Las Relaciones Reencarnacionales
Si expandes tu sentido del amor, de la salud y de la existencia, eres atraído en esta vida y en otras vidas hacia esas cualidades, porque ellas son las cualidades sobre las cuales te concentras. Una generación que odia la guerra, no traerá la paz. Una generación que ama la paz, traerá la paz.
Morir con odio por una causa, o por personas, o por cualquier razón, es una gran desventaja. Tienes toda clase de oportunidades ahora para recrear tu experiencia personal de maneras más benéficas y para cambiar tu mundo.
En la próxima vida estarás funcionando con las actitudes que ahora tienes. Si insistes en albergar odios dentro de ti ahora, es muy probable que continúes haciéndolo. Por otra parte, esas chispas de verdad, intuición, amor, alegría, creatividad y logros obtenidos ahora, funcionarán para ti entonces, como lo hacen ahora. Son las verdaderas realidades. Son los únicos fundamentos reales de la existencia. Es insensato odiar una tormenta, o sacudirle los puños y ponerle nombres. Ríes al pensar en niños o indígenas en tales actividades. Es inútil personificar una tormenta y tratarla como a un demonio, concentrándote en sus elementos destructivos, o en los elementos que te parecen destructivos.
El cambio de forma no es destructivo. La energía explosiva de una tormenta es sumamente creativa. La conciencia no es aniquilada. Una tormenta es parte de la creatividad. La ves desde tu propia perspectiva y, sin embargo, un individuo sentirá dentro de la tormenta el interminable ciclo de la creatividad, y otro la personificará como trabajo del demonio.
A través de todas tus vidas interpretarás la realidad que ves a tu propia manera y esa manera tendrá sus efectos sobre ti y sobre otros. El hombre que odia, literalmente, de inmediato se cataloga de esta manera: Prejuzga la naturaleza de la realidad, de acuerdo con su propia comprensión limitada.
Estoy haciendo énfasis en la cuestión del odio en este capitulo sobre la reencarnación, porque los resultados pueden ser desastrosos. Un hombre que odia, siempre cree que él mismo está justificado. Nunca odia algo que cree ser bueno. Piensa que está justificado en su odio, pero el odio mismo forma una fuerte demanda que lo seguirá a través de sus vidas, hasta que aprenda que solo el odio mismo es el destructor.
Me gustaría dejar en claro que tampoco se gana nada odiando el odio. Caes en la misma trampa. Lo que se necesita es una confianza básica en la naturaleza de la vitalidad, y fe en que todos los elementos de la experiencia son utilizados para un bien mayor, bien sea que puedas o no percibir la manera en que “el mal” se transmuta en creatividad. Lo que amas también será parte de tu experiencia, en esta vida y en las otras.
La idea más importante para recordar es que nadie te impone la experiencia de una determinada vida. Ella se forma fielmente de acuerdo con tus propias emociones y creencias. El gran poder y energía del amor y la creatividad es evidente en el mero hecho de tu existencia. Esta es la verdad tan a menudo olvidada: que la combinación de la conciencia y de la existencia continúan y absorben aquellos elementos que te parecen tan destructivos.
El odio es poderoso si crees en él y, sin embargo, aunque odies la vida, continuarás existiendo. Has hecho citas que has olvidado. Se hicieron antes de que nacieras en esta existencia. En muchos casos los amigos que haces fueron cercanos a ti mucho antes de que los encontraras en esta vida actual.
Esto no quiere decir que cada uno de tus actuales conocidos ya había sido conocido por ti, y ciertamente no implica un disco aburridor reproducido una y otra vez, ya que cada encuentro es uno nuevo a su propia manera. Recordando lo que dije acerca de las familias, también te puedes dar cuenta que ciudades y pueblos pueden también estar conformados por los habitantes del pasado de otras ciudades y pueblos, transpuestos con nuevas experiencias y trayectorias, a medida que el grupo ensaya diferentes experimentos.
Algunas veces hay también variaciones en las que habitantes de una ciudad en particular pueden ser ahora los renacidos habitantes de aquellos que vivieron, por ejemplo, en una pequeña aldea irlandesa en 1632 y han sido traspuestos a una ciudad de Estados Unidos.
Algunos de los que deseaban viajar desde el Viejo Mundo al Nuevo Mundo, pueden haber renacido en el nuevo. Debes recordar que las habilidades de vidas pasadas están a tu disposición para utilizarlas en el presente. Tú cosechas tus propias recompensas. Información relacionada con esto te es dada frecuentemente en el estado del sueño y hay una especie de estructura del sueño, un sueño raizal o básico, según el cual aquellos que se han conocido en vidas pasadas, ahora se comunican.
En esos sueños se da información masiva general que los individuos utilizan según su deseo. Se hacen planes generales de desarrollo a medida que los miembros del grupo de una ciudad, por ejemplo, deciden sobre su destino. Algunos individuos siempre escogen nacer como parte de un grupo, renacer, en otras palabras, con contemporáneos del pasado, mientras otros, desdeñando tales esfuerzos, regresan en posiciones mucho más aisladas.
Este es un asunto de sentimiento psicológico. Algunos individuos están más cómodos, más seguros y más capacitados para trabajar con otros en este caso. Podrías considerar una analogía en la que el maestro sigue su clase de jardín infantil hasta la secundaria. En una situación reencarnacional, siempre escogería regresar con asociados. Otros, sin embargo, más bien saltarían de escuela a escuela, apareciendo solitarios, hablando en términos relativos, con mayor libertad, con más desafíos, pero sin la estructura confortable de seguridad escogida por los otros.
En cada caso el individuo es el juez, no solo de cada vida sucesiva, de su tiempo, de su entorno, de la fecha histórica, sino también de su carácter general y métodos de realización. Hay tantas maneras diferentes de reencarnar como hay seres interiores, y cada ser interior escoge sus propios métodos característicos.
Si expandes tu sentido del amor, de la salud y de la existencia, eres atraído en esta vida y en otras vidas hacia esas cualidades, porque ellas son las cualidades sobre las cuales te concentras. Una generación que odia la guerra, no traerá la paz. Una generación que ama la paz, traerá la paz.
Morir con odio por una causa, o por personas, o por cualquier razón, es una gran desventaja. Tienes toda clase de oportunidades ahora para recrear tu experiencia personal de maneras más benéficas y para cambiar tu mundo.
En la próxima vida estarás funcionando con las actitudes que ahora tienes. Si insistes en albergar odios dentro de ti ahora, es muy probable que continúes haciéndolo. Por otra parte, esas chispas de verdad, intuición, amor, alegría, creatividad y logros obtenidos ahora, funcionarán para ti entonces, como lo hacen ahora. Son las verdaderas realidades. Son los únicos fundamentos reales de la existencia. Es insensato odiar una tormenta, o sacudirle los puños y ponerle nombres. Ríes al pensar en niños o indígenas en tales actividades. Es inútil personificar una tormenta y tratarla como a un demonio, concentrándote en sus elementos destructivos, o en los elementos que te parecen destructivos.
El cambio de forma no es destructivo. La energía explosiva de una tormenta es sumamente creativa. La conciencia no es aniquilada. Una tormenta es parte de la creatividad. La ves desde tu propia perspectiva y, sin embargo, un individuo sentirá dentro de la tormenta el interminable ciclo de la creatividad, y otro la personificará como trabajo del demonio.
A través de todas tus vidas interpretarás la realidad que ves a tu propia manera y esa manera tendrá sus efectos sobre ti y sobre otros. El hombre que odia, literalmente, de inmediato se cataloga de esta manera: Prejuzga la naturaleza de la realidad, de acuerdo con su propia comprensión limitada.
Estoy haciendo énfasis en la cuestión del odio en este capitulo sobre la reencarnación, porque los resultados pueden ser desastrosos. Un hombre que odia, siempre cree que él mismo está justificado. Nunca odia algo que cree ser bueno. Piensa que está justificado en su odio, pero el odio mismo forma una fuerte demanda que lo seguirá a través de sus vidas, hasta que aprenda que solo el odio mismo es el destructor.
Me gustaría dejar en claro que tampoco se gana nada odiando el odio. Caes en la misma trampa. Lo que se necesita es una confianza básica en la naturaleza de la vitalidad, y fe en que todos los elementos de la experiencia son utilizados para un bien mayor, bien sea que puedas o no percibir la manera en que “el mal” se transmuta en creatividad. Lo que amas también será parte de tu experiencia, en esta vida y en las otras.
La idea más importante para recordar es que nadie te impone la experiencia de una determinada vida. Ella se forma fielmente de acuerdo con tus propias emociones y creencias. El gran poder y energía del amor y la creatividad es evidente en el mero hecho de tu existencia. Esta es la verdad tan a menudo olvidada: que la combinación de la conciencia y de la existencia continúan y absorben aquellos elementos que te parecen tan destructivos.
El odio es poderoso si crees en él y, sin embargo, aunque odies la vida, continuarás existiendo. Has hecho citas que has olvidado. Se hicieron antes de que nacieras en esta existencia. En muchos casos los amigos que haces fueron cercanos a ti mucho antes de que los encontraras en esta vida actual.
Esto no quiere decir que cada uno de tus actuales conocidos ya había sido conocido por ti, y ciertamente no implica un disco aburridor reproducido una y otra vez, ya que cada encuentro es uno nuevo a su propia manera. Recordando lo que dije acerca de las familias, también te puedes dar cuenta que ciudades y pueblos pueden también estar conformados por los habitantes del pasado de otras ciudades y pueblos, transpuestos con nuevas experiencias y trayectorias, a medida que el grupo ensaya diferentes experimentos.
Algunas veces hay también variaciones en las que habitantes de una ciudad en particular pueden ser ahora los renacidos habitantes de aquellos que vivieron, por ejemplo, en una pequeña aldea irlandesa en 1632 y han sido traspuestos a una ciudad de Estados Unidos.
Algunos de los que deseaban viajar desde el Viejo Mundo al Nuevo Mundo, pueden haber renacido en el nuevo. Debes recordar que las habilidades de vidas pasadas están a tu disposición para utilizarlas en el presente. Tú cosechas tus propias recompensas. Información relacionada con esto te es dada frecuentemente en el estado del sueño y hay una especie de estructura del sueño, un sueño raizal o básico, según el cual aquellos que se han conocido en vidas pasadas, ahora se comunican.
En esos sueños se da información masiva general que los individuos utilizan según su deseo. Se hacen planes generales de desarrollo a medida que los miembros del grupo de una ciudad, por ejemplo, deciden sobre su destino. Algunos individuos siempre escogen nacer como parte de un grupo, renacer, en otras palabras, con contemporáneos del pasado, mientras otros, desdeñando tales esfuerzos, regresan en posiciones mucho más aisladas.
Este es un asunto de sentimiento psicológico. Algunos individuos están más cómodos, más seguros y más capacitados para trabajar con otros en este caso. Podrías considerar una analogía en la que el maestro sigue su clase de jardín infantil hasta la secundaria. En una situación reencarnacional, siempre escogería regresar con asociados. Otros, sin embargo, más bien saltarían de escuela a escuela, apareciendo solitarios, hablando en términos relativos, con mayor libertad, con más desafíos, pero sin la estructura confortable de seguridad escogida por los otros.
En cada caso el individuo es el juez, no solo de cada vida sucesiva, de su tiempo, de su entorno, de la fecha histórica, sino también de su carácter general y métodos de realización. Hay tantas maneras diferentes de reencarnar como hay seres interiores, y cada ser interior escoge sus propios métodos característicos.
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