El origen del universo no es físico y todos los eventos, grandes y pequeños, nacen en el entorno de la Estructura 2. El universo físico surgió de esa estructura interna que aun sigue siendo su fuente. El poder que anima los pensamientos tiene también la misma fuente.
El universo, tal como lo entendemos, con todos los eventos que él incluye, funciona automáticamente en sus procesos más importantes, de la misma manera que lo hace nuestro cuerpo. Nuestros deseos e intenciones individuales dirigen la actividad de los procesos espontáneos del cuerpo. Nuestro cuerpo camina sobre el piso, cuando se lo ordenamos, como resultado de nuestros deseos, aunque los procesos involucrados deben suceder por sí mismos. Nuestras intenciones tienen un gran efecto sobre la salud del cuerpo.
De la misma manera, conjuntamente, todas las personas vivas en determinado tiempo, “dirigen” los eventos del universo para que se comporte de cierta manera, aunque los procesos deben ocurrir por sí mismos, automáticamente. Otras especies participan en el proceso y, de una u otra manera, entre todas dirigen la actividad del cuerpo físico del mundo, de la misma manera como cada uno de nosotros dirige el comportamiento de su propio cuerpo.
Hemos nacido con un ímpetu hacia el crecimiento, que tiene incorporados los planos internos que conducirán al desarrollo de la forma adulta. Tanto las células, como los átomos y moléculas que componen el cuerpo, tienen una intención positiva de cooperar en la formación corporal y de alcanzar su propia realización. Tienen la predisposición hacia la supervivencia y hacia el mejor desarrollo y madurez posibles.
Todas estas características tienen su fuente en la Estructura 2, ya que su medio psicológico propicia automáticamente la creatividad. La Estructura 2 no es solo una dimensión neutral, sino que tiene dentro de si misma una predisposición automática hacia la realización de todos los patrones inherentes en ella.
El razonamiento solo puede tratar con deducciones acerca del mundo conocido. No puede aceptar conocimiento que procede “de otra parte”, ya que tal información no encaja en las categorías de la razón y confunde los patrones de causa y efecto. El poder de razonar proviene de la Estructura 2. Estamos en capacidad de razonar, como resultado de los eventos “mágicos” que hacen posible la razón. El término “mágico” ha sido utilizado para describir aquellos eventos para los cuales la razón no tiene respuesta. Eventos que existen por fuera de la estructura en la cual la razón se siente confortable.
Los científicos se consideran a sí mismos como racionales. Sin embargo, cuando intentan describir el origen del universo, podrían ser más honestos si admitieran que la razón sola no puede proporcionar una aproximación válida. Estamos tan familiarizados con el llamado “nacimiento del universo”, y estamos tan cerca, o distantes de él, como lo está la conciencia que reconocemos de nuestro nacimiento físico, ya que la iniciación del conocimiento y la sensación en el infante conlleva los mismos interrogantes del nacimiento del universo. La madre no puede controlar, conscientemente, los procesos corporales que conducen al nacimiento. En su verdadero sentido, el nacimiento ocurre tan “mágicamente”, tan milagrosamente, como la iniciación de la vida en el planeta. Los análisis que la ciencia hace sobre el cerebro, no nos dicen nada sobre el poder que mueve nuestros pensamientos, o cual es la fuente de las habilidades del cerebro. La actividad permanente entre las Estructuras 1 y 2 se ve muy claramente en la misma existencia de nuestro mundo y en las relaciones que involucran nuestra imaginación, sentimientos y creencias, y aquellos eventos privados y compartidos que componen nuestra experiencia.
No queremos hablar de la razón en términos derogatorios, ya que ella está bien adecuada para sus propósitos, que son vitales en nuestra realidad. También podemos decir, en términos más profundos, que aún no hemos desarrollado adecuadamente nuestro razonamiento, ya que la versión que tenemos de él nos puede conducir a algunas distorsiones. Tampoco queremos que se utilice la intuición y los sentimientos a expensas de la razón. El razonamiento, tal como lo utilizamos ahora, trata primordialmente con una realidad dividida en categorías, haciendo distinciones y siguiendo las leyes de causa y efecto. Su campo de acción está en el examen de los eventos que ya hemos percibido. En otras palabras, el razonamiento trata con los eventos que ya son hechos en nuestro mundo.
Por otra parte, la intuición y la imaginación tienen un tipo diferente de organización que involucra las asociaciones. Es una organización que unifica diversos elementos, y reúne elementos ya conocidos, en un tipo de unidad que no tiene las limitaciones regidas por causa y efecto. En estos términos, la Estructura 2 trata con asociaciones, de tal manera que dentro de ella los eventos reconocidos del mundo físico se pueden juntar de muchas maneras, después de lo cual aparecerán en nuestra experiencia privada de acuerdo con las direcciones que les hemos dado por medio de las asociaciones mentales.
Las coincidencias que parecen ocurrir, los encuentros fortuitos, los eventos inesperados, llegan a nuestra experiencia porque, de una u otra manera, los hemos atraído, aunque su ocurrencia parezca tener muchos impedimentos. Estos impedimentos no existen en la Estructura 2. Las intuiciones nos hacen saber que tenemos nuestro propio lugar en el universo y que éste está muy bien dispuesto hacia nosotros. Las intuiciones nos dicen que somos una parte única y vital en el universo y que éste está de nuestro lado. La razón solo nos ofrece los resultados de nuestra percepción física. En realidad, le hemos negado a la razón los resultados de información muy importante, porque se nos enseñó a desconfiar de las facultades psíquicas.
El universo, tal como lo entendemos, con todos los eventos que él incluye, funciona automáticamente en sus procesos más importantes, de la misma manera que lo hace nuestro cuerpo. Nuestros deseos e intenciones individuales dirigen la actividad de los procesos espontáneos del cuerpo. Nuestro cuerpo camina sobre el piso, cuando se lo ordenamos, como resultado de nuestros deseos, aunque los procesos involucrados deben suceder por sí mismos. Nuestras intenciones tienen un gran efecto sobre la salud del cuerpo.
De la misma manera, conjuntamente, todas las personas vivas en determinado tiempo, “dirigen” los eventos del universo para que se comporte de cierta manera, aunque los procesos deben ocurrir por sí mismos, automáticamente. Otras especies participan en el proceso y, de una u otra manera, entre todas dirigen la actividad del cuerpo físico del mundo, de la misma manera como cada uno de nosotros dirige el comportamiento de su propio cuerpo.
Hemos nacido con un ímpetu hacia el crecimiento, que tiene incorporados los planos internos que conducirán al desarrollo de la forma adulta. Tanto las células, como los átomos y moléculas que componen el cuerpo, tienen una intención positiva de cooperar en la formación corporal y de alcanzar su propia realización. Tienen la predisposición hacia la supervivencia y hacia el mejor desarrollo y madurez posibles.
Todas estas características tienen su fuente en la Estructura 2, ya que su medio psicológico propicia automáticamente la creatividad. La Estructura 2 no es solo una dimensión neutral, sino que tiene dentro de si misma una predisposición automática hacia la realización de todos los patrones inherentes en ella.
El razonamiento solo puede tratar con deducciones acerca del mundo conocido. No puede aceptar conocimiento que procede “de otra parte”, ya que tal información no encaja en las categorías de la razón y confunde los patrones de causa y efecto. El poder de razonar proviene de la Estructura 2. Estamos en capacidad de razonar, como resultado de los eventos “mágicos” que hacen posible la razón. El término “mágico” ha sido utilizado para describir aquellos eventos para los cuales la razón no tiene respuesta. Eventos que existen por fuera de la estructura en la cual la razón se siente confortable.
Los científicos se consideran a sí mismos como racionales. Sin embargo, cuando intentan describir el origen del universo, podrían ser más honestos si admitieran que la razón sola no puede proporcionar una aproximación válida. Estamos tan familiarizados con el llamado “nacimiento del universo”, y estamos tan cerca, o distantes de él, como lo está la conciencia que reconocemos de nuestro nacimiento físico, ya que la iniciación del conocimiento y la sensación en el infante conlleva los mismos interrogantes del nacimiento del universo. La madre no puede controlar, conscientemente, los procesos corporales que conducen al nacimiento. En su verdadero sentido, el nacimiento ocurre tan “mágicamente”, tan milagrosamente, como la iniciación de la vida en el planeta. Los análisis que la ciencia hace sobre el cerebro, no nos dicen nada sobre el poder que mueve nuestros pensamientos, o cual es la fuente de las habilidades del cerebro. La actividad permanente entre las Estructuras 1 y 2 se ve muy claramente en la misma existencia de nuestro mundo y en las relaciones que involucran nuestra imaginación, sentimientos y creencias, y aquellos eventos privados y compartidos que componen nuestra experiencia.
No queremos hablar de la razón en términos derogatorios, ya que ella está bien adecuada para sus propósitos, que son vitales en nuestra realidad. También podemos decir, en términos más profundos, que aún no hemos desarrollado adecuadamente nuestro razonamiento, ya que la versión que tenemos de él nos puede conducir a algunas distorsiones. Tampoco queremos que se utilice la intuición y los sentimientos a expensas de la razón. El razonamiento, tal como lo utilizamos ahora, trata primordialmente con una realidad dividida en categorías, haciendo distinciones y siguiendo las leyes de causa y efecto. Su campo de acción está en el examen de los eventos que ya hemos percibido. En otras palabras, el razonamiento trata con los eventos que ya son hechos en nuestro mundo.
Por otra parte, la intuición y la imaginación tienen un tipo diferente de organización que involucra las asociaciones. Es una organización que unifica diversos elementos, y reúne elementos ya conocidos, en un tipo de unidad que no tiene las limitaciones regidas por causa y efecto. En estos términos, la Estructura 2 trata con asociaciones, de tal manera que dentro de ella los eventos reconocidos del mundo físico se pueden juntar de muchas maneras, después de lo cual aparecerán en nuestra experiencia privada de acuerdo con las direcciones que les hemos dado por medio de las asociaciones mentales.
Las coincidencias que parecen ocurrir, los encuentros fortuitos, los eventos inesperados, llegan a nuestra experiencia porque, de una u otra manera, los hemos atraído, aunque su ocurrencia parezca tener muchos impedimentos. Estos impedimentos no existen en la Estructura 2. Las intuiciones nos hacen saber que tenemos nuestro propio lugar en el universo y que éste está muy bien dispuesto hacia nosotros. Las intuiciones nos dicen que somos una parte única y vital en el universo y que éste está de nuestro lado. La razón solo nos ofrece los resultados de nuestra percepción física. En realidad, le hemos negado a la razón los resultados de información muy importante, porque se nos enseñó a desconfiar de las facultades psíquicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario