La Experiencia de la "Muerte"
Después de la muerte, puedes rehusarte a creer que estás muerto y continuar enfocando tu energía emocional hacia quienes has conocido en la vida.
Si has estado obsesionado con un proyecto en particular, puedes tratar de completarlo. Siempre hay guías para ayudarte a comprender tu situación, pero puedes estar tan absorto que no les pones atención.
El asunto de los fantasmas lo cubriré separadamente más adelante. Baste decir que grandes campos de enfoque emocional hacia la realidad física te pueden impedir subsiguientes desarrollos.
Cuando la conciencia deja el cuerpo y está lejos por algún tiempo, la conexión se rompe. En los estados fuera del cuerpo, la conexión todavía se mantiene. Es posible que un individuo que ha muerto malinterprete completamente la experiencia e intente reentrar en el cuerpo. Esto puede ocurrir cuando la personalidad se identifica casi exclusivamente con la imagen física.
Esto no es común. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, tales individuos intentarán reactivar el mecanismo físico, llegando a estar agobiados por el pánico cuando descubren las condiciones del cuerpo. Algunos han llorado sobre el cuerpo mucho después de que los dolientes se han ido, no dándose cuenta que ellos mismos están completos, cuando el cuerpo puede haber estado enfermo, o los órganos no se pueden reparar. Son como un perro preocupado por un hueso.
Quienes no han identificado completamente su conciencia con el cuerpo, encuentran que es mucho más fácil dejarlo. Quienes han odiado su cuerpo, aunque parezca extraño, encuentran que después de la muerte están bastante apegados a el.
Todas estas circunstancias pueden ocurrir o no, de acuerdo con el individuo involucrado. No obstante, después de dejar el cuerpo físico, inmediatamente te encontrarás en otro cuerpo. Este es el mismo tipo de forma con la que viajas en las proyecciones fuera del cuerpo. Permíteme recordarte que cada noche durante el sueño dejas el cuerpo por algún tiempo.
Esta forma parecerá física. Sin embargo, ella no será percibida por quienes todavía están en un cuerpo físico, en líneas generales. Ella puede hacer cualquier cosa que ahora haces en tus sueños. Por consiguiente, vuela, pasa a través de objetos sólidos y se mueve directamente por tu voluntad de un lugar a otro, a medida que pienses en estos lugares.
Si te preguntas que estará haciendo una tía muy querida en tu pueblo natal, enseguida te encontraras allá. Sin embargo, como norma general, no puedes manipular objetos físicos. No puedes levantar una lámpara o tirar un plato. Este cuerpo es tuyo instantáneamente, pero no es la única forma que tendrás. Para el caso, esta imagen no es nueva. Esta entrelazada ahora con tu cuerpo físico, pero no la percibes. Después de la muerte, será el único cuerpo del que estarás consciente por algún tiempo.
Mucho más tarde y en muchos niveles, finalmente aprenderás a tomar muchas formas, según escojas conscientemente. Ya estás haciendo esto ahora al traducir tu experiencia psicológica, tus pensamientos y emociones, bastante literalmente, pero inconscientemente, en objetos físicos. Después de la muerte, puedes encontrar que al imaginarte como un niño, súbitamente tienes la forma del niño que fuiste. Por un cierto periodo de tiempo, puedes manipular esta forma de tal manera que tome cualquier apariencia de las que tenía cuando estaba conectada con tu forma física en la vida inmediatamente anterior. Puedes morir a los ochenta años y después de la muerte pensar en la juventud y vitalidad que tenias a los veinte, y encontrar que tu forma cambia para corresponder con esta imagen interior.
Muchos individuos después de la muerte escogen una imagen más madura, que usualmente corresponde a la de las más altas habilidades físicas, sin importar la edad en que ellas fueron alcanzadas. Otros escogen tomar la forma que tenían en el momento particular en que alcanzaron la mas grande altura mental o emocional, sin tener en cuenta la belleza o la edad que caracterizaba la forma.
Te sentirás confortable con la forma que escojas y usualmente la utilizarás cuando quieras comunicarte con otros que has conocido, aunque para tales comunicaciones con los vivos puedes adoptar en cambio la forma que tenias cuando conociste el individuo que deseas contactar.
