo interior, el que no estará en capacidad de negar por mas tiempo.
Al decir que nosotros mismos creamos nuestro universo físico, de la misma manera como automáticamente e inconscientemente creamos con nuestro aliento un patrón de vapor sobre el vidrio de una ventana, no queremos decir que nosotros creamos todo lo que existe. Solamente queremos decir que creamos nuestro propio entorno físico.

martes, 29 de julio de 2008

Las Emociones, el Subconsciente y la Dualidad Artificial

Las emociones, mientras están fuertemente conectadas al ego, pertenecen también a lo que hemos querido llamar el subconsciente, pero como están tan entrelazadas con la vida interior, son comunes al ego y al subconsciente.
Las emociones son más que prehistóricas. Ellas son, en algunos aspectos, desarrollos evolutivos, siendo las porciones finales de los sentidos internos transformadas en cierto grado para permitir la manipulación del patrón de camuflaje. Antes de que el ego evolucionara, las emociones servían bien como estímulos necesarios para la acción en el entorno del camuflaje. Estamos tratando de resaltar la idea de que cuando los sentidos internos entran más y más en el campo del ser total en nuestra realidad, toman sus características, mientras retienen dentro de sí sus propias características.
Si las seguimos hacia atrás, las emociones nos conducirán hacia los sentidos internos como tales, mientras al mismo tiempo son la misma cosa.
La que llamamos memoria racial existe como una experiencia de memoria emocional interior. La línea que divide interior y exterior no existe en realidad más allá de la línea que existe entre lo consciente y lo inconsciente. Lo que llamamos el subconsciente, es solamente un lugar de encuentro, mal definido, de las experiencias internas y externas, términos que estamos obligados a utilizar solamente por las concepciones equivocadas sobre dualidad.
Los campos se entremezclan. La información recibida por los sentidos internos es tan intensa y vivida como cualquier otra experiencia psicológica. Como lo hemos expresado, tampoco podemos examinar una experiencia psicológica en el laboratorio. Sin embargo, el peor de los tontos no negaría una experiencia psicológica por esta razón.
El término Experiencia Extra Sensorial es en sí mismo el resultado de esta dualidad artificial, afirmando que todo lo que no sea percibido por los sentidos externos es extra y es añadido. Pero esto va a cambiar en un futuro no lejano. En primer lugar, el más pragmático de los científicos se ve ahora forzado a admitir que los objetos sólidos no son sólidos. La más interesante información marginal de este hecho es que nuestros fieles, probados y reales sentidos externos, son en realidad adorables mentirosos, ya que los ojos ven una silla como sólida, cuando no es sólida en absoluto.
Los sentidos externos son por lo tanto falsificadores de la más deliciosa clase. Que podremos hacer cuando descubramos que todo lo que nuestros sentidos nos dicen es falso, básicamente? Dejaremos entonces de operar en el mundo físico, de los objetos físicos? Seguramente que no.
Por otro lado, nuestros sentidos internos son mucho más confiables. Nuestra información interna es mucho más confiable. Nuestra experiencia psicológica es válida, sin importar que las sillas sean sólidas o no. La información interna, y el ser interior que negamos, son mucho más permanentes.
La dualidad es tan artificial, que es asombroso como nuestros científicos no se han tropezado con la hipótesis falsa que la sustenta. Lo que nos agrada llamar el subconsciente, representa solamente la parte de los sentidos internos, o del ser interior, que ni nosotros ni la sociedad podemos ignorar por más tiempo. Y ésta es apenas la parte superficial. Aquí encontramos el depósito de los recuerdos personales y también los recuerdos de experiencias psicológicas que el ego mismo prefiere olvidar. Si es necesario hablar de estratos o niveles, por nuestra inclinación a las divisiones, digamos que debajo de todo esto tenemos los recuerdos raciales de la especie y toda la información evolutiva contenida interiormente.
El subconsciente es otro enlace o conexión entre los dos campos de los que hemos hablado y cuando entra en nuestra realidad adquiere las características de ella. Es por eso por lo que encontramos los recuerdos personales en la parte más externa, aunque el subconsciente también llega hasta la entidad misma.
De hecho, este ser dual no existe en ninguna otra parte. Más adelante tendremos oportunidad de analizar las razones para esta dualidad. Lo que hemos expresado hasta ahora ha sido importante para demostrar como las realidades, o campos internos y externos, se conectan. Son campos dentro de campos. La vitalidad del universo cambia en las diferentes realidades, mientras al mismo tiempo las forma realmente. De esta manera, el que hemos llamado ser total y la entidad están conectados por muchos patrones diversos, estando los sentidos internos conformados por los mismos elementos de los cuales se compone la entidad misma. Las realidades se juntan de una manera muy real. Básicamente, son parte la una de la otra y, de acuerdo con ciertas leyes, las realidades parecen estar en puntos diferentes, de tal manera que la apariencia en nuestra realidad parece ser a veces una de opuestos.
La personalidad presente no puede viajar hasta la entidad total como consecuencia de estas leyes tan reales, es decir, mientras está bajo la influencia del campo de nuestra realidad, la personalidad no puede viajar hasta la entidad. La personalidad puede y debe estar consciente del ser total del cual hace parte, y esa parte del ser total que el ego ignora, es la parte que puede entrar en el campo de influencia de la entidad, aunque no puede viajar hasta la entidad misma.
Es solamente el sentimiento de dualidad el que hace que la muerte parezca como algo tan terrorífico. Cuando la personalidad se dé cuenta de que la vida en nuestra realidad no está limitada por la información física, y que en la vida física su parte más verdadera es independiente de la materia física, no le temerá a la muerte como un final personal.
La muerte es la liberación de la personalidad de la realidad física, o del campo físico. Para el ego, ésta es una perspectiva futura atemorizante. Para el ego, aun el sueño parece una bofetada. El reconocimiento de la totalidad del ser en la vida física, haría mucho por impedir este temor a la muerte, ya que existen experiencias psicológicas más bien placenteras, que son afines a la experiencia de la muerte y que deben preparar a la personalidad para esta eventualidad.

