La Reencarnación
El dominio de la personalidad sobre el cuerpo es tenue en los primeros años y se va volviendo más fuerte. La personalidad, por sus propias razones, puede decidir escoger un cuerpo que no es estéticamente agradable. Puede que nunca simpatice con él y aunque la existencia servirá los propósitos que tiene en mente, siempre habrá una básica sensación de distancia entre el cuerpo y la personalidad dentro de él.
Aquellas personalidades mencionadas antes que entran en el momento de la concepción, usualmente están ansiosas de la existencia física. Por consiguiente, estarán más desarrolladas y exhibirán sus características individuales muy pronto. Se apoderan del nuevo cuerpo y lo moldean. El control sobre la materia es vigoroso y usualmente permanecen dentro del cuerpo, muriendo en accidentes en donde la muerte es inmediata, o en medio del sueño, o con una enfermedad que golpea rápidamente. Como norma, son manipuladores de la materia.
Son emocionales. Enfrentan sus problemas de maneras tangibles e inmediatas, a veces con impaciencia. Funcionan bien con los materiales de la tierra y traducen sus ideas con gran fuerza en términos físicos. Construyen las ciudades y los monumentos. Son arquitectos. Se preocupan con la formación de la materia y la moldean según su deseo.
Como norma, quienes no entran en tu plano de existencia antes del momento del nacimiento, son menos hábiles manipuladores, en esos términos. Ellos son término medio o promedio, si se pueden usar tales términos.
Hay algunos que se resisten a la nueva existencia hasta cuando les es posible, aunque ellos mismos la escogieron. Hasta cierto grado, deben estar presentes en el nacimiento, pero todavía pueden evitar una identificación plena con el infante nacido. Revolotean dentro y alrededor de la forma, pero medio de mala gana. Hay muchas razones para tal comportamiento. Algunas personalidades simplemente prefieren la existencia entre vidas y están mucho más preocupadas con la solución teórica de los problemas que con la aplicación práctica involucrada necesariamente. Otros han descubierto que la existencia física no suple sus necesidades tan bien como ellos pensaban y que progresarán mucho mejor en otros campos de realidad y existencia.
Sin embargo, por sus propias características, algunos prefieren establecer cierta distancia entre ellos mismos y sus existencias físicas. Están mucho más interesados en los símbolos. Ven la vida terrenal como altamente experimental. Se aproximan a ella con una visión prejuiciada, por así decirlo. No están tan interesados en manipular la materia, como en ser curiosos en cuanto a las maneras como las ideas aparecen dentro de la materia.
Hablando en términos generales, se sienten más a gusto con las ideas, las filosofías y las realidades no tangibles. Son pensadores siempre un poco aparte, su tipo de cuerpo muestra una carencia de desarrollo muscular. Los poetas y los artistas, aunque con algo de esta naturaleza, como norma, son más profundamente apreciativos de los valores físicos de la existencia terrenal, aunque tienen muchas de las mismas características.
La actitud hacia el cuerpo siempre cambiará. Se pueden escoger varios tipos de cuerpos, pero aun habrá preferencias generales por parte del ser total y características que guiarán al ser total, así que las diversas vidas vividas todavía tendrán su propio sabor individual.
Es casi imposible hablar de cuando entra la personalidad en el cuerpo físico, sin discutir las maneras en que lo deja, ya que todo esto depende mucho de las características y actitudes personales hacia la realidad física. Las decisiones en cuanto a vidas futuras pueden hacerse no solo en las condiciones entre vidas, sino también en los estados del sueño de una determinada vida.
Por ejemplo, puedes haber decidido ya, ahora, sobre las circunstancias de tu próxima encarnación. Aunque en tus términos tus padres pueden ser infantes ahora, o en tu escala del tiempo no haber nacido todavía, los arreglos se pueden hacer.
El dominio de la personalidad sobre el cuerpo es tenue en los primeros años y se va volviendo más fuerte. La personalidad, por sus propias razones, puede decidir escoger un cuerpo que no es estéticamente agradable. Puede que nunca simpatice con él y aunque la existencia servirá los propósitos que tiene en mente, siempre habrá una básica sensación de distancia entre el cuerpo y la personalidad dentro de él.
Aquellas personalidades mencionadas antes que entran en el momento de la concepción, usualmente están ansiosas de la existencia física. Por consiguiente, estarán más desarrolladas y exhibirán sus características individuales muy pronto. Se apoderan del nuevo cuerpo y lo moldean. El control sobre la materia es vigoroso y usualmente permanecen dentro del cuerpo, muriendo en accidentes en donde la muerte es inmediata, o en medio del sueño, o con una enfermedad que golpea rápidamente. Como norma, son manipuladores de la materia.
Son emocionales. Enfrentan sus problemas de maneras tangibles e inmediatas, a veces con impaciencia. Funcionan bien con los materiales de la tierra y traducen sus ideas con gran fuerza en términos físicos. Construyen las ciudades y los monumentos. Son arquitectos. Se preocupan con la formación de la materia y la moldean según su deseo.
Como norma, quienes no entran en tu plano de existencia antes del momento del nacimiento, son menos hábiles manipuladores, en esos términos. Ellos son término medio o promedio, si se pueden usar tales términos.
Hay algunos que se resisten a la nueva existencia hasta cuando les es posible, aunque ellos mismos la escogieron. Hasta cierto grado, deben estar presentes en el nacimiento, pero todavía pueden evitar una identificación plena con el infante nacido. Revolotean dentro y alrededor de la forma, pero medio de mala gana. Hay muchas razones para tal comportamiento. Algunas personalidades simplemente prefieren la existencia entre vidas y están mucho más preocupadas con la solución teórica de los problemas que con la aplicación práctica involucrada necesariamente. Otros han descubierto que la existencia física no suple sus necesidades tan bien como ellos pensaban y que progresarán mucho mejor en otros campos de realidad y existencia.
Sin embargo, por sus propias características, algunos prefieren establecer cierta distancia entre ellos mismos y sus existencias físicas. Están mucho más interesados en los símbolos. Ven la vida terrenal como altamente experimental. Se aproximan a ella con una visión prejuiciada, por así decirlo. No están tan interesados en manipular la materia, como en ser curiosos en cuanto a las maneras como las ideas aparecen dentro de la materia.
Hablando en términos generales, se sienten más a gusto con las ideas, las filosofías y las realidades no tangibles. Son pensadores siempre un poco aparte, su tipo de cuerpo muestra una carencia de desarrollo muscular. Los poetas y los artistas, aunque con algo de esta naturaleza, como norma, son más profundamente apreciativos de los valores físicos de la existencia terrenal, aunque tienen muchas de las mismas características.
La actitud hacia el cuerpo siempre cambiará. Se pueden escoger varios tipos de cuerpos, pero aun habrá preferencias generales por parte del ser total y características que guiarán al ser total, así que las diversas vidas vividas todavía tendrán su propio sabor individual.
Es casi imposible hablar de cuando entra la personalidad en el cuerpo físico, sin discutir las maneras en que lo deja, ya que todo esto depende mucho de las características y actitudes personales hacia la realidad física. Las decisiones en cuanto a vidas futuras pueden hacerse no solo en las condiciones entre vidas, sino también en los estados del sueño de una determinada vida.
Por ejemplo, puedes haber decidido ya, ahora, sobre las circunstancias de tu próxima encarnación. Aunque en tus términos tus padres pueden ser infantes ahora, o en tu escala del tiempo no haber nacido todavía, los arreglos se pueden hacer.
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