En nuestro Blog hemos presentado puntos de vista totalmente diferentes a los sostenidos oficialmente por La Ciencia, La Religión y La Psicología. Somos conscientes de que son puntos de vista muy difíciles de digerir y todavía más difíciles de aceptar. Gran parte de la dificultad reside en la perspectiva desde la cual se expresan estos puntos de vista, pues no corresponden a una persona normal en una realidad corriente, sino a la forma como una Entidad Espiritual los mira. Partimos de la base de que no somos simplemente seres humanos de carne y hueso, sino básicamente espíritus, que existen en una realidad multidimensional, no sujeta al Tiempo y al Espacio, tal como los concebimos.
En nuestro Blog hemos presentado una amplia variedad de tópicos que incluyen la naturaleza de la realidad física, los orígenes del universo, la teoría de la evolución, la historia de Cristo, la naturaleza de Dios y el propósito de la vida. Vamos a presentar en forma sucinta algunos de esos tópicos, a manera de repaso general de lo que hemos expuesto en forma un poco más extensa.
Las Creencias
Como se trata de enseñanzas con destino a los seres humanos, los puntos de vista que tienen que ver con la Psicología se han apoyado en gran medida en los que hemos llamado “Las Creencias”, ya que son ellas las que dirigen el comportamiento de los seres humanos a lo largo de su vida. A este grupo de creencias las hemos cobijado bajo el titulo de “Cuerpo de Creencias”, ya que es una especie de “Cuerpo Psicológico” que nos acompaña desde que estamos en el vientre de nuestra madre, hasta cuando devolvemos nuestro cuerpo físico a la tierra. Este cuerpo de creencias lo conforman los conceptos, ideas y apreciaciones de nuestros padres, hermanos, parientes, maestros, clérigos, etc., con los que hemos estado en contacto desde que nacimos. También puede decirse que desde que estamos en el útero materno recibimos telepáticamente las creencias de nuestra propia madre.
Hemos dicho que la fuente de nuestra experiencia son las creencias y expectativas que tenemos sobre nosotros mismos y sobre nuestra realidad y que ellas afectan nuestros pensamientos y emociones. Damos por sentado que nuestras creencias sobre la realidad son la verdad y difícilmente las cuestionamos. Es bastante común que no dudemos de nuestras creencias religiosas y que las aceptemos como un hecho. Con cierta facilidad, aceptamos las creencias religiosas, políticas y filosóficas, pero no reconocemos aquellas que se refieren a nosotros como personas, las que nos dicen quienes somos y cual es nuestro propósito en la vida.
Cuando nuestras creencias son las adecuadas, son muy útiles para el desarrollo normal de nuestras vidas; pero cuando no lo son, interfieren y son un grave obstáculo en el normal desarrollo de nuestras actividades en la vida.
En nuestro Blog hemos presentado una amplia variedad de tópicos que incluyen la naturaleza de la realidad física, los orígenes del universo, la teoría de la evolución, la historia de Cristo, la naturaleza de Dios y el propósito de la vida. Vamos a presentar en forma sucinta algunos de esos tópicos, a manera de repaso general de lo que hemos expuesto en forma un poco más extensa.
Las Creencias
Como se trata de enseñanzas con destino a los seres humanos, los puntos de vista que tienen que ver con la Psicología se han apoyado en gran medida en los que hemos llamado “Las Creencias”, ya que son ellas las que dirigen el comportamiento de los seres humanos a lo largo de su vida. A este grupo de creencias las hemos cobijado bajo el titulo de “Cuerpo de Creencias”, ya que es una especie de “Cuerpo Psicológico” que nos acompaña desde que estamos en el vientre de nuestra madre, hasta cuando devolvemos nuestro cuerpo físico a la tierra. Este cuerpo de creencias lo conforman los conceptos, ideas y apreciaciones de nuestros padres, hermanos, parientes, maestros, clérigos, etc., con los que hemos estado en contacto desde que nacimos. También puede decirse que desde que estamos en el útero materno recibimos telepáticamente las creencias de nuestra propia madre.
Hemos dicho que la fuente de nuestra experiencia son las creencias y expectativas que tenemos sobre nosotros mismos y sobre nuestra realidad y que ellas afectan nuestros pensamientos y emociones. Damos por sentado que nuestras creencias sobre la realidad son la verdad y difícilmente las cuestionamos. Es bastante común que no dudemos de nuestras creencias religiosas y que las aceptemos como un hecho. Con cierta facilidad, aceptamos las creencias religiosas, políticas y filosóficas, pero no reconocemos aquellas que se refieren a nosotros como personas, las que nos dicen quienes somos y cual es nuestro propósito en la vida.
Cuando nuestras creencias son las adecuadas, son muy útiles para el desarrollo normal de nuestras vidas; pero cuando no lo son, interfieren y son un grave obstáculo en el normal desarrollo de nuestras actividades en la vida.
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