La mente consciente es un fabricante de distinciones. Trae a la superficie del conocimiento gestalts totales de material previamente inconsciente y lo ensambla y organiza en forma siempre cambiante. Con un propósito determinado, una cantidad literalmente infinita de tal información puede ser clasificada inconscientemente, y entonces surgirán solamente los elementos deseados.
La mente consciente es infinitamente creativa. Esto aplica a todas las áreas del pensamiento de la mente consciente. También es la organizadora de la información física, de tal manera que la culpa natural se convierte en la base para todos los tipos de variaciones. Estas siguieron de cerca las religiones y agrupaciones sociales del hombre. Las últimas son también el resultado de la capacidad de la mente consciente para hacer uso, mezclar, combinar y reorganizar la percepción y la experiencia.
El hombre es innatamente bueno. Su mente consciente debe ser libre, con su propia voluntad. Puede, por lo tanto, considerarse a sí mismo malo. Él es quien establece esos estándares en su propia imagen.
La mente también está equipada para ver sus propias creencias, reflejarse en ellas y evaluar sus resultados, así que utilizando esta herramienta como estaba destinada a ser usada, automáticamente ayudaría al hombre a reconocer tanto sus creencias como sus efectos. Parte de esta permisividad tiene que ver con el hecho de que el hombre está para darse cuenta que él crea su propia realidad. El libre albedrío es una necesidad. La libertad que se le ha dado le permite materializar sus ideas, encontrarlas en la experiencia física y evaluar por él mismo su particular tipo de validez.
El animal no tiene tal necesidad. Se anida seguramente dentro de los confines de sus instintos, mientras explora otros aspectos de conocimiento con los que el hombre no está familiarizado íntimamente. No obstante, te son dadas la gracia natural y la culpa natural y ellas crecerán más plenamente hacia el conocimiento consciente. Si te puedes sentar tranquilamente y darte cuenta que las partes de tu cuerpo se están reemplazando ellas mismas constantemente, si vuelves tu mente consciente hacia la consideración de tal actividad, entonces puedes darte cuenta de tu propio estado de gracia. Si puedes sentir tus pensamientos reemplazándose ellos mismos continuamente, entonces puedes también sentir tu propia elegancia.
No puedes sentirte culpable y disfrutar de tal reconocimiento, sin embargo; no en un nivel consciente. Si encuentras que te estás reprendiendo a ti mismo por algo que hiciste ayer, o hace diez años, no estás siendo virtuoso. Muy probablemente estás involucrado con la culpa artificial. Aun si ocurrió una violación, la culpa natural no involucra castigo. Está indicada como una medida preventiva, como un recordatorio antes de un evento.
“No hagas esto de nuevo”, es solo el mensaje para después. Estoy poniendo estos conceptos dentro de tu esquema del tiempo porque, en tus términos, ellos nacieron de él. Sin embargo, el hecho es que todo el “tiempo” es simultaneo.
En un tiempo que es simultaneo, el castigo no tiene sentido. El castigo como un evento, y el evento por el que estás siendo castigado, existen a la vez; y puesto que no hay pasado, presente y futuro, podrías muy bien decir que el castigo vino primero.
He mencionado muy poco la reencarnación, pero permíteme afirmar que la teoría es una interpretación de la mente consciente en términos lineales. Por una parte, está altamente distorsionada. Por otra parte, es una interpretación creativa, en la medida en que la mente consciente juega con la realidad tal como la comprende. Sin embargo, en los términos utilizados allí, no hay karma que deba pagarse como castigo, a menos que creas que hay crímenes por los cuales debes pagar.
En términos más amplios, tampoco hay causa y efecto, aunque estos son asunciones básicas en tu realidad.
Utilizo estos conceptos porque te son familiares. En el mundo del tiempo ellos parecen como reales. Regresemos una vez más a aquel momento de reflexión, puesto que aquí aparecen primero causas y efectos. Tenuemente, en tus términos, esto puede rastrearse observando los animales que aun recorren la tierra, ya que cada uno, en su propio grado, mucho menos que el tuyo, muestra esa reflexión. En algunos, para todas las intenciones y propósitos, no existe en absoluto. Sin embargo, está ahí, latente.
Entre más grande sea tu “periodo” de reflexión, más grande es la cantidad de tiempo que parece pasar entre los eventos.
La mente consciente es infinitamente creativa. Esto aplica a todas las áreas del pensamiento de la mente consciente. También es la organizadora de la información física, de tal manera que la culpa natural se convierte en la base para todos los tipos de variaciones. Estas siguieron de cerca las religiones y agrupaciones sociales del hombre. Las últimas son también el resultado de la capacidad de la mente consciente para hacer uso, mezclar, combinar y reorganizar la percepción y la experiencia.
El hombre es innatamente bueno. Su mente consciente debe ser libre, con su propia voluntad. Puede, por lo tanto, considerarse a sí mismo malo. Él es quien establece esos estándares en su propia imagen.
La mente también está equipada para ver sus propias creencias, reflejarse en ellas y evaluar sus resultados, así que utilizando esta herramienta como estaba destinada a ser usada, automáticamente ayudaría al hombre a reconocer tanto sus creencias como sus efectos. Parte de esta permisividad tiene que ver con el hecho de que el hombre está para darse cuenta que él crea su propia realidad. El libre albedrío es una necesidad. La libertad que se le ha dado le permite materializar sus ideas, encontrarlas en la experiencia física y evaluar por él mismo su particular tipo de validez.
El animal no tiene tal necesidad. Se anida seguramente dentro de los confines de sus instintos, mientras explora otros aspectos de conocimiento con los que el hombre no está familiarizado íntimamente. No obstante, te son dadas la gracia natural y la culpa natural y ellas crecerán más plenamente hacia el conocimiento consciente. Si te puedes sentar tranquilamente y darte cuenta que las partes de tu cuerpo se están reemplazando ellas mismas constantemente, si vuelves tu mente consciente hacia la consideración de tal actividad, entonces puedes darte cuenta de tu propio estado de gracia. Si puedes sentir tus pensamientos reemplazándose ellos mismos continuamente, entonces puedes también sentir tu propia elegancia.
No puedes sentirte culpable y disfrutar de tal reconocimiento, sin embargo; no en un nivel consciente. Si encuentras que te estás reprendiendo a ti mismo por algo que hiciste ayer, o hace diez años, no estás siendo virtuoso. Muy probablemente estás involucrado con la culpa artificial. Aun si ocurrió una violación, la culpa natural no involucra castigo. Está indicada como una medida preventiva, como un recordatorio antes de un evento.
“No hagas esto de nuevo”, es solo el mensaje para después. Estoy poniendo estos conceptos dentro de tu esquema del tiempo porque, en tus términos, ellos nacieron de él. Sin embargo, el hecho es que todo el “tiempo” es simultaneo.
En un tiempo que es simultaneo, el castigo no tiene sentido. El castigo como un evento, y el evento por el que estás siendo castigado, existen a la vez; y puesto que no hay pasado, presente y futuro, podrías muy bien decir que el castigo vino primero.
He mencionado muy poco la reencarnación, pero permíteme afirmar que la teoría es una interpretación de la mente consciente en términos lineales. Por una parte, está altamente distorsionada. Por otra parte, es una interpretación creativa, en la medida en que la mente consciente juega con la realidad tal como la comprende. Sin embargo, en los términos utilizados allí, no hay karma que deba pagarse como castigo, a menos que creas que hay crímenes por los cuales debes pagar.
En términos más amplios, tampoco hay causa y efecto, aunque estos son asunciones básicas en tu realidad.
Utilizo estos conceptos porque te son familiares. En el mundo del tiempo ellos parecen como reales. Regresemos una vez más a aquel momento de reflexión, puesto que aquí aparecen primero causas y efectos. Tenuemente, en tus términos, esto puede rastrearse observando los animales que aun recorren la tierra, ya que cada uno, en su propio grado, mucho menos que el tuyo, muestra esa reflexión. En algunos, para todas las intenciones y propósitos, no existe en absoluto. Sin embargo, está ahí, latente.
Entre más grande sea tu “periodo” de reflexión, más grande es la cantidad de tiempo que parece pasar entre los eventos.
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