Aspectos de la Personalidad Multidimensional, vistos según mi propia Experiencia.
En el siglo cuarto los registros eran más bien poco confiables. Eran adulterados. Algunas veces el nombre de un hombre se daría como el de un reino que cubría un lapso de años. El hombre original podía haber sido asesinado, con otro tomando su lugar y continuando como si no hubiera habido cambio, en lo que concierne a la población. El veneno era el método utilizado usualmente, y aun aquellos que sospechaban la verdad no se atreverían a hablar.
Los registros indicarían el reinado de un Papa; sin embargo, uno, dos, o aun tres hombres diferentes podían haber llenado la posición. Un cambio de política, una vacilación, era la pista en tales casos.
Había también hombres llamados “Pequeños Papas”, aquellos en entrenamiento, de una naturaleza ambiciosa. Si estaban seriamente en la competencia, las recompensas serian grandes para sus seguidores. Estos hombres, incidentalmente, no eran peores en sus acciones que el resto de la población. Su posición simplemente les daba una mayor libertad.
Los años 325 y 373 vienen a la mente en conexión con mi propia vida en ese tiempo. Una vez más, los nombres y las fechas tienen poco significado para mí ahora. En esa vida aprendí a comprender la interacción entre los hombres y sus ambiciones, el golfo que a menudo existe entre los ideales y la acción práctica.
Debes comprender que la política era una rama legitima de la iglesia en esos días, y se esperaba que los hombres de la iglesia fueran excelentes políticos. Parece que estuve algún tiempo en un lugar que suena como Caprina, también durante ese tiempo. Un primo, o un hermano, fue importante para mí. Terminó en graves dificultades, cogido en algunos negocios de contrabando con los Españoles.
Había en ese tiempo un grupo secreto llamado “Los Seguidores de la Madre de Dios”. Eran considerados heréticos y me fueron dadas varias peticiones contra ellos. Esto tenia que ver con la posición de “La Virgen” dentro del dogma de la iglesia.
Lo siguiente es para tu edificación:
Cristo, el Cristo histórico, no fue crucificado. El no tenia la intención de morir de esa manera. Sin embargo, otros sintieron que para cumplir las profecías en todas las formas, una crucifixión era necesaria. Cristo no tomó parte en ello. Hubo una conspiración en la que Judas jugó un papel, un intento de hacer de Cristo un mártir. El hombre escogido estaba drogado, de ahí la necesidad de ayudarlo a cargar la cruz. Se le dijo que él era Cristo. Él creyó que lo era. Era uno de esos alucinados, pero él mismo también creía que él, y no el Cristo histórico, estaba para cumplir las profecías. Maria vino porque estaba llena de pena por el hombre que creía que era su hijo. Ella estuvo presente por compasión. El grupo responsable deseaba que pareciera que una parte de los Judíos había crucificado a Cristo, y nunca soñaron que la totalidad del pueblo Judío seria “culpado”.
Esto es difícil de explicar y aun para mí de desentrañar. La tumba estaba vacía, porque este mismo grupo sacó el cuerpo. Maria Magdalena vio a Cristo inmediatamente después. Cristo era un gran psíquico. Causó las heridas que aparecían en su cuerpo y apareció físicamente y en estados fuera del cuerpo a sus seguidores. Sin embargo, trató de explicar lo que había sucedido y su posición, pero aquellos que no estaban en la conspiración no lo entenderían y malinterpretarían sus afirmaciones.
Pedro negó tres veces al Señor, diciendo que no lo conocía, porque reconoció que esa persona no era Cristo. La súplica, “Pedro, por qué me has abandonado?, vino del hombre que creía que era Cristo, la versión drogada. Judas señaló a ese hombre. El sabia de la conspiración y temía que el Cristo real seria capturado. Por lo tanto entregó a las autoridades a un hombre conocido por ser un auto labrado Mesías para salvar, no destruir, la vida del Cristo histórico.