domingo, 27 de julio de 2008

Los Sentidos Internos y las Emociones

Tenemos la convicción de que la evidencia de lo que llamamos Percepción Extra Sensorial se va a conseguir en un futuro no muy lejano. Sin embargo, de la misma manera como recibimos evidencia del sonido a través de los oídos y no esperamos ver a través de ellos, la evidencia debe llegar a través de los canales correctos. Una de nuestras más importantes dificultades es que no aceptaremos como evidencia algo que no sea perceptible, de una u otra manera, por medio de los sentidos externos, es decir, no consideraremos como válida una experiencia, a menos que pueda ser demostrada como camuflaje de la realidad física.
Casi todo el mundo está familiarizado con algo diferente, como seria aquella experiencia psicológica que puede no tener efectos físicos observables y, sin embargo, puede cambiar una personalidad en un grado inmenso. El cambio en la personalidad puede tener efectos físicos secundarios. La personalidad puede actuar en cierta forma en el mundo físico, como resultado de una experiencia psicológica. Sin embargo, estos efectos físicos son secundarios a la experiencia y la experiencia por si misma no tiene efectos físicos sobre el mundo material. Cualquiera de esos efectos se produce después de la experiencia de la personalidad involucrada.
Una muerte en la familia, por ejemplo, es una ocurrencia física. Los distintos miembros de la familia reaccionarán de forma diferente, como ya sabemos. La experiencia psicologíca será intensamente diversificada, personal e impredecible, en lo que respecta a cada miembro de la familia. No podemos observar esta experiencia psicológica real con nuestros sentidos externos. Incluso nosotros mismos no podemos ver, oler, o tocar esa experiencia interior. No podemos sostenerla en las manos y observarla. No podemos observarla de ninguna manera objetiva, como lo hacemos con un lápiz sobre la mesa y, sin embargo, seria disparatado decir que esa experiencia psicológica no existe. Es demasiado vívida para ignorarla y muchas veces la personalidad deja de actuar como consecuencia de una experiencia que es psicológica, que no puede ser observada con instrumentos, ni siquiera por la misma persona involucrada.
Los efectos físicos pueden aparecer enseguida, tales como el llanto, el duelo, la aflicción. Pero estos efectos son secundarios. La experiencia misma no derrama lágrimas, aunque el receptor de la experiencia lo puede hacer. Lo que estamos tratando de demostrar es que muchas experiencias de la vida diaria, que por ser tan vívidas sabemos que son válidas, no pueden ser percibidas por los sentidos externos y, sin embargo, estamos totalmente familiarizados con ellas.
Los científicos con sus instrumentos han tenido existo en inducir las emociones de miedo, tristeza, etc., en algunas operaciones, pero la experiencia misma sigue siendo subjetiva y psicológica. Algunos efectos físicos, aunque secundarios, pueden ser observados en lo que concierne a las emociones, en la forma como el pulso se acelera y ciertos químicos y hormonas pueden acelerar su actividad.
Las emociones se acercan más que ninguna otra cosa a la vívida calidad de la información interior. Por supuesto existen más diferencias que similitudes. Sin embargo, por la calidad intensa de la experiencia emocional, ésta es una buena comparación. Con las emociones hay en muchos casos un estímulo a la acción en el patrón del camuflaje exterior.
Las emociones pertenecen a la personalidad, a la personalidad actual, y están fuertemente conectadas, tanto al ego consciente como al ser interior, que es con frecuencia ignorado.
Para simplificar un poco, pensemos en el ser total según existe en nuestra realidad, con su cuerpo físico, su ego consciente y su ser interior, como una unidad de campo, que a su vez forma parte de una más grande o más completa entidad, como una unidad de campo dentro de otra. Entonces quizá no seria tan difícil imaginar la conexión, o una de las conexiones, entre el campo de la entidad y el campo del ser total, que en nuestra realidad actúa como los sentidos internos, es decir, los sentidos internos son los conectores entre estos dos campos.
En la medida en que los sentidos internos se convierten cada vez más en parte de nuestra realidad, ellos tomarán más características de esa realidad y por consiguiente más de las características del ser total en nuestra realidad. Al final, los sentidos internos se convierten en las emociones y ellas también son una conexión.

viernes, 25 de julio de 2008

La Percepción Extra Sensorial

Hemos venido hablando de la dualidad del ser, que no corresponde a un estado natural del hombre. Aun hoy las sociedades llamadas primitivas no experimentan esta dualidad, en el grado en que ella afecta comunidades más civilizadas. Esto por si solo debería ser prueba de que la condición no es un prerrequisito para la especie como tal. Por el contrario, esta sensación de dualidad limita al hombre, en la medida en que llega a ser más inventivo, de una manera puramente mecánica.
No hay nada malo con la inventiva misma. La manipulación de los patrones de camuflaje es de esperarse y es deseable. Sin embargo, muchas sociedades nativas aprecian el hecho de los patrones de camuflaje y conservan la habilidad de separar al ser total del camuflaje.
Cuando hablamos del ser total, nos estamos refiriendo a la personalidad tal como existe en su totalidad, teniendo bajo su comando la utilización de los sentidos internos y externos. Estamos hablando de quien hace, quien se mueve, quien respira y quien sueña, todos pertenecientes a un ser total.
La designación de ser total no incluye a la entidad como un todo. La personalidad tiene acceso a la entidad, pero la personalidad no contiene la entidad. En otras palabras, el ser total, tal como existe en nuestra realidad, no contiene la entidad, aunque la comunicación entre la entidad y el ser total tiene lugar por medio de los sentidos internos.
En muchas comunidades primitivas, estas comunicaciones son aceptadas como realidad. En el conjunto de nuestra civilización, no lo son.
Muchas investigaciones se han llevado a cabo en el Mundo Occidental sobre la llamada percepción extra sensorial. El hecho es que el hombre occidental ha partido él mismo a la mitad sus propias habilidades y a la mitad su propio conocimiento, por su insistencia en una artificial naturaleza dual, y también él mismo se ha apartado de las mismas sociedades primitivas, de las que pudo aprender mucho acerca de estas habilidades que el mismo se rehúsa a admitir.
La educación del hombre, su patrón de existencia diaria y sus valores culturales, tienden a aprisionarlo de tal manera que solo puede ver otras sociedades a través de la neblina oscura de sus propios conceptos erróneos. Si considera un nativo de África, por ejemplo, como un supersticioso más bien imbécil, como una criatura prehistórica del pasado, entonces no aprenderá nada de las habilidades de ese hombre. Ridiculizará la evidencia de la llamada percepción extra sensorial en el nativo, como una prueba más de la infantil mente africana.
El hecho es que los psicólogos o los científicos no pueden hablar realmente de la llamada percepción extra sensorial como algo subnormal o por encima de lo normal, en lo que tiene que ver con la especie, simplemente porque el hombre occidental encuentra mucha dificultad en utilizarla con alguna efectividad. Otros pueblos se las arreglan para utilizarla de una manera mas bien efectiva.
El problema con las investigaciones de la percepción extra sensorial es que estamos utilizando de nuevo las herramientas equivocadas. De nuevo estamos dando por sentado este ser dual. Hasta que no nos demos cuenta de que hay un solo ser y no dos, uno que hace y manipula y otro que respira y sueña, no llegaremos a ninguna parte. Las investigaciones llevadas a cabo de acuerdo con lo que se considera preceptos científicos, están condenadas en gran medida a ser tácticas de cámara lenta, en el mejor de los casos, y a un completo fracaso, en el peor de los casos.
Esto no quiere decir que no se pueda encontrar evidencia, una evidencia abrumadora, de la existencia de los sentidos internos. Quiere decir que hay que darle campo a la espontaneidad. Es sumamente difícil relacionar la información recibida de los sentidos internos con la información que recogerán los sentidos externos. En el mejor de los casos, conseguiremos algo así como la imagen de un espejo que debe ser descifrada. La información recibida por los sentidos internos tendrá un impacto discernible sobre la personalidad que la recibe, y este impacto es tan fuerte como cualquier impacto causado por el estimulo del camuflaje.
El hecho es que cuando insistimos en evidencia a través de los sentidos externos regularmente aceptados, casi automáticamente apagamos el aparato de los sentidos internos. Debemos tomar la información interna literalmente, y esto es lo que no haremos. Una vez que hemos dado el primer paso de espontaneidad, recibiremos realmente evidencia que aun nuestra mente consciente estará obligada a aceptar.
Si por una vez nos permitimos recibir libremente información interna de una manera espontánea y no critica, veremos que esta información es tan legitima, valida, variada y tan poderosa como cualquier estímulo exterior. Pero insistir en traducir esta información en canales que primero puedan ser recogidos por los sentidos externos y esperar una información fuerte y no distorsionada, es pedir lo imposible.
Las impresiones recibidas por los sentidos internos son en realidad concretas, de una manera que todavía no entendemos. Esta información también tiene efectos físicos sobre el cerebro y lo afectan de la misma manera como las impresiones recibidas de estímulos externos. Estas impresiones cambian la personalidad, como la cambia cualquier otra experiencia. Insistir en evidencia en términos de información sensorial externa es una noción tan ridícula como esperar que una cámara fotográfica reproduzca música.
Estamos esperando que los sentidos externos hagan algo para lo que no están capacitados, para recibir o funcionar de una manera que es extraña para ellos. Nos estamos negando a utilizar los mismos sentidos internos que están equipados para manejar la información que deseamos capturar.
Es verdad que todavía no entendemos intelectualmente los sentidos internos. La parte nuestra que negamos, comprende bien los sentidos internos.
Es nuestra negativa a aceptar el ser total lo que causa la dificultad. La información recibida de los sentidos internos es tan vivida, de hecho más vivida, que cualquier otra información que jamás recibiremos. La parte irónica de todo el asunto es que en realidad recibimos esta información interna constantemente, la utilizamos constantemente y, sin embargo, conscientemente no aceptaremos su existencia.
El hecho mismo de que respiramos, soñamos y ejecutamos otras innumerables actividades sin ayuda alguna del ego consciente, debería convencer al más terco cráneo científico que hay algo más involucrado, de lo que la ciencia quiere admitir. La idea de la mente subconsciente es simplemente una admisión parcial de que el hombre es más que el ego consciente, más que la suma de sus partes y más que un mecanismo.

miércoles, 23 de julio de 2008

Roles Básicos en la Reencarnación

Como regla general, cada entidad nace para experimentar por lo menos tres roles: de madre, de padre y de hijo. Hablamos de tres roles en lugar de dos, porque una niñez completa, por lo menos una vez, es usualmente necesaria para que una personalidad pueda experimentar el conocimiento del crecimiento humano.
Por supuesto que dos vidas serian suficientes para proporcionarnos los tres roles, pero en algunos casos la personalidad no funciona hasta la edad adulta y por consiguiente no experimenta la maternidad o la paternidad. También puede ocurrir que, por una u otra razón, una personalidad no pueda tener hijos. Además de los tres roles necesarios, hay otra cualidad de una dimensión diferente que también es necesaria para la personalidad y es la que involucra la utilización de la totalidad del potencial.
La carencia de este factor puede ser la causa para que una personalidad renazca más veces en nuestra realidad de las que serian necesarias, si solamente se requirieran los roles mencionados anteriormente. El requerimiento de utilización total de las capacidades no tiene nada que ver con la oportunidad, en el sentido social, aunque por supuesto la particular estructura social tendrá mucho que ver con el desarrollo particular de ciertas habilidades.
Cuando la personalidad decide abandonar nuestra realidad, es porque ya ha desarrollado sus potenciales hasta el máximo posible. Esto no quiere decir que todas las personalidades que han abandonado nuestra realidad estén al mismo nivel. Puesto que sus potenciales tienen una variedad individual, depende en buen grado de las habilidades de la personalidad utilizar la energía como una unidad, o transformar la energía en patrones unitarios. La habilidad para hacerlo no esta predestinada en manera alguna, sino que parece ser inherente e impredecible, pero es una de las características básicas de una personalidad dada.
Cada uno de quienes han abandonado nuestra realidad, se ha desarrollado hasta donde pudo hacerlo en ella. No obstante, en nuestra vida, ciertos entornos tienden a alentar a algunas personas a la realización de sus talentos y parecen obstaculizar a otras en el desarrollo de sus peculiares talentos, por lo que algunas personalidades expanden sus capacidades en nuestra realidad. Algunos que se comportan mas bien pobremente en nuestra realidad, se expanden sorprendentemente en otras realidades.
El talento para la utilización de la energía en la formación de patrones unitarios es elemental, no solo en nuestra realidad, sino en todas las otras realidades. Se trata de extraer de la vitalidad básica del universo utilizando los sentidos internos y en realidad atrayendo hacia sí mismo más y más de la vitalidad subyacente.

lunes, 21 de julio de 2008

El Tiempo Psicológico II

Las comunicaciones que llegan a través de los sentidos internos existirán en nuestro tiempo psicológico. Como lo hemos dicho antes, el tiempo psicológico opera durante el sueño y durante los momentos tranquilos de la conciencia. En los sueños y en la estructura de los sueños tenemos la sensación de experimentar muchas horas, o inclusive días. Estos días u horas, que parecen ser experimentados en los sueños, no son registrados por el cuerpo físico y están por fuera de nuestro camuflaje del tiempo físico. Si por ejemplo, dentro de la estructura de un sueño experimentamos dos días, físicamente no envejeceremos por esos dos días.
El tiempo psicológico es tan parte de la realidad interior, que aunque nuestro ser interior esta todavía conectado al cuerpo físico, en la estructura del sueño estamos libres de algunos efectos físicos muy importantes. Como los sueños parecen involucrarnos en una duración, que es independiente de nuestro tiempo del reloj, podemos conseguir la experiencia real de duración hasta el punto en que nuestras visiones internas estén involucradas.
En lo que se ha llamado “soñar despierto” muchas veces hemos perdido el rastro del tiempo físico y, antes de que lo sepamos, la experiencia de duración interna se habrá presentado. El llamado tiempo físico, que es el tiempo del reloj, es el último y el más artificial de nuestros camuflajes, que no tiene nada que hacer en nuestra realidad particular. Es una invención humana, de la cual los animales están felizmente ignorantes.
Para las personas de los primero siglos, el tiempo del reloj no tenía ninguna importancia. Por eso es necesario distinguir entre el tiempo físico, que tiene que ver con el día y la noche, con las mareas y las estaciones, y el tiempo del reloj, que se debe emplear solo cuando es absolutamente necesario.
El tiempo psicológico se ajusta al tiempo físico sin mayor problema. Originalmente, esto capacitó al hombre para vivir en el mundo exterior y en el mundo interior con relativa facilidad. El tiempo psicológico puede ser transpuesto sobre el tiempo físico, pero el tiempo psicológico no puede fluir sin estorbos y con alguna libertad a través de días tajados en tantas divisiones del reloj. La idea del tiempo del reloj fue inventada por el ego consciente del hombre por muchas razones que tenían el miedo en el trasfondo.
El tiempo físico, o el tiempo del reloj, fue inventado por el ego del hombre para proteger su propio ego, por la concepción equivocada de una existencia dual, es decir, porque el hombre sintió que un ser consciente predecible hacia el pensamiento y el movimiento, y un ser impredecible y casi automático se encargaba de la respiración y de los sueños. El hombre estableció barreras para proteger el ser predecible de lo que consideraba el ser impredecible, y acabo partiendo en dos al ser total. Tampoco fue el invento del tiempo del reloj el único aparato mutilador inventado y utilizado para proteger una parte del ser de las otras partes. Podemos seguirle la pista a este miedo a través de las leyendas y fantasías de la especie.
Vale la pena darle una mirada a las razones para este miedo que el hombre sentía, y siente, por la parte total de su ser. Porque, realmente, es la diferencia aparente dentro de sí mismo la que teme, proyectando este miedo sobre la parte de sí mismo que considera menos capaz de defenderse. Esto fue un gran error, porque la parte de sí mismo que niega, se defiende con mucho más poder del que conoce.
Como lo hemos mencionado, el tiempo psicológico es una conexión natural al mundo interior. Aunque experimentamos los días y las horas dentro de la estructura del tiempo psicológico durante el estado del sueño, en la medida en que nos desarrollemos en el uso del tiempo psicológico, estaremos en capacidad de descansar y refrescarnos dentro de la estructura del tiempo psicológico, mientras estamos despiertos conscientemente. Esto ayudará a nuestro estado mental y físico en un grado sorprendente y descubriremos una vitalidad adicional y una decreciente necesidad de sueño. Por ejemplo, dentro de cinco minutos del tiempo del reloj, podemos encontrar una hora de descanso, que es independiente del tiempo del reloj.
Cuando estamos cansados o exhaustos, una de las razones es nuestra inhabilidad para utilizar para nuestro beneficio el tiempo psicológico simple.
La hipnosis también nos ayuda a utilizar el tiempo psicológico para nuestro real beneficio. Los límites del tiempo del reloj desaparecen cuando el tiempo psicológico es utilizado. A través del tiempo psicológico podemos mirar el tiempo del reloj y también utilizar el tiempo del reloj para nuestro beneficio. Sin embargo, sin el reconocimiento inicial del tiempo psicológico, el tiempo del reloj es algo así como una prisión.
El tiempo físico de las estaciones y las mareas, de la noche y el día, es uno de los más deliciosos camuflajes y es la más fiel reproducción del tiempo psicológico y uno de los más verdaderos camuflajes. El tiempo psicológico parece fluir muy fácilmente cuando el tiempo físico es seguido y observado por un “Yo” tranquilo. La utilización apropiada del tiempo psicológico nos conducirá hacia el mundo interior. Dentro de la estructura del tiempo psicológico descubriremos un estado de paz y tranquilidad supremas.