Estos entornos después de la muerte no existen necesariamente en otros planetas. Estos entornos no toman espacio. Así que la pregunta “En donde ocurre todo esto?” no tiene sentido, básicamente. Es el resultado de las interpretaciones equivocadas de la naturaleza de la realidad. No existe un lugar, un sitio especifico. Estos entornos existen sin ser percibidos por ti en medio del mundo físico que conoces. Tus mecanismos perceptivos simplemente no te permiten sintonizarte con esos rangos. Tú reaccionas a un campo sumamente específico, pero limitado. Como lo decíamos antes, otras realidades coexisten con tu propia realidad al morir. Simplemente te despojas de la parafernalia física, te sintonizas con campos diferentes y reaccionas a otro conjunto de asunciones.
Desde este otro punto de vista, hasta cierto grado, puedes percibir la realidad física. Sin embargo, existen campos de energía que los separan. Todo tu concepto del espacio está tan distorsionado, que una verdadera explicación es sumamente difícil. Como tus mecanismos perceptivos insisten en que los objetos son sólidos, así también insisten en que existe tal cosa como el espacio. Lo que tus sentidos te dicen sobre la naturaleza de la materia es totalmente equivocado, y lo que te dicen sobre el espacio es igualmente equivocado, en términos de la realidad básica, pero siguen el curso de los conceptos tridimensionales.
En las experiencias por fuera del cuerpo en la realidad física, muchos de los problemas que se encuentran en términos de espacio, se encontrarán también después de la muerte. En esos episodios, la verdadera naturaleza del tiempo y del espacio se vuelve más aparente. Después de la muerte no toma tiempo ir a través del espacio. El espacio no existe en términos de distancia. Eso es una ilusión. Hay barreras, pero ellas son barreras mentales y psíquicas. Por ejemplo, hay intensidades de experiencia que son interpretadas en tu realidad como distancia en millas o kilómetros.
Después de la muerte te puedes encontrar en un centro de entrenamiento y, teóricamente, este centro puede estar en medio de tu sala, en el espacio físico, pero la distancia entre el centro en donde estás y los miembros aun vivos de tu familia, que quizá estén sentados pensando en ti, o leyendo un periódico, no tendría nada que ver con el espacio tal como lo conoces. Estarías más apartado de ellos que si estuvieras en la luna.
Podrías tal vez cambiar tu enfoque de atención lejos del centro y, teóricamente, ver la sala y sus habitantes y, sin embargo, esta distancia todavía no tiene nada que ver con millas o kilómetros de distancia.
Si has estado obsesionado con un proyecto en particular, puedes tratar de completarlo. Siempre hay guías para ayudarte a comprender tu situación, pero puedes estar tan absorto que no les pones atención.
El asunto de los fantasmas lo cubriré separadamente más adelante. Baste decir que grandes campos de enfoque emocional hacia la realidad física te pueden impedir subsiguientes desarrollos.
Cuando la conciencia deja el cuerpo y está lejos por algún tiempo, la conexión se rompe. En los estados fuera del cuerpo, la conexión todavía se mantiene. Es posible que un individuo que ha muerto malinterprete completamente la experiencia e intente reentrar en el cuerpo. Esto puede ocurrir cuando la personalidad se identifica casi exclusivamente con la imagen física.
Esto no es común. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, tales individuos intentarán reactivar el mecanismo físico, llegando a estar agobiados por el pánico cuando descubren las condiciones del cuerpo. Algunos han llorado sobre el cuerpo mucho después de que los dolientes se han ido, no dándose cuenta que ellos mismos están completos, cuando el cuerpo puede haber estado enfermo, o los órganos no se pueden reparar. Son como un perro preocupado por un hueso.
Quienes no han identificado completamente su conciencia con el cuerpo, encuentran que es mucho más fácil dejarlo. Quienes han odiado su cuerpo, aunque parezca extraño, encuentran que después de la muerte están bastante apegados a el.
Todas estas circunstancias pueden ocurrir o no, de acuerdo con el individuo involucrado. No obstante, después de dejar el cuerpo físico, inmediatamente te encontrarás en otro cuerpo. Este es el mismo tipo de forma con la que viajas en las proyecciones fuera del cuerpo. Permíteme recordarte que cada noche durante el sueño dejas el cuerpo por algún tiempo.
Esta forma parecerá física. Sin embargo, ella no será percibida por quienes todavía están en un cuerpo físico, en líneas generales. Ella puede hacer cualquier cosa que ahora haces en tus sueños. Por consiguiente, vuela, pasa a través de objetos sólidos y se mueve directamente por tu voluntad de un lugar a otro, a medida que pienses en estos lugares.