Sin embargo, simbólicamente, la idea de la crucifixión misma incorporaba profundos dilemas y significados de la psique humana, y así la Crucifixión por si misma se convirtió en una realidad mucho mayor que el evento físico que ocurrió en ese tiempo.
Solamente los alucinados están en peligro de, o son capaces de tal auto sacrificio, o de encontrarlo necesario. Solamente aquellos todavía atados a la idea de crimen y castigo serian atraídos a este tipo de drama religioso y encontrar dentro de él ecos profundos de sus propios sentimientos subjetivos.
Cristo sabia, clarividentemente, que estos eventos ocurrirían, de una u otra manera, y el drama probable que podía resultar. Al hombre involucrado no se le podía hacer cambiar su decisión subjetiva. Seria sacrificado para hacer que las viejas profecías Judías se volvieran realidad, y no pudo ser disuadido.
En la Ultima Cena cuando Cristo dijo: “Este es mi cuerpo, y esta es mi sangre”, quiso demostrar que el espíritu estaba dentro de toda la materia, interconectado, y sin embargo aparte; que su propio espíritu era independiente de su cuerpo, y también a su propia manera indicar que no debería identificársele más con su cuerpo. El sabia que el cuerpo sin vida no sería el suyo.
Todo esto fue malinterpretado. Cristo entonces cambió su modo de comportamiento, apareciendo bastante a menudo en estados fuera del cuerpo a sus seguidores. Antes él no había hecho esto en ese grado. Trató de decirles que él no estaba muerto, y ellos escogieron tomarlo simbólicamente. Su presencia física ya no era necesaria y era aun un inconveniente bajo las circunstancias. Simplemente quiso salirse de ello.
Él sabía que sin las heridas ellos no le creerían que era él mismo, porque estaban convencidos de que murió con esas heridas. Ellas debían ser un método de identificación, para ser dispensado cuando explicara las verdaderas circunstancias. Comió para probar que aun estaba vivo, por ejemplo, pero ellos tomaron esto simplemente como queriendo decir que el espíritu puede participar de la comida. Ellos querían creer que él había sido crucificado y resucitado.
En el siglo cuarto los registros eran más bien poco confiables. Eran adulterados. Algunas veces el nombre de un hombre se daría como el de un reino que cubría un lapso de años. El hombre original podía haber sido asesinado, con otro tomando su lugar y continuando como si no hubiera habido cambio, en lo que concierne a la población. El veneno era el método utilizado usualmente, y aun aquellos que sospechaban la verdad no se atreverían a hablar.
Los registros indicarían el reinado de un Papa; sin embargo, uno, dos, o aun tres hombres diferentes podían haber llenado la posición. Un cambio de política, una vacilación, era la pista en tales casos.
Había también hombres llamados “Pequeños Papas”, aquellos en entrenamiento, de una naturaleza ambiciosa. Si estaban seriamente en la competencia, las recompensas serian grandes para sus seguidores. Estos hombres, incidentalmente, no eran peores en sus acciones que el resto de la población. Su posición simplemente les daba una mayor libertad.
Los años 325 y 373 vienen a la mente en conexión con mi propia vida en ese tiempo. Una vez más, los nombres y las fechas tienen poco significado para mí ahora. En esa vida aprendí a comprender la interacción entre los hombres y sus ambiciones, el golfo que a menudo existe entre los ideales y la acción práctica.
Debes comprender que la política era una rama legitima de la iglesia en esos días, y se esperaba que los hombres de la iglesia fueran excelentes políticos. Parece que estuve algún tiempo en un lugar que suena como Caprina, también durante ese tiempo. Un primo, o un hermano, fue importante para mí. Terminó en graves dificultades, cogido en algunos negocios de contrabando con los Españoles.
Había en ese tiempo un grupo secreto llamado “Los Seguidores de la Madre de Dios”. Eran considerados heréticos y me fueron dadas varias peticiones contra ellos. Esto tenia que ver con la posición de “La Virgen” dentro del dogma de la iglesia.
