Elemento de Practica
Parte de la realidad desconocida está entonces oculta bajo el lenguaje y el patrón impuesto por las palabras acostumbradas – así, como ejercicio, mira alrededor de tu entorno. Forma nuevas, diferentes “palabras” para los objetos que ves a tu alrededor. Coge un objeto, por ejemplo. Sostenlo por unos pocos segundos, siente su textura, observa su color, y espontáneamente dale un nuevo nombre expresando los sonidos que llegan a tu mente. Observa como los sonidos hacen resaltar ciertos aspectos del objeto que podías no haber notado antes.
La nueva palabra se ajustará tanto como lo hizo la vieja. Ella puede, de hecho, ajustarse mejor. Haz esto con muchos objetos, siguiendo el mismo procedimiento. Puedes en cambio decir al revés el nombre de cualquier objeto. En tales formas, rompes hasta cierto punto el patrón automático de las frases familiares, de tal manera que puedes percibir la individualidad que esta dentro de cada objeto.
Para entrar en contacto directo con tus propios sentimientos tal como son, forma algunas veces tus propios sonidos espontáneos. Tus emociones con frecuencia no pueden ser expresadas claramente en términos del lenguaje, y tal desempatronamiento les puede permitir fluir libremente.
La frescura de la experiencia del sueño reside en su naturaleza directa. Tu cultural visión del mundo no tiene ninguna comprensión clara de la naturaleza de los sueños, así que su expresión clara y directa con frecuencia no es recordada en la mañana. En la noche te sintonizas con la realidad del sueño simplemente cerrando la así llamada realidad de vigilia, pero el mismo tipo de experiencia del sueño continúa por debajo de tu enfoque en la vida de vigilia.
Soñando, todavía estás consciente de tu experiencia diaria, pero ella es aparentemente periférica. Despierto, tu experiencia del sueño es también periférica, pero estás menos consciente de esa condición. Las dos juntas representan las dimensiones de tu conciencia, y ellas existen simultáneamente. Puedes, y con frecuencia resuelves, en el sueño los retos de la vida diaria. En la vida de vigilia también estás resolviendo los retos establecidos por ti mismo en el estado del sueño. Obviamente entonces tu conciencia está equipada para funcionar en las realidades conocidas y desconocidas, y las divisiones que has establecido son bastante arbitrarias.
Puedes comprender que muchos de tus sueños tienen un significado simbólico. Se te puede escapar, sin embargo, que los objetos con que tu mismo te rodeas en la vida física tienen también significados simbólicos – solamente que estos son tridimensionales. Puedes gastar tiempo tratando de comprender la naturaleza de los sueños y sus implicaciones, sin jamás darte cuenta que tu vida física es, hasta cierto grado, un sueño tridimensional. El reflejará fielmente tus imágenes del sueño en un determinado tiempo.
Tu vida física y tu vida del sueño están tan íntimamente conectadas que puede ser engañoso decir lo que voy a decir: que la experiencia de vigilia brota de la realidad desconocida del sueño. Por una parte, la afirmación es en realidad cierta. Por la otra parte, el intricado funcionamiento interior hace imposible separar la una de la otra. “La Realidad” opera básicamente, sin embargo, de una manera que es percibida más claramente en el estado del sueño. La libertad de tiempo y lugar, el tipo más amplio de comunicación, la gran movilidad de la conciencia – todas estas experiencias bajo las condiciones del sueño son características de la naturaleza básica de la realidad – en donde tu experiencia de vigilia proporciona limitaciones que son indicativas de ciertas condiciones solamente.
Hasta cierto punto, la más grande expresión de la conciencia puede ser experimentada bajo las condiciones de vigilia usuales, pero solamente cuando una personalidad es lo suficientemente flexible y está lo suficientemente segura para alterar el enfoque de su conciencia. De esta manera, otra información no percibida llega a estar disponible.
La realidad desconocida no está más allá de tu experiencia, por lo tanto. Cualquiera de tus disciplinas científicas o religiosas podría beneficiarse del estudio de la conciencia durmiente, porque allí la naturaleza básica de la realidad existe tan claramente como puedes percibirla. La condición interior del sueño es válida. Tú mismo te encuentras en otros tiempos y lugares porque básicamente ni el tiempo ni el espacio existe como tú supones.
No hay peligros básicos implicados en las alteraciones de la conciencia sin drogas, pero pueden ocurrir peligros artificiales por tus creencias culturales. Estos resultan porque tales individuos se encuentran a si mismos con una estructura no aceptable con la cual correlacionar o comprender sus experiencias. Tratan de regresar a las explicaciones religiosas o científicas o pseudo científicas.
Parte de la realidad desconocida está entonces oculta bajo el lenguaje y el patrón impuesto por las palabras acostumbradas – así, como ejercicio, mira alrededor de tu entorno. Forma nuevas, diferentes “palabras” para los objetos que ves a tu alrededor. Coge un objeto, por ejemplo. Sostenlo por unos pocos segundos, siente su textura, observa su color, y espontáneamente dale un nuevo nombre expresando los sonidos que llegan a tu mente. Observa como los sonidos hacen resaltar ciertos aspectos del objeto que podías no haber notado antes.
La nueva palabra se ajustará tanto como lo hizo la vieja. Ella puede, de hecho, ajustarse mejor. Haz esto con muchos objetos, siguiendo el mismo procedimiento. Puedes en cambio decir al revés el nombre de cualquier objeto. En tales formas, rompes hasta cierto punto el patrón automático de las frases familiares, de tal manera que puedes percibir la individualidad que esta dentro de cada objeto.
Para entrar en contacto directo con tus propios sentimientos tal como son, forma algunas veces tus propios sonidos espontáneos. Tus emociones con frecuencia no pueden ser expresadas claramente en términos del lenguaje, y tal desempatronamiento les puede permitir fluir libremente.
La frescura de la experiencia del sueño reside en su naturaleza directa. Tu cultural visión del mundo no tiene ninguna comprensión clara de la naturaleza de los sueños, así que su expresión clara y directa con frecuencia no es recordada en la mañana. En la noche te sintonizas con la realidad del sueño simplemente cerrando la así llamada realidad de vigilia, pero el mismo tipo de experiencia del sueño continúa por debajo de tu enfoque en la vida de vigilia.
Soñando, todavía estás consciente de tu experiencia diaria, pero ella es aparentemente periférica. Despierto, tu experiencia del sueño es también periférica, pero estás menos consciente de esa condición. Las dos juntas representan las dimensiones de tu conciencia, y ellas existen simultáneamente. Puedes, y con frecuencia resuelves, en el sueño los retos de la vida diaria. En la vida de vigilia también estás resolviendo los retos establecidos por ti mismo en el estado del sueño. Obviamente entonces tu conciencia está equipada para funcionar en las realidades conocidas y desconocidas, y las divisiones que has establecido son bastante arbitrarias.
Puedes comprender que muchos de tus sueños tienen un significado simbólico. Se te puede escapar, sin embargo, que los objetos con que tu mismo te rodeas en la vida física tienen también significados simbólicos – solamente que estos son tridimensionales. Puedes gastar tiempo tratando de comprender la naturaleza de los sueños y sus implicaciones, sin jamás darte cuenta que tu vida física es, hasta cierto grado, un sueño tridimensional. El reflejará fielmente tus imágenes del sueño en un determinado tiempo.
Tu vida física y tu vida del sueño están tan íntimamente conectadas que puede ser engañoso decir lo que voy a decir: que la experiencia de vigilia brota de la realidad desconocida del sueño. Por una parte, la afirmación es en realidad cierta. Por la otra parte, el intricado funcionamiento interior hace imposible separar la una de la otra. “La Realidad” opera básicamente, sin embargo, de una manera que es percibida más claramente en el estado del sueño. La libertad de tiempo y lugar, el tipo más amplio de comunicación, la gran movilidad de la conciencia – todas estas experiencias bajo las condiciones del sueño son características de la naturaleza básica de la realidad – en donde tu experiencia de vigilia proporciona limitaciones que son indicativas de ciertas condiciones solamente.
Hasta cierto punto, la más grande expresión de la conciencia puede ser experimentada bajo las condiciones de vigilia usuales, pero solamente cuando una personalidad es lo suficientemente flexible y está lo suficientemente segura para alterar el enfoque de su conciencia. De esta manera, otra información no percibida llega a estar disponible.
La realidad desconocida no está más allá de tu experiencia, por lo tanto. Cualquiera de tus disciplinas científicas o religiosas podría beneficiarse del estudio de la conciencia durmiente, porque allí la naturaleza básica de la realidad existe tan claramente como puedes percibirla. La condición interior del sueño es válida. Tú mismo te encuentras en otros tiempos y lugares porque básicamente ni el tiempo ni el espacio existe como tú supones.
No hay peligros básicos implicados en las alteraciones de la conciencia sin drogas, pero pueden ocurrir peligros artificiales por tus creencias culturales. Estos resultan porque tales individuos se encuentran a si mismos con una estructura no aceptable con la cual correlacionar o comprender sus experiencias. Tratan de regresar a las explicaciones religiosas o científicas o pseudo científicas.
1 comentario:
Me ha gustado mucho...¿qué decir?
Gracias por tus publicaciones.
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