Un hombre joven, asistente de un médico famoso, había estado trabajando con drogas en una estructura terapéutica por algún tiempo. Antes de esto había recorrido la India, siguiendo finalmente a un gurú. Dejó al gurú para seguir al médico. Como muchos hombres jóvenes a través de todas las épocas, estaba en su camino individual, buscando la verdad, derrumbando todas las piedras, en un esfuerzo por encontrar aquellos métodos que le ayudarían a descubrir EL CAMINO.
La meditación le había traído alguna iluminación, pero el gurú le había dicho que lo debía seguir ciegamente en obediencia. El médico le ofreció una mayor libertad y la esperanza de que quizás químicamente las puertas de la verdad, al menos dentro de su propia alma, podían ser abiertas. De esa manera nuestro buscador regreso a su país y se convirtió en parte de una organización.
Vio al enfermo, al infeliz y al neurótico traídos a este nuevo templo de la verdad, en la que los químicos tomaban el lugar de la comunión del pan. Sintió que algún bien se había hecho, y sin embargo también temía que podía lograrse una innecesaria y peligrosa manipulación.
El mismo varias veces tomó drogas bajo condiciones controladas, primero pequeñas dosis y luego grandes dosis. Encontró algún material particularmente asustador. El médico sugirió que él mismo lo enfrentara tomando otra dosis masiva, y aceptó, aunque no lo quería hacer.
La experiencia fue tan demoledora que imploró por un antídoto, sabiendo que hacerlo estaba contra todas las normas. En todo caso el antídoto se le negó. Dijo que estaba contento de que fuera obligado a observar toda la experiencia, y sin embargo le surgieron serias dudas que finalmente lo condujeron a otras áreas distantes de tal terapia.
Muchos han escrito sobre “viajes malos”, especialmente los jóvenes, siempre grandes buscadores de la verdad, y muy tentados a mirar el químico LSD ahora como el último método de encontrarla. No estoy hablando de marihuana en absoluto, lo que es una cosa totalmente diferente y es un producto natural de la tierra. Estoy hablando acerca de un químico que es el resultado de tu conocimiento tecnológico.
Cuando estás bastante alegre y contento en tu vida diaria, puedes decir que estás en un estado de gracia. En aquellas ocasiones cuando te sientes uno con el universo, o cuando llegas a una experiencia excepcional en la que pareces ir mas allá de ti mismo, puedes decir que estás en un estado de iluminación, y éste tiene muchos grados y niveles. En cualquiera de estos estados tu salud física se beneficia, en términos generales, aunque puedan haber algunas creencias bloqueando esa dirección.
Estos estados naturales activan dentro de tus células memorias “pasadas” que tienen que ver con una alegre respuesta celular, producida por eventos particulares en tu vida, bien sea que te enteres de ellos o no.
Este tipo particular de memoria celular a su turno activa otras capas dentro de las células en diversos grados. Nuevamente aquí, cada átomo y cada molécula contienen dentro de sí la “memoria” de sus experiencias “previas”. De acuerdo con el estado de iluminación o gracia, esas memorias masivas pueden ser activadas de tal manera que no necesariamente involucran tu experiencia personal – aunque tu propio involucramiento y los eventos de tu vida pueden aparecer dentro de ellas en una estructura totalmente diferente de aquella con la que estás familiarizado.
Cualquier evento de tu vida está escrito en la memoria del universo, por ejemplo, tal como piensas de él. Así que en un estado de iluminación la memoria celular privada puede ser animada, y más allá de esto, llevada a un nivel más profundo de conocimiento, en el cual tu propio nacimiento y muerte pueden ser o pueden no ser explicados.
Naturalmente, por si solo, en varias ocasiones experimentaras espontáneamente tales estados de gracia o iluminación, aunque puedas no utilizar esos términos. Te sentirás en paz contigo mismo y con tu mundo, o te sobrepasarás a ti mismo, sintiéndote repentinamente parte de eventos y fenómenos usualmente no considerados tú mismo. Sin embargo, de una u otra manera, tales experiencias son naturales y son un parte de tu herencia.
Tu mente consciente es una parte de tu ser interior, y es siempre cambiante. En términos de la conciencia de la especie, es un desarrollo de gran significación. Ella saca fortaleza de tales fuentes de vitalidad y rejuvenecimiento. Ellas vienen naturalmente a la conciencia. Los psicólogos usualmente ven personas que ya están en dificultades. El hombre feliz no tiene necesidad de tales visitas. Se han hecho muy pocos estudios para descubrir porque el hombre feliz es feliz, y sin embargo sus respuestas serian sumamente pertinentes.
En una terapia que utiliza dosis masivas de LSD, tiene lugar una condición de locura forzada químicamente. Por locura, quiero decir una situación en la que la mente consciente es forzada a un estado de impotencia. Hay un asalto literal, hecho no solo sobre la psique, sino sobre la estructura organizacional que hace posible para ti existir racionalmente en el mundo que conoces. El ego, por supuesto, no puede ser aniquilado en la vida física. Muerto uno, otro surgirá, y deberá surgir, del ser interior que es su fuente.
La meditación le había traído alguna iluminación, pero el gurú le había dicho que lo debía seguir ciegamente en obediencia. El médico le ofreció una mayor libertad y la esperanza de que quizás químicamente las puertas de la verdad, al menos dentro de su propia alma, podían ser abiertas. De esa manera nuestro buscador regreso a su país y se convirtió en parte de una organización.
Vio al enfermo, al infeliz y al neurótico traídos a este nuevo templo de la verdad, en la que los químicos tomaban el lugar de la comunión del pan. Sintió que algún bien se había hecho, y sin embargo también temía que podía lograrse una innecesaria y peligrosa manipulación.
El mismo varias veces tomó drogas bajo condiciones controladas, primero pequeñas dosis y luego grandes dosis. Encontró algún material particularmente asustador. El médico sugirió que él mismo lo enfrentara tomando otra dosis masiva, y aceptó, aunque no lo quería hacer.
La experiencia fue tan demoledora que imploró por un antídoto, sabiendo que hacerlo estaba contra todas las normas. En todo caso el antídoto se le negó. Dijo que estaba contento de que fuera obligado a observar toda la experiencia, y sin embargo le surgieron serias dudas que finalmente lo condujeron a otras áreas distantes de tal terapia.
Muchos han escrito sobre “viajes malos”, especialmente los jóvenes, siempre grandes buscadores de la verdad, y muy tentados a mirar el químico LSD ahora como el último método de encontrarla. No estoy hablando de marihuana en absoluto, lo que es una cosa totalmente diferente y es un producto natural de la tierra. Estoy hablando acerca de un químico que es el resultado de tu conocimiento tecnológico.
Cuando estás bastante alegre y contento en tu vida diaria, puedes decir que estás en un estado de gracia. En aquellas ocasiones cuando te sientes uno con el universo, o cuando llegas a una experiencia excepcional en la que pareces ir mas allá de ti mismo, puedes decir que estás en un estado de iluminación, y éste tiene muchos grados y niveles. En cualquiera de estos estados tu salud física se beneficia, en términos generales, aunque puedan haber algunas creencias bloqueando esa dirección.
Estos estados naturales activan dentro de tus células memorias “pasadas” que tienen que ver con una alegre respuesta celular, producida por eventos particulares en tu vida, bien sea que te enteres de ellos o no.
Este tipo particular de memoria celular a su turno activa otras capas dentro de las células en diversos grados. Nuevamente aquí, cada átomo y cada molécula contienen dentro de sí la “memoria” de sus experiencias “previas”. De acuerdo con el estado de iluminación o gracia, esas memorias masivas pueden ser activadas de tal manera que no necesariamente involucran tu experiencia personal – aunque tu propio involucramiento y los eventos de tu vida pueden aparecer dentro de ellas en una estructura totalmente diferente de aquella con la que estás familiarizado.
Cualquier evento de tu vida está escrito en la memoria del universo, por ejemplo, tal como piensas de él. Así que en un estado de iluminación la memoria celular privada puede ser animada, y más allá de esto, llevada a un nivel más profundo de conocimiento, en el cual tu propio nacimiento y muerte pueden ser o pueden no ser explicados.
Naturalmente, por si solo, en varias ocasiones experimentaras espontáneamente tales estados de gracia o iluminación, aunque puedas no utilizar esos términos. Te sentirás en paz contigo mismo y con tu mundo, o te sobrepasarás a ti mismo, sintiéndote repentinamente parte de eventos y fenómenos usualmente no considerados tú mismo. Sin embargo, de una u otra manera, tales experiencias son naturales y son un parte de tu herencia.
Tu mente consciente es una parte de tu ser interior, y es siempre cambiante. En términos de la conciencia de la especie, es un desarrollo de gran significación. Ella saca fortaleza de tales fuentes de vitalidad y rejuvenecimiento. Ellas vienen naturalmente a la conciencia. Los psicólogos usualmente ven personas que ya están en dificultades. El hombre feliz no tiene necesidad de tales visitas. Se han hecho muy pocos estudios para descubrir porque el hombre feliz es feliz, y sin embargo sus respuestas serian sumamente pertinentes.
En una terapia que utiliza dosis masivas de LSD, tiene lugar una condición de locura forzada químicamente. Por locura, quiero decir una situación en la que la mente consciente es forzada a un estado de impotencia. Hay un asalto literal, hecho no solo sobre la psique, sino sobre la estructura organizacional que hace posible para ti existir racionalmente en el mundo que conoces. El ego, por supuesto, no puede ser aniquilado en la vida física. Muerto uno, otro surgirá, y deberá surgir, del ser interior que es su fuente.
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