sábado, 19 de julio de 2008

El Tiempo Psicológico

El tiempo es uno de los más obvios camuflajes. El estudio del tiempo nos conducirá, de una manera bastante directa, del ser físico camuflado al ser interior que ignoramos. Los psicólogos hablan de la diferencia entre el tiempo físico, con el cual ajustamos los relojes, y el tiempo psicológico.
El llamado tiempo psicológico pertenece al ser interior, es decir, a la mente. El tiempo psicológico es un conectador, es parte de uno de los sentidos internos, al que llamaremos el segundo sentido interior por razones de conveniencia..
El tiempo físico exterior es un camuflaje completo, innecesario en nuestra realidad, básicamente. Sin embargo, hemos hecho que parezca necesario por nuestra negativa a admitir el ser interior como parte de nuestra personalidad total; y por consiguiente, no hemos estado en capacidad de utilizar las plenas ventajas del tiempo psicológico en nuestra realidad. El tiempo psicológico es un sendero natural, una parte de un sentido interno que significaba un acceso fácil desde el mundo interior hacia el mundo exterior y desde éste hacia el mundo interior, que no estamos utilizando.
Esta es una de las razones por las que la respiración parece automática y el sueño parece confundir nuestra idea del tiempo físico como camuflaje. Está perfectamente dentro de nuestras capacidades comprender que el tiempo, para nuestro ser que sueña, es como el tiempo para nuestro ser interior en el estado de vigilia. Pero debemos primero separar el concepto físico del tiempo y los relojes.
Este concepto es uno de los más fáciles de explorar, ya que, como lo hemos expresado, el tiempo del reloj es el más artificial de nuestros camuflajes. El concepto del tiempo en el sueño puede parecer muy diferente de nuestra concepción del tiempo en el estado de vigilia, cuando tenemos nuestros ojos puestos en el reloj y estamos preocupados con nuestro arribo a una cita a una hora determinada. Sin embargo, no es tan diferente del tiempo en el estado de vigilia, cuando estamos sentados en un cuarto solos con nuestros pensamientos y sin la necesidad de llegar a alguna parte.
Ahora veremos la similitud entre este tipo de tiempo interior cuando estamos solos, experimentado frecuentemente en las horas de vigilia, y la sensación del tiempo experimentado en el sueño. Esta es una forma de indicarnos un punto más de similitud entre los seres del sueño y los de vigilia. En otras palabras, significa otra prueba de que ellos son en realidad un solo ser y que las divisiones entre ellos son artificiales.
El intelecto es extremadamente importante en la manipulación de los patrones de camuflaje, una vez que han sido creados. Hemos hecho nuestro mundo y nuestro intelecto debe ayudarnos a entendernos con lo que hemos creado. Es preciso resaltar algo que es muy importante: Somos mucho más que nuestra mente consciente y sucede que el ser que no admitimos es la parte de nosotros mismos que no solamente asegura nuestra supervivencia en el universo físico que ha hecho, sino que también es la parte que nos conecta con la realidad interna, que es la única realidad básica que continuamente nos habilita para crear estos patrones de camuflaje y la que contiene el conocimiento, las intuiciones y los recuerdos que necesitamos desesperadamente, si queremos entendernos a nosotros mismos y si la raza humana va a evolucionar al máximo algún día.
Solo es a través de este hombre interior, a través del reconocimiento de las funciones de este hombre interior, que la raza utilizará su potencial. Los sentidos externos no le ayudaran al hombre a alcanzar los propósitos internos que lo guían.
La empatía es una materialización externa muy superficial del primero de los sentidos internos. A menos que el hombre aprenda a utilizar este sentido interno, puede muy bien perder todo lo que haya ganado. La capacidad para utilizar los sentidos internos hasta cierto grado es una necesidad.

jueves, 17 de julio de 2008

La División del Ser III

La única razón por la cual el ser total no es mucho más consciente y accesible, es nuestra terca negativa a admitirlo. El patrón de camuflaje del mundo está formado por la mente, y esto lo estamos utilizando ahora en sus verdaderos términos como una parte del mundo interior. La energía es recibida por la mente a través de los sentidos internos y es transformada, con la utilización de enzimas mentales, en patrones de camuflaje.
No existe ninguna razón para que la humanidad no pueda estar consciente de esta transformación, una vez que haya admitido en la existencia al ser total que hace esto posible. Como lo hemos expresado anteriormente, el proceso de la respiración parece automático y, sin embargo, alguna parte nuestra está consciente de las más minúsculas partes de aire que inflan los pulmones.
Nosotros, o la parte de nosotros que nos agrada llamar “nosotros”, nos rehusamos a admitir como parte nuestra el “Yo” que está consciente de cada respiración, de cada movimiento que hacemos y de cada sueño que soñamos. En otras palabras, la respiración y el sueño no son automáticos, ni operan sin nuestro conocimiento. La humanidad, simplemente, se rehúsa a admitir al que respira y al que sueña.
En muchos casos se rehúsa a admitir al que se mueve. Confía en sí mismo mucho más cuando dice “voy a leer”, y enseguida lee, que cuando dice “veré”, y enseguida ve. Recuerda haber aprendido conscientemente a leer, pero no recuerda conscientemente haber aprendido a ver. Teme lo que no puede recordar conscientemente y, a lo que teme, simplemente le niega la existencia. El hecho es que ve, aunque nadie le enseño como ver. La parte de sí mismo que le enseño a ver, todavía guía sus movimientos, todavía mueve los músculos de sus ojos, todavía se torna consciente, a pesar de encontrarse durmiendo, todavía respira por él, sin recibir agradecimiento, ni reconocimiento, y todavía lleva a cabo su tarea de transformar la energía proveniente de una realidad interior en un camuflaje exterior.
La humanidad se encuentra atrapada por su propio ser dividido artificialmente. Busca dioses, o alguna otra cosa que le explique perfectamente las funciones naturales que le corresponden a él mismo. Es esto lo que de una manera muy hermosa lo absuelve, a sus propios ojos, de toda responsabilidad, pero no es así.
Es cierto, como regla general, que no estamos conscientes de nuestra propia identidad total, que como norma general no reside dentro de nuestros limites. Pero no hay razón para que debamos estar ciegos ante el ser total de nuestra personalidad presente, la cual es parte de nuestra entidad, la cual puede ser vislumbrada en nuestra realidad, en términos del ser que respira y que sueña, del que hemos hablado.
En cierta forma, es conveniente que no estemos enterados conscientemente de cada respiración que hacemos. Pero es pura estupidez ignorar al ser interior que hace la respiración y que está enterado de los mecanismos involucrados. Lo que casi logramos aquí es que un desconocido pequeño ser ejecute las funciones necesarias, y ese no es el caso. Hemos dicho que la mente es una parte del mundo interior, pero que tenemos acceso a nuestras propias mentes, las cuales ignoramos, y que este acceso nos conduciría inevitablemente a las verdades acerca del mundo físico. Operando en el interior, podríamos comprender el exterior mucho más claramente.
Cuando decimos que en realidad creamos los patrones típicos de camuflaje de nuestro propio universo físico, con la utilización de la vitalidad interior del universo, de la misma manera como formamos un patrón con nuestro aliento sobre el vidrio de una ventana, no estamos queriendo decir que necesariamente seamos los creadores del universo. Solo estamos diciendo que somos los creadores del mundo físico, tal como lo conocemos, y ahí tenemos una gran historia.
Aunque no tenemos todas las respuestas, es un hecho que la humanidad, aun con sus maneras erróneas, descubrirá que ella misma crea su propio universo físico y que los mecanismos del cuerpo físico tienen más funciones y variedades de las que conoce. Ni aun en el estado del sueño estas funciones se detienen. Continúan en una forma todavía más directa que en el estado de vigilia. El hombre crea cuando sueña, de una manera más cierta y menos distorsionada, y su mundo físico es mucho más el producto de su ser del sueño, que del ser del estado de vigilia.
Esto no significa que debamos desestimar el intelecto, ya que el intelecto nunca ha sido utilizado con el propósito para el que fue desarrollado.