Lo siguiente es para tu edificación:
Cristo, el Cristo histórico, no fue crucificado. El no tenia la intención de morir de esa manera. Sin embargo, otros sintieron que para cumplir las profecías en todas las formas, una crucifixión era necesaria. Cristo no tomó parte en ello. Hubo una conspiración en la que Judas jugó un papel, un intento de hacer de Cristo un mártir. El hombre escogido estaba drogado, de ahí la necesidad de ayudarlo a cargar la cruz. Se le dijo que él era Cristo. Él creyó que lo era. Era uno de esos alucinados, pero él mismo también creía que él, y no el Cristo histórico, estaba para cumplir las profecías. Maria vino porque estaba llena de pena por el hombre que creía que era su hijo. Ella estuvo presente por compasión. El grupo responsable deseaba que pareciera que una parte de los Judíos había crucificado a Cristo, y nunca soñaron que la totalidad del pueblo Judío seria “culpado”.
Esto es difícil de explicar y aun para mí de desentrañar. La tumba estaba vacía, porque este mismo grupo sacó el cuerpo. Maria Magdalena vio a Cristo inmediatamente después. Cristo era un gran psíquico. Causó las heridas que aparecían en su cuerpo y apareció físicamente y en estados fuera del cuerpo a sus seguidores. Sin embargo, trató de explicar lo que había sucedido y su posición, pero aquellos que no estaban en la conspiración no lo entenderían y malinterpretarían sus afirmaciones.
Pedro negó tres veces al Señor, diciendo que no lo conocía, porque reconoció que esa persona no era Cristo. La súplica, “Pedro, por qué me has abandonado?, vino del hombre que creía que era Cristo, la versión drogada. Judas señaló a ese hombre. El sabia de la conspiración y temía que el Cristo real seria capturado. Por lo tanto entregó a las autoridades a un hombre conocido por ser un auto labrado Mesías para salvar, no destruir, la vida del Cristo histórico.
Sin embargo, simbólicamente, la idea de la crucifixión misma incorporaba profundos dilemas y significados de la psique humana, y así la Crucifixión por si misma se convirtió en una realidad mucho mayor que el evento físico que ocurrió en ese tiempo.
Solamente los alucinados están en peligro de, o son capaces de tal auto sacrificio, o de encontrarlo necesario. Solamente aquellos todavía atados a la idea de crimen y castigo serian atraídos a este tipo de drama religioso y encontrar dentro de él ecos profundos de sus propios sentimientos subjetivos.
Cristo sabia, clarividentemente, que estos eventos ocurrirían, de una u otra manera, y el drama probable que podía resultar. Al hombre involucrado no se le podía hacer cambiar su decisión subjetiva. Seria sacrificado para hacer que las viejas profecías Judías se volvieran realidad, y no pudo ser disuadido.
En la Ultima Cena cuando Cristo dijo: “Este es mi cuerpo, y esta es mi sangre”, quiso demostrar que el espíritu estaba dentro de toda la materia, interconectado, y sin embargo aparte; que su propio espíritu era independiente de su cuerpo, y también a su propia manera indicar que no debería identificársele más con su cuerpo. El sabia que el cuerpo sin vida no sería el suyo.
Todo esto fue malinterpretado. Cristo entonces cambió su modo de comportamiento, apareciendo bastante a menudo en estados fuera del cuerpo a sus seguidores. Antes él no había hecho esto en ese grado. Trató de decirles que él no estaba muerto, y ellos escogieron tomarlo simbólicamente. Su presencia física ya no era necesaria y era aun un inconveniente bajo las circunstancias. Simplemente quiso salirse de ello.
Él sabía que sin las heridas ellos no le creerían que era él mismo, porque estaban convencidos de que murió con esas heridas. Ellas debían ser un método de identificación, para ser dispensado cuando explicara las verdaderas circunstancias. Comió para probar que aun estaba vivo, por ejemplo, pero ellos tomaron esto simplemente como queriendo decir que el espíritu puede participar de la comida. Ellos querían creer que él había sido crucificado y resucitado.
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