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viernes, 25 de marzo de 2011

La Realidad Desconocida 44

Los árboles producen semillas. Algunas caen cerca. Otras son llevadas por el viento algunas distancias dentro de áreas que el árbol mismo, con toda su altura, no podría percibir.
El árbol no se siente menos, el mismo, porque produzca tales semillas. Así, las identidades arrojan semillas de si mismas un poco de la misma forma. Estas pueden crecer en entornos bastante diferentes. Sus realidades en ninguna forma amenazan la identidad de “los padres.” Las identidades tienen libre albedrío, así que ellas escogerán sus entornos o lugares de nacimiento.
Por lo que el árbol es físico, las propiedades físicas estarán implicadas, y las semillas madurarán siguiendo ciertos principios y características generales. Átomos y moléculas algunas veces formaran árboles; algunas veces se convertirán en partes de sofás. Formarán personas u hormigas u hojas de hierba, y sin embargo, en cada una de estas aventuras siempre retendrán su propio sentido de identidad. Se combinan para formar células y órganos, y a través de todos estos eventos obtienen diferentes tipos de experiencia.
Hablando físicamente, y generalmente, tu cuerpo está compuesto de hierbas y hormigas y rocas y bestias y aves, ya que en una u otra forma toda la materia biológica está relacionada. En ciertos términos, a través de tu experiencia, las aves y las rocas hablan alfabetos – y ciertas partes de tu propio ser vuelan o se arrastran como las aves o los insectos, formando el gran gestalt de la experiencia física. Está de moda decir: “Tú eres lo que comes;” que, por ejemplo, “No debes comer carne porque estás matando los animales, y esto está mal.” Pero, en términos más profundos, físicamente y biológicamente, los animales han nacido del cuerpo de la tierra, la cual está compuesta por los cadáveres de hombres y mujeres, tanto como lo está de otras materias. Los animales te consumen entonces tan frecuentemente como tú los consumes a ellos, y ellos son tan parte de tu humanidad, como tú eres parte de su así llamada naturaleza animal.
El intercambio constante que existe biológicamente significa que el mismo material físico que compone un hombre o una mujer puede ser dispersado, y más tarde puede formar un sapo, una estrella de mar, un perro o una flor. Puede distribuirse en innumerables formas diferentes. La aritmética de la conciencia no es aniquilada. Es multiplicada y no dividida. Evocadora dentro de cada forma está la conciencia de todas las otras combinaciones, todas las otras alianzas, a medida que la identidad forma continuamente nuevos empeños y gestalts de relación. No hay discriminación, ningún prejuicio.
Cuando comes, debes eliminar a través de tus intestinos. Esa materia resultante eventualmente retorna a la tierra, en donde ayuda a formar todas las otras cosas vivientes. La materia “muerta” – el residuo de un ave, el desecho de las células – estas cosas no son utilizadas por otras aves, aunque puede ser así ocasionalmente, sino por hombres y mujeres. No hay ninguna norma que diga que tu material celular descartado puede ser utilizado solo por tu propia especie. Sin embargo, en tus términos, toda identidad, sin importar cuan “diminuta,” se retiene ella misma y su identidad a través de muchas formas y alianzas de organizaciones.
A través de tales ramales de conciencia todo lo de tu mundo está relacionado. Tu propia identidad envía ramales de si misma constantemente. Estos se mezclan psíquicamente con otros ramales, a medida que átomos y moléculas son intercambiados físicamente. Así que hay diferentes organizaciones de identidad en las que juegas una parte.
Ruburt está conectado conmigo de esa manera. También está conectado de la misma manera con cada hormiga en el patio trasero. Sin embargo, Yo retengo mi identidad, la hormiga retiene su identidad, y Ruburt retiene la suya. Pero uno no puede existir sin los otros dos – ya que, en términos más amplios, la realidad de cada uno de los tres presupone la existencia de los otros.

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