Como lo mencionamos, los pensamientos son tan naturales como cualquier parte del cuerpo. Ellos son tan parte de la naturaleza como lo son los sentimientos, pero si estableces una división arbitraria – considerando mentales los pensamientos, como distintos de lo físico – entonces tu cuerpo puede ofrecer una reflexión más cierta de tu ser que la de tus pensamientos.
En el funcionamiento espontáneo de tu cuerpo ves la fácil movilidad del alma, el “ir con lo que soy”, lo que es una indicación de la libertad interior del alma, e incluso de la sensación innata de dirección. Todas las partes de la realidad del cuerpo son versiones en la carne de la realidad del alma, incluso como todos los segmentos del universo exterior reflejan uno interior. Este ultimo es tan vivo, natural y cambiante como el mundo exterior. Los fenómenos físicos son solamente una parte de lo que es la naturaleza, y todas las realidades son naturales.
En tus términos, las probabilidades son extensiones y variaciones del principio de crecimiento que es bastante obvio en tu realidad diaria. Tal crecimiento es una manifestación natural, floreciendo dentro de tu particular área de realidad, observable a tus sentidos. Además, existen otras manifestaciones totalmente naturales de ese principio. Algunas solo pueden ser visualizadas en forma distorsionada, como resultado de otras condiciones “naturales” que no puedes percibir. Las probabilidades te involucran con un crecimiento y desarrollo psicológico ricos, presentes pero no observables en tu “tierra hogareña”. Cualquier tipo de existencia ocurre dentro del contexto de la naturaleza, y la naturaleza incluye el alma. Tu definición de la naturaleza simplemente ha sido demasiado limitante.
Es natural vivir después de la muerte, y natural regresar el cuerpo a la tierra y enseguida formar otro. Es natural que tus pensamientos sean tan rápidos, sensibles y vivos como los virus. Es natural para ti tener seres probables, como también tener existencias reencarnacionales.
Cuando consideras las ideas como mentales y apartadas de la naturaleza, entonces te sientes separado de la naturaleza misma. Cuando imaginas una vida después de la muerte como innatural o supernatural, entonces te sientes divorciado, cortado y desconcertado. Debes tratar de entender que hay diferentes tipos de naturaleza dentro de la Naturaleza. Tu vida física – tu naturaleza humana –, en tus términos, depende del tiempo, cuando tú no. Debes darte cuenta que “no ser”, en esa connotación, es tan natural como ser físico. Tu existencia antes y después de la muerte es un fenómeno tan normal como tu vida presente.
Como sabes, los átomos que componen tus células, así como las células mismas, constantemente mueren y son reemplazados. El material de los órganos internos cambia, y sin embargo ellos siempre retienen su forma. Su identidad está intacta.
Así tu propia identidad está segura en medio de todos estos nacimientos y muertes, de los cuales tu ser consciente no está enterado. La memoria de todas sus experiencias se conserva. Cada célula recuerda su pasado, aunque todas sus partes han sido y están siendo reemplazadas continuamente.
Así como tus células tienen su propia memoria, así mismo la mente consciente tiene un tipo de memoria más abierto. Tus pensamientos conscientes actúan como activadores, poniendo en activación ambos tipos de memoria. Dentro de tu ser físico queda indeleblemente escrito cada evento, alegre, expansivo, traumático, o trágico, “pasado”. En tus términos, éste es tu material de trabajo, la memoria de tu ser físico desde el momento de su concepción en forma corporal. Hay en tu memoria las más complejas organizaciones y estructuras asociativas, las cuales existen tanto en las profundidades de la estructura celular, como en los más elevados alcances de tu actividad consciente.
Anteriormente comparé tus pensamientos con los virus. Piensa de ellos ahora como células electromagnéticas vivientes, diferenciándose de las células físicas de tu cuerpo solo en la naturaleza de sus materializaciones. Tus pensamientos dirigen el total funcionamiento de las células de tu cuerpo, aunque no sabes conscientemente como operan esas células. Esa función es inconsciente.