martes, 15 de julio de 2008

La División del Ser II

Más que cualquier otra cosa, por nuestra parte es una simple negativa a admitir en nuestra existencia alguna cosa que no sea un patrón de camuflaje. Por supuesto que los patrones de camuflaje son esenciales en cualquier realidad, con algunas excepciones, ya que cada tipo representa la verdadera forma de la realidad y las diferentes características dentro de ella. Sin embargo, es posible, y en realidad mucho mas eficiente y simple, aceptar este hecho y también darnos cuenta y admitir la vitalidad interior que esta detrás del camuflaje.
Hemos mencionado anteriormente que con frecuencia la conciencia se convierte en el subconsciente y viceversa. Esto, ciertamente, no se convertiría en una sorpresa. Nos hemos familiarizado con ello en nuestra existencia diaria. No se trata de una ocurrencia aislada que se presenta una vez en la vida y, sin embargo, como regla general, la humanidad lo ha ignorado totalmente. En el sueño, la conciencia realmente se convierte en el subconsciente y éste, de la manera más real posible, se vuelve consciente. Cada hombre, instintivamente, sabe este hecho simple y, sin embargo, cada hombre tercamente se rehúsa a admitirlo.
La parte nuestra que sueña es el “Yo”. Es una parte tan nuestra como la que opera de cualquier otra manera. La parte nuestra que sueña, es la parte nuestra que respira. Y, ciertamente, esta parte es tan legitima y realmente más necesaria para nosotros como unidad total, en lo que se refiere a la supervivencia en nuestra realidad física, que la parte que también juega bridge. Seria ridículo suponer que un asunto tan vital como la respiración fuera delegado a una especie de pariente pobre de inferior personalidad, subordinado y casi completamente separado.
Como la respiración se lleva a cabo de una manera que parece automática para la mente consciente, esta importante función de transformar la vitalidad del universo en unidades de patrón, también parece llevarse a cabo automáticamente. Sin embargo, esta transformación no es tan aparente para una parte nuestra que gustosamente reconocemos y que por lo tanto parece como si esta transformación se llevara a cabo por alguien aun más distante y extraño que la parte no reconocida de nosotros mismos que respira.
Muy probablemente ni siquiera admitiríamos que hemos respirado en absoluto, si no tuviéramos la evidencia tangible ante nuestros ojos y, sin embargo, tenemos la evidencia del mundo camuflado de apariencia física ante nuestros ojos. Lo aceptamos y elaboramos fantasías inverosímiles para explicar su existencia, en lugar de enfrentar los hechos.
Como sabemos que de alguna manera respiramos, sin enterarnos conscientemente de los mecanismos involucrados y a pesar de nuestras inclinaciones, estamos forzados a admitir que no hacemos nuestra propia respiración.
Cuando atravesamos un cuarto, estamos forzados a admitir que nosotros mismos causamos el movimiento para atravesar el cuarto, aunque conscientemente no tenemos ni idea de querer mover los músculos, o de estimular uno u otro músculo. Aun en este caso, aunque admitimos estas cosas, no creemos en ellas. En nuestros momentos tranquilos y desprevenidos, todavía nos preguntamos quien respira, quien sueña, y aun quien se mueve. Seria mucho más fácil admitir libre y sinceramente el hecho simple de que no nos enteramos conscientemente de vitales e importantes partes de nosotros mismos y de que somos mucho más de lo que creemos ser.
Puesto que es tan difícil para el hombre reconocer el ser que mueve sus propios músculos y respira su propio aliento, se debe suponer que no seria sorprendente que no pueda darse cuenta de que su ser total también forma el mundo camuflado de la apariencia física, casi de la misma manera como forma un patrón con su aliento sobre el vidrio de una ventana.

domingo, 13 de julio de 2008

La División del Ser

Nadie niega la existencia del aire porque normalmente no lo veamos. Nadie niega la existencia del aire porque no entienda el método por el cual sus propios pulmones respiran. No obstante, todos saben que respiran y saben que sin la respiración la muerte es inevitable. Negar la existencia del aire parecería ridículo. Es igualmente ridículo negar la vitalidad de que hemos venido hablando, porque generalmente es invisible, o porque no entendemos como utilizarla.
Una parte del individuo es consciente de las partes más minuciosas de la respiración. Alguna parte del individuo se da cuenta inmediatamente de la más minúscula partícula de oxigeno y de los componentes que entran al pulmón. La mente pensante, o mejor, el cerebro pensante, no lo sabe. Nuestro muy importante “Yo” no lo sabe.
En realidad, el muy importante “Yo” si lo sabe, pero nosotros no conocemos el muy importante “Yo”, y en eso reside la dificultad. En nuestro tiempo se acostumbra considerar al hombre, o al “Yo” del hombre, como el producto del cerebro y como una parte aislada del subconsciente, acompañado de unas pocas probabilidades y metas.
Con una división tan poco natural, al hombre le parece que no se conoce a sí mismo. El hombre dice “Yo respiro, pero quien respira, si conscientemente no puedo decirme a mi mismo respire o no respire? El hombre dice “Yo sueño, pero quien sueña? No puedo decirme a mí mismo sueñe o no sueñe”. El hombre se divide a sí mismo a la mitad, y entonces se pregunta por qué no está completo. El hombre ha admitido de manera consistente solo la evidencia de las cosas que puede ver, oler, tocar, u oír y, al hacerlo, solo puede apreciar la mitad de sí mismo. Decir la mitad de sí mismo es una exageración, pues el hombre solo es consciente de una tercera parte de sí mismo, porque las otras dos partes existen en un reino que no aceptará.
Es como si un hombre se encontrara en un cuarto totalmente oscuro, al que no llega ningún sonido. Se mira y no puede ver su cuerpo, no puede escuchar su voz y enseguida deduce que no tiene cuerpo, ni tiene voz, aunque sabia que tenia un cuerpo y una voz, antes de entrar a ese cuarto. Entonces dice “Creeré en cualquier momento solo en lo que puedo ver y como estoy seguro de que alguna vez pude ver más, ahora no puedo ver nada y por lo tanto no tengo cuerpo, ya que no lo puedo ver”.
Con las manos que él piensa que no tiene, nuestro hombre imaginario siente los contornos de su cuerpo. Pero, le ayuda esto en su dilema? Por supuesto que no. Grita que es brujería. Si alguien le dice “Sorpresa, yo siento un cuerpo”, él le dirá “Usted es un médium”. O mejor aun, “Usted es un farsante”. Lo cierto es que todos tenemos la evidencia dentro de nosotros mismos.
Si el hombre no sabe quien respira dentro de él, y si el hombre no sabe quien sueña dentro de él, no es porque exista uno que actúa en el mundo físico y otro completamente aparte que sueña y respira. Esto ocurre porque ha ocultado la parte de sí mismo que respira y sueña. Si estas funciones parecen tan automáticas, como para ser ejecutadas por alguien totalmente separado de sí mismo, es porque él mismo ha hecho la separación. Este no es el caso en todas las realidades. Ni siquiera es el caso en realidades que podríamos considerar inferiores a la nuestra, ni es el caso con algunas partes de la vida, que consideramos por debajo de nosotros en nuestra propia realidad.
No es en manera alguna inevitable, o una ley del universo. Por alguna razón, la humanidad como especie en nuestra realidad ha llegado a estar más apegada a sus patrones de camuflaje que la mayoría de las otras clases de conciencia. Con algunas excepciones importantes, todos los tipos de conciencia tienen sus peculiares patrones de camuflaje, a los cuales se adhieren.