Si te preguntas que estará haciendo una tía muy querida en tu pueblo natal, enseguida te encontraras allá. Sin embargo, como norma general, no puedes manipular objetos físicos. No puedes levantar una lámpara o tirar un plato. Este cuerpo es tuyo instantáneamente, pero no es la única forma que tendrás. Para el caso, esta imagen no es nueva. Esta entrelazada ahora con tu cuerpo físico, pero no la percibes. Después de la muerte, será el único cuerpo del que estarás consciente por algún tiempo.
Mucho más tarde y en muchos niveles, finalmente aprenderás a tomar muchas formas, según escojas conscientemente. Ya estás haciendo esto ahora al traducir tu experiencia psicológica, tus pensamientos y emociones, bastante literalmente, pero inconscientemente, en objetos físicos. Después de la muerte, puedes encontrar que al imaginarte como un niño, súbitamente tienes la forma del niño que fuiste. Por un cierto periodo de tiempo, puedes manipular esta forma de tal manera que tome cualquier apariencia de las que tenía cuando estaba conectada con tu forma física en la vida inmediatamente anterior. Puedes morir a los ochenta años y después de la muerte pensar en la juventud y vitalidad que tenias a los veinte, y encontrar que tu forma cambia para corresponder con esta imagen interior.
Muchos individuos después de la muerte escogen una imagen más madura, que usualmente corresponde a la de las más altas habilidades físicas, sin importar la edad en que ellas fueron alcanzadas. Otros escogen tomar la forma que tenían en el momento particular en que alcanzaron la mas grande altura mental o emocional, sin tener en cuenta la belleza o la edad que caracterizaba la forma.
Te sentirás confortable con la forma que escojas y usualmente la utilizarás cuando quieras comunicarte con otros que has conocido, aunque para tales comunicaciones con los vivos puedes adoptar en cambio la forma que tenias cuando conociste el individuo que deseas contactar.
Estos entornos después de la muerte no existen necesariamente en otros planetas. Estos entornos no toman espacio. Así que la pregunta “En donde ocurre todo esto?” no tiene sentido, básicamente. Es el resultado de las interpretaciones equivocadas de la naturaleza de la realidad. No existe un lugar, un sitio especifico. Estos entornos existen sin ser percibidos por ti en medio del mundo físico que conoces. Tus mecanismos perceptivos simplemente no te permiten sintonizarte con esos rangos. Tú reaccionas a un campo sumamente específico, pero limitado. Como lo decíamos antes, otras realidades coexisten con tu propia realidad al morir. Simplemente te despojas de la parafernalia física, te sintonizas con campos diferentes y reaccionas a otro conjunto de asunciones.
Desde este otro punto de vista, hasta cierto grado, puedes percibir la realidad física. Sin embargo, existen campos de energía que los separan. Todo tu concepto del espacio está tan distorsionado, que una verdadera explicación es sumamente difícil. Como tus mecanismos perceptivos insisten en que los objetos son sólidos, así también insisten en que existe tal cosa como el espacio. Lo que tus sentidos te dicen sobre la naturaleza de la materia es totalmente equivocado, y lo que te dicen sobre el espacio es igualmente equivocado, en términos de la realidad básica, pero siguen el curso de los conceptos tridimensionales.
En las experiencias por fuera del cuerpo en la realidad física, muchos de los problemas que se encuentran en términos de espacio, se encontrarán también después de la muerte. En esos episodios, la verdadera naturaleza del tiempo y del espacio se vuelve más aparente. Después de la muerte no toma tiempo ir a través del espacio. El espacio no existe en términos de distancia. Eso es una ilusión. Hay barreras, pero ellas son barreras mentales y psíquicas. Por ejemplo, hay intensidades de experiencia que son interpretadas en tu realidad como distancia en millas o kilómetros.
Después de la muerte te puedes encontrar en un centro de entrenamiento y, teóricamente, este centro puede estar en medio de tu sala, en el espacio físico, pero la distancia entre el centro en donde estás y los miembros aun vivos de tu familia, que quizá estén sentados pensando en ti, o leyendo un periódico, no tendría nada que ver con el espacio tal como lo conoces. Estarías más apartado de ellos que si estuvieras en la luna.
Podrías tal vez cambiar tu enfoque de atención lejos del centro y, teóricamente, ver la sala y sus habitantes y, sin embargo, esta distancia todavía no tiene nada que ver con millas o kilómetros de distancia.
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