Prefacio
“Las energías de una sociedad dirigida por el miedo se han dado por sentado en tu vida diaria…”
Los seres humanos han estado renuentes por siglos a sintonizarse con la información telepática trasmitida que les está siendo dada. Esencialmente, se han puesto sobre los ojos vendas cósmicas en favor de viejas formas supersticiosas. El miedo a lo desconocido ha mantenido su entendimiento encerrado en los oscuros recesos de sus mentes, ha sido puesto a un lado como las hojas sobre el camino. Escogieron ignorar muchos de los mensajes que los habrían capacitado para completar la evolución de su alma. Enclaustrados en el agarre del miedo y la rabia, forcejeaban como pez fuera del agua buscando respuestas para su dilema. Estaban sitiados por una abundancia de estímulos negativos de los medios. Se congregaban en manada como gansos ante el psicoanalista más cercano para que les explicara por que se sentían de esa manera. Con frecuencia se les daban prescripciones para una variedad de medicamentos y eran regresados a su rutina. En esta gran masa de lógica circular, rotaban adentro y afuera de su percibido dilema, hasta que la sobrecarga de su comportamiento finalmente lograba lo mejor de ellos a través de la enfermedad. La profesión médica se hizo cargo – como está muy de moda en estos días – de etiquetar estas anomalías en síndromes de todo tipo imaginable. Entonces el paciente sale del consultorio médico con la presunción de que tiene una condición justificable y por lo tanto nuevamente puede hacer a un lado las voces internas de su propia conciencia por una respuesta más cercana a sus problemas. Podían entonces continuar con su camino auto destructivo y estar plenamente justificados en hacerlo así. Ya no tenían que confrontar su comportamiento y su fuente. Sagradamente se tomaban sus pastillas y continuaban con sus asuntos diarios. Mientras tanto, sus síntomas una vez más eran puestos al lado. El círculo de comportamiento infinito eventualmente los atrapaba y ellos mismos se encontraban con otra enfermedad física, y así continuaba, una y otra vez, un episodio tras el otro. Las energías perturbadas de una sociedad dirigida por el miedo habían sido dadas por sentado en su vida diaria. La mayoría se apegaba tenazmente a estas ideas y rehusaba aceptar cualquier otra explicación que no estuviera asentada en las creencias científicas.
“Si ustedes mismos aprendieran a rodearse con la luz y la energía del Creador, estarían esencialmente en capacidad de erradicar la descarga constante de temores que los ha rodeado…”
Muchos de ustedes han adoptado un grupo de creencias destructivas y unas vidas llenas de gratificación para el ego, la codicia y el egoísmo. Esta sin embargo no es la verdadera naturaleza del alma. Si se la deja sin todos los estímulos negativos, el alma regresaría al susurro pacifico que siempre ha conocido. La humanidad estaría en sincronización con
Muchos de ustedes ya han sido despertados del sueño espiritual y están participando diligentemente en mover al resto de la humanidad hacia la arena del conocimiento. Ahora bien, cuando me estoy refiriendo a las influencias o energías negativas, me gustaría clarificar aquí lo que estoy intentando trasmitir. Es con respecto a tu habilidad para permitirle a los deseos de tu ego de controlar tu vehículo, en lugar de la luz de tu alma, ya que el alma solamente conoce su luz y amor. También se refiere a ciertas energías dentro y alrededor de tu planeta que no sirven para evolucionar con el plan del Creador.
A medida que percibas tu realidad como algo que Tú has creado, entonces puedes y querrás cambiarla para lo mejor. Para encontrarse a uno mismo, uno debe mirar adentro, ya que adentro reside la perfección de Dios y del Universo, que últimamente eres Tú. Eventualmente todos ustedes verán la luz, sino ahora, entonces más tarde. Para las entidades que se rehúsen a evolucionar y continúen con su codicia, su camino egocéntrico, sin consideración por su prójimo, ellas mismas se pueden encontrar removidas de los ritmos susurrantes del movimiento evolutivo de
Los escritos de los siguientes capítulos son para preparar a la humanidad en el inminente cambio de conciencia de tu planeta y para ayudarles en el cuestionamiento de sus creencias, en analizar sus pensamientos y en abrir sus mentes a su realidad mayor. A medida que despierten, ustedes estarán abiertos a un nuevo tipo de existencia espiritual – a una unidad con el resto de la humanidad – y serán liberados de su sueño espiritual. Una continuidad de conciencia colectiva está próxima a desplegarse y los sistemas de creencias del mundo están en el amanecer de un cambio histórico sin precedentes.
Hace muchos años les dije que habría la venida de la tercera personalidad de la trilogía de El Cristo. La trilogía de El Cristo consistía de tres seres: Juan el Bautista, Jesús El Cristo y Paúl o Saúl, como también fue conocido. Saúl y
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