viernes, 11 de julio de 2008

La Conciencia de las Plantas

Lo que tenemos en un árbol es energía, vitalidad y capacidad latentes, en gran parte retenidas o suspendidas momentáneamente. Por supuesto que el árbol está disociado de alguna manera. En cierta forma, sus fuerzas vitales y su conciencia se mantienen a un nivel mínimo. El árbol está en un estado de somnolencia, pero concentra las partes utilizables de su energía en ser un árbol. El estado de conciencia involucrado aquí es lerdo, si se compara con la habilidad humana, altamente diferenciada.
Sin embargo, en algunas otras formas, las experiencias del árbol son extremadamente profundas, teniendo que ver con los sentidos internos, que son también propiedades del reino del árbol. Los sentidos internos del árbol tienen una fuerte afinidad con las propiedades de la tierra misma. Ellos sienten su propio crecimiento. Escuchan su crecimiento, de la misma manera como nosotros escuchamos el latido de nuestro corazón. El árbol experimenta la unidad con su propio crecimiento y también experimenta el dolor. Aunque el dolor es definido, desagradable, y algunas veces agonizante, no es de naturaleza emocional, de la misma forma como nosotros experimentamos el dolor. En cierta forma, es un asunto aun más profundo. Aunque no es una analogía perfecta, podemos decir que es como si nuestra respiración se suspendiera súbitamente. En cierta forma, esto es algo que se asemeja al dolor del árbol.
El árbol hace ajustes, de la misma manera como lo hacemos nosotros. El árbol escucha su crecimiento y surgimiento de la tierra, y también escucha el murmullo del crecimiento de sus raíces dentro de la tierra. Ajusta sus raíces de acuerdo con los impedimentos que encuentra en su camino. Sin tener la mente del hombre, retiene la conciencia interna de todas sus partes por encima y por debajo del suelo y las está ajustando constantemente.
El árbol está íntimamente consciente de su entorno en un grado sorprendente. Mantiene el conocimiento del contacto y la habilidad de manipular en dos mundos totalmente diferentes: uno, en el que encuentra poca resistencia creciendo hacia arriba, y otro, compuesto por elementos mucho más pesados, a través de los cuales debe crecer hacia abajo. Por ejemplo, el hombre necesita métodos artificiales para operar eficientemente sobre la tierra y dentro del agua, mientras el que hemos llamado árbol sin conciencia se comporta perfectamente en dos mundos ciertamente tan diversos como la tierra y el agua, y consigue convertirse en parte de los dos.
En lo que respecta al movimiento, el árbol se mueve hacia arriba y hacia abajo. Es injusto decir que no se puede transportar, ya que lo hace en un grado admirable, moviendo sus raíces y sus ramas en todas las direcciones. Los sentidos internos de la vida de las plantas están muy bien armonizados, están alertas y son importantes. Los árboles tienen conciencia, en un alto grado, aunque el hombre no lo considere así.
Cuando una persona se encuentra en estado de trance ligero, está en capacidad de mantener la conciencia de sí mismo, de su entorno y de su lugar en él. La persona, simplemente, se comporta de una manera un poco diferente, no ejecutando ninguna acción, a menos que se le sugiera hacerlo. La conciencia de la vida de las plantas se basa en algo como esto. En un trance profundo, se presenta un olvido después de él, ya que el sujeto, aunque completamente consciente de lo que sucede mientras está en trance profundo, no puede recordar nada después. La conciencia de la vida de las plantas es como la conciencia de un sujeto en trance profundo. A excepción de las sugerencias y estímulos recibidos de las fuerzas regulares de la naturaleza en nuestra realidad, la planta no ejecuta ninguna acción, pero al igual que el sujeto en trance, nuestra planta está consciente. Sus otras habilidades permanecen sin utilizar y latentes, pero están presentes.

miércoles, 9 de julio de 2008

Realidad Mágica - Recopilación 6

En nuestro Blog hemos presentado una amplia variedad de tópicos que incluyen la naturaleza de la realidad física, los orígenes del universo, la teoría de la evolución, la historia de Cristo, la naturaleza de Dios y el propósito de la vida. Vamos a presentar en forma sucinta algunos de esos tópicos, a manera de repaso general de lo que hemos expuesto en forma un poco más extensa.
Dios o Todo Lo Que Existe
Hay un Dios, a quien nos hemos referido como “Todo Lo Que Existe” y al que hemos descrito como un “Gestalt de Energía Primordial”. Dios se compone de energía mental inextinguible y contiene toda la Creación dentro de sí. Dios es un “gestalt” de toda la existencia. La energía mental de Dios es la sustancia que forma todas las cosas, incluyendo todos los seres, todos los universos y todos los eventos y fenómenos. La conciencia de Dios está integrada en esta energía mental y por lo tanto es omnipresente. Dios experimenta cada vida que es vivida y todas las caras pertenecen a Dios. Por estas razones, todas las cosas en la existencia, inclusive la materia física, tienen vida y conciencia. Dios quiere experimentar la existencia en todas sus formas y ramificaciones, y a través de sus creaciones está en capacidad de hacerlo. Dios es dinámico y siempre cambiante, y comparte los fracasos, los triunfos, las perfecciones e imperfecciones de sus creaciones. Los individuos que existen dentro de Dios, aunque son parte de Dios, tienen libre albedrío y determinación propia. Dios no conoce otros como él mismo, pero asume que algo, posiblemente otro “Gestalt de Energía Primordial”, vino antes. Si Dios surgió de otro como él mismo, existe entonces la posibilidad de que haya muchos Dioses, cada uno presumiblemente consciente solo de su propia existencia.
Dios tuvo un principio y hubo una Creación, aunque ella difiere marcadamente de la versión Cristiana. En los primeros escenarios de Dios, el universo existía en un estado de potencialidad, dentro de lo que hemos llamado los sueños de Dios. La agonía de saber los potenciales del universo, pero no estando en capacidad de expresarlos, impulsaron a Dios a encontrar los medios para convertir sus sueños en realidad. Ímpetus adicionales fueron proporcionados por los individuos en sus sueños, a quienes Dios había imbuido con la vida y la conciencia, y quienes clamaban para ser hechos realidad.
Cristo
Cristo, quien todavía existe, es una entidad altamente evolucionada que tiene su existencia en muchos sistemas de realidad. Sin embargo, Cristo tiene la misma relación con Dios que todos los otros individuos tienen. Es una parte de Dios. En el tiempo de Cristo, la entidad de Cristo encarnó como tres individuos: Juan el Bautista, Jesús de Nazareth y Pablo o Saulo de Tarso, y cada uno de ellos fue consciente, hasta cierto grado, de su rol en la fundación de una nueva religión, aunque Pablo no fue consciente de su rol sino después de su conversión al Cristianismo. Hemos dicho que Jesús no fue crucificado y que no está en la naturaleza de los individuos iluminados sacrificarse ellos mismos. En su lugar, un sustituto alucinado, quien creía ser él mismo el Mesías, voluntariamente tomo el lugar de Jesús, y fue a este sustituto a quien Judas traicionó y fue el crucificado. Jesús pudo ser “resucitado” porque realmente no había muerto. Por esto hemos afirmado que la crucifixión de Jesús ocurrió como un evento psíquico compartido, pero no ocurrió como un evento físico.
Pablo reencarnará en el siglo XXI para corregir los errores en que incurrió y que pusieron al Cristianismo en el camino equivocado. Se iniciará entonces un periodo de entendimiento espiritual. Pablo no se identificará como Cristo, y algunos lo verán como el Anticristo, ya que su presencia marcará la declinación del Cristianismo tradicional, conjuntamente con otras organizaciones religiosas. Pablo será conocido como un gran psíquico. Se esforzará por “enderezar el Cristianismo”, que estará en un estado de confusión y desorganización total en el momento de su llegada. Formará un nuevo sistema de pensamiento, cuando el mundo estará necesitándolo desesperadamente.

lunes, 7 de julio de 2008

Realidad Mágica - Recopilación 5

En nuestro Blog hemos presentado una amplia variedad de tópicos que incluyen la naturaleza de la realidad física, los orígenes del universo, la teoría de la evolución, la historia de Cristo, la naturaleza de Dios y el propósito de la vida. Vamos a presentar en forma sucinta algunos de esos tópicos, a manera de repaso general de lo que hemos expuesto en forma un poco más extensa.
El Tiempo y el Espacio
Tiempo y espacio son “presunciones básicas” de este plano de existencia. El tiempo y el espacio son esencialmente ilusorios, y tanto el pasado como el futuro coexisten con el presente en lo que hemos llamado “presente espacioso”. Por consiguiente, las encarnaciones de una persona en diferentes periodos de tiempo son vividos en realidad simultáneamente y no consecutivamente. Las comunicaciones entre los varios seres pasados, presentes y futuros ocurren durante el estado del sueño. El tiempo parece existir en una forma lineal por las limitaciones inherentes al cerebro físico humano. El desarrollo, la expansión, el crecimiento y el cambio no requieren del tiempo para ocurrir.
Creamos nuestra propia realidad
Todos los individuos crean sus propias circunstancias y experiencias dentro de un entorno terrenal compartido. “Creamos nuestra propia realidad”, es una verdad espiritual que hemos expresado frecuentemente. El ser interior es responsable por la construcción y mantenimiento del cuerpo físico del individuo y de su entorno físico inmediato. Sin embargo, los eventos se desarrollan de acuerdo con las creencias y las actitudes del ego exterior. Tanto las actitudes productivas, como las improductivas, se traducen en la realidad y es por eso por lo que una de las tareas del individuo es aprender la manera de orientar sus pensamientos en una dirección positiva.
Debemos observar los cuadros que pintamos con nuestra imaginación, ya que le damos a nuestra imaginación un predominio total. El entorno y las condiciones de nuestra vida en un momento determinado, son el resultado directo de nuestras propias expectativas. Formamos la materialización física de estas realidades dentro de nuestra propia mente.
Si imaginamos circunstancias angustiosas, mala salud, o una soledad desesperada, estas se materializaran automáticamente, ya que estos pensamientos mismos atraerán las condiciones que les darán realidad en términos físicos. Si deseamos tener buena salud, debemos imaginar esto tan vividamente, como en medio del temor imaginamos lo contrario.
Creamos nuestras propias dificultades. Esto es cierto para cada individuo. El estado psicológico interno es proyectado hacia el exterior, alcanzando la realidad física, sin importar la naturaleza del estado psicológico. Estas son normas que aplican a todo el mundo. Podemos utilizarlas para nuestro propio beneficio y cambiar nuestras propias condiciones, una vez nos demos cuenta cuales son ellas.
No podemos escapar de nuestras propias actitudes, ya que ellas formarán la naturaleza de lo que vemos. Casi literalmente, vemos lo que queremos ver; y vemos nuestros propios pensamientos y actitudes emocionales materializadas en forma física. Si deben ocurrir cambios, ellos deben ser primero cambios mentales y psíquicos y ellos se verán reflejados en nuestro entorno. Las actitudes negativas, de desconfianza, de temor, o degradantes, hacia cualquier persona, van en contra del ser.

sábado, 5 de julio de 2008

Realidad Mágica – Recopilación 4

En nuestro Blog hemos presentado una amplia variedad de tópicos que incluyen la naturaleza de la realidad física, los orígenes del universo, la teoría de la evolución, la historia de Cristo, la naturaleza de Dios y el propósito de la vida. Vamos a presentar en forma sucinta algunos de esos tópicos, a manera de repaso general de lo que hemos expuesto en forma un poco más extensa.
La Reencarnación
La reencarnación es la norma, aunque hay muchas interpretaciones equivocadas. Por ejemplo, los seres humanos nunca reencarnan como animales; causa y efecto no operan de una vida a la siguiente, aunque todas las vidas están interrelacionadas de varias maneras; y la reencarnación no termina en un estado de nirvana. Cada individuo debe experimentar la paternidad, la maternidad y la niñez, de tal manera que debe encarnarse por lo menos dos veces. El número máximo de encarnaciones varía, dependiendo del temperamento y las necesidades del individuo. Existe un período de descanso entre las encarnaciones y algunas veces el individuo ocupará otros planos de existencia antes de regresar a la tierra. Cuando el ciclo reencarnacional llega a su fin, el individuo se mueve a otros sistemas de realidad. No existen ni el cielo ni el infierno. Solamente una existencia continuada, en entornos escogidos por el individuo.
La mayoría de las almas que están reencarnando, entran al feto inmediatamente antes, durante, o inmediatamente después del nacimiento. Si la madre está considerando un aborto, el alma estará enterada de eso y puede escoger no reencarnar. Si el alma entra al feto y este es abortado, el alma continua moviéndose a otras vidas. Algunas almas solo buscan una experiencia “dentro del útero” y no desean nacer. No existe una muerte real en el universo, ya que aun las mismas células del feto reencarnan.
Cada ser reencarnado existe en cuatro universos simultáneamente: el universo físico, que es el resultado de coordinadas proyecciones mentales masivas de sus habitantes; el universo del sueño, que es creado de la misma manera, pero tiene leyes naturales menos rígidas; un universo eléctrico adyacente, en donde reside el ser interior y en donde ocurre toda la actividad mental; y un universo de antimateria, del que realmente sabemos poco. Las varias partes del ser y los varios universos, son todos aspectos de un todo único, aspectos que se han separado para una mayor comprensión. Esencialmente, no existen limites para el ser, de la misma manera como no existen limites para ningún sistema de realidad. Todas las partes del ser contribuyen a los sueños, los cuales continúan cuando el ser exterior está despierto.
Cada ser humano tiene muchos estratos, el más notable de los cuales es un “ego externo”, que es el que interactúa con el mundo físico, y un “ego interior” o “ser interior”, que es el encargado de la mecánica de la construcción del mundo físico y que es el que existía antes de las encarnaciones. El Ser Total, al que hemos llamado “Entidad”, es un “gestalt” que consiste en los varios seres que la entidad ha sido a través de todas las existencias pasadas, físicas y no físicas, más todos los seres corrientemente encarnados y todas sus contrapartes probables. Los seres humanos generalmente no están conscientes del ser interior, aunque se presenta como intuición, o como la “voz interior” que mucha gente cree escuchar. Al morir, el ego externo vive y continua su desarrollo, toma su lugar como parte del “gestalt” que forma la entidad total, pero es libre de evolucionar y desarrollar nuevas asociaciones.

jueves, 3 de julio de 2008

Realidad Mágica – Recopilación 3

En nuestro Blog hemos presentado una amplia variedad de tópicos que incluyen la naturaleza de la realidad física, los orígenes del universo, la teoría de la evolución, la historia de Cristo, la naturaleza de Dios y el propósito de la vida. Vamos a presentar en forma sucinta algunos de esos tópicos, a manera de repaso general de lo que hemos expuesto en forma un poco más extensa.
El Universo Físico
El Universo físico es uno, entre una multitud de universos o “Sistemas de Realidad”, algunos de naturaleza física, otros de naturaleza mental o espiritual, y algunos totalmente extraños a los conceptos humanos, cada uno con sus propias leyes naturales y tan válido como cualquiera de los otros. Al igual que en la “Hipótesis de Mundos Múltiples”, nuestro universo tiene múltiples versiones probables. Cada evento o acción, que es probable que ocurra en un universo probable, será realizado en ese o en otro universo probable, o será realizado en el universo del sueño, o en cualquier otro sistema de realidad. Existen universos probables en los que los dinosaurios todavía están vivos, y universos probables en los que el Cristianismo no se desarrolló. Cada individuo tiene muchas contrapartes dentro de las versiones probables del universo, no todos con el mismo nombre, con la misma ocupación o con las mismas relaciones personales. Todos los sistemas de realidad son camuflajes, hasta cierto punto, ya que todos los seres tienen una existencia que es independiente de cualquier sistema. El número de sistemas es infinito, ya que nuevos sistemas están llegando a la existencia constantemente. Ningún sistema de realidad es cerrado o finito; la energía y la información pasan a través de todos los sistemas.
El Entorno Físico
El entorno físico es construido y mantenido por los seres interiores de sus ocupantes individuales, incluyendo los animales. Los seres interiores proyectan en masa un patrón para la realidad física, que es llenado con energía, de acuerdo con la necesidad de cada individuo. La energía que se utiliza es la energía inextinguible que emana de Dios. Como todas las cosas se componen de energía, y como la energía siempre debe ser activa, el cambio y la transformación en el universo son constantes y nada permanece igual de un momento al siguiente. La Identidad, sin embargo, busca permanencia, de tal manera que hay una intención constante por parte de los individuos de crear entornos que se sientan permanentes. La tierra, es uno de esos lugares. El Tiempo, que esencialmente es ilusorio, tiene el efecto de reducir la velocidad de la experiencia, para darle un paso lento y así crear la ilusión de permanencia o desarrollo gradual. Sin embargo, aun en medio de un cambio constante, la identidad nunca se pierde.

martes, 1 de julio de 2008

Realidad Mágica – Recopilación 2

En nuestro Blog hemos presentado una amplia variedad de tópicos que incluyen la naturaleza de la realidad física, los orígenes del universo, la teoría de la evolución, la historia de Cristo, la naturaleza de Dios y el propósito de la vida. Vamos a presentar en forma sucinta algunos de esos tópicos, a manera de repaso general de lo que hemos expuesto en forma un poco más extensa.
Creencias Inadecuadas
Dentro de las creencias inadecuadas, existen algunas que pueden considerarse perjudiciales, por lo que podemos llamarlas falsas creencias, razón por la que vale la pena intentar cambiarlas. Analicemos algunas de ellas sucintamente.
La Vida es un valle de lagrimas
Esta es una visión sesgada y pesimista de la vida, ya que no puede decirse que ella se compone solamente de dolor y elementos tristes, sino de experiencias agradables y desagradables que forman parte de los objetivos que nos propusimos antes de iniciar la vida presente.
Mi cuerpo es inferior, sus apetitos son malos. Solo el espíritu es perfecto.
Esta es una creencia que nace de interpretaciones religiosas distorsionadas, que intentan convencernos de que los impulsos y las necesidades naturales de los seres humanos deben reprimirse en aras de la perfección espiritual. Los impulsos, los deseos y las necesidades humanas, forman parte naturalmente del comportamiento humano y no tienen porque reprimirse, salvo en los casos que involucren daño a otros seres vivos.
Soy impotente ante circunstancias que no puedo controlar
Dentro de los limites normales del libre albedrío de nuestra especie, estamos en capacidad de desarrollar todas las actividades de la vida en las que pongamos nuestro empeño, intención, voluntad y determinación. No existen circunstancias adversas que no podamos superar, si empleamos a plenitud estas características de nuestra personalidad.
Soy impotente, porque mi personalidad y mi carácter se formaron en la infancia y estoy a merced de mi pasado.
Las experiencias de los primeros años de la vida tienen una gran importancia en la formación y el carácter de la personalidad, pero no estamos atados necesariamente a ellas, si tenemos la capacidad de distinguir entre aquellas experiencias que fueron y siguen siendo útiles y las que ya no lo son.
Soy impotente, porque estoy a merced de eventos de vidas pasadas sobre los que no tengo control. Es mi Karma y debo ser castigado por todo lo malo que hice.
Ya es bastante difícil enfrentar las situaciones de esta vida, para tener además que afrontar las de vidas pasadas. Para el espíritu, el tiempo realmente no existe. El pasado, el presente y el futuro, conforman una sola cosa: un eterno y espacioso presente, en el que todo está ocurriendo. El Karma habla de causa y efecto, los dos ocurriendo al tiempo, lo que podría llevarnos a decir que el efecto puede ser anterior a la causa, o que son simultáneos. Lo que llamamos Karma, es una visión distorsionada de lo que una personalidad se propone desarrollar y cumplir en una determinada existencia, que no tiene nada que ver con el castigo.
Todo el mundo es básicamente malo y yo soy la victima.
Esta es una creencia que prejuicia seriamente la relación con las demás personas. Tiene ciertas bases en la creencia religiosa del pecado original, que a su vez es una distorsión del sentimiento de culpa natural que nos previene de volver a ejecutar acciones que consideramos inconvenientes.
Poseo la verdad y nadie mas la tiene.
Este es un ejemplo dramático de lo que son las creencias cerradas. Cuando alguien hace una afirmación, o expresa un punto de vista que está por fuera del circulo cerrado de nuestras creencias, no solo no lo consideramos, sino que casi ni lo escuchamos. Hacemos lo mismo que la tortuga cuando se siente amenazada y se encierra en su caparazón.
Tener riqueza es malo, quien la posee no es espiritual.
Esta es una creencia que nace de la filosofía y las religiones orientales, que afirman que ser rico, blanco y occidental es casi un delito y un pecado. La riqueza es el producto de la creatividad aplicada a los negocios. Lo que realmente importa no es el resultado, la riqueza, sino la creatividad aplicada a su creación.
A medida que envejezco, soy más frágil, más enfermo, y voy perdiendo mis capacidades.
Esta creencia es la responsable de algunas de las enfermedades de la vejez, como la demencia senil. Las personas que desde jóvenes se empiezan a preocupar seriamente sobre las condiciones, las falencias, las dolencias, las enfermedades que van a tener cuando lleguen a la tercera edad, lo que hacen es autosugestionarse, autohipnotizarse, venderse la idea de la condición que tendrán en la vejez. Como es la mente la que dirige las funciones del cuerpo, este lo que hace es acondicionarse para darle cumplimiento a las expectativas sostenidas permanentemente desde la juventud.
Cuando muero desaparezco, se acabó.
Son demasiados los indicios que sugieren una existencia después de la muerte. Muchos médicos están familiarizados con relatos de miles de pacientes que estando inconscientes, en estado de coma, les dicen haber tenido experiencias extraordinarias en las que se interrelacionan con parientes cercanos ya fallecidos, en un ambiente que claramente no es el de un sueño, ni el de una alucinación. Sorprenden al medico cuando le cuentan lo que él y sus enfermeras hacían mientras el paciente estaba inconsciente, observando desde una posición distinta a la de su propio cuerpo. La vida jamás termina. Somos una energía consciente que se transforma sin perder nunca su propia identidad, habitando simultáneamente en muchas realidades. Cambiar de cuerpo físico, es como cambiar de ropa.