Historias del Origen y el Dios Multidimensional
Hay muchos sistemas probables de realidad en los cuales la información física predomina, pero tales probabilidades físicas apenas representan una pequeña parte. Tú también existes en sistemas no físicos, y he explicado antes que tu más ligero pensamiento o emoción se manifiesta de muchas otras maneras, distintas a las de tu propio campo de existencia.
Como sabes, solamente una parte de tu identidad total es “actualmente” familiar para ti. Por lo tanto, cuando consideras la cuestión de un ser supremo, imaginas una personalidad masculina con esas habilidades que tu mismo posees, con gran énfasis en las cualidades que admiras. Por consiguiente, este dios imaginado ha cambiado a través de tus siglos, reflejando las ideas cambiantes del hombre sobre si mismo.
Dios fue visto como cruel y poderoso cuando el hombre creyó que estas eran características deseables, que se necesitaban particularmente en su lucha por la supervivencia física. El hombre proyectó todas estas características sobre su idea de un dios, porque las envidiaba y las temía. Por consiguiente, tú has moldeado la idea de dios con tu propia imagen.
En una realidad que es inconcebiblemente multidimensional, los viejos conceptos de Dios no tienen sentido, relativamente. Aun el término “un ser supremo” en si mismo tiende a distorsionar, ya que naturalmente proyectas las cualidades de la naturaleza humana sobre él. Si te dije que Dios era una idea, no comprendiste lo que quise decir, ya que no comprendes las dimensiones en las cuales una idea tiene su realidad, o la energía que ella puede originar y propulsar. No crees en las ideas de la misma manera como crees en los objetos físicos, así que si te digo que Dios es una idea, malinterpretarás esto para significar que Dios es menos que real, que es nebuloso, sin realidad, sin propósito y sin motivo para la acción.
Tu propia imagen física es la materialización de tu idea de ti mismo, dentro de las propiedades de la materia. Sin la idea de ti mismo, tu imagen física no existiría; y sin embargo, con frecuencia eso es todo de lo que te enteras.
El poder y la energía inicial de esa idea de ti mismo mantiene tu imagen viva. Entonces las ideas son mucho más importantes de lo que tú comprendes. Si intentaras aceptar la idea de que tu propia existencia es multidimensional, que habitas en medio de probabilidades infinitas, podrías obtener un ligero vistazo de la realidad que está detrás de la palabra “dios” y podrías comprender porque es casi imposible capturar la verdadera comprensión de ese concepto en palabras.
Dios, por consiguiente, es primero que todo un creador, no de un universo físico, sino de una variedad infinita de existencias probables, mucho más grandes que aquellos aspectos del universo físico con los que tus científicos están familiarizados. El simplemente no envió un hijo para vivir y morir en un pequeño planeta. El es parte de todas las probabilidades.
Se ha hablado de parábolas e historias de los orígenes. Todas ellas han sido intentos por trasmitir conocimientos en términos tan simples como sea posible. Frecuentemente se han ofrecido respuestas a preguntas que literalmente no tienen sentido por fuera de tu propio sistema de realidad.
Por ejemplo: No hubo un origen y no habrá un final; sin embargo, se han dado parábolas contándote de orígenes y finales, simplemente porque con tus ideas distorsionadas sobre el tiempo, orígenes y finales parecen ser inseparables, parecen ser eventos válidos. A medida que aprendas a cambiar tu enfoque de atención lejos de la realidad física y por consiguiente experimentar alguna ligera evidencia de otras realidades, tu conciencia todavía se aferrará a viejas ideas, que hacen que una verdadera explicación sea imposible de comprender. La comprensión multidimensional está disponible para ti en tus estados del sueño, en algunos estados de trance y aun bajo la conciencia ordinaria en tu quehacer diario.
Esta comprensión da experiencia personal con la riqueza multidimensional que existe, no aparte, sino entremezclada, adentro, a través y alrededor de tu mundo físico de sensación. Decir que la vida física no es real es negar que la realidad penetra toda apariencia y es parte de toda apariencia. De la misma manera, Dios no existe aparte, o separado de la realidad física, sino que existe dentro de ella, como parte de ella, de la misma manera como existe dentro de todos los otros sistemas de existencia y es parte de ellos.
Hay muchos sistemas probables de realidad en los cuales la información física predomina, pero tales probabilidades físicas apenas representan una pequeña parte. Tú también existes en sistemas no físicos, y he explicado antes que tu más ligero pensamiento o emoción se manifiesta de muchas otras maneras, distintas a las de tu propio campo de existencia.
Como sabes, solamente una parte de tu identidad total es “actualmente” familiar para ti. Por lo tanto, cuando consideras la cuestión de un ser supremo, imaginas una personalidad masculina con esas habilidades que tu mismo posees, con gran énfasis en las cualidades que admiras. Por consiguiente, este dios imaginado ha cambiado a través de tus siglos, reflejando las ideas cambiantes del hombre sobre si mismo.
Dios fue visto como cruel y poderoso cuando el hombre creyó que estas eran características deseables, que se necesitaban particularmente en su lucha por la supervivencia física. El hombre proyectó todas estas características sobre su idea de un dios, porque las envidiaba y las temía. Por consiguiente, tú has moldeado la idea de dios con tu propia imagen.
En una realidad que es inconcebiblemente multidimensional, los viejos conceptos de Dios no tienen sentido, relativamente. Aun el término “un ser supremo” en si mismo tiende a distorsionar, ya que naturalmente proyectas las cualidades de la naturaleza humana sobre él. Si te dije que Dios era una idea, no comprendiste lo que quise decir, ya que no comprendes las dimensiones en las cuales una idea tiene su realidad, o la energía que ella puede originar y propulsar. No crees en las ideas de la misma manera como crees en los objetos físicos, así que si te digo que Dios es una idea, malinterpretarás esto para significar que Dios es menos que real, que es nebuloso, sin realidad, sin propósito y sin motivo para la acción.
Tu propia imagen física es la materialización de tu idea de ti mismo, dentro de las propiedades de la materia. Sin la idea de ti mismo, tu imagen física no existiría; y sin embargo, con frecuencia eso es todo de lo que te enteras.
El poder y la energía inicial de esa idea de ti mismo mantiene tu imagen viva. Entonces las ideas son mucho más importantes de lo que tú comprendes. Si intentaras aceptar la idea de que tu propia existencia es multidimensional, que habitas en medio de probabilidades infinitas, podrías obtener un ligero vistazo de la realidad que está detrás de la palabra “dios” y podrías comprender porque es casi imposible capturar la verdadera comprensión de ese concepto en palabras.
Dios, por consiguiente, es primero que todo un creador, no de un universo físico, sino de una variedad infinita de existencias probables, mucho más grandes que aquellos aspectos del universo físico con los que tus científicos están familiarizados. El simplemente no envió un hijo para vivir y morir en un pequeño planeta. El es parte de todas las probabilidades.
Se ha hablado de parábolas e historias de los orígenes. Todas ellas han sido intentos por trasmitir conocimientos en términos tan simples como sea posible. Frecuentemente se han ofrecido respuestas a preguntas que literalmente no tienen sentido por fuera de tu propio sistema de realidad.
Por ejemplo: No hubo un origen y no habrá un final; sin embargo, se han dado parábolas contándote de orígenes y finales, simplemente porque con tus ideas distorsionadas sobre el tiempo, orígenes y finales parecen ser inseparables, parecen ser eventos válidos. A medida que aprendas a cambiar tu enfoque de atención lejos de la realidad física y por consiguiente experimentar alguna ligera evidencia de otras realidades, tu conciencia todavía se aferrará a viejas ideas, que hacen que una verdadera explicación sea imposible de comprender. La comprensión multidimensional está disponible para ti en tus estados del sueño, en algunos estados de trance y aun bajo la conciencia ordinaria en tu quehacer diario.
Esta comprensión da experiencia personal con la riqueza multidimensional que existe, no aparte, sino entremezclada, adentro, a través y alrededor de tu mundo físico de sensación. Decir que la vida física no es real es negar que la realidad penetra toda apariencia y es parte de toda apariencia. De la misma manera, Dios no existe aparte, o separado de la realidad física, sino que existe dentro de ella, como parte de ella, de la misma manera como existe dentro de todos los otros sistemas de existencia y es parte de ellos.
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