Mientras tú eres una criatura física, en gran medida tus percepciones deben estar orientadas físicamente. Aun tu cuerpo existe en otros términos distintos a los que usualmente supones.
Percibes los cuerpos como objetos, con masa, compuestos de hueso y carne. Ellos también tienen “estructuras” de sonido, luz, y propiedades electromagnéticas que no percibes. Todas ellas están conectadas con la imagen física que conoces. Las discapacidades físicas se presentarán en estas otras “estructuras” inicialmente.
El sonido, la luz, los patrones electromagnéticos, le dan fortaleza y vitalidad a la forma física que reconoces. Son más móviles que el cuerpo físico, y aun más susceptibles a los patrones cambiantes de tu propio pensamiento y emoción.
Yo te digo que los pensamientos son traducidos a este sonido interior, pero los pensamientos siempre intentan materializarse también ellos mismos. Como tales, son imágenes incipientes, colectores de energía. Ellos construyen su propia forma embrionaria, hasta que ella, de una u otra manera, es traducida físicamente.
Las imágenes mentales por lo tanto son extremadamente poderosas combinando los sonidos internos y sus efectos con una clara imagen mental que buscará la forma física. Tu imaginación le agrega poder motivador y propulsor a tales imágenes, y de esta manera encontrarás que muchas de tus creencias son tenidas en cuenta por ti de una manera visual interior. Ellas tendrán imágenes mentales conectadas con ellas.
Una de tales imágenes puede representar una creencia en particular, o puede hacerlo por varias de ellas. A medida que haces tu lista de creencias, encontrarás algunas de estas imágenes llegando a tu mente. Míralas como mirarías una pintura que has creado. Si no te gusta lo que ves, entonces cambia muy conscientemente la imagen en tu mente.
Estas imágenes son internas; sin embargo, por lo que son parte de tus creencias, también las verás exteriorizadas en tu experiencia.
Permíteme dar un ejemplo simple. Tienes dolor en un dedo del pie. De vez en cuando lo ves muy claramente en tu mente. Te puedes encontrar mirando el dedo del pie más frecuentemente de lo usual, y también te puedes encontrar seleccionando entre la gente a alguien que no está caminando apropiadamente. Normalmente estas personas escapan a tu atención, pero repentinamente el mundo parece estar lleno de dedos del pie adoloridos.
Estamos tratando con una creencia que ya se hizo física. Pero si continúas tal concentración, el dedo del pie, o bien no sanaría, o desarrollaría una condición peor. Detrás de todo esto, por supuesto, estaría la creencia que causo la dificultad; sin embargo, una vez que has dado lugar a un grupo de síntomas, debes ser muy cuidadoso en no empezar a visualizar tu campo de realidad desde esa posición. Cuando lo haces, agregas imágenes internas y externas que refuerzan la condición.
Hay luz que no ves con los ojos físicos, como hay sonido que no escuchas con tus oídos. Estos se combinan para formar mentalmente la imagen física que conoces, de tal manera que deben funcionar de adentro hacia afuera. Tus creencias son tu paleta, usando nuevamente la analogía de la pintura.
Tus pensamientos dan el lineamiento general de la realidad que experimentas físicamente. Tus emociones llenan los patrones con luz. Tu imaginación los funde conjuntamente.
El sonido de tus pensamientos internos es el medio que realmente usas. Esto es mucho más que una analogía, sin embargo, ya que, en términos sencillos, ello explica muy claramente la manera en la que tus creencias forman tu realidad. En momentos de quietud la palabra “O-O-O-O-O-M-M-M-M-M,” dicha lentamente, mentalmente, o en voz alta, será benéfica para tonificar tu condición física general. Los sonidos contienen dentro de ellos un ímpetu incorporado hacia la energía y el bienestar, tal como lo explicaré más adelante.
El cuerpo reacciona, no tanto al sonido físico, como al sonido interior en el que el sonido físico se ha traducido. Como lo mencionamos antes, también reacciona a sonidos que no tienen una “contraparte” física.
Hay ciertas propiedades dentro de la estructura de los cromosomas que debe ser activada por valores de sonido internos específicos. Si esta activación no tiene lugar, entonces los “atributos” latentes dentro de los cromosomas permanecen así.