Cada célula física es a su manera un cerebro en miniatura, con memoria de todas sus experiencias personales y de su relación con otras células, y con el cuerpo como un todo. En tus términos, esto significa que cada célula opera con una imagen innata de la historia total del cuerpo – del pasado, del presente y del futuro.
Ahora bien, esta imagen es siempre cambiante y móvil. Una alteración en solo una célula es observada instantáneamente por la conciencia del cuerpo (la combinación de las conciencias de las células), y el efecto futuro es percibido. Esta información es utilizada conjuntamente con toda la otra información proveniente del cuerpo, y entonces se hace una predicción.
Esta predicción del cuerpo es entonces evaluada, en más niveles de los que me es posible explicar. Brevemente, la imagen es “mostrada” en la arena invisible en donde se encuentran la carne y el espíritu. Esta arena no es un lugar, por supuesto, sino un estado interior del gestalt de la conciencia. Este estado se produce por medio de ciertas interacciones que ocurren profundamente dentro del cuerpo. Se forman estructuras magnéticas. Ellas son creadas a un nivel físico, por medio de ciertas activaciones de los nervios en las que se saltan los patrones normales, por así decirlo, y se forman las imágenes. Los nervios y las estructuras celulares en sus extremidades toman imágenes. Todas ellas son reunidas y utilizadas para formar la imagen más grande de la condición del cuerpo.
Estas no son imágenes tal como las concibes, sino información altamente codificada, impresa electromagneticamente, que no aparecería como imágenes para el ojo físico. En todo caso, ellas no pueden ser percibidas sino por el cuerpo. Sin embargo, este procedimiento es muy superior a cualquiera que conozcas, en el que el cuerpo realmente toma imágenes precognitivas de su condición futura – como si la situación del cuerpo en ese tiempo fuera proyectada dentro del futuro.
La imagen profética es entonces comparada contra dos modelos. Primero es comprobada contra el estándar de salud ideal del cuerpo en su caso individual – su más grande realización propia. Enseguida es comprobada contra la imagen del cuerpo que le es enviada por el ser consciente. Las correlaciones se hacen instantáneamente. En una estructura organizacional que ciertamente seria envidiada por la más avanzada inquietud tecnológica, las comunicaciones brotan de aquí para allá con gran rapidez. El cuerpo hace los cambios que sean necesarios con el fin de alinear las dos imágenes con la condición corporal actual.
En el funcionamiento espontáneo de tu cuerpo ves la fácil movilidad del alma, el “ir con lo que soy”, lo que es una indicación de la libertad interior del alma, e incluso de la sensación innata de dirección. Todas las partes de la realidad del cuerpo son versiones en la carne de la realidad del alma, incluso como todos los segmentos del universo exterior reflejan uno interior. Este ultimo es tan vivo, natural y cambiante como el mundo exterior. Los fenómenos físicos son solamente una parte de lo que es la naturaleza, y todas las realidades son naturales.
En tus términos, las probabilidades son extensiones y variaciones del principio de crecimiento que es bastante obvio en tu realidad diaria. Tal crecimiento es una manifestación natural, floreciendo dentro de tu particular área de realidad, observable a tus sentidos. Además, existen otras manifestaciones totalmente naturales de ese principio. Algunas solo pueden ser visualizadas en forma distorsionada, como resultado de otras condiciones “naturales” que no puedes percibir. Las probabilidades te involucran con un crecimiento y desarrollo psicológico ricos, presentes pero no observables en tu “tierra hogareña”. Cualquier tipo de existencia ocurre dentro del contexto de la naturaleza, y la naturaleza incluye el alma. Tu definición de la naturaleza simplemente ha sido demasiado limitante.
Es natural vivir después de la muerte, y natural regresar el cuerpo a la tierra y enseguida formar otro. Es natural que tus pensamientos sean tan rápidos, sensibles y vivos como los virus. Es natural para ti tener seres probables, como también tener existencias reencarnacionales.
Cuando consideras las ideas como mentales y apartadas de la naturaleza, entonces te sientes separado de la naturaleza misma. Cuando imaginas una vida después de la muerte como innatural o supernatural, entonces te sientes divorciado, cortado y desconcertado. Debes tratar de entender que hay diferentes tipos de naturaleza dentro de la Naturaleza. Tu vida física – tu naturaleza humana –, en tus términos, depende del tiempo, cuando tú no. Debes darte cuenta que “no ser”, en esa connotación, es tan natural como ser físico. Tu existencia antes y después de la muerte es un fenómeno tan normal como tu vida presente.
Como sabes, los átomos que componen tus células, así como las células mismas, constantemente mueren y son reemplazados. El material de los órganos internos cambia, y sin embargo ellos siempre retienen su forma. Su identidad está intacta.
Así tu propia identidad está segura en medio de todos estos nacimientos y muertes, de los cuales tu ser consciente no está enterado. La memoria de todas sus experiencias se conserva. Cada célula recuerda su pasado, aunque todas sus partes han sido y están siendo reemplazadas continuamente.
Así como tus células tienen su propia memoria, así mismo la mente consciente tiene un tipo de memoria más abierto. Tus pensamientos conscientes actúan como activadores, poniendo en activación ambos tipos de memoria. Dentro de tu ser físico queda indeleblemente escrito cada evento, alegre, expansivo, traumático, o trágico, “pasado”. En tus términos, éste es tu material de trabajo, la memoria de tu ser físico desde el momento de su concepción en forma corporal. Hay en tu memoria las más complejas organizaciones y estructuras asociativas, las cuales existen tanto en las profundidades de la estructura celular, como en los más elevados alcances de tu actividad consciente.
Anteriormente comparé tus pensamientos con los virus. Piensa de ellos ahora como células electromagnéticas vivientes, diferenciándose de las células físicas de tu cuerpo solo en la naturaleza de sus materializaciones. Tus pensamientos dirigen el total funcionamiento de las células de tu cuerpo, aunque no sabes conscientemente como operan esas células. Esa función es inconsciente.
Cada célula física es a su manera un cerebro en miniatura, con memoria de todas sus experiencias personales y de su relación con otras células, y con el cuerpo como un todo. En tus términos, esto significa que cada célula opera con una imagen innata de la historia total del cuerpo – del pasado, del presente y del futuro.
Ahora bien, esta imagen es siempre cambiante y móvil. Una alteración en solo una célula es observada instantáneamente por la conciencia del cuerpo (la combinación de las conciencias de las células), y el efecto futuro es percibido. Esta información es utilizada conjuntamente con toda la otra información proveniente del cuerpo, y entonces se hace una predicción.
Esta predicción del cuerpo es entonces evaluada, en más niveles de los que me es posible explicar. Brevemente, la imagen es “mostrada” en la arena invisible en donde se encuentran la carne y el espíritu. Esta arena no es un lugar, por supuesto, sino un estado interior del gestalt de la conciencia. Este estado se produce por medio de ciertas interacciones que ocurren profundamente dentro del cuerpo. Se forman estructuras magnéticas. Ellas son creadas a un nivel físico, por medio de ciertas activaciones de los nervios en las que se saltan los patrones normales, por así decirlo, y se forman las imágenes. Los nervios y las estructuras celulares en sus extremidades toman imágenes. Todas ellas son reunidas y utilizadas para formar la imagen más grande de la condición del cuerpo.
Estas no son imágenes tal como las concibes, sino información altamente codificada, impresa electromagneticamente, que no aparecería como imágenes para el ojo físico. En todo caso, ellas no pueden ser percibidas sino por el cuerpo. Sin embargo, este procedimiento es muy superior a cualquiera que conozcas, en el que el cuerpo realmente toma imágenes precognitivas de su condición futura – como si la situación del cuerpo en ese tiempo fuera proyectada dentro del futuro.
La imagen profética es entonces comparada contra dos modelos. Primero es comprobada contra el estándar de salud ideal del cuerpo en su caso individual – su más grande realización propia. Enseguida es comprobada contra la imagen del cuerpo que le es enviada por el ser consciente. Las correlaciones se hacen instantáneamente. En una estructura organizacional que ciertamente seria envidiada por la más avanzada inquietud tecnológica, las comunicaciones brotan de aquí para allá con gran rapidez. El cuerpo hace los cambios que sean necesarios con el fin de alinear las dos imágenes con la condición corporal actual.
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