Hay cadenas de influencia que realmente están compuestas por valores internos de sonido que entretejen conjuntamente los complicados entretejidos de genes y cromosomas.
Percibes los cuerpos como objetos, con masa, compuestos de hueso y carne. Ellos también tienen “estructuras” de sonido, luz, y propiedades electromagnéticas que no percibes. Todas ellas están conectadas con la imagen física que conoces. Las discapacidades físicas se presentarán en estas otras “estructuras” inicialmente.
El sonido, la luz, los patrones electromagnéticos, le dan fortaleza y vitalidad a la forma física que reconoces. Son más móviles que el cuerpo físico, y aun más susceptibles a los patrones cambiantes de tu propio pensamiento y emoción.
Yo te digo que los pensamientos son traducidos a este sonido interior, pero los pensamientos siempre intentan materializarse también ellos mismos. Como tales, son imágenes incipientes, colectores de energía. Ellos construyen su propia forma embrionaria, hasta que ella, de una u otra manera, es traducida físicamente.
Las imágenes mentales por lo tanto son extremadamente poderosas combinando los sonidos internos y sus efectos con una clara imagen mental que buscará la forma física. Tu imaginación le agrega poder motivador y propulsor a tales imágenes, y de esta manera encontrarás que muchas de tus creencias son tenidas en cuenta por ti de una manera visual interior. Ellas tendrán imágenes mentales conectadas con ellas.
Una de tales imágenes puede representar una creencia en particular, o puede hacerlo por varias de ellas. A medida que haces tu lista de creencias, encontrarás algunas de estas imágenes llegando a tu mente. Míralas como mirarías una pintura que has creado. Si no te gusta lo que ves, entonces cambia muy conscientemente la imagen en tu mente.
Estas imágenes son internas; sin embargo, por lo que son parte de tus creencias, también las verás exteriorizadas en tu experiencia.
Permíteme dar un ejemplo simple. Tienes dolor en un dedo del pie. De vez en cuando lo ves muy claramente en tu mente. Te puedes encontrar mirando el dedo del pie más frecuentemente de lo usual, y también te puedes encontrar seleccionando entre la gente a alguien que no está caminando apropiadamente. Normalmente estas personas escapan a tu atención, pero repentinamente el mundo parece estar lleno de dedos del pie adoloridos.
Estamos tratando con una creencia que ya se hizo física. Pero si continúas tal concentración, el dedo del pie, o bien no sanaría, o desarrollaría una condición peor. Detrás de todo esto, por supuesto, estaría la creencia que causo la dificultad; sin embargo, una vez que has dado lugar a un grupo de síntomas, debes ser muy cuidadoso en no empezar a visualizar tu campo de realidad desde esa posición. Cuando lo haces, agregas imágenes internas y externas que refuerzan la condición.
Hay luz que no ves con los ojos físicos, como hay sonido que no escuchas con tus oídos. Estos se combinan para formar mentalmente la imagen física que conoces, de tal manera que deben funcionar de adentro hacia afuera. Tus creencias son tu paleta, usando nuevamente la analogía de la pintura.
Tus pensamientos dan el lineamiento general de la realidad que experimentas físicamente. Tus emociones llenan los patrones con luz. Tu imaginación los funde conjuntamente.
El sonido de tus pensamientos internos es el medio que realmente usas. Esto es mucho más que una analogía, sin embargo, ya que, en términos sencillos, ello explica muy claramente la manera en la que tus creencias forman tu realidad. En momentos de quietud la palabra “O-O-O-O-O-M-M-M-M-M,” dicha lentamente, mentalmente, o en voz alta, será benéfica para tonificar tu condición física general. Los sonidos contienen dentro de ellos un ímpetu incorporado hacia la energía y el bienestar, tal como lo explicaré más adelante.
El cuerpo reacciona, no tanto al sonido físico, como al sonido interior en el que el sonido físico se ha traducido. Como lo mencionamos antes, también reacciona a sonidos que no tienen una “contraparte” física.
Hay ciertas propiedades dentro de la estructura de los cromosomas que debe ser activada por valores de sonido internos específicos. Si esta activación no tiene lugar, entonces los “atributos” latentes dentro de los cromosomas permanecen así.
Hay cadenas de influencia que realmente están compuestas por valores internos de sonido que entretejen conjuntamente los complicados entretejidos de genes y cromosomas